Acosado por la inocencia de una chica


Summary: Tsukasa engaña a Ikuto para que entre a una banda de rock mientras se encontraba buscando a su padre. Sus motivos son desconocidos. Kana, la vocalista es una chica inocente e inexperta con los hombres, que sin buscarlo crea situaciones muy candentes para Ikuto, en las cuales él deberá mantener la calma. Un nuevo enemigo busca apoderarse del embryo, el cual está más cerca que nunca y para lograrlo se vale de los métodos más ruines posibles. ¿Qué es el embryo? ¿Podrán Amu y los demás por fin pedir lo que desean? o ¿el enemigo lo hará primero? IKUTO X OC (Personaje original), contemplo un posible Tadamu en futuros capítulos.

Mensaje de la autora:Este es mi primer fanfic, es un Ikuto x OC espero que les guste pero sobre todo que me digan en qué puedo mejorar. También quiero decir que es posible que haya cambiado un poco algunos detalles de la historia original, veo esto como una posible explicación alterna sobre lo podría ser el embryo.

Advertencia: Esta historia puede contener escenas echii (pervertidas) cada vez más intensas conforme avanza, por eso está clasificado como M!

Disclaimer: Aclaro que no me pertenece Shugo Chara ni sus personajes, todos los personajes son propiedad de sus respectivos autores. Esta historia no tiene fines de lucro solo de entretenimiento!.


CAPITULO 1: Una chica extraña, Kana-Himawari

Fanfic by Pinkbutton

-¿Por qué me has traído a un concierto?—preguntó un desconcertado Ikuto mientras se dirigía a Tsukasa, el rey fundador de los guardianes. Al mirar a su alrededor, difícilmente había gente, 10 personas cuando mucho, contándolos a ellos, se escuchaba fuerte el solo de la guitarra.

El chico de cabello azul marino no se imaginaba que lo que estaba por acontecer lo pondría más cerca del embrión que nunca y daría pie a que le sucedieran cosas que nunca imaginó.

El concierto terminó tan rápido como llegaron, ni siquiera pudieron escucharlo y la poca gente que había se marchó, la vocalista intentó bajar del escenario y miró a Ikuto atentamente, sin imaginar aun que a su lado había una pequeña criatura traviesa y juguetona, Yoru. Ella aparentaba la edad de Ikuto; tenía el cabello lacio y muy largo de color rojo escarlata que llegaba por debajo de sus caderas, piel blanca como la leche, con las mejillas ligeramente sonrosadas y de entre sus mechones de fleco se podían ver unos ojos que brillaban de verde esmeralda dejando ver pestañas negras muy largas y espesas. Un gran moño negro adornaba su cabeza atado como si fuese una diadema. La chica estaba entusiasmada por conocerlos, al grado de que por las prisas se cayó en seco al tratar de pisar el pasto, cayó sentada y de rodillas. Usaba una falda verde y corta con holanes y una blusa de tirantes delgados del mismo color.

-¿Estás bien Kana-chan?—preguntó Tsukasa con una sonrisa y voz paternal.

-Si, estoy bien—sonrió la pelirroja despreocupada mientras se sobaba y miraba al joven de cabello azul marino atentamente -¡Ah! Debes ser Ikuto—reaccionó la joven con una amistosa sonrisa risueña-, mi nombre es Kana Himawari, estoy feliz de que hayas aceptado ser el violinista de nuestro grupo-, dijo mientras que al tiempo Ikuto abría los ojos en sorpresa.

El cólera se apodero del chico de los ojos color zafiro, ¿¡Tsukasa había decidido meterlo en una banda sin siquiera preguntarle!? No tenía tiempo para eso y Tsukasa, quien lo había llevado hasta aquel concierto al aire libre sin darle explicaciones le miró con aire de inocencia, con la sonrisa de siempre, pero Ikuto le miraba como esperando venganza y antes de que pudiera decir cualquier cosa, un hombre mayor, bajito y calvo se acercó a ellos acompañado por los chicos de la banda. El hombre bajito y manager del grupo se presentó como Yamamoto Ren, los cuatro integrantes de la banda eran Saotome Kouta, Nobuhiko Keita, Fukuyama Ryuji y Fujiwara Tenma.

