Resumen: Un día tranquilo mientras Sara y su hermano descansaban en su casa, algo extraño ocurrió, algo que los tele-transportó a un mundo donde nunca pensaron estar, el interior del mundo de one piece, manga que su hermano estaba leyendo cuando las cosas empezaron a complicarse. Sara y su hermano se ven en un mundo donde la fantasía y la acción se interponen a las leyes de la lógica, un mundo donde las frutas del diablo otorgan poderes magníficos y donde para su desgracia comenzarán a cambiar el curso de las cosas tal y como las recuerda el muchacho.

¿Podrán volver este par de hermanos a su mundo? ¿O habrá algo que los ate a él y especialmente a Sara? AcexOC

Capítulo 1: Extraños incidentes

Una chica se encontraba en su sofá subrayador en mano intentando concentrarse para estudiar, sin suerte, pues su hermano se encontraba a su lado con un pequeño portátil en las piernas viendo alguna clase de serie que hacía mucho ruido.

—Cristian, ¿podrías irte a tu cuarto a hacer eso?—dijo a su hermano perdiendo los nervios.

—Podría, pero estoy más cómodo aquí ¿Por qué no te vas tú?

El chico era castaño, tenía pecas en los mofletes y era alto y delgado, se notaba que era más joven que la chica, pero aunque eran hermanos casi no se parecían. El tono del cabello castaño del chico era más claro que el de la chica, y sus ojos eran azulados en contraposición a los ojos verdes oscuros de ella, además ésta no tenía pecas en el rostro y su cabello era ondulado, no liso como el de él.

La chica suspiró y se levantó dejando los apuntes encima de la mesa, cansada por la rebeldía de su hermano.

—Sabes, cuando eras pequeño eras más mono, tus quince años van a acabar con mi paciencia, no te extrañes si algún día en las noticias sacan un titular como "Chica de veinte años mata a su hermano a zapatillazos al ver como este se mete de lleno en la edad del pavo".

—El titular es penoso.

—Lo sé, pero el cuchillo era muy cruel, creo que la zapatilla es más acertada para la ocasión, la tengo más cerca—se acercó a su hermano a observar que estaba viendo.

En la pantalla, un chico con sombrero de paja se enfrentaba a un hombre que lo doblaba en tamaño, con una gran sonrisa en los labios. Por fin lo había vencido después de una dura batalla y de demostrar la fuerza de su cuerpo de goma.

—¿Eso es...? ¿Cómo se llamaba? ¿One piece...?

—Sí ¿por?—dijo extrañado—Espera, ¿tú sabes lo que es?

—Claro, lo veía antes, pero lo abandoné, lo hacían en la tele y lo veía cuando volvía de clase.

—Ya decía yo que tú no podías ver esto señora "eso no tiene ninguna lógica"

—¿Qué?

—En las películas siempre que pasa alguna cosa fantástica tú dices "eso no tiene ninguna lógica" aunque la fantasía en sí misma no tenga que tener lógica.

—¡Vamos! ¡Es verdad! ¿Una fruta que da poderes maravillosos al que se la come? Eso...

—¿No pasa en la vida real? ¿Sabes que la lógica no lo es todo?

—Sabes... Déjalo, discutir por nada es tontería. Sigue viendo lo tuyo que yo veré lo mío.

La chica encendió el televisor y se volvió a sentar en el sofá, descubriendo que estaba puesto el canal del tarot, en el que una señora de pelo recogido en un moño alto, con uñas largas y unas cartas en la mano comenzaba a decir lo que les deparaba a las personas según su horóscopo semanal.

—Perfecto y encima la abuela se deja la tele en esta cosa... ¿Dónde habrá ido a parar el mando?

La chica comenzó a rebuscar por todas partes el famoso mando perdido, sin obtener resultados.

—Sí, acuario, esta semana tu fortuna en el trabajo se verá alterada por un pequeño cambio en tu rutina—decía la señora de la tele sobre alguno de los horóscopos.

—¿Dónde estará ese maldito mando?

—Leo—continuó la señora en la tele—Un viaje inesperado te llevará a conocer a tu persona predestinada. Aunque al principio estés confundido Leo, haz caso a tus sentimientos y lánzate al amor sin hacer caso a la razón.

—Sí claro, como que ella va a hacer un viaje inesperado para encontrar el amor y además va a dejar de usar ese cabezón—se burló Cristian sabiendo que su hermana era Leo.

—¡Lo tengo!—exclamó ella sin enterarse de lo que decía su hermano y cambiando de canal.

