Holi c: esta es la primera historia que escribo así que no sean crueles 3 espero que os guste. Me divertí bastante a la hora de escribir, aunque me comí bastante la cabeza en según que partes de la historia, se me fueron las ideas _3_ en fin, la he dividido en 2 capitulos, de momento no la seguiré la dejaré tal cual se ha quedado. Si recibe buenos comentarios me pensaré lo de continuarla.

NOTA: En los diálogos hay una inicial al principio de cada frase, es para no liaros.

S = Sena

Y = Yozora

K = Kodaka

Estaba allí sentada donde siempre, leyendo un libro... Desde aquel día mi pecho se sentía raro, cada vez que la veía mi garganta se secaba y me empezaban a sudar las manos. Nunca me había sentido así… Cuando ella se giró para saludarme y sus ojos se clavaron en mí, mi cuerpo se estremeció y como una tonta solo hice gestos raros, la única palabra que era capaz de pronunciar en esos momentos era –Hola-

Como de costumbre ella me respondió con un – Hola – sin sonrisa, desganada. Volvió a su lectura cuando la puerta se abrió y entró Kodaka con ese aire de estúpido de siempre. Ignorándolo me senté en mí sitio, delante de Yozora, cuando alcé la mirada para observarla tenía una sonrisa de felicidad dibujada en la cara, le saludó como si fuesen mejores amigos, eso me irritó bastante y a la vez me entristeció… ¿Por qué? No tenía ni idea, simplemente me limité a ignorarlos, saqué mi consola portátil con el último videojuego de Monster Hunter, me pasé toda la noche en vela subiendo de nivel, ahora ya estoy en el nv.76! Yozora dejó de sonreír de la manera en la que solo le dedicaba a él para pasar a una sonrisa burlona que siempre me la dedicaba a mí.

Y -Eres una friki nikku, deberías aprovechar más el tiempo y leer un buen libro en lugar de jugar a chorradas como esas-

S -Te recuerdo que tú te viciaste a este juego y te picaste mucho porque te superé-

Y -¡No me superaste idiota! Fui yo la que completó la misión que tú no podías superar sola-

S -Ha~ Entonces no niegas que te viciaste al juego, te pasaste días sin dormir para poder completarla. Eso quiere decir, punto para Sena~-

Y -¡I-Idiota! Te digo que no me vicié, solo presté mi genial talento a una inútil incapaz de hacer algo ella solita-

S -¡Me sacas de quicio imbécil!-

Y -Eso es un punto para Yozora~-

Tsk, como me enfurecía, pasaré de ella… Pero, esta chica… actúa como si nada hubiera pasado entre nosotras, cosa que no es cierto, pasaron muchas cosas y ninguna buena, o eso creo… El otro día… ¿Esa Yozora era real? Me gustaría volver a verla… Espera... ¿Pero qué es lo que estoy diciendo? No quiero volver a pasar por eso de nuevo, fue demasiado embarazoso. Con solo recordarlo me subía la temperatura, ugh. No me puedo creer que esta imbécil tenga tal control sobre mí… Por alguna razón, cuando pensaba en eso mi corazón latía muy rápido, como si se me fuese a salir en cualquier momento….

Todo ocurrió hace unos días, en esta misma sala, solo estábamos ella y yo. Como de costumbre, ella leyendo un libro y yo jugando en mi portátil (¡No era ningún eroge!). Había un silencio un tanto incómodo que hasta se podía palpar con la mano. De repente, ella alzó su mirada, dejó el libro sobre la mesa y me miró en señal de querer empezar una conversación, así que aparté la vista de la pantalla, me aparté los auriculares de las orejas para dejarlos sobre la mesa y la miré esperando una respuesta.

Y -A ti te gusta Kodaka, ¿Verdad… Sena?

S -¡¿Q-q—qué dices tan de repente i-idiota?! Pensaba que me querías preguntar algo más serio-

Y -¿Acaso esta pregunta no es sobre un tema serio? Me gustaría saberlo, aunque no hace falta que me respondas porqué se te nota a kilómetros que te gusta-

S -P-pero a mí no me gusta ese estúpido, y ¿qué se me nota a kilómetros? Pero si no tengo interés alguno en ese pedazo de mierda-

Y -Eso es lo que dices ahora, te pasas todo el día mirándolo con expresiones muy raras, en algunas ocasiones hasta te puede llegar a traumar-

S -¿Ha? ¿Eres tonta acaso? Ya te dije que no tengo interés en un tipo como él. Tienes todas las ideas equivocadas-

Y -¿En serio? El otro día cuando estábamos hablando sobre un libro no parabas de lanzarme miradas de depredadora, como diciendo: "Apártate de él, es solo mío. Solo este par de melones pueden seducirle", se podían apreciar hasta las llamas que salían de tu alrededor-