-Teniendo un violinista podemos mejorar la música y finalmente podrán debutar, serán famosos—dijo Yamamoto entusiasmado.

-Si, respecto a eso…—intentó impugnar Ikuto antes de que se ilusionaran, pero sin mucho éxito ya que Tsukasa lo jaló del brazo y lo llevó detrás del escenario mientras decía sonriente: "Disculpen un segundo por favor".

-He venido hasta esta ciudad solo porque me has dicho que tienes una pista acerca del paradero de mi padre—expresó Ikuto sintiendo la frustración-, no tengo tiempo para una banda. Solo tú me comprometerías en algo así.

-Eso es verdad—sonrió el fundador de los guardianes chara-, pero esta vez tengo una buena razón, hay una gran probabilidad de que encontremos a tu padre si televisan al grupo de Yamamoto.

-¡¿En verdad!?—exclamo el pequeño Yoru.

-Han televisado muchos conciertos de Utau, mi padre jamás nos buscó—replicó Ikuto-, ¿por qué esta vez sería diferente?

-La influencia de Easter se ha desvanecido—dijo Tsukasa esbozando otra sonrisa-, el peligro que representaba volver ya no es significativo para él.

-¿Por qué traerme hasta aquí para eso?—preguntó Ikuto comenzando a sospechar-, Utau también está intentando debutar, creo que hay algo que no me estás diciendo.

-¡Oh mira!—exclamó Tsukasa alegremente mientras sacaba una hierbilla larga agitándola frente a Ikuto, quien instintivamente empezó a tantearla con las manos de un modo tan irresistible que Yoru se le unió.

-¡Oye! ¡No puedes hacer eso!—reaccionó Ikuto enfadado provocando la risa de Tsukasa.

- ¿Está todo bien?—preguntó Yamamoto saliendo de la nada.

-Claro—sonrió Tsukasa

-¡No!...—replicó Ikuto impulsivamente.

-¿No?—preguntó Yamamoto preocupado.

Ikuto guardó silencio. Tsukasa intervino calmando a Yamamoto. Aunque Ikuto no estaba de acuerdo, esta vez había algo extraño en las intenciones de Tsukasa, era un maldito, pero casi siempre estaba en lo correcto, podía ser que uniéndose a la banda encontrara a su padre y más por una confianza ciega en el fundador que por otra cosa, decidió aceptar la propuesta.

-Ikuto, me han dicho que eres un gran violinista—dijo risueña la pelirroja.

El joven la miró con cierto desconcierto, era una chica extraña, lo acababa de conocer y ya le trataba tan familiarmente llamándolo por su primer nombre, además se veía algo torpe.

Como nuevo integrante de la banda, debió mudarse con ellos a su casa rodante, planeaban promocionarse en distintas regiones, no lo esperaba pero iban a tocar esa misma noche al aire libre con un permiso que consiguió Yamamoto, pero lejos de estar nervioso, no le preocupaba, a pesar de no conocer las canciones.

Esa misma tarde comenzaron a tocar y aunque faltaba Kana ensayaron solamente con los instrumentos, Ikuto impresionó a los chicos por seguirles el ritmo con el violín a pesar de no conocer las canciones. Por supuesto no hablaba mucho, desde pequeño fue muy callado y aunque no era de muchas palabras los chicos trataban de acercarse a él. Excepto Keita, el guitarrista de ojos grises, rubio, musculoso y bien parecido, quien no parecía sentir agrado por la presencia de Ikuto, ya que llamaba demasiado la atención de todos. Tocar el violín no es la gran cosa, pensaba Keita, lo importante en una banda es la guitarra, todo lo demás es reemplazable. Por ahora solo habría rose con la mirada, situación que empeoraría con el tiempo.

