Permítanme presentarme, mi nombre es Lamu Yatsura soy una lectora fantasma a la que tras leer entre las sombras, empezó a picarle el gusanillo de escribir y aquí está el resultado, este es mi primer fic.
Por último remarcar que los personajes por todos conocidos y las situaciones conocidas relatadas en esta historia no me pertenecen ni obtengo lucro alguno de su uso, es más pierdo mi tiempo y café en escribirla.
Sin más preámbulos:
FEAR OF THE DARK
Capítulo 1:
LA PROPOSICIÓN
Como cada mañana la luz del Sol entra por el balcón, una despeinada cabeza azul bostezando abre los ojos, se despereza y sonríe soñolienta.
"Hoy es un día especial. . ."
Con calma prepara un baño y llena la bañera con sales exóticas. Parsimoniosa se acomoda dentro del agua evitando sumergir su cabellera para no arruinar su penúltimo tratamiento de belleza. Hoy toda ella debe brillar como la joya que es.
Disfrutando de la caricia del líquido sobre su piel empieza a recordar el momento en que lo decidieron, cuando tras la friolera de 6 años juntos la sorprendió con la idea de casarse.
_ ¿Bulma Briefs quieres casarte conmigo?_ su cara marcada denotaba nerviosismo y una gota de sudor se le escurría por la sien.
Una carcajada sonora brotó desde lo más hondo de mis pulmones, lágrimas de risa acumuladas en mis ojos.
_Sí, claro_ le contesto con sorna_ espera que ahora saco el traje del armario – para rematar le saco la lengua.
Silencio sepulcral como respuesta su rostro mudó vertiginosamente a una palidez fantasmal.
_ Kamí, no era una broma…. _él, mi ladrón del desierto, ahora todo lo rojo que un ser humano puede ponerse, tartamudeando hincó la rodilla en el suelo para repetir la pregunta.
Mi risa y sus lágrimas se congelan ipso facto, la respuesta no se hizo esperar, un ataque de tos seca. Puro nerviosismo.
_Pe … Pero Yamcha. ¿T_ Tú lo has pensado bien? Hace apenas unos meses que volvemos a estar bien (más o menos), y de repente me sueltas ESTO _ como un jarrón de agua fría, si ahora me pincharan no me sacarían ni una gota de sangre, hasta mi corazón se ha parado de la impresión. No es que no esté acostumbrada a este tipo de cosas, soy la más bella. . .
Estoy más que acostumbrada a torcer cuellos allá donde voy y los hombres medio en broma, medio en serio me lo han pedido desde que entré en la adolescencia. ` ¡Eh preciosa! ¡¿Quieres casarte conmigo? Resultaba halagador pero llegó un punto en el que yo deseaba a alguien a mi altura digno de mí, de mi brillante intelecto.
Y ese fue el motivo por el que empezó todo esto, por ese novio perfecto busqué las esferas mágicas. Entonces encontré a Yamcha, que de perfecto no tenía mucho, pero su atávico terror a las mujeres, un carácter salvaje, la fama de bandido, y las dificultades me excitaron. Todo un reto (o lo era). . .
Pero esta vez es la primera vez que me lo piden en serio, realmente en serio.
_Tu y yo ya llevamos muchos años juntos, nos conocemos muy bien, y el tiempo pasa. . . Mira a Goku y Chichi se acaban de casar y están esperando un hijo…
"Kamí esto empeora por momentos ahora suelta la palabra hijo" Mi sangre siempre caliente se hiela.
_ Yamcha, ellos se casaron porque él pensaba que le iba a dar de comer. ¿Re_cu_er_das? _ silabeo destilando ironía en cada fonema_ Ni siquiera sabe donde se ha metido, esto es algo serio _ la palabra seriedad y todo lo relacionado con ella siempre lo han asustado, me cruzó de brazos en actitud de `no voy a negociar esto´ y lo miro con firmeza.
_TÚ siempre te quejas de que soy poco serio, de que no me comprometo _ prosigue poniendo su expresión más seria y responsable, la que guarda para las reconciliaciones tan habituales en nuestra relación_ esa fue la causa de nuestras rupturas…
_ UNA DE ELLAS MAS BIEN. ¡No olvides que tú tendencia a flirtear con todo lo que se mueve y a tú maldito club de fans!_ alzo la voz un par de tonos más _ ¡Y tú tacañería también ayudo bastante! ¡Rácano, siempre lo he tenido que pagar todo yo!