Un trueno se oyó cerca de ellos y la tele y la luz se apagaron quedando solo iluminados por la luz de la pantalla del ordenador.

—Estás bromeando ¿verdad?

El chico comenzó a reír a carcajadas ante lo que acababa de pasarle a su hermana, después de tanto buscar el mando, al final la luz se había ido y la chica se había quedado con los ojos como platos mirando la pantalla de la tele apagada.

—Si es que esto solo te pasa a ti...—dijo el chico volviendo a mirar la pantalla del ordenador—Que raro... Se ha quedado blanca, ¿Cuándo se va la luz también afecta a los portátiles?—preguntó mirando a su hermana.

—Que yo sepa no—la chica sacó su móvil para intentar usarlo como linterna descubriendo en él la misma pantalla blanca—¿pero qué pasa?

El chico dejó el portátil en la mesa y sacó su móvil descubriendo exactamente lo mismo.

Las dos pantallas de los móviles y el ordenador empezaron a parpadear, hasta que se iluminaron cegando a los dos muchachos que no pudieron sino cerrar los ojos ante tanta luz y después, la oscuridad los envolvió.

Sara comenzó a abrir los ojos, ya que creyó oír un ruido como de olas chocando contra algo, y cuando los abrió e intentó incorporarse, comenzó a sentir un dolor de cabeza intenso. Se tocó la frente intentando que el dolor se le pasara y vio a su hermano a su lado antes de girar la cabeza para ver como varios hombres intercambiaban la misma mirada sorprendida con ella.

Ella veía como aproximadamente veinte hombres vestidos de manera estrafalaria la miraban. Por otra parte, los hombres veían como una chica joven con el pelo castaño ondulado y los ojos verdes estaba sentada en el suelo vestida con unos pantalones azul oscuros, una camiseta de tirantes negra y una camisa vaquera abierta que resbalaba por su hombro.

—¡Nos atacan!—gritó uno de los hombres.

En cuestión de segundos la chica se vio rodeada de hombres con espadas y pistolas apuntando hacia ella y empezó a pellizcarse el brazo para ver si se despertaba. Eso tenía que ser un sueño, o peor, una pesadilla, no sabía exactamente el qué pero tenía que despertar y cuanto antes mejor.

Los hombres empezaron a retirarse dejando paso a un hombre rubio de mediana altura, con la mirada somnolienta y un poco de barba. Llevaba un tatuaje en el pecho una especie de cruz con una media luna atravesándola.

—¿Quién sois y que hacéis a bordo?—dijo el hombre rubio, con cara de pocos amigos.

Ella no contestó solo le pegó unos cuantos golpes a su hermano en la pierna para que se despertara y así pudiera decirle si se estaba volviendo loca o él también veía a esa gente rara.

—Cinco minutos más...—se oyó decir al chico.

—No lo preguntaré de nuevo, ¿Qué hacéis vosotros aquí?

Un hombre de cabello negro, con un sombrero naranja y el pecho al descubierto hizo acto de presencia. Llevaba un colgante de grandes perlas rojas y solo vestía unos pantalones pesqueros, dejando su pecho al descubierto.

Caminó tranquilo hasta colocarse al lado derecho del hombre que estaba intentando sacar información a Sara mirándola como si no entendiera bien qué hacía ella allí, aunque bien pensado, ella tampoco lo sabía.

—¡Aparecieron de la nada Marco!—dijo uno de los hombres contestando por ella la pregunta formulada anteriormente.

—¿De la nada? ¿Es algún tipo de poder de las frutas del diablo?—preguntó Marco.

—¿Frutas... del... diablo?—repitió sin darse cuenta, en voz alta.

Al decir esas palabras su mente empezó a funcionar a toda velocidad, llegando a una conclusión que la hizo adquirir un color blanquecino. Tragó saliva. Tenía que pensar de manera lógica. Lo que estaba pasando no podía ser más que un maldito sueño. Tenía que despertar como fuera. Se pegó un golpe con ambas manos en la cara sorprendiendo a los hombres a su alrededor. Estaban empezando a pensar que la chica estaba loca. Cuando empezó a pensar que ese sueño era demasiado realista pegó otro golpe a la pierna de su hermano haciendo que este se despertara, para ver si en realidad estaba loca o ese adolescente también veía a la gente rara.

—¡Chocolate!—gritó el chico al despertar poniéndose de pie y haciendo que todos los hombres se prepararan para cualquier movimiento de ataque.

