Disclaimer: Los personajes de Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto, y no hay ganas de lucrar con ellos. ¡Espero sea de su agrado!
Advertencias: Tal vez algo de OoC, posiblemente lemon.
Noches de Luna
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Una simple coincidencia.
La oscuridad abundaba completamente por el espeso bosque, se hacía difícil caminar por ahí, pero no para ella, sus habilidades oculares le mostraban perfectamente el camino entre las ramas. La luz blanca de luna llena se colaba apenas perceptible por las copas de los árboles.
Hacía calor, sin embargo la brisa era fresca, debía estar cerca del lago. Bajó de la rama en la que se había detenido, comenzó su andar lento, la luz cada vez era más visible. A medida que avanzaba, los imponentes arboles eran sustituidos por unos mucho más pequeños, finalizó su Byakugan y dio un largo suspiro, por fin había salido del bosque y llegó a ese lugar que tanto le gustaba y al que siempre acudía cuando regresaba al país del Fuego de alguna misión.
El paisaje era admirable, era un lago pequeño, las luciérnagas bailaban haciendo mil formas sobre el agua. Muy pocas estrellas y alguna que otra nube se miraban en el cielo. El espectáculo mayor sin duda alguna lo otorgaba el astro brillante, la luz que emitía le dejaba ver con claridad.
Sonrió ampliamente y dejó sus cosas entre unas rocas, de momento sólo quería quitarse el sudor después de su trabajo; no había sido difícil, sólo entregar unos documentos en Sunna, se despojó de sus ropas quedando en interiores solamente. Avanzó sobre el pasto hasta la orilla del lago, tocó el agua con la punta del pie; su nívea piel se erizó al contacto por la frescura, titubeó un poco, pero finalmente se dejó caer rápidamente de golpe para poder mojarse por completo y mitigar el frío del agua, buceó por un momento antes de salir a la superficie por aire, y nadó disfrutando de un baño después de un día acalorado. Colocó su espalda en una roca recargando su peso y disfrutando de ese momento relajante.
Los sonidos de la noche siempre le habían gustado, eran tan relajantes, el viento siseando entre las copas de los árboles, el ruido de los insectos, el ulular de un búho cerca. Todo era demasiada calma al menos para ella.
—o—
No muy cerca del lugar, un joven de ojos intensamente negros, se escapaba de sus compañeros de equipo, alegando que haría ronda aunque no fuese su turno, pero lo que en realidad Uchiha Sasuke buscaba, era paz y tranquilidad.
Karin y Suigetsu tenían la cualidad de fastidiarlo rápidamente.
Se encontraban cerca en la frontera del país del Fuego, en una zona montañosa carente de vegetación, hacía demasiado calor por la época del año en que se encontraban y más por su ubicación geográfica, el escondite estaba completamente rodeado por prominencias que no permitían el flujo libre del aire.
Los gritos de sus compañeros y el agobiante calor que hacía, terminaron por fastidiar al Uchiha, entonces recordó un lago que estaba aproximadamente a una hora de camino normal, pero a toda velocidad seguro llegaría en menos de veinte minutos, sería la manera perfecta de desaparecerse al menos por unas cuantas horas de sus ruidosos compañeros. Sabía que en el lugar en donde estos estaban no corrían ningún peligro, más que el asesinarse entre ellos.
Era un lugar al que le gustaba ir cuando estaba con Orochimaru, pues no muy lejos existía uno de sus tantos escondites. El antiguo y espeso bosque que se encontraba ahí le ofrecía una perfecta protección. Pero a él le gustaba más entrenar en ese pequeño lago dentro del frondoso lugar. Pensó que un entrenamiento ligero a media noche lo haría sacar todo el estrés acumulado a lo largo del día.
La calma de ese lugar era absoluta, Hinata exhaló y cerró los ojos, sin embargo escuchó un ruido ajeno al bosque, como si alguien hubiese saltado a una rama a punto de quebrarse.
—¡Byakugan! —exclamó, miró a su alrededor, efectivamente alguien se dirigía al lago, llevó el chakra a sus pies, y salió rápidamente del agua. Entonces se percató de la velocidad con la que el sujeto avanzaba, seguramente era un ninja a juzgar por el flujo de su chakra.
Si la perseguían a ella, no debía dejarse ver en un lugar así, sería presa fácil para cualquiera, lo mejor era buscar el refugio de los árboles, rápidamente revolvió sus cosas y tomó un kunai, la rapidez del que amenazaba descubrirla era demasiada, no le dio tiempo de más, sólo se preocupó por adentrarse al bosque del otro lado del lago. Sus cosas si bien, eran resguardadas entre las rocas que las dejó.
Sasuke llevaba el Sharingan en sus ojos por la negrura en el lugar, bajó del árbol y observó por algún tiempo el lago en silencio, iba a deshacer su línea sucesoria cuando vio entre los árboles del otro lado un ligero movimiento.