_Ni que tú fueras una santa_ contesta entre diente mirándome de reojo.
_ ¡QUE dices! No puedo evitar ser tan bella y genial es natural que todos los hombres me miren._ defiendo mi dignidad nunca hubo intención alguna en mi y una voz en el fondo de mi cabeza me susurra. ¿Seguro Bulma? Una larga lista de hombres atractivos y apetecibles pasa por mi cabeza a velocidad vertiginosa, enrojezco. Pongo mis manos en las caderas y añado orgullosa_ en cambio tú no puedes decir lo mismo.
_ Eso ya no va a ocurrir. Bulma, eres lo mejor que me ha pasado no hay otra como tú; eres la más bella y la más inteligente de las mujeres. No hace falta ser muy listo para darse cuenta de la suerte que tengo, por eso te lo pido.
En su gesto aparece una seriedad verdadera que me sorprende.
_ Y en cuanto a lo de tacaño…_ tose levemente y mete la mano en el bolsillo saca una pequeña caja azul oscuro, me mira a los ojos con determinación girándola hacia mí. La abre. Una sonrisa se le escapa al ver mi expresión.
_ Hay un diamante por cada bola mágica ellas nos unieron. ¿Recuerdas tu deseo, mi deseo? Hoy puedes hacerlos realidad.
Dentro brilla sobre el terciopelo negro como una pequeña constelación un anillo de pedida, 7 pequeños brillantes rodean a un zafiro. No es el más impresionante que he visto. Ni mucho menos, tengo mejores piezas en mi colección. . .
Pero es lo primero que él me regala.
_..._ silencio, maldición, no me esperaba esto, soy famosa por mi labia y ahora no puedo articular una sola palabra los músculos de mi garganta paralizados mi cerebro fuera de cobertura.
_ ¿Qué me dices aceptas casarte conmigo?_ y sonríe con esa sonrisa de chico travieso que me cautivó.
_Yooo… _ mi mente hilvanando una respuesta una que me de seguridad y más tiempo_ Te doy un mes Yamcha, tienes un mes para encontrar trabajo y demostrarme que has cambiado.
De haber sabido que Yamcha ya había fichado por un importante equipo de baseball por una aberrante cifra, habría buscado otra excusa. Orgulloso el me lo comunicó y no me lo terminé de creer pensaba que era una exageración más de su lista.
A partir de ese momento durante el siguiente mes su conducta fue intachable en apariencia, generoso, atento, fiel. . . E incluso empalagoso. Su rendimiento deportivo se triplicó y su equipo los "Titans" blindó su contrato asegurando su exclusividad por un número de temporadas inusual en ese mundo. Si antes era popular ahora era famoso, un ídolo de adolescentes…. Con muchas proposiciones y todas rechazadas.
El plazo pasó y me repitió la pregunta, y bueno yo… Ya había comenzado a ablandarme un huracán de sueños y vestidos de tul (que antes me habrían parecido una cursilería supina) se colaban por mis retinas como el agua se filtra entre las grietas de una roca, pero faltaba una última y pequeña gota para desbordarme….
_ ¿Quieres que nos casemos?_ esta vez lo soltó en mi habitación sin ningún tipo de formalidad, ni ceremonia. A quemarropa. Mientras yo inconsciente me probaba un vestido corto y blanco.
_ ¿Ya estas otra vez con eso Yamcha?_ maldije mentalmente el momento en el que lo compré.
_Ya ha pasado un mes. El plazo que TÚ fijaste_ siguió sin darse por vencido. He cambiado.
_ Aun es pronto para decidirlo soy MUY joven, y bella, no digas más tonterías Yamcha y… _ ya no sabía cómo zafarme me había pillado desprevenida.
_ O vas a permitir que Chichi te llame solterona _añadió burlón espoloneando mi talón de Aquiles, la competitividad. La gota cayó y la presa se desbordó.
_ ¡Eso no va a pasar!_ estallé como una botella de champagne alzando el puño, sin retorno_ ¡Porque la gran Bulma Briefs se casa!_ y una voz en mi cabeza me preguntaba si era la decisión adecuada. Obligué a callar esa duda.