-Alguien vaya a buscar a Kana—dijo Kouta-, necesito escuchar el sonido final para hacer mis ajustes.

Ikuto se ofreció, caminó alrededor del pasto al aire libre, lugar donde habían aparcado el camión del grupo, ahí dormían, comían y viajaban. Estaba cansado, Yoru inmediatamente señaló:

-¡Ikuto!—apuntó el chara de orejitas de gato llamando la atención del chico-, es Kana-chan, ¡arriba del árbol-nya!

Su sorpresa fue mucha cuando en la copa vio trepada a Kana, quien parecía tener dificultades tratando de acomodar un pajarito en el nido. Ikuto no pudo evitar percatarse de que llevaba una falda, porque podía ver su ropa interior desde abajo. Yoru se acercó a las ramas y pudo escuchar su leve crujido.

-¡La rama se está rompiendo-nya!—exclamó Yoru.

-Vas a caerte—dijo Ikuto con cierta frialdad y despreocupación

-Estoy bien—sonrió la chica con voz temblorosa mientras sus piernas se tambaleaban entre las ramas tratando de soportarse.

-Además puedo ver tu ropa interior desde aquí—dijo Ikuto tratando de intimidarla pero no obtuvo la respuesta que esperaba.

-Está bien…ya casi –contestó ella haciendo un gran esfuerzo, acomodando al pajarillo pero su esfuerzo logró que la rama se rompiera y ella se desplomara hacia al suelo.

-¡Cuidado!—gritó Ikuto.

Se escuchó un golpe seco que acompañó un fuerte gemido de Ikuto. Kana se dio cuenta de que había aterrizado en algo suave y cómodo, al abrirlos lo primero que vio fue el rostro del chico, quien cerró los ojos fuertemente del dolor, al haber soportado de golpe el peso de la pelirroja.

-¿Estás bien?—preguntó la chica un tanto preocupada, ya que el joven de cabellos azul marino se veía un tanto adolorido, y no era para menos le había sacado el aire.

-Realmente no, pesas demasiado, deberías bajar de peso —contestó Ikuto con esfuerzo abriendo uno solo de sus ojos azules para verla.

-Perdón—contestó ella con cierta inocencia, mientras Ikuto le dirigía una mirada indiferente. Cualquier chica se hubiera molestado por ese comentario, de nuevo no era la respuesta que esperaba.

Desde el ángulo en que se encontraba y gracias a la presión que hacía su busto contra el tórax del chico era muy sencillo ver lo bien que estaba dotada la pelirroja para su edad, la sensación que Ikuto sentía era particularmente suave, pues su busto era muy grande.

-Oye, ¿No vas a levantarte?—preguntó Ikuto y tratando de intimidarla añadió con picardía-, ¿No sabes que puedes encender fácilmente a un chico en esa posición?

Ella se le quedó viendo un rato con ojos inocentes y curiosos, en completo silencio durante algunos segundos y muy lejos de la respuesta que Ikuto esperaba contestó.

-¿Encender?—le cuestionó sin una pisca de vergüenza.

Ikuto estaba desconcertado, ella ni siquiera se había sonrojado, él estaba acostumbrado a recibir otro tipo de reacción, especialmente si recordaba a Amu, esperaba que se avergonzara y se molestara.

-Me estás lastimando—replicó el chico con voz cortante.

-¡Oh lo siento!—exclamó preocupada apartándose de él.

-No deberías escalar arboles si no sabes cómo hacerlo—replicó el chico de cabello azul marino.

-Tenía que intentarlo, no podía dejarlo ahí tirado, estaba asustado y seguro sus padres se preocuparían.

-También tu manager se habría preocupado si algo te hubiera pasado, no creo que podamos dar el concierto de hoy si te rompes una pierna.