Sin dudarlo saltó de regreso al árbol donde estaba antes, y usando sus más sigilosos movimientos avanzó rodeando el lago, tratando de llegar al otro extremo sin que el que estuviera ahí se enterara de su presencia, sin embargo era todo lo contrario, Hinata lo observaba acercarse, a juzgar por sus movimientos estaba segura que era un ninja. Pensó que tal vez su Byakugan le daría la ventaja en esa oscuridad, y no intentaría hacer algo a menos que se sintiese amenazada.
—"¿Por qué me sucede esto a mí?" —pensó la chica, ahora tenía que lidiar con que alguien estaba a escasos cien metros de ella, en una oscuridad total, y de paso no había tenido tiempo de ponerse cualquier otra cosa, la atacaría y ella estaba en ropa interior—. "Y por qué este conjunto" —Se recriminó mentalmente al observar las prendas que transparentaban completamente todo. Pero ese no era momento de ponerle atención a su sostén.
Agradecía el tener esos ojos, vio como el ninja se posesionó como a unos veinte metros de ella y se recargó en un árbol. Guardó absoluto silencio y en medio de esa penumbra esperó. No le quitaba la vista, el ninja se movió unos árboles más delante acercándose.
Sasuke sonreía prepotente, nadie, absolutamente nadie, escapaba de las manos del Uchiha cuando lo acorralaba. Tenía que averiguar que hacía una persona en ese lugar, tan cerca de donde se encontraba con su equipo.
Avanzó otro árbol adelante acercándose cada vez más, Hinata sintió que debía guardar distancia y usando sus habilidades retrocedió quedando detrás de otro árbol. Sasuke se preguntó por un momento si ese alguien se había percatado de su presencia al verlo moverse de lugar. —"El juego se pone interesante"— pensó el Uchiha, sacó unos hilos de su porta-kunais; caminó olvidando cualquier resguardo que los árboles le ofrecieran, total, era un Uchiha, y no necesitaba esconderse.
—¡Sé que estás ahí! —mencionó con la voz sumamente altanera. Hinata se estremeció un momento al escucharlo, aquella voz se le hacía conocida, pero no lograba identificar a quién le pertenecía.
No respondió, y gracias a su habilidad pudo ver cuando el Uchiha lanzó los hilos que pretendían atraparla. Brincó y quedó parada sobré el árbol que antes la escondía, observando la silueta del que la había atacado. Aunque sólo distinguía el flujo de chakra se dio cuenta de que era un hombre y ya no tenía caso esconderse si la había encontrado. Ahora aunque no quisiera tendría que pelear.
Sasuke sonrió de medio lado al enterarse que era un ninja a quien se enfrentaba, después de todo, una persona normal jamás hubiese podido escapar de esos hilos. La pregunta que le rondaba la cabeza era la manera en que los había visto, pues bien eran delgados y en medio de esa oscuridad era imposible que alguien normal los distinguiera.
De los sellos en sus manos invocó unos shuriken que lanzó a su oponente. Hinata, con la habilidad que había adquirido, atrapó uno en el aire mientras esquivaba los otros y lo lanzó de regreso. El Uchiha sólo se hizo a un lado esquivando el shuriken. Hinata abrió los ojos sorprendida, —"¿cómo lo vio?"— se preguntó internamente, ¿qué clase de ninja era para ver los shuriken en esa oscuridad?
—Así que eres una Kunoichi —afirmó, mientras que Hinata comenzó a sospechar que no era la única con habilidades especiales en ese bosque.
De nuevo no le respondió, cosa que molestó al Uchiha, ¿quién se creía ella para no responderle a él?
Hinata empuñó con fuerza su kunai, eso había sido sólo el principio. Sasuke desenfundó su katana y sin dudarlo dos veces se lanzó sobre ella para hacer más interesante el juego; Hinata esquivó con dificultad el filo de la espada, Sasuke giró e intentó herirla en un costado, pero ella logró detenerlo con su kunai. El Uchiha la empujó logrando que ésta diera varias volteretas hacia atrás imponiendo distancia entre los dos.
Hinata respiraba agitada, mas no retrocedía, de repente sintió algo cálido correr por su mejilla, la limpió y dedujo que era sangre. Había alcanzado a rozarle el filo de la espada. Él era demasiado fuerte, lo supo desde que se abalanzó contra ella, pero sentía de alguna u otra manera que algo no andaba normal, con esa fuerza y la rapidez que el ninja poseía, ya la hubiese atrapado, pues ella hacía mucho esfuerzo en evadir los ataques, —"¿acaso está jugando conmigo?"— se preguntó. Vio como el chico guardó su espada y enseguida hizo varios sellos en sus manos.
