Tenía que disfrutar del dulce de chocolate que tenía en frente, así que me dirigí hacia el banco más apartado del parque que quedaba cerca del departamento, me coloque mis audífonos y la canción no pudo ser la más idónea, Without you… en la voz de esa chica podía apasionarme por mi pequeña tentasión mientras saboreaba lentamente en conjunto con la paz de esa tarde, sabia a gloria y a mi niñez, y como todo lo extremadamente fantástico de la vida duró poco, hice una mueca cuando solo quedaron migajas, ni modo, me resigne mirando al cielo sabiendo que la tarde también había terminado y me dirigí a casa. Al abrir la puerta una discusión estaba esperándome, ambas me miraron como si yo tendría que ponerle fin con algún comentario pero ni siquiera sabía a qué se debía el alboroto, las adoraba pero eran totalmente opuestas.

- Candy tienes que saber algo espantoso y Patricia – enfatizo su nombre y la miró con dureza – le dio la dirección de nuestro departamento a un desconocido – frunció el ceño y yo arque las cejas con asombro, cuando mire a la aludida se encogió de hombros

- ¡Las cosas no sucedieron asi! – se defendió colocando las manos en su cintura eso era extraño en la muy calmada Patty si hacia eso tenía un muy buen argumento, pero la interrumpí alzando la mano, les sonreí a ambas

- ¡Muy bien! Fue un largo día de trabajo y tengo que escuchar todo esto con algún café y galletas

- Hay café hecho y galletas en la despensa esto tenemos que hablarlo urgentemente

Annie se veía más preocupada que molesta y Patty ponía los ojos en blanco, esto se pondría muy entretenido, reprimí una sonrisa mientras alcanzaba las galletas y servía el café detrás de la barra de la cocina, seguían debatiendo entre si fue correcto o no y en cómo era un descuido peligroso, por lo que iba entendiendo ella no lo conocía, y no tenía ni su teléfono.

- ¿Patty puedes explicarme desde el inicio como fue que paso? Ya que no sabemos quién es el sujeto

- Se llama Stear - sonrió

- Stear qué?

- No lo sé

- Annie se llevó las manos al rostro – ¡no puedo creerlo! Por lo menos con un apellido podría buscarlo en la red, daría con los orígenes hasta de sus abuelos, ¡pero Stear! ¡Stear no es un nombre real siquiera! Debe ser algún estafador o… - abrió los ojos lo más que pudo – violador – susurro

- ¡Ya basta Annie! – Patty estaba dispuesta a defender el caso y yo mordisqueaba mi galleta – es real y no es nada de lo que te imaginas debe ser Arquitecto le ayude con unos planos la primera vez que lo ví

- ¡Espera! – se ponía mejor – ¿la primera vez? ¿Es decir, lo viste varias veces?

- Si el… está casi a diario en la estación en donde tomo el bus a el Colegio – y con eso su cara cambió al instante por una de tonta, si era grave – siempre nos saludamos de lejos, tomo el 45 y él se queda esperando no se cual…

- Seguro que ninguno, te está marcando como los secuestradores o los sicarios – replicó Annie y me dieron ganas de reír, pero no lo hice sabia que se pondría peor

- Le decía a Annie – hizo el mismo énfasis en su nombre como ella lo hiciera antes y reprimí otra sonrisa en mi café – que no nos dio tiempo, para mi sorpresa se subió en el mismo bus que yo y me miro de esa forma tan dulce, hablo de cosas que ya no recuerdo tanto y cuando me di cuenta también estaba hablándole fue muy corto – como mi pastel de chocolate, pensé, - llegue a mi destino y el me dijo muy rápido que me invitaba a un local nuevo de su hermano… que iría a buscarme hasta mi hogar, así que en cuestión de segundos… no quería perder esa oportunidad, le dije si y le di escribí la dirección muy en contra del tiempo de la gente y el conductor.. fue todo.. – me miro con un suspiro – ¿No te parece romántico?

