Era una tranquila mañana en la bahía de San Francisco, las tiendas comenzaban a abrir y las calles a movilizarse. Y a las afueras de la ciudad, dentro de una cueva, se escuchaba el crujido de una puerta.

-…¿Huh? ¿Q-qué?-

Repentinamente, la puerta se cerro de golpe, el asustado oso Grizzly dio un pequeño salto de su cama cayendo al frío piso de su cuarto, con un gesto de disgusto causado por la luz que provenía de su ventana, el oso bostezó y se levantó rápidamente.

-…oh, ¿Qué hora es? ¿Volví a… caerme de la cama?- Grizz limpió la saliva de su boca y salió de su cuarto. Guiado por un delicioso aroma proveniente de la cocina, se encontró con el desayuno preparado por su hermano menor –¡Buenos días hermanito! ¿Cómo despertaste?- Dijo el oso Grizzly tomando asiento y devorando su comida con facilidad gracias a su gran apetito –Polar… Polar está cansado- El oso polar tomó asiento frente a Grizz con una mirada preocupada. Después de unos segundos Grizz se percató de las palabras de su hermano y de la ausencia del otro.

–Eeeehh... y ¿Dónde se encuentra Panda? Es extraño no verlo publicar su primera comida del día como lo hace siempre, además, ¿Qué sucede con esa mirada? ¿Problemas con la nevera de nuevo hermanito?-

-Polar necesita saber si su hermano mayor recuerda algo de lo que sucedió anoche-

-¿Anoche? Pues claro que sí, salimos a comer pizza, después vimos una pelicula y creo que nos quedamos dormidos en el sillón ¡Gracias por llevarme a mi cama por cierto!-

-Hmm… Polar necesita un favor, Grizz deberá hacer las compras hoy- El oso Polar sacó una lista de compras debajo de su brazo y la dejó en la mesa frente a su hermano mayor –¿Eh? ¿Compras? Pero si hoy es domingo casi todo estará cerrado ¿Dónde se supone que compre lo que necesitamos?- Polar tomó la lista de compras, levanto a su hermano de su asiento y comenzó a empujarlo bruscamente fuera de la cueva –Eeh, ¡Eeeeeh! ¡Hey Polar! ¡¿Qué rayos?!- Polar continuó empujando a su confundido hermano causando que este se tropezara al salir por la puerta cayendo sobre el césped, Polar arrugó la lista en una pelota de papel, la arrojó a los pies de Grizz y azotó la puerta.

-Uggh. Que rudo…- Refunfuñando, el oso Grizzly se levanto y tomó la pelota con la lista de compras ¿Qué se supone que debería hacer ahora? Siendo domingo todo estará cerrado probablemente, además del hecho de que su hermano lo acaba de sacar de su propia casa. Y lo más importante ¿Dónde está Panda?

Después de unos cuantos intentos por abrir la puerta e intentar entrar por las ventanas de la cueva, las cuales tal parece que su hermanito cerró para evitar que este pudiera ingresar, a Grizz no le quedó de otra más que intentar completar la lista de compras que su hermano le acababa de entregar, con un fuerte suspiro, el oso Grizzly emprendió su viaje hacia la ciudad.

Mientras tanto, en otra parte de la ciudad un oso Panda llevaba a una pequeña niña a su instituto universitario.

-Gracias de nuevo por dejar quedarme en tu casa Chloe-

–Oh, no te preocupes, ustedes siempre me apoyan cuando tengo dificultades. Por cierto, no era necesario que me llevaras a mi universidad, mamá pudo habernos traido en su auto-

-Es lo menos que podía hacer, además, aún necesito ayuda con… ese problema- Aún nervioso sobre "Aquel" incidente, Panda sentía que lo mejor era informarse con alguien de confianza. Y que mejor persona para preguntarle que a Chloe, ¿No? –¿Lograste descubrir algo sobre lo que hablamos?-

-Pues… de todo lo que logré investigar, sólo hay dos razones logicas para que eso suceda, hambre y protección, ya sabes, miembros familiares sobre todo lo demás-

-Huh, pero ¿Es posible que tengan un comportamiento así contra su propia familia? No tiene sentido-

-Entonces lo que sea que quisiera defender, es probablemente más importante que sus propios miembros familiares-

Más importante que nosotros.

Esas palabras le provocaban a Panda un sinfín de emociones que recorrían su cuerpo, ¿Cómo demonios es posible que "Eso" sea más importante que sus propios hermanos?... No, seguramente es un error, debe haber otra razón para lo que sucedió ayer –Se supone que es nuestro hermano mayor, el… el debería cuidar de nosotros-

-Estoy igual de sorprendida que tu Panda, entiendo que sea un oso Grizzly pero… jamás lo he visto comportarse de esa manera, es como si me hablaras de un oso completamente diferente. Intentaré investigar más sobre el asunto durante el día. Gracias por acompañarme- Con un brinco la pequeña se bajó del lomo del nervioso oso Panda, pero algo le llamo la atención, en su mirada pudo notar un miedo que no había visto jamás en el. De los tres hermanos, Panda siempre había sido el más temeroso de todos, llegando al punto de temerle hasta los pequeños ratones de laboratorio con los que de vez en cuando Chloe debía trabajar. Pero este miedo que notaba en sus ojos no era el mismo de siempre, jamás lo había visto así antes, Panda parecía sumido en desesperación.

