Dedicaco a Miki Matsuura jejeje mmm no estaba muy convencida de la pareja pero pues jeje mis ideas locas y yo me inundaron asi k aki les ca non.
Capitulo I
¿Por que tu?
Era un bello día de invierno, la nieve caía suavemente sobre los tejados, danzando con el viento, parecía ser un día perfecto pero el host estaba de cabeza, los sentidos paternales de Tamki estaban despotricados por la ausencia de su querida, la cual ni el móvil contestaba, los Hitachiin disfrutaban de lo lindo haciéndole imaginar lo peor; Mori tendría pronto un torneo y aunque era el mejor, Hunny insistía en proporcionarle energía extra con algunos pasteles y golosinas, los cuales había de sobra y sin Haruhi que lo controlara el pobre chico comenzaba a sentirse mal.
-Haruhi…- Kyoya estaba molesto con la ausente- todo esto irá a tu cuenta, regalos de compensación para las clientes, los pasteles y la tinta que desperdicio al escribir todas y cada una de las palabras- a l King de las sombras había 2 cosas que detestaba perder dinero y perder tiempo, por que así perdía dinero.
Pasó la tarde y poco a poco el salón de música se fue quedando solo, Mori estaba en un sillón demasiado lleno para decir nada y con un dolor de estomago que casi lo desmallaba, el pobre Hunny tuvo que llamar al medico de su familia y llevárselo de urgencia a uno de los hospitales de la familia Ootori, los Hitachiin tenían un compromiso con su madre así que se retiraron, no es que les apeteciera pero de eso a seguir escuchando a Tamaki quejarse preferían seguir.
-Mamá nuestra hija no contesta y no ha venido hoy – ponía cara de perrito a su amigo- ¿es que acaso se ha vuelto rebelde?
-Si tanto te preocupa¿ por que no vas?- la mirada oculta tras los lentes daba miedo –después de desperdiciar todo el día todavía va a pedirme un favor… tsk que descaro- no es que en verdad lo pensara pero asi por lo menos sentía que los lazos no eran tan fuertes.
- ¿Podrías ir a visitarla?
-Si mandaré a alguien no te apures
-No tienes que ir tu, que tal si algo malo ocurrió, ellos no sabrán que hacer
El rubio estuvo alegándole todo el camino hasta la limosina que le esperaba, asi que termino aceptando el favor de Tamaki. Las nubes grises amenazaban con una tormenta, lo que le hacía mas fastidioso el viaje.
-Gracias Kyoya, avísame como está nuestra hija en cuanto la veas.
El chofer se le quedó mirando extrañado ante la situación que escuchaba. Subió a la limosina y siguió hasta los departamentos donde ella vivía, era extraño estar ahí sin el resto de los chicos, pero a fin de cuentas había dado su palabra. La limosina se retiró.
Subió las escaleras calmado y tocó a la puerta esperando ver a Haruhi, pero al tocar no hubo respuesta- vaya ni Ranka san a abierto, aún es temprano para que se haya ido a trabajar- sacó su celular y le marcó- Ranka san
-A Ootori kun que bueno que llamas ¿Haruhi se encuentra mejor?, he tenido un viaje de emergencia y tuve que dejarla sola- la música se escuchaba en el fondo- me da pendiente por que tenía algo de fiebre ayer por la noche.
-Si, no se preocupe ya me encargaré yo de ella.
-Bien- su voz sonaba tan jovial, igual que siempre- cuida de mi pequeña por favor y no dejes que ese se sobrepase con mi pequeña hija. Bye bye.
Si Haruhi se sentía mal debería estar en casa, no tenían dinero para ir a un doctor así que lo mas seguro es que estuviera reposando. Tocó la puerta una vez más y nadie contestó, tomó la perilla de la puerta y la giró, estaba abierta, cosa que le extraño, apenas empujó la puerta un poco hacia adentro y vio la mano de Haruhi en el suelo.
-Haruhi- entró corriendo y la revisó, su pulso era débil y tenía temperatura- demonios- levantó a la chica del suelo, quien vestía una piyama color azul y la llevó a su habitación, marcó al medico de la familia Ootori para pedirle fuera a la dirección en la que se encontraba y este le dijo que en 20 minutos estaría ahí, que pusiera compresas frías en su frente para evitar que la temperatura siguiera subiendo.
Cuidar de alguien no era nuevo para el, despues de todo Tamaki había sido su primer reto, sin embargo estar a solas con Haruhi le hacía sentir extraño. Buscó por todos lados un trapo limpio para usar como compresa y no encontró así que tomó la primer prenda que encontró y la mojó. La colocó con cuidado en la frente de la castaña y la observó con cuidado, sonrojándose por sus pensamientos- es linda- miró a su alrededor por si algún ente extraño lo trataba de poseer.
Suspiró y cambiaba de vez en cuando la compresa para mantenerla fresca. La observaba y esa cara tan apacible le parecía un sueño, el sonrojo en sus mejillas y su semblante inocente- que demonios me pasa ¿será que me estoy enfermando también?
El tiempo transcurría y comenzaba a impacientarse.
-Ya pasó media hora y no llega- llamó al medico para ver lo que sucedía.
-Lo siento pero la tormenta se ha soltado de repente, cerraron todas las calles- el viento sonaba afuera con gran fuerza.
-Esta bien- colgó sin más, entendía que no estaba en sus manos, pero no evitaba sentirse molesto- tendré que llamar a alguien aquí cerca.
Se puso el abrigo y sus zapatos, abrió la puerta y el viento entró violentamente haciéndole caer hacia atrás de la sorpresa. Se levantó apresurado para evitar que el frío siguiera entrando y en cuanto cerró la puerta, la luz se apagó, estaba completamente a oscuras, parecía que ese día nada iría bien.
-¿Kyoya senpai?- Haruhi se encontraba de pie en la puerta del cuarto, caminó un poco- ¿Qué…- se desvaneció pero el chico de lentes alcanzó a atraparla.
-No debes levantarte- le gritó- que no vez que estas con temperatura.
-Lo siento, es que se me hará tarde para la escuela.
Despues de eso no dijo más volvió a quedarse inconciente, el la levantó otra vez y la acostó. Buscó alguna lámpara pero lo único que encontró fue un par de velas.
-Y ¿en donde hay fuego?
-Senpai, a lo siento, por aquí, toma- le extendió la mano.
-Gracias- los tomó y reaccionó- que no te levantes.
-Ya estoy mejor gracias.
Estaba apoyada en la pared, sentada en el futón aunque tiritando un poco. Kyoya calentó agua y le preparó un te o eso creía el, el sabor era demasiado insípido, aunque ella no se lo dijo. Estaba agotada, a pesar de haber dormido mas de medio día, mas toda una noche, dejó la taza a un lado y se recargó en su senpai.
-Gracias por estar aquí.
Daba gracias a que la luz fuera tan tenue, ya que sentía el rostro arder.
Bien este es el primer capitulo de 3 que tendrá esta historia espero les guste!!!!
Nos vemoos.