- Annie esperaba que dijera que no pero me parecía de hecho muy buena historia, digna de un libreto de enamorados - si lo es, además si viene hasta aquí estaremos preparadas para el interrogatorio, no esta tan mal

- ¡Como que no! ¡Candy por favor! – soltó un bufido de frustración – Pero que te cuente la mejor parte... viene esta noche y no solo por ella también por nosotras

Entonces si no aguante mas y reí a carcajadas muy a pesar de la seriedad de ambas, Annie era tan fatalista que de alguna gota pequeña hacia una mar

- ¡Uy! ¡Que miedo! Déjala en paz Annie no saldrá de aquí sin que nosotras lo interroguemos y sepamos todo de él hasta el origen de sus abuelos – le guiñe un ojo para que se relajara pero pareció preocuparse mas

- No entiendes estamos involucradas porque nuestra queridísima Patricia nos incluyó en sus planes de esta noche

- La sonrisa se me borro de golpe y la miré con los ojos abiertos de par en par - eso si no me lo esperaba

- Es que… lo siento mucho pero le hable de ustedes, solo las mencioné y el dijo que era perfecto porque su primo está de visita y…

- ¿!Ahora también tenemos una cita!? – exclamé y entendí la actitud de Annie al instante

- No es una cita es solo… bueno no quiero que me dejen sola, el vendrá por las tres a las 8 – compuso una mueca con una súplica a la vista – sé que Annie no querrá ir pero tú debes ir por favor Candy te lo compensare, lo prometo

- Ah no! No seré la mala, además me voy a morir de la preocupación con ustedes dos en no se sabe dónde ni con quien

- Entiendo… - mire el reloj, tenía que ir con ella, nunca me había pedido un favor así, le había hecho montones a Annie pero Patty nunca, se lo debía - tenemos dos horas para arreglarnos – la vi sonreír y salir corriendo a su habitación mientras Annie me miraba negando con la cabeza

- No puedo estar más extrañada de tu respuesta igual me parece toda una locura, ¿y si ese fulano no viene?

- Entonces Patty estará muy triste, desilusionada y nosotras saldremos igual a tratar de que se le pase – puso los ojos en blanco con resignación y dio media vuelta al tocador supongo, mientras termine mi café sirviendo un poco mas, lo necesitaría más que nunca para no aburrirme cuidando a la que consideraba también como una hermana de no arruinar su historia romántica

Nos conociamos del colegio, luego Annie se fue a estudiar dos años a Europa y Patricia a otro estado, siempre fuimos muy amigas estando en cosntante comunicación, Annie se graduo en Marqueting, Patty era maestra de idiomas y Literatura mientras que yo me hice enfermera, volvimos a coincidir en Chicago en donde rente el departamento mas grande a peticion de ellas, decian que querian vivir separadas de sus familias que siempre las sobreprotegian, pero aun tenian a sus padres, los mios ya no estaban es este mundo, mi tutela hasta la mayoria de edad estaba a cargo de mi tio Jhon White que estaba en Nueva York era un buen hombre, lo queria muchisimo, nunca se casó y jamas me dijo por que. A diferencia de mis amigas yo no me crie con tanta opulencia pero jamas me falto el cariño, ellas eran las hermanas que nunca tuve, mi familia.

Nos disputábamos por un pedazo de espejo del baño ya que Annie tenía acaparado el de su cuarto con miles de cosas, arregle mis rizos y ajuste mi camisa, habíamos discutido que usar Patty nos dijo que él era muy elegante así que usamos lo mejor que teníamos aunque quizá iríamos solo a un bar, con tan poca información no podíamos esperar nada

- ¿Y si no vine? – pregunto con cierta tristeza, realmente le gustaba el sujeto

- Si lo hará y de todas formas si no lo hace el Lunes si está en la estación podrás ignorarlo – sonreí cuando ella lo hizo