El chico aun con los ojos medio cerrados escuchó voces a su alrededor y bostezó notando la boca seca y un regusto salado horrible en ella. Abrió los ojos del todo molesto por la luz y viendo a dos hombres que reconocía a la perfección, Marco "el fénix" y Ace "puño de fuego".

—¿Anoche dejé el ordenador encendido? No me acuerdo de nada—dijo aun acostumbrándose a la luz.

—Cristian...—susurró la chica—¡Despierta de una maldita vez!—gritó la chica a su hermano.

Cuando por fin abrió los ojos y miró a su alrededor, con todos esos hombres con espadas y otras armas apuntando hacia él, se sorprendió. Algunos los reconocía como personajes de su manga y anime y otros simplemente no le sonaban de nada, pero le dio igual, porque sabía dónde estaba y sobre todo, sabía quiénes eran los dos hombres frente a él.

—¡Estoy en el barco de barba blanca!—gritó el chico con una sonrisa de oreja a oreja—¡Dios escucha las plegarias! ¡El paraíso! ¡Es el paraíso!

Los hombres empezaron a mirarse entre ellos sin entender bien cómo un adolescente podía sentirse en el paraíso solo por acabar misteriosamente en el barco de su capitán, sobre todo cuando le estaban apuntando con armas ¿No temía por su vida?

—¿Pero tú eres tonto?—le preguntó su hermana chillando—¿No ves que no tienen pinta de estar de buen humor precisamente?

—¿Qué clase de locos son esos dos?—preguntó Ace a Marco.

—No lo sé, pero la chica está a la defensiva y él está... ¿disfrutando de esto?—dijo extrañado.

—Nunca pensé que el Moby Dick fuera tan sumamente enorme, con razón cabe tanta gente—seguía hablando solo—¿En qué momento estaremos de la historia? ¿Habrá llegado Luffy al mar o no?—dijo murmurando en voz baja.

Los presentes comenzaron a cansarse del monologo del chico y uno de ellos le dio un golpe tan fuerte en la cabeza al muchacho que lo hizo caer al suelo de nuevo.

—¡Cristian!—gritó la chica al ver como su hermano caía al suelo.

—Auch, pues no es un sueño, sus golpes sí duelen.

La chica se acercó a él y le tocó el rostro preguntándole si estaba bien regalando una mirada de odio al hombre que había pegado a su hermano.

—¿Qué ocurre niña? ¿También quieres uno?—preguntó el hombre.

—Ya está bien—articuló Ace mirando a su subordinado—Solo responde por qué estáis aquí y nadie—dijo mirando al hombre que le había pegado a Cristian—Saldrá herido...

Él sabía que la chica solo intentaba proteger a ese chico, había visto esa misma mirada cientos de veces en él cuando intentaba proteger a Luffy, por lo tanto supuso que el adolescente era el hermano de la chica.

—No lo sé... No tengo ni idea de que hacemos aquí—respondió ella.

—¿Me quieres decir que aparecisteis de la nada y ni sabes por qué?—preguntó Marco.

—Estábamos en casa, empezaron a ocurrir cosas muy extrañas y después nos despertamos aquí. No tengo ni idea de cómo ha podido pasar esto, y aunque no suene muy convincente, ni siquiera somos de este mundo, estábamos en el mundo real y en un parpadeo estábamos en este universo de locos—respondió.

—No me lo trago—dijo Marco bajando a su altura.

—Pues trágatelo porque digo la verdad—respondió desafiante.

Marco se sorprendió ante la respuesta de la chica y volvió a incorporarse pegando un pequeño suspiro. No le gustaba nada esa agresividad y poca cortesía por su parte.

—Vamos a interrogarlos por separado, esto no funciona ¿Ace te encargas de la chica? Me da dolor de cabeza—preguntó Marco.

—Claro, sin problemas.

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Muy bien aquí traigo el primer capitulo de mundos paralelos.

Esta historia lleva en marcha desde el 10 de junio de 2014 en otra página "fanfic. Es" pero decidí publicarla aquí también, publicaré hoy cinco capítulos seguidos ya que ya hay 11 en la otra página así que cuando las dos páginas vayan a la vez publicaré el fic exactamente igual así que, que no cunda el pánico que soy la misma autora, no penséis que he hecho una copia del fic de Helen_Martinelli, porque soy yo jajaja lo único que algunas personas me expresaron por facebook que preferían que lo publicara por aquí así que atendiendo a sus preferencias, empezaré a publicar por aquí mi fic.

Bueno, ¡espero que os guste!