Su contestación un grito de júbilo y un abrazo de triunfo. Bunny, mi madre atraída por el griterío entró precipitadamente en mi habitación, encontrándose a Yamcha alzándome de la cintura y chocándome con el techo.
_ ¡Nos casamooosss!_pura euforia a grito pelado_¡En un mes!_ Yamcha gritaba histérico de alegría sin soltarme.
_ ¡Oh! ¡Por fin, el joven y apuesto Yamcha y tú os habéis decidido!_ soltó la bandeja y empezó a palmotear como una niña soltando grititos, danzando a nuestro alrededor.
Aun aturdida por el golpe con un incipiente chichón en la cabeza, salté.
_ ¡UN MES! ¡YO HE ACEPTADO CASARME PERO NO EN UN MES!_ roja como una bombilla incandescente protestando por la premura.
_ Me alegro tanto querida no vas a ser joven siempre y no hay nada peor que una novia con arrugas_ dijo recuperando la voz tras el chillido negando burlona con su dedo índice.
_ Es una locura en un mes no hay tiempo de nada_ prosigo aparentando calma.
Mi madre en medio de su epifanía me ignora y llama a mi padre gritando extasiada.
_ ¡Trunks querido por fin vamos a ser abueloss!_ canturreó a su marido recién llegado atraído por los escandalosos gritos.
_ ¡Por fin tendremos nietecitos!_contestó alegre como si nada.
_ ¡Solo nos casamos no vamos a tener niños!_ chillé con las venas marcadas. Al diablo el plazo del mes esto empeora por momentos. Ahora HIJOS_ ¡Y en un mes es im-po-si-ble preparar una boda decente!
_ ¡Pero querida, no te angusties el joven y apuesto Yamcha y yo te ayudaremos en todo!_ ofreció mi madre_ ¡Será la fiesta del siglo!
Casi puedo ver los proyectos de mi madre pasar por sus pupilas. Los tres me miraban suplicantes y extasiados con ojos de cachorrillos abandonados.
_Boda si, hijos NO_ concluyo determinante. Sin dar lugar a negociaciones.
_Todavía, Bulma, todavía_ sonrió él con ingenuidad y una mirada melosa en los ojos.
_ Eso depende de MÍ, y créeme, tardaremos _ una mirada gélida bastó. Una cosa era celebrar una fiesta y otra muy distinta tener descendencia_ si es que tenemos…_ murmuro entre dientes. La maternidad no entraba en mis planes de aventurera soy demasiado joven como para atarme de esa forma.
Henchidos de gozo mis padres mandaron un comunicado de parte de la Capsula Corp. Anunciando el inminente matrimonio de su heredera la soltera de oro, la más codiciada…
"Tenemos el orgullo y el placer de comunicarles el enlace matrimonial entre nuestra hija Bulma Briefs y Yamcha Yamabuki, jugador estrella de los Titans. Que se celebrará el próximo día 10".
La noticia salto a los medios y causó un gran revuelo algo menor sería impensable. La soltera de oro, la heredera del mayor imperio de la Tierra, la CC. La GRAN BULMA BRIEFS se casaba.
Cada titular despertaba un montón de dudas en mi cabeza las voces internas susurraban cada vez más alto una y otra vez. Hasta gritar. "¿Estás segura?"
Los días pasaron y un tornado blanco nos envolvió, los más prestigiosos diseñadores desfilando; ofreciéndose a vestirme. Y la búsqueda de un lugar apropiado para celebrar el evento. Madre e hija se enfrascaron en una actividad frenética y las discusiones se desataban como las tormentas en agosto.
Encontrar el vestido y el lugar perfecto parecía misión imposible.
Mi madre sugirió usar para la ceremonia los jardines de la Corporación y tras la visita de un prestigioso paisajista ya no hubieron más dudas.
Los jardines que me habían visto correr de niña serían testigos silenciosos de ese día.
El vestido fue tanto o más problemático… Siempre fui exigente pero en esta ocasión rozaba lo irracional. Nada ni nadie era lo suficientemente bueno para mi boda curiosamente me empezaba a recordar a la princesa del cuento que se veía obligada a casarse. . .
Y Yamcha se esforzó por ser perfecto y dócil más allá de lo que nunca había conseguido.
Demasiado aburrido.