Mierda, se dio cuenta, pero no era porque quería estar con él. Conmigo nunca quieres tener una conversación normal estúpida Yozora. Y cuando me hablas siempre es por temas sin importancia o que tienen un contexto que me afecta de mala manera

S -¿Cómo que par de melones? ¿Pero que pasa contigo? Te vuelvo a repetir que no me interesa…Aquello era porque tenía unos terribles dolores de cabeza y no podía concentrarme con vuestra para-nada-interesante-muy-estúpida-conversación-

Y -¿Hmm, en serio? ¿Me lo juras por tus queridos juegos de pervertidos?-

S -Lo j-… ¡E-espera! ¡Nunca he jugado a juegos pervertidos idiota!-

Y -Oh, ¿En serio? Discúlpame, entonces aquellos gemidos que se oían a través de la puerta en aquella ocasión que estabas a solas con tu portátil en esta sala… ¿Era porque te estabas masturbando?-

S -¿Q-qué demonios dices? ¡Yo no haría tal indecencia y menos en esta sala!-

Y -Aha, ¿Entonces admites que te masturbas?-

S -¡No me masturbo!-

Y -Y porque has dicho: -Y menos en esta sala- ¿Hm? Eso quiere decir que o lo has hecho en otro lugar o tienes pensado hacerlo en algún momento.

S -¡No quería decir eso! ¡No pienses cosas que no son!-

Y -Bueno, entonces admite que juegas a videojuegos pervertidos-

*¡Solo quiero que esta conversación acabe ya por favor!*

S -¡Agh, está bien! Sí, es cierto, algunos de los videojuegos que juego son eroges. ¿Contenta?

Y -¿Contenta porque confiesas algo que ya todos sabemos? No digas tonterías, en fin, dejando de lado este tema, te lo vuelvo a preguntar, ¿estás interesada por Kodaka?-

*Realmente me saca de quicio, solo la ignoraré, quiero que sea la hora de irnos para terminar esta conversación tan incómoda*

S -¿Otra vez? ¿Cuantas veces te tengo que decir que no me interesa ese pedazo de basura humana?-

Y -Las que haga falta-

Aunque sabía que en el fondo solo quería pasar el rato burlándose de mí su mirada era fría y distante, como si estuviese enfadada y no podía dejar de pensar que la causa de su enfado era yo.

S -Te lo he dicho ya suficientes veces, no lo pienso decir ni una vez más-

Y -Entonces demuéstramelo-

S -¿Eh? ¿Demostrártelo? ¿Como? Ya te demuestro cada día que no me importa ese trozo de basura humana, ¿Que acaso no oyes los insultos que le digo?-

Y -Eso lo escuchan hasta los del otro edificio, no hace falta que me lo recuerdes. Seguro que le has bajado la autoestima tanto que la debe tener bajo el suelo-

S -Entonces, ¿Qué es lo que te tengo que demostrar?-

No dijo ni una palabra solo se levantó. Se dirigió hacia mí, me asusté bastante, ¿Qué es lo que pretendía hacerme? Me entró miedo en el cuerpo, bueno, más que miedo casi me entra un ataque de nervios, nunca pasaba nada bueno por la cabeza de aquella chica. Por sorpresa para mí se paró a mi lado, como esperando a que me levantara. Me alivié, aunque durante unos segundos no hice nada, estaba un poco confusa. Su mano me cogió del brazo y me levantó de una sola vez, me empujó contra la pared más cercana y nos quedamos cara a cara. Podía notar hasta su respiración, solo espero que no notase mi corazón que no paraba de latir como si estuviese corriendo un maratón. Quería apartarla, pero sus ojos daban miedo y a la vez eran como si fuera a empezar a llorar. No entendía del todo aquella expresión que no dejaba de mirarme. Mi cuerpo no respondía. ¿Qué es lo que debía hacer? No estudié ninguna situación como esta ni tampoco me enseñaron defensa personal…espera… sí que la he estudiado, la he vivido incluso, ¡Pero eran de eroges! En los videojuegos, la escena que sigue después de que un personaje arrincona a otro en la pared es… ¡Una escena erótica! Oh dios mío, no espera, los videojuegos no son como la realidad, como demonios se me ha pasado por la cabeza la tonta idea de que eso pudiese ocurrir, soy estúpida. Aún hundida en mis pensamientos no le presté atención a Yozora quien aún seguía arrinconándome en la pared, lo siguiente que pude ver era su rostro acercarse al mío, estaba demasiado cerca. Pero antes de que pudiese articular palabra alguna nuestros labios se juntaron. Era una sensación muy suave y dulce, yo seguía atónita porque aún no podía procesar nada de lo que había ocurrido desde que me empujó contra la pared. Pero sabía perfectamente que, Yozora, quién he odiado desde la primera vez que la vi y este sentimiento era mutuo (o eso pensaba), me besó. No duró mucho hasta que conseguí recuperar el control sobre mi cuerpo y la aparté. Cuando le iba a decir algo vi que de sus mejillas caían lágrimas, sus ojos estaban inundados de pequeñas gotas de agua…

S -¿Yozor-?