La pelirroja agachó la cabeza sintiéndose un poco avergonzada y asintió como lo haría una pequeña niña regañada. Al verla, y pensar en lo que había hecho sin importarle si podría haberse lastimado, Ikuto sintió un poco de ternura hacia ella, era algo extraña, torpe y descuidada pero parecía una chica muy gentil.

Estaba atardeciendo, así que se apresuraron al concierto. Blue Rock había llegado a la región de Kantou, Yamamoto consiguió que los dejaran tocar en la plaza al aire libre, repartieron como 4,000 volantes por toda la ciudad. Cuando fue hora del concierto había poca gente, los chicos estaban algo desanimados.

-Hay 5 personas solamente—dijo Ryuji, el bajista de cabello castaño.

-Realmente esperaba algo mejor—expresó Keita-, es peor que en la mañana teníamos al menos 3 personas más.

-¿Qué opinas Kana?—le preguntó Tenma, el baterista.

-Salgamos a tocar—sonrió Kana entusiasmada, sembrando la sorpresa, pues no se veía para nada desanimada.

-Tu sí que eres positiva—respondió Ikuto.

Blue rock salió a tocar, la música comenzó a sonar enérgicamente en todo el lugar, la melodía era penetrante y muy alegre. Las pocas personas que había comenzaron a sonreír y pronto la voz de la pelirroja de listón negro captó la atención del público. Su voz era suave pero poseía una gran fuerza y control, podía transmitirlo todo con su voz y lograba hacer a la gente vibrar mientras ella bailaba, su cuerpo despedía una energía tremenda. La poca gente empezó a disfrutar mucho el concierto, y los que caminaba por la plaza no podían evitar pararse a escuchar, terminaron con 100 personas que los miraban y pedían más canciones.

A lo lejos les observaba un hombre en gabardina negra y sombrero de copa y cabello ligeramente largo y castaño, tenía un aire de mala muerte.

-Me han dado muchas ganas de bailar-nya!—bailó Yoru alegremente.

Cuando el concierto terminó, mientras recogían los instrumentos el hombre en gabardina se acercó a Kana, aprovechando que se había aislado del grupo. Ikuto lo observó desde lejos, mientras guardaba su violín en el estuche, Kana sonreía y escribía algo en un papel, estaban muy lejos como para oír lo que decían. Pero era muy obvio para el violinista que ese hombre no era de fiar pues la miraba de un modo extraño, penetrante de pies a cabeza, era obvio que el autógrafo no le interesaba en lo más mínimo. Una vez que el hombre se marchó, Ikuto se acercó a Kana.

-¿Qué quería?—preguntó el chico con sospecha mientras se acomodaba el estuche en la espalda.

-Me pidió un autógrafo—sonrió Kana con cierto aire de ilusión-, todavía no somos famosos y ya he firmado uno.

-No dejes que se te acerquen tipos como ese—le dijo con un tono serio

-¿Por qué?—preguntó ella con inocencia-, parecía una persona amable, me ha dicho que lo hicimos muy bien.

¿Cómo puede ser tan ingenua? Pensó. Las malas intenciones de ese hombre podían verse a kilómetros y desafortunadamente no sería la última vez que lo veían, este sería uno de muchos encuentros peligrosos y el inicio de muchas tragedias.

-¿Bromeas? Solo hazlo –insistió el joven mientras se marchaba.

CONFLICTOS

Podía decirse que el concierto había sido un éxito y con ese pequeño éxito Blue Rock se marchó esa noche, pues le quedaban muchos retos por enfrentar en su camino hacia su gran sueño, debutar por televisión. Estaban todos exhaustos, pero celebrando y comiendo al aire libre bajo el manto de la noche con las luces del camión alumbrándoles, el rostro de Ikuto era más de indiferencia que alegría mientras bebía pero todos los demás reían. Kana comenzó a cabecear mientras sus ojos verdes se cerraban ligeramente, se había esforzado mucho.

-No es necesario que te quedes—le dijo el manager a la chica con una sonrisa-, si estás cansada ve a dormir.

