Mi dulce niño

Capítulo 1:

MI Vida

Abrí los ojos y voltee para todos lados para descubrir donde maldita sea estaba, la verdad no recordaba nada, solo tenía un fuerte dolor de cabeza, talle mis ojos para quitar las lágrimas que salían de ellos por a ver despertado, voltee para todos lados a ver que se me hacía conocido pero nada me volví a recostar pero mi cuerpo choco con el frio y duro suelo, voltee para abajo y me encontré que estaba dormida en suelo, voltee para arriba y vi el hermoso suelo.

Genial me quede dormida en suelo de quien sabe qué lugar de la ciudad.

Un leve suspiro salió de mi boca, esto de estar durmiendo en lugares "públicos" de la ciudad se estaba tornando una molesta costumbre.

Me levante y me estire empecé a caminar para averiguar dónde maldita sea esta, y no tarde mucho en descubrir que estaba dormida en el PARQUE! Como maldita sea había llegado ahí.

Solté otro suspiro seguido de un gruñido ya que mi cabeza me estaba matando. Camine hasta llegar a una banca ahí me deje caer, cerré los ojos para poder pensar que había pasado la noche anterior pero nada se me venía a la mente, solo recordé unos hermosos ojos negros.

Abrí los ojos y fruncí el ceño al pensar tal tontería.

Hay Sakura deja de pensar estupideces.- me dije a mi misma.

Si ahí estaba yo en medio de un parque, con un fuerte dolor de cabeza y solo en mi cabeza la imagen de un chico de hermosos ojos negros.

Baje la mirada solo para ver que mi ropa estaba un poco sucia pero que más daba como si alguien le importara, solo con unos jeans rotos y una blusa negra con una chamarrita delgada del mismo color y unos tenis negros de botita, era lo único que me acompañaba, si era una adolecente de 16 años, que era una delincuente juvenil.

Aunque nadie lo creyera al verme, ya que mi sola imagen engañaba era una adolecente como dije de 16 años, de piel blanca de estatura promedio 1. 62 cm, ojos color jade y con un color de pelo rosa único y hermoso, pero negro de las puntas los cuales eran mi toque a mi cabello, pero no se preocupen no lo pinte solo lo retoco con pintura que sea cae al bañarte, amo tanto mi pelo para dañarlo con tintes… pero dejando atrás mi imagen.

Desde que tenía 7 años aprendí andar en la calle, a robar y a pelear, pero no es que yo lo haiga planeado, esa vida me había tocado o más bien el destino me había arrojado al mismito infierno pero él era una persona o más bien una maldita víbora que se llama Orichimaru, pero él no es el único que me preocupaba, mi vida estaba atada a una persona la cual no sabía su nombre pero que tenía a Orichimaru en sus manos, pero que todavía no daba la cara.

Me lleve mis a manos a mi cara para dejar de pensar, no recordaba nada de lo que paso ya que mi vida, era más que un oyó oscuro donde la luz no existe pero para desgracia de mí, yo esta en lo más hondo y oscuro del oyó, y nadie me podía sacar.

La verdad no tenía esperanza, no sabía quién era o si acaso tenía familia solo sabía mi nombre Sakura pero de ahí no había nada, solo borrosos recuerdos que no me ayudan a nada.

Me levante de la banca y empecé a caminar hasta donde mis pies me guiaron y termine en una pequeña cafetería que se llamaba "Cerezo" la mire solo por la curiosidad de que era nuevo, me di la media vuelta para seguir caminando pero algo choco conmigo haciéndome caer al suelo.

Abrí los ojos que había cerrado por el golpee y me encontré con unos ojos negros los cuales me miraban a mí.

¿?: Per… don.- dijo apenas.

No dije nada solo me detuve a mirar su rostro.

Él se levantó, cuando ya estaba de pie me tendió la mano para ayudarme, dudándolo la tome, pero por una extraña razón baje la mirada y observe unos anteojos grandes tirados me agalle y los recogí, lo voltee y lo mire parecía que no mirada bien.

-toma.- dije.

¿?: Gracias.- dijo sonrojándose.

Una sonrisa de lado apareció en mi rostro.

Al notar los hermosos ojos negros, lo mire y el bajo la mirada para que yo evitara ver el sonrojo que apareció en su rostro, por una extraña razón no le podía quitar la mirada de encima.

"Sakura deja de pensar estupideces"

Me voltee y le di la espalda.

Ten más cuidado.- le dije.

Seguí caminando pero no di ni dos pasos.

¿?: Gracias.- dijo.

Sonreí de lado y seguí caminando.

Di la vuelta en la esquina, sin voltear a verlo, pero no sabía que pasaba por mi mente, yo no tenía contacto con persona además de las que asaltaba o el alumnado de la escuela pública de Konoha donde por una extraña razón estaba inscrita ahí, pero no tenía amigos, por triste que parezca, si los tenia pero los aleje no podía soportar perderlos, yo era una delincuente, y no podía gozar el privilegio de tener amigos o enamorarme de alguien.

Cuando los aleje me volví una persona fría y alejada de toda clases de personas, era agresiva ya que gracias a la escuela callejera sabia de pelea y podía vencer a cualquiera fuera hombre o mujer, no le tenía miedo a nadie no por nada era la líder de una pandilla se podría decir era temida por varios callejeros y envidiadas por otros, pero así era mi vida.

Solté un suspiro cuando vi a lo lejos mi casa se podría decir pero ese lugar no era mi casa era mi infierno.

"mi vida estaba en la oscuridad en donde nunca iba salir, aunque quisiera, mi vida era la de un pájaro encerrado en su jaula, pero la mía estaba cerrada y además tenía alrededor de mí, a mis depredadores en cualquier momento iban a atacar, ese era mi cruda realidad.