Bunny Briefs paseaba por el jardín envuelta en un voluminoso vestido de gasa y seda color crema, inspeccionando hasta el último detalle. Las plantas y flores exóticas plantadas especialmente para la ocasión, butacas forradas de blanco flanqueando la alfombra roja que conducía a la gran carpa. Una obra de arte diseñada ex profeso, un sueño de forja y seda blanca levantado en medio del jardín, ricamente adornada con exóticas vandas blue dragón, orquídeas azules como el pelo de su hija, pendían del techo dando un aspecto entre silvestre y mágico.
Las columnas de la carpa adornadas con guirnaldas de rosas blancas, a sus pies se agrupaban en conjuntos irregulares jarrones de fino cristal que contenían velas prisioneras.
Todo era poco para su hija aquel era el gran día, la esperada boda de su única hija. . . Cerró los ojos y se deleitó pensando, quien sabe si le daría nietos. . . A sus años ella ya era madre, Bulma tendría unos tres años. Claro que ella se caso muy joven apenas con 18 años, debido en parte a la marcada diferencia de edad con su marido Trunks Briefs. Quien ya más que bien posicionado económicamente le sacaba 15 años y desde un principio manifestó sus ganas de casarse y ser padres pronto "¿Para qué esperar? " le dijo.
_ ¿Querida donde está Bulma?_le pregunto el Sr. Briefs interrumpiendo su evocación, allí estaba su marido.
Montado en su bicicleta.
_ ¡¿Trunks querido pero todavía no te has cambiado?_ exclamó Bunny horrorizada mirando a su marido con su habitual bata blanca, Tama en el hombro y un cigarrillo pendiendo de la comisura de su boca_ ¡Y solo quedan dos horas!_ le espetó la rubia con un deje histérico.
_ ¿Para qué?_ inquirió el abstraído Dr. Briefs
_ ¡¿Cómo que para qué?_ su hombre nunca cambiaría, olvidadizo, un genio distraído_ Para que se case nuestra hija, por supuesto. Hoy se casa nuestra hija, querido_ le informó la Sr. Briefs_ ¿Lo habías olvidado?
_ ¡Ah, era eso! No, no lo he olvidado_ apuntó dándose cuenta_ De ahí todo el alboroto.
El Sr. Briefs como todo hombre no había participado activamente en la preparación de ese día, habían sido su esposa e hija quienes se habían encargado de todo. Él únicamente sonreía y decía que si a todo. Nada era demasiado para su pequeña. Pero por los preparativos que a la vista estaban aquello sobrepasaba los límites de lo imaginable.
Sonrió.
Parecía la boda de una princesa y no estaba lejos de la realidad, ella era la heredera del mayor imperio tecnológico de la tierra la Corporación Cápsula.
_Tranquila querida_ respondió con toda la calma de mundo_ hay tiempo de sobra los invitados no llegarán hasta las 8 PM. Y la ceremonia no comenzará hasta la media. ¿Dónde está mi pequeña?
_ Está en su cuarto dándose los últimos toques.
_Voy a verla_ dijo decidido pese a las quejas de su mujer por su tardanza en vestirse adecuadamente para la ocasión.
La amplia habitación de la novia estaba repleta de gente le recordaba a la película "El camarote" de los hermanos Marx. En un extremo, bajo la atenta dirección del diseñador las modistas daban los últimos toques a uno de los regios vestidos que ese día luciría. Una florista agrupando con gracia las rosas azules destinadas al ramo nupcial. Especialmente creadas en el laboratorio de los Briefs por encargo especial de la novia en conjunción con su madre encaprichadas con la idea antes imposible de un ramo de rosas azules.
Caprichosas y tozudas madre e hija no cesaron en su empeño hasta encontrar el tono perfecto.
En el otro extremo dos fotógrafos, uno midiendo la luz y el segundo fotografiando a la novia ya ataviada con el traje con el que se iba a casar. Un cámara filmando la escena y Bulma Briefs resoplando nerviosa con evidente cara de fastidio mientras tres estilistas giraban a su alrededor como un carrusel.
La puerta se abrió y tras ella apareció el Dr. Briefs contemplando divertido a su niña, el centro gravitatorio de aquella improvisada galaxia.
_ Bulma hija. ¿Cuanto te queda?_ dio una calada más a su cigarrillo_ Tu madre ya está preguntando.