-¿P-Panda? ¿Te encuentras bien?-

-Huh… ¡Oh! ¡Chloe! Lo siento, me distraje por un momento. ¡Qué te vaya bien y gracias por tu ayuda!- Gritó mientras se alejaba rápidamente del establecimiento. Por lo general, ignorar los problemas suele ser una solución viable a la hora de lidiar con Grizz, pero esto era algo que era imposible de evitar y el unico lado positivo es que no tendrá que hacerlo solo… o al menos eso espera.

"Espero… Que Polar se encuentre bien…"

Grizz ya había malgastado unas cuantas horas paseando por el supermercado, metiendo la cabeza dentro de los congeladores, hablando con uno que otro extraño que se encontraba en la sección de cereales y ahora se encontraba en una carrera sobre un carrito de mercado paseando desde una sección a otra, pocas veces ha tenido el tiempo de divertirse por su cuenta, sobretodo en un lugar como el supermercado, por lo general sus hermanos siempre quieren terminar todo lo más rápido posible ya que no les gusta mucho el tratar con personas, Panda es demasiado tímido y Polar… bueno, Polar es como es.

-¡Wuuujuuu!-

CRASH

El pobre oso Grizzly estaba tan concentrado en sus pensamientos y la diversión que olvido completamente que al final del pasillo se encontraba una pila de latas, al darse cuenta del desastre que causó, Grizz se levantó, recogió lo más que pudo de la mercadería que su hermanito le había encargado y corrió lo más rápido que pudo a la caja para comprar y largarse del lugar.

-Buenos días- Le contestó un cajero que parecía que no había dormido en días.

-B-Buenos días- Respondió dejando en la cinta lo que logró llevar en sus brazos. –Umm… Creo que alguien se tropezo con una pila de latas en el pasillo cinco, espero no tengan muchos problemas con eso ¡Hahaha…! -

El cajero podía notar la salsa de tomate manchando parte del pelaje inferior del oso, pero prefirió no decir nada al respecto y sólo soltó una pequeña risa.

A pesar de ser un oso, Grizz no inspiraba mucho temor en las personas que lo conocían, era una de las cualidades que más disfrutaba ya que le permitía relacionarse con los humanos de manera más directa. Aún teniendo pocos amigos, el constante contacto con otras personas además de la compañía de sus hermanos le era suficiente para sentirse contento con su vida. Pero por supuesto, esto no era suficiente a veces.

Ahora el gran oso Grizzly regresaba a casa cargando dos bolsas con mercadería y un número intrigante de latas con salsa de tomate que recogió por error y que tuvo que comprar para que no sospecharan de que el estaba detrás del desastre con las latas. Le preocupaba el hecho de que sus hermanos lo obligaran a comer nada más que salsa de tomate durante una semana, pero esa idea desapareció rápidamente de su mente, sus hermanos jamás serían tan crueles con el, ¿Cierto?

El oso Polar ya se encontraba completamente exausto, necesitaba descansar pero simplemente no podía. Después de mandar a su hermano a hacer las compras, intentó meditar para lograr recordar algo de lo sucedido el día anterior, un error que le costaría su sanidad mental. Ahora cada vez que cerraba los ojos lo unico que podía ver eran esos grandes dientes y esa mirada atemorizante que le erizaba el pelaje. Intentó tomar un té caliente de manzanilla, pero aún así no podía dejar de temblar. Ha tenido experiencias cercanas a la muerte incontables veces, ¿Qué era diferente esta vez?

Después de muchos intentos por dormir, Polar llegó a la conclusión de que no lo lograría sin la ayuda de sus hermanos. Recorrió la cueva pensando en que hacer para mantenerse despierto para no tener que ver ese rostro de pesadilla.

Un baño. Sí, eso debería ayudarle a quedarse despierto.

Llevando unas cubetas de agua con hielo al baño para llenar su bañera, Polar de mera casualidad, notó algo en el espejo. Era difícil de ver a simple vista, pero si se paraba de perfil podía notarlo, tenía algo color blanco en su espalda. Con los dedos de su pata intento retirar lo que sea que tuviera, le costaba agarrarlo así que tuvo que recurrir a usar sus garras, pero al momento de retirar una pequeña parte del parche, comenzó a sentir un ardor insoportable el cual le obligó a dejar el parche de nuevo en su lugar. Tal parece que gracias a esto, no podrá bañarse durante un tiempo, porque no se arriesgará a sentir ese dolor de nuevo.

"Polar se sentirá sucio" Pensó.

-Polar odia la suciedad-