Entonces sonó el timbre, todas corrimos pero Annie fue primero, tomo un inofensivo llavero en forma de hoja y lo sostuvo de forma amenazante pero no asustaría a nadie, cuando abrió alzo la barbilla como siempre hacia y escuchamos la voz de un caballero, la vimos aflojar el llavero y sonreír de pronto, entonces lo hizo pasar, también sonreí, traía unas flores amarillas preciosas me sonrió y miró a Patty quien no le apartaba la mirada, nos lo presento como un amigo, creo que debió hacerlo como un desconocido

- Alistear – tomo mi mano sonriéndome, tenía un aire a doctor, o será que yo veía demasiados a diario, con su mirada tierna detrás de sus anteojos ya me tenía en el bolsillo, era un tanto tímido y bohemio así que hice que se sentara para comenzar con nuestro interrogatorio, Annie ya estaba preparada

Tardamos 10 minutos en hacer lo que debió hacer Patty en el bus pero seguro estaba ocupada babeándose y con razón, el hombre era apuesto, dulce, caballero e inteligente, Ingeniero, joven, con un hermano menor y una familia que en sus palabras definió como enorme pero distanciada, iríamos a un Restaurant Bar nuevo propiedad de su hermano llamado Diamond´s, y un auto nos esperaba abajo, Annie de disculpo unos minutos después de la charla, la conocía muy bien iría a rastrearlo en la red y verificar el auto, cuando la volvimos a ver venia con un hermoso vestido azul eléctrico muy elegante acompañada de una sonrisa de oreja a oreja, Patty y yo nos miramos por un segundo con la misma respuesta en nuestras mentes, Stear como le decían de cariño, estaba aprobado, para mi sorpresa al salir no estaba un auto sino una Limosina negra, ahora fue mi turno de temer, Annie estaba feliz y Patty se dejaba llevar ellas estaban acostumbradas a esas cosas pero yo… era algo incomodo.

El sitio parecía de oro, brillaba por todos lados con letras doradas, elegante con música en vivo, pasamos por un inmensa alfombra roja, el lugar estaba lleno, pero teníamos un paso al fondo, la gente nos veía al pasar de reojo y si algo me ha enseñado la vida es que aquello era o muy bueno o muy malo, no me arrepentí de llevar mi vestido mas bonito, aunque extrañe mi pequeño momento con mi pastel en el banco del parque, unas horas después había pasado al otro extremo. Subimos unas escaleras desde donde se podía ver todo el lugar y al fondo estaba una mesa iluminada con un farol que parecía estar rodeado de diamantes bajaba desde el techo, mientras nos acercábamos tres hombres se pusieron de pie, esperaban y juro por Dios que no había visto de cerca a unos rubios tan apuestos, parecían de revista, como esos que colocas en posters y dudas de su existencia, ¡bah! Estaba pareciéndome a Annie, pero realmente lo eran, me detuve ante ellos y fue entonces cuando transcurrió todo en cámara lenta, como pasajes de un carrusel.

El primero tomo a Patty de la mano indicándole que podía llamarle Archie, luego la abrazó como si la conociera de toda la vida, era el hermano de Stear, El segundo era un hombre alto su cabello ligeramente le caía sobre su frente y llevaba una barba rubia perfectamente cortada, no sonreía pero hizo una inclinación hacia ella saludándola con ambas manos cubriendo la suya, le dijo que era un honor la llamo por su nombre, era imponente, el tercero… ¡oh Dios! Me estaba mirando, ¿por que me miraba?, el era risueño, saludo a Patty con un beso en la mejilla y dijo que era la manera como se hacía en Estados Unidos a forma de broma. A Annie, el primero la tomo de la cintura con una mano dándole un beso en la mejilla eso la sonrojó, lo noté, pero porque la conocía desde niña a los ojos de los demás era perfecta, el segundo solo le extendió la mano repitiendo la inclinación y el tercero, seguía mirándome antes de desviar la mirada a ella y darle el mismo trato que a Patty. Bien, ya debería saber a qué atenerme, de cerca y en primer plano era otra cosa, no sabía cómo hacia estas personas para reflejar tanto y tan poco, Archie me guiño un ojo antes de saludarme con una sonrisa típica de un seductor, con movimientos exactos a los de un picaflor, conocía muy bien a ese tipo de hombres, el rubio de la barba se presento como William antes de tomar mi mano, cuando mire sus ojos demasiado azules casi pude ver que me sonreía, aunque en sus gestos no había ninguna sonrisa, luego estaba Anthony, "el primo de visita", con una sonrisa traviesa me beso ambas manos mirándome fijamente.