No me dejó ni siquiera acabar de decir su nombre, volvió a cogerme fuertemente de los brazos, sin poder oponer resistencia me volvió a besar. Mis piernas estaban cediendo, perdía mis fuerzas poco a poco a causa de aquellos besos. Sus labios eran realmente suaves, pero ese no era el problema... no era capaz de pensar en nada más que en ella y mis piernas temblaban como flanes. Aunque ella sabía que no podía aguantar más seguía besándome acariciando mis mejillas, los besos cada vez eran más intensos, mordía mi lengua lenta y dulcemente, cuando nuestros labios se apartaron pude, por fin, respirar. Cogió mi lazo aprovechando que no era capaz de reaccionar y me ató las manos. Puso mis brazos de modo que le rodeaba su cuello, así no tenía escapatoria. Su cabello estaba haciéndome cosquillas en la cara, olía tan bien… Continuó con las caricias, sus manos bajaron hasta mis caderas y me acercó a ella, notaba sus pechos contra los míos, los besos iban aumentando, podía notar como sus cálidos labios besaban y mordían mi cuello. Dolía un poco, pero era un dolor agradable…

S -Y-yozora…déjame ir…- *casi no podía hablar*

Se relamió los labios y sonrió. Aunque decía que no siguiese en el fondo no quería que parara las caricias y los besos… De alguna manera me gustaba. Yozora volvió a sonreír pero esta vez de una manera más burlona.

Y -Te ves muy indefensa en este estado, cualquiera podría hacerte lo que quisiera-

S -I-idiota… eres tú la que lo está haciendo-*mordió mi cuello bruscamente y de mis labios salió un gemido* -Ahnn- *Me sonrojé mucho, ese sonido lascivo salió de mi boca, Yozora me miró sonrojada como un tomate y se limitó a sonreír y seguir jugando con mi cuello, cada vez salían más y más gemidos…hasta que paró pasaron unos cuantos minutos, notaba como mi cuello estaba ardiendo, seguro que esto iba a dejar marcas*

S - H-hyaa~ Y-yozora… d-detente ahn~-

Y – Esos sonidos son lindos~ Casi no opones resistencia, en todo caso sería tu culpa por no intentar pararme- *acarició mis labios con la yema de sus dedos y me lamió una oreja provocando que de mi boca saliese un gemido tras otro, intentaba reprimirlos pero su lengua no paraba de lamer cada parte de mi cuerpo y sus manos me acariciaban constantemente…*

S - ¡N-no ahí-..!

Y – Parece que te gusta- *Su mano bajó hasta mi falda, acariciaba mis muslos lentamente*

S - E-es todo tu culpa *me costaba hablar, mi respiración se había acelerado mucho* m-mi cuerpo no hace lo que quiero… ¿Porque tan de repente? Pensé que estabas interesada en Kodaka- *creo que gasté todo el aire que cogí, me costaba mucho respirar*

Se paró en seco, dejó mi oreja y mis caderas. Su mirada se volvió fría como el hielo.

Y -Cállate, no sabes nada-

De pronto abrió mi camisa y apartó el sostén, mordía mi cuello cada vez más y más fuerte, sus manos cogieron mis pechos y empezó a jugar con ellos, bajó la cabeza y pude notar como sus dientes agarraban uno de mis pechos, esta vez dolió de verdad, sin quererlo me salían lágrimas.

S – Y-yo-zo-ra… hyaa! D-duele…-

*Mis piernas ya no podían más, caí al suelo, Yozora acabó sobre mí. Cuando me miró y vio como mis lágrimas no paraban de caer su expresión cambió, en sus ojos se podía apreciar miedo…dejó de tocarme, me desató las manos y se fue corriendo de la sala…

Ahora mismo…Yozora me estaba besando y tocando…. Pero acaba de huir como si se hubiese arrepentido… ¿Cómo pudo ocurrir aquello? Pensé que era Kodaka quien le gustaba... Era... ¿Era yo en realidad? Es completamente imposible, siempre me trata mal… Pero ahora eso me daba igual, seguramente estaba delirando, me había desnudado y había hecho lo que había querido conmigo… en esta sala donde nos reunimos cada día… aún no era capaz de ponerme en pie, minutos después pude levantarme. Me volví a vestir, cogí mis cosas y me fui a casa… Aquella noche no pude dormir, me salieron muchas ronchas rojas, supongo que es normal después de tantos mordiscos y chupetones… Al día siguiente Yozora faltó a clases y al club. Así durante una semana, hasta que la vi sentada en el lugar de siempre en la sala de siempre…