Summary: Ella, sólo sonrió con un tic en el ojo mientras asentía, con una cara de psicópata que él no notó, Kagome no dijo nada, pero… pero Inuyasha podía decirle 'Adiós' a la gran noche de fin de año. [Más sidra, por favor: ¡La fiesta es en Siéntate!]

Disclaimer: Los personajes de Inuyasha pertenecen a Rumiko Takahashi.

Pairing: Inuyasha X Kagome.

N/A: Soy medio bruta para racionar… así que tomé otro reto del sidra (?)

Por eso va a ser tan corto :p


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•*Capítulo 1*•


La escalera que llevaba hacia el piso de abajo estaba íntegramente decorada, aún tenía todos los adornos que la habían ataviado la noche buena y navidad, los exageradamente grandes moños de matiz rojizo con ramilletes de flores amarillas aún estaban intactos y hermosos. Justo donde la escalera terminaba había un árbol navideño, el árbol era igual de llamativo; era enorme, con esferas con muchos estampados diferentes y las luces parpadeantes hacían que los ojos de quienes los vieran danzaran al ritmo del sublime movimiento resplandeciente.

Kagome puso su pie en el primer peldaño, pisando fuertemente con la punta del tacón. Su larga cabellera, del mismo color que una fina madera de aroma dulzón, con sus sagaces orbes marrones, que brillaron con una ligera carga de ansiedad. Era la fiesta de año nuevo, ni de broma pensaba desperdiciar la oportunidad, además ella tenía planes para pasarla bien y cierto irritante muchacho formaba parte de dichos planes, su amor por Inuyasha era cada día más grande y visible, sus momentos juntos eran incontables y el avance de su relación era más que obvio; lo cual significaba que todos sus problemas ese día habían valido la pena. La noche sería larga y sería suya.

Kagome sólo… sólo quería verse bonita para su novio; y por eso había batallado con el corto y sensual pero lindo vestido que había elegido para la ocasión. Pero eso no había sido todo. Había tenido que levantarse temprano para ir al salón, hacerse la manicura y pedicura, la dolorosa depilación, buscar los zapatos, organizar todo para la fiesta. Había resultado para ella, un tanto agotador, además tiempo atrás había empezado una dieta, para lograr lucir bien en la vestimenta que tanto le gustaba, sin contar la visita al dentista y a la naturista, para beber una hierba especial, que ocasionaba que se relajara. No se le escapó ningún detalle.

Kagome colocó el otro pie sobre el siguiente peldaño, avanzando con diestra elegancia. Pudo ver a Inuyasha desde arriba. Los labios, sonrosados y brillantes por el Lipstick, se curvaron en una sonrisa que era de aspecto malicioso, casi lascivo.

Sus largas piernas, con aquel vestido rojo, lucían oportunamente con un toque sensual. Kagome amaba ese vestido, que quizá no era del mejor diseñador de Japón, pero le había llamado la atención de forma mágica, tenía olanes y una hermosa flor como adorno, además era de un tono rojo opaco. Y ese era justamente el color favorito de Inuyasha. Aquel atuendo, era absolutamente perfecto para la ocasión.

Kagome bajaba la escalera cuidando de mantener la cabeza en alto, quería verse hermosa e indómita antes los ojos de su Inuyasha, en la mente de ella revoloteaban cientos, y hasta miles de ideas sobre lo que Inuyasha podría decirle, no esperaba nada fuera del otro mundo: un 'Dios, luces más hermosa que nunca' o quizá 'No me había dado cuenta de lo bella que eres' estaban bien.

Paseó la mano de forma elegante por el barandal de la decorada escalera.

« Cabeza arriba, hombros atrás, camina derecha… camina derecha » se dijo, con gusto y emoción. Sus pies por fin hicieron aterrizar su cuerpo grácil en el último escalón, y fue entonces que se dio cuenta que Inuyasha estaba embelesado con el árbol navideño.

—Inuyasha, nos vamos —sonrió, su momento no se iba a arruinar.

—Síp —ella le extendió la mano, y él la tomó, pero sin mirarla. Los ojos del muchacho aún seguían fijados a las luces centellantes—. Qué lindo árbol, no lo había notado hasta ahora y esas luces, ¡Wooo! Kagome, es genial —parpadeó—. En serio… WOOOOOOO.

—Sí, g-genial —Kagome haló un poco a su novio para así tenerlo cerca y que él pudiera apreciarla—. Pero, sabes…Yo…

—WOOOOOOOOOOOOOOOOO… —sus ojos dorados no podían despejarse del asombroso espectáculo que ese extraño árbol le brindaba.

—¡Ahh! ¡Ya deja de ver las malditas luces del árbol! —chilló, casi histérica y muy decepcionada, pero ese chillido sirvió de algo, Inuyasha por fin desvió su mirada hacia ella. Entonces, Kagome sintió algo de esperanza, sabía que Inuyasha no era de los chicos cursis y románticos, pero al fin de cuentas era una noche especial y ella esperaba un cumplido dulce que la hiciera enamorarse más de él.

—Kagome, qué extraño vestido traes, ¿No es un vestido para niñas?… com-como que te ves más ancha ¿No? —dijo él con inocencia, moviendo los brazos, queriendo expresar con sus manos la palabra 'Ancha'

Ella, sólo sonrió con un tic en el ojo mientras asentía, con una cara de psicópata que él no notó, Kagome no dijo nada, pero… pero Inuyasha podía decirle 'Adiós' a la gran noche de fin de año.


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N/A:Y ahí está, algo corto pero, pero rayos tenía que escribir más, ¿Review :3?