-Puedo llevarte a la cama si lo deseas—se apresuró a decir el musculoso Keita con una sonrisa pervertida, provocando que Ikuto le mirase con cierta frialdad.

-No te preocupes, me iré a dormir—sonrió ella sintiendo el sueño apoderarse de ella y cuando ya estuvo lejos de las mesas antes de cerrar la puerta del camión añadió— ¡No dejen de celebrar por favor!

-Yo también me voy a descansar, ya soy muy viejo para celebrar a la 1 de la mañana—dijo Yamamoto, el manager mientras se marchaba.

-Tsukiyomi-kun, me has sorprendido—dijo Kouta el chico de ojos color ámbar que tocaba el órgano-, tan rápido has aprendido a tocar perfectamente las canciones, no cabe duda que eras tú quien solía tocar con Hoshina Utau.

-Si, el solo de tu violín estuvo increíble—agregó Tenma con el pulgar arriba.

Ikuto les miró en silencio.

-Eso es cierto-nya!—dijo Yoru contento-, vas a hacerte famoso y todo eso-nya!

-Hice lo que tenía que hacer—dijo Ikuto respondiendo a Yoru aunque todos pensaron que hablaba con ellos.

-Pudo mejorarse, aun no se adapta totalmente a los tiempos—dijo Keita tratando de causar pleito.

-Casi no se nota, Ikuto es un verdadero genio…—dijo Ryuji tratando de nivelar el humor-, creo que la voz de Kana se sincroniza perfectamente con el violín. También creo que es gracias a ella y a Ikuto que el grupo ha mejorado, tenía tiempo que no escuchaba a Kana cantar con esa energía, en el pasado nos habríamos quedado con esas 5 personas solamente

-Si, debo admitir que ella llama la atención—interrumpió Keita-, claro que no más que mi guitarra, pero la forma en que ella baila me vuelve loco.

-No deberías expresarte así—sonrió Ryuji con una gota de sudor-, recuerda que es nuestra compañera, no creo que debas intentar nada con ella.

-¿Quién lo está intentando?—respondió Keita con arrogancia-, no es como si muchas chicas se me resistieran ¿Para quién crees que eran todos esos gritos de las chicas durante el concierto?

-Para Ikuto sin duda—se rio Kouta-, yo lo vi escapar de las chicas al final del concierto.

-Yo también escapé de algunas chicas—refunfuñó Keita mirándolo con ojos diminutos-, ¿Saben que Kana estuvo en un colegio para chicas donde era enseñada por monjas?—interrumpió Keita con cierto entusiasmo.

-¿En verdad?—dijo Ryuji sorprendido.

-Si, por eso es que es tan rarita—dijo Keita burlándose un poco-, muy confiada y no está acostumbrada a los hombres ¿adivinen quien se va a aprovechar de eso?

Ikuto le volteó a ver con cierta frialdad. El silencio se hizo.

-¿Tu?—preguntó Tenma al ver que nadie respondía.

-¡Sí! Y que nadie se le ocurra lo mismo, que yo la vi primero-dijo con una sonrisa un tanto pervertida-, le enseñaré algunas cosas respecto a los hombres.

-Ryuji tiene razón, no deberías expresarte así de ella—dijo Ikuto mirándole con sus ojos azules como témpanos de hielo-, no te dejaré hacerlo.

-Eres nuevo aquí—gruñó Keita levantándose y haciendo sonar un golpe seco sobre la mesa con su puño-, por eso quizá no sepas que debes respetarme, no importa si eres un genio o qué, pero atrévete a hablarme así de nuevo y verás que los músculos que tengo no están de adorno.

-Quiero verte intentarlo…


¿Quien es aquel misterioso hombre en gabardina y qué pretende? ¿Cuales son las verdaderas intenciones de Tsukasa?

Continuará...

Espero que les esté gustando. Dejen sus reviews/comentarios por favor! ^^