El moreno decidió ponerle un alto a ese juego, y también en hacerle un par de preguntas a la chica.
—Katon Goukakyuu no Jutsu —Hinata reaccionó ante el ataque alejándose rápido del jutsu y adhirió el kunai con chakra a su antebrazo, pero nunca imaginó que se tratara de una distracción, sintió detrás la fuerte mano del chico apresar una de las suyas y llevarla a su espalda y con la otra sostenía su espada amenazando cortar su cuello. En verdad era muy rápido—. ¿Quién eres y qué haces aquí? —preguntó el chico, sin embargo recibió sólo un bufido por parte de ella.
Sasuke sintió gotas de agua caer en su mano que aferraba la de ella en la espalda, y se dio cuenta de que la mujer estaba mojada y —"¿desnuda?"—, se cuestionó mentalmente cuando sintió en su mano la húmeda piel de Hinata —camina— ordenó haciendo que la chica comenzara su andar hacia el lago.
—o—
La luna brillaba tanto que casi pareciese que iba a amanecer, conforme se alejaban de los árboles Sasuke distinguió la piel de la chica tan pálida como la suya, que con todas esas gotitas que aún llevaba encima pareciese el rocío matutino. Y también confirmó su sospecha, casi estaba desnuda.
Hinata en cuanto sintió que el moreno aflojó un poco el agarre intentó zafarse, mas lo único que logró fue que el Uchiha la estampara con fuerza de espaldas a un árbol, y fue entonces que ambos se dieron la cara, Hinata aún con su Byakugan en los ojos pudo distinguir el Sharingan en los del Uchiha y viceversa, ella desactivó su jutsu y miles de preguntas y respuestas sobre su anterior batalla llegaron a su mente. Recordó cuando el chico habló, debía ser él, puesto que se había enterado que el otro Uchiha había muerto.
Ahora estaba menos tranquila, semidesnuda, en las manos de uno de los criminales más buscados. Trató de respirar pero los nervios que le provocaba aquella mirada penetrante la sofocaron más, intentó hablar pero el chico se le adelantó.
—¡Byakugan, eres una Hyûga! —exclamó apretando los dientes, y las dudas de su pelea fueron aclaradas. Pero un pensamiento anidó en su cabeza y la ira se apoderó de él por unos instantes—. ¿Konoha te envió? —Preguntó al tiempo que amenazaba en rebanarle el cuello—. ¡Contesta!
—U… Uchiha-san —La voz de Hinata titubeaba ante la furiosa mirada del azabache. Sasuke la apretó aún más contra el árbol al saber que le reconocía. La chica de cabellos azulinos estaba cada vez más nerviosa.
El Uchiha bufó encrespado, dio unos pasos atrás poniendo distancia ente él y la chica, pero no dejo de amenazarla con su katana. Su gélida mirada se posó en los opalinos ojos de la kunoichi.
—¡Habla! —Ordenó poniendo atención a cualquier gesto o comentario emitido por ella.
—Yo… yo —Hinata tragó saliva y habló entrecortadamente, apartó su mirada de los ojos enardecidos de Sasuke—. Yo vengo de una misión.
Para Hinata la situación era cada vez más complicada. Cerró los ojos esperando cualquier comportamiento por parte del Uchiha, bajó la cabeza y al notar que no le respondía los abrió y fue cuando distinguió la vestimenta de su contrincante, capa negra con nubes rojas.
—A-Akatsuki —mencionó en un susurro apenas audible, la duda llegó a sus pensamientos y una extraña sensación oprimió su pecho, trayendo a su mente la imagen de un chico de cabellos rubios y ojos azules, miró los ojos del Uchiha con determinación—. ¡No dejaré que te lleves a Naruto-kun!
La voz de la chica llevaba implícita una firmeza que al Uchiha le sorprendió, y no supo en qué momento pasó de ser el atacante a ser el atacado. La mirada decidida de ella le llamó la atención. Por otro lado escucharla mencionar aquel nombre que hacía mucho que no recordaba le removió los recuerdos. Naruto definitivamente tenía que ver con la actitud de la chica y decidió averiguar más.
—Ese, no es asunto tuyo —el tono de su voz estaba perfectamente estructurado para que la chica reaccionara ante él, entre burlesco y prepotente. Y como Sasuke dedujo, Hinata reaccionó.
—¡No te atrevas a tocarlo, no te lo permitiré! —Sasuke sonrió con superioridad, ¿acaso eso era una amenaza? En realidad era una mujer interesante—. ¡Además no podrás hacerle daño, nunca lograrás vencerlo! —Esas palabras resonaron en la mente del Uchiha, eso jamás, él nunca iba a perder contra el idiota de Naruto, ese sentimiento de competencia volvió a aflorar desde lo más recóndito de su ser, si esa chica significaba algo para Naruto… entonces era momento de hacer algo.
—Nadie viene por el idiota —mencionó con una voz que Hinata no supo cómo interpretar.
Sasuke miró por un momento esos ojos, la furia pareciese haber cesado y en cambio mostraron la duda, su mirada recorrió de pies a cabeza a la chica, se veía tan frágil, tan a su merced, su vista se clavó por un instante en el pecho de ella, Hinata notó el gesto y trato de cubrirse, sin embargo Sasuke atravesó su espada entre las manos de ella, y al subir su mirada la vio sonrojarse.
Una gota de agua comenzó a resbalar por la mejilla carmesí de la chica, Sasuke la siguió con la mirada, la gota bajó por su cuello, pasó por en medio de sus senos, que si no se había fijado antes eran bien proporcionados, siguió su recorrido por el abdomen hasta perderse en el borde de su braguita. Por un instante se sintió alejado de la realidad, no era normal que le sucediera eso, sacudió su cabeza tratando de espabilar ante la reacción de su cuerpo. Volvió a subir la mirada y vio una ramita pegada en la cintura de la chica, seguramente de cuando el combate.
Su cuerpo se movió solo, según él, y levantó la mano para quitarle la ramita a Hinata, que lo miraba extrañada y temerosa de que intentara hacerle algo, retiró el trozo de madera, pero su mano no se despegó de la piel de la chica, sino que comenzó un recorrido hacia arriba, y Sasuke no lo podía evitar, —"¿qué demonios?"— pensó completamente abstraído por la reacción que su mano provocaba en la piel erizada de ella, tocó el borde del sostén y una bofetada lo trajo de vuelta a la realidad.
—¡No me toqué! —habló incluso más furiosa que antes, mientras que el Uchiha no podía contener más esa emoción de hacerle pagar por lo que había hecho, pero ella estaba decidida y no le iba permitir tales acciones al moreno.
Instintivamente se llevó su mano al lugar en donde le propinó el golpe, levantó su mirada furiosa y la clavó en la mirada frustrada de ella. ¿Qué se cría?, ¿cómo se había atrevido a golpearle?, eran unas de las cuantas preguntas que pululaban en la mente de Sasuke, y sobre todo no entendía su reacción, cualquier otra mujer hubiese hecho cualquier cosa porque él la tuviera en la misma situación que a ella. En un principio así lo concluyó cuando se sonrojó. Pasó sus dedos por su mejilla y sonrió altivamente, definitivamente era una chica interesante.
—¿Y qué si no lo hago? —preguntó al instante en que pegó su cuerpo al de la chica y atrevidamente acarició una de sus piernas, Hinata desprendió el kunai de su antebrazo atrapándolo con el puño, dispuesta a hacerle daño al chico, pero este se percató de sus intenciones y con un golpe en su mano hizo que lo tirara.
No conforme con haberlo amenazado y golpeado, ahora quería atacarlo, Sasuke siguió con su atrevida caricia, y miró de nueva cuenta los ojos de la kunoichi, pero eran distintos, en ellos ya no había fortaleza, su mirada estaba llena de miedo, miedo a él, a sus acciones.
—D-deténgase U-Uchiha-san, por f-favor… —por extrañas razones no le agradó ese tono de voz a Sasuke, y fue cuando recordó, cuando pudo recordar a la tímida kunoichi.
Ese tartamudeo, la decidida acción por proteger a Naruto, sus opalinos ojos vestigio del clan Hyûga, no cabía opción para la duda.
El tiempo sin vacilación hacía cambiar a las personas y en ella lo había hecho bastante bien, su cuerpo no estaba oculto tras esa ropa holgada que usaba, ahora su vista recorría su silueta curvilínea, su cabello era mucho más largo, y su actitud le sorprendía, podía ser furiosa o la misma niña tímida de siempre. ¿Qué más escondía Hinata Hyûga? Era un misterio que iba a resolver.
—¿Sabes algo Hinata?, no te creo nada —ella levantó sus ojos sorprendida, Sasuke la recordaba, a pesar de que nunca antes se dirigieron la palabra, miró los ojos del chico tratando de averiguar su siguiente movimiento, pero al hacerlo, una extraña sensación de pesadez y adormecimiento recorrió su cuerpo, y perdió el conocimiento sumergida en un genjutsu—. No te creo nada, y me responderás a todo lo que te pregunte.
Sasuke sintió el lánguido cuerpo de la chica, la envolvió en su capa y se la echó al hombro. Comenzó su caminata adentrándose en la penumbra de aquél bosque.
Continuará...
N/A: Aquí otra vez, con una historia nueva. Sí ya sé que debería estar escribiendo "Secretos" pues hace mucho que no actualizo, pero ya subiré nuevo capítulo la semana entrante. Espero que les agrade.
Besos a todos. (Edit 21-Enero-2011)
*Hinamori Uchiha
Noches de luna.