Nos sentamos al rededor de la mesa y fue entonces que la burbuja reventó, ya no transcurrió el momento más raro, emocionante y atemorizante que había vivido, sentí en ese breve momento que mi mente hizo lento como si fuera el preludio de algún evento mayor, como al borde de un abismo, como si nos conociéramos de otra vida y en ese preciso instante el destino nos puso a todos allí, todo acabo, escuche la música nuevamente, mire la gente y el lugar, Annie exclamaba que era precioso de forma coqueta, no la culpaba ellos debían pertenecer a alguna secta de adonis, particularmente hombres así nunca están solos, las conversaciones se hicieron amenas, un mesero bien vestido sirvió whisky a los caballeros y a nosotras una bebida que Archie sonriente dijo que era una especialidad para las damas hermosas, aproveche ese instante en que todos probábamos el trago para mirar sus manos, sin anillos a excepción de uno, ¡lo sabia!, Al que llamaban tío, el señor William estaba casado, llevaba un anillo de oro en su mano derecha, parece que lo mire demasiado tiempo porque cuando alce la vista vi por fin algo parecido a una sonrisa mientras me miraba, me ardió el rostro y desvié la mirada.

- Yo quiero conocer esta historia, ¡desde cuando están juntos? - Anthony pregunto a Patty y Stear que en seguida sonrieron sin saber que contestar, no estaban juntos ¿o si?

- Stear se acomodo los lentes con esa timidez tierna - La verdad es que todo esto es mi culpa, he visto ha esta hermosa chica cada día durante casi un mes y no me atreví a hablarle o cuando iba a hacerlo se nos escurría el tiempo, así que Archie literalmente me alentó a hacerlo, y es que no sabia que decirle o como empezar y pues.. la excusa de la inauguración mas la llegada de Anthony... - la miro a los ojos y me hizo sonreír la verdad era que Patty tenia razón era sumamente romántico todo ese asunto - Quizá no estaba preparado para que me dijeras que no por atrevido, nunca me hablaste tampoco - ella le sonrió mordiéndose el labio y el nos miro de pronto - ademas era una oportunidad para conocer a sus hermanas, hablo hoy con tanto orgullo de tenerlas que podría ser menos incomodo si hiciéramos un grupo, en esta familia no se habla mas que de negocios, con ustedes aquí estos pillos - señalo a los rubios - no mencionaran acuerdos

- ¿¡Así que convertiste esto en una cita Grupal¡? - exclamo Archie con una sonrisa y palmeo el hombro de su hermano - lo siento chicas pero he escuchado sobre Patty cada cena no es justo que esta primera cita suya sea compartida, si no les molesta que los dejemos solos para que dejen de ser conocidos desconocidos ...

- No nos molesta - Annie y yo lo dijimos al mismo tiempo y tan rapido que la desicion fue unanime, para tranquilidad de todos Archie tenia ya pensado todo y aunque el lugar estaba lleno el mesero los condujo a una hermosa mesa para dos - Creo que esto me hace sentir mejor, me sentia como en una cita a ciegas del colegio aunque no creo que ustedes tengan proplemas para conseguir citas - no supe porque de pronto dije algo asi, fue instintivo pero me arrepenti casi al instante, Annie rió por lo bajo y yo compuse una mueca ganadome la risa de los caballeros

- Yo debo confesar que se me hace dificil, las chicas demandan un tiempo que no tengo - menciono Archie

- Conseguir compañía no es el problema, la adecuada si, Stear probablemente nos hizo un favor esta noche - cuando lo dijo no sabía que pensar de esa respuesta, el señor william era indesifrable... ¿probablemente?