_ ¡NO SE puede que para una hora MÁS!_ contesté en un estallido de mal genio mi calma se iba evaporando de la cabeza azul de forma proporcional al paso de los minutos y aquello se estaba eternizando.
Trunks Briefs se extrañó incluso él un genio distraído encontró rara esa respuesta, era inusitada y rezumaba crispación.
Conocía a su hija amaba que la mimaran casi tanto como amaba la tecnología. Gozaba de ser el centro de atención. La pensaba feliz ante aquello y su imagen distaba de una novia impaciente por casarse, más parecía tener prisa por zanjar un trámite molesto.
Parecía ¿Atrapada?
_ ¿Podéis dejarnos solos unos minutos?_ les sugirió a las tres profesionales.
Una de las estilistas posiblemente la responsable se giró molesta y le contestó con voz aguda.
_ La señora Briefs nos ha dado órdenes de terminar lo antes posible_ clavándole sus ojos rosados encarándose como un gallo de pelea, casi extendiendo su voluminoso cabello a juego llena de pronunciados y voluminosos bucles le confería el aspecto de un gran chicle.
_ ¡LARGAROS FUERA YA!_ les bramó Bulma. No se podía hablar ni más claro ni más alto.
En tropel salieron las tres, y la chica de la cabeza de algodón de azúcar la miró molesta antes de cerrar la puerta.
_ ¿Hija, que te pasa?_ el Sr. Briefs se sentó a su lado y le acarició la mejilla como cuando era apenas una niñita antes de que su ojito derecho partiera a la aventura descabellada de buscar las bolas de dragón.
Bulma inhaló el denso aire y lo exhaló en forma de un suspiro, podía engañar a todo el mundo, a Yamcha, incluso a sí misma, pero no podía engañar a su padre. Él pese a su apariencia distraída leía en ella como si de un libro abierto se tratara.
Resolviéndola como a una complicada ecuación matemática.
Su padre sin lugar a duda era quien mejor la conocía en este mundo.
_ Estos meses atrás lo tenía más claro pero estos últimos días, todo se ha ido enturbiando_ le dijo mordisqueando su manicura francesa_ Su comportamiento es raro.
_Deben de ser los nervios de la boda_ trató de excusarlo.
_Nn…
_ Y el exceso de trabajo, se ha esforzado mucho para mejorar su contrato_ apostilló tratando de provocar una reacción que le permitiera leer a la peli azul.
_ Si, últimamente ha entrenado hasta tarde, ya solo nos veíamos de noche…_ añadió dubitativa_ eso debe de ser_ se negaba a aceptarlo pero las dudas de si Yamcha habría retornado a sus antiguos hábitos la empezaban a asediar. Demasiada perfección….
_ Hija mía_ el hombre canoso tomó su cara con ambas manos y la miro leyendo sus ojos, ahora sabía lo que le ocurría_ si tienes dudas, no importa nada. Ni la boda, ni los invitados, ni el entusiasmo de tu madre. Ni Yamcha._ paró para tomar aire y exhalar una bocanada de humo_ Todo esto se puede anular quítate el vestido. Solo me importas tú y tu felicidad. Lo demás es secundario.
Solo pudo abrazarlo con todas sus fuerzas y estamparle un sonoro beso en la mejilla.
Se miraron estaba todo dicho.
Nadie como él la tenía calada, era la persona que mejor la conocía en todo el planeta. Lo adoraba, siempre lo hizo. Desde su más tierna infancia se mantuvo pegada a su bata de laboratorio observándolo, mirándolo trabajar fascinada.
El aparentemente ajeno a todo, se percató del interés y más tarde del talento innato de su hijita. Permitiéndole pronto acompañarlo a fin de que pudiera observarlo mejor, se mostraba complacido de la insaciable curiosidad de su niña. Pronto el fascinado fue él, cuando la sorprendió un día reparando a escondidas uno de sus juguetes robotizados en el laboratorio.
Estaba decidido, la pequeña abandonaría la escuela para educarse en su casa pasando los correspondientes exámenes para obtener los títulos académicos. La iniciaría en los misterios de la ciencia en su laboratorio bajo su orgullosa mirada.
Y así fue como Bulma Briefs ingresó años más tarde en la universidad más prestigiosa de la Metrópoli del Oeste siendo la alumna más joven, batiendo el record establecido por su padre a los 15 años.
Ella lo hizo con 10, toda una Briefs, de pura casta.
Lo mejor de su esposa y de él conjugado.
Su hija.
El hombre canoso se retiró sonriendo imaginándose el barullo que se montaría, y las explicaciones que le daría a su esposa. La única pena es que no vería a su hija en unos meses el tiempo exacto para reunir las bolas de dragón y dar marcha atrás al tiempo.
Bulma Briefs salió de su habitación como una exhalación envuelta en una bata de seda blanca en dirección a la habitación que ocupaba el flamante novio. En su cabeza solo había un pensamiento: hablar con él.
Pero no fue a él a quien vio. Flotando casi ausente, no muy emocionado ante el revuelo, se encontraba Puar. El gato, la mascota de su chico.
El pelaje azul grisáceo brillaba de un modo especial, se giró al oír el ruido, al verla una mueca parecida a una sonrisa maliciosa asomó en su hocico.
_ ¿Qué haces aquí Bulma?_ su voz con un deje infantil sonaba intrigada_ ¿No se supone que da mala suerte que se vean los novios antes de la ceremonia?
_Solo si ella va vestida con el traje de novia_ extrañada buscó con la mirada a su prometido_¿Dónde está Yamcha?
_Ha salido un momento_ le dijo con un deje de nerviosismo que la peli azul cazó al vuelo.
_ ¿A dónde?_le acosó avanzando unos pasos hasta su flotante figura.
_Eso no te importa_ le contestó arisco mirándola casi desafiante, "Este gato está muy raro hoy, nunca le he caído demasiado bien. Ni él a mí."
Bulma era sabedora de la estrechísima relación del Rey Hiena con su mascota /amigo/compañero de batallas, pero hubiera jurado que en un primer momento el animal que adoraba a su amo, estaba literalmente, casi celoso de su presencia.
La mujer cerró la puerta y se marchó sin dirigirle la palabra, no es que rehuyera una confrontación, ella nunca las eludía.
Simplemente no tenía tiempo que perder gritándole a la gatuna mascota de su prometido cosas que ambos sabían.
Durante años habían estado ellos solos hasta que la llegada un tanto abrupta de la tercera arista del triángulo lo trastocó todo.
Puar la veía como la intrusa que se había interpuesto en su camino. Hasta que ella llegó eran una pareja, eran compañeros. Yamcha lo consideraba tenía en cuenta su opinión a la hora de tomar las decisiones.
Puar era importante.
Tras la aparición de la peli azul nada siguió igual, a su incorporación paso a ser un simple subalterno, una mascota con habilidades (nada despreciables) de transformación.
A la que, sí, le tenía cariño pero nada más que una mascota.
Rememoraba furioso las numerosas discusiones en las que la peli azul y su Yamcha se enzarzaban, siempre provocadas por la caprichosa mujer, su Yamcha merecía a alguien mejor. Ella, altanera, siempre alardeando de su fortuna, de su inteligencia, de su belleza. . .
Y su pobre Yamcha siempre esforzándose entrenando para superarse, para satisfacerla, eso nunca ocurría... Tratando de ganar el Torneo Mundial de las Artes Marciales. Arriesgando su vida si hacía falta, una mueca de rabia se poso en su hocico al recordar aquel sádico combate contra Ten Shin Han, detestaba a ese gigantón tres ojos.
"¡Ya estoy harta de que te largues a entrenar con ese viejo pervertido! Otra vez te vas y me dejas sola."
Las frases de la peli azul le herían los oídos.
A sus ojos Bulma Briefs no era más que una niña malcriada que jugaba con el Rey Hiena a su antojo.
"¿Qué te vas a preparar el torneo y desapareces 6 meses? Esto NO es una relación."
Siempre quejándose de todo rompiendo y provocando rupturas que obligaban al solitario lobo a dejar de ser tan solitario, a buscar consuelo en sus fans.
¿Qué culpa podía tener él de que las fans lo acosaran?
Ella era la arpía que enloquecía a su lobo del desierto, pero él, Puar lo había liberado de ella.
_No te lo mereces_ musitó el animal. Por un momento sus ojos negros adquirieron un tinte amarillento.
El gato salió de la habitación dejándola desierta en busca de su amo.
Sabía dónde encontrarlo y lo haría antes que la peli azul.