- Yo acabo de llegar, pasaré unos meses aunque casi no recuerdo Chicago me gustaria que si no tienen inconveiente y ya que mi tio y Archie no tienen tiempo ustendes podrian un dia darme un pequeño tour, a menos que esten comprometidas - esto fue un arma directa, lo que yo llamo anzuelo, debia reconocer que Anthony era muy simpatico

- Sería algo muy bueno, Candy saldra de Vacaciones en unos dias, yo tengo que abrir la tienda, podrian ir juntos al parque le encanta pasar tiempo alli y es hermoso, aunque no lo crean nosotros somos unas mosqueteras, sin compromiso - miro hacia la mesa en donde estaba Patty - hasta hoy supongo - sonrio sorbiendo del trago y en dos segundos me comprometió, no podia decirle que no

- Estare encantada Anthony - de verdad lo estaba

- Candice nada me complace mas y no estoy seguro de como mujeres tan bellas no estan comprometidas pero supongo que es una suerte para mi - y son su broma entre risas dejo claro que era soltero y sin compromisos - sonrei - ¿te gustaría bailar conmigo? - me extendió la mano y no lo dude, me gustaba bailar, hacia mucho tiempo que no lo hacia, tome su mano

La música era lenta y preciosa, cerca de el me sentía algo nerviosa, su picardía, sus ojos, su sonrisa, y esa colonia que usaba me hacían pensar que bailaba con un principe, me deje llevar por ese momento que me pareció tan mágico, cuando terminó me pareció que el señor William tal vez tenia razón y Stear nos hizo un favor a todos. al volver en la mesa hablaban de negocios, Annie estaba entreteniendolos con miles de ideas y por supuesto hacer conexiones para su beneficio, me preguntaron a que me dedicaba y quedaron sorprendidos, aunque no mas que yo al enterarme que eran los principales miembros de una corporación inversionista super importante en el mundo.. y se veían tan sencillos, Anthony tenia el típico acento británico, Archie una combinación muy sexy de la americana británica, pero el señor William hablaba distinto otro tipo de acento

- ¿de donde es exactamente señor William? - pregunte con demasiada curiosidad

- Edimburgo - y cuando lo dijo sono genial en su acento, entendi por que estear decia que eran una familia enorme pero distanciada, no quise preguntar mas de la cuenta aunque asumi que su esposa quiza tambien hijos estarian alla - llevo 6 años residenciado en America, aqui y alla, no he vuelto demasiado tiempo

- ¿Annie te gustaría acompañarme?, necesito tu opinión profesional, ademas me gustaría enseñarte el local, si nos disculpan los presentes volveremos lo antes posible - Archie sonó muy ejecutivo pero Annie acepto la proposición como si se tratara de una cita, en cuanto se fueron yo quede sola frente a dos grandes de la industria, no teníamos nada profesional que compartir así que les pregunte por sus lazos familiares, resulto que Anthony si era su sobrino directo, hijo de su única hermana, Archie y Stear le decían tío abuelo solo por molestar, aunque si eran parientes de esa clase, lo que note era que no reía de nada, era amable y dulce pero su sonrisa era ausente, todo lo contrario de Anthony vivaz y risueño, se parecían mucho pero notaba sus diferencias aun cuando los acababa de conocer, no solo era su manera de ser sino física, los ojos del señor William eran mas claros y parecían contener un montón de preguntas, sin embargo su sobrino daba todas las respuestas con su mirada. Un hombre se acerco y saludo a ambos que se colocaron de pie, se veía también muy importante, con una excusa obvia de negocios se llevo a el señor William quien me aseguro que regresaría tomándome de la mano, eso fue el teatro que creó para safarse del sujeto cuando quisiera, mejor volver por una chica que por su sobrino, me hizo sonreír, eran personas que pedían a gritos salir de la rutina laboral, había tenido muchos pacientes enfermos de stress y de trabajo

- Nos dejaron solos señorita enfermera - sonrió - la verdad es que me encanta la idea de reconocer Chicago, no venia desde niño y.. podrías darme tu numero de teléfono? no quiero que me pase como a Stear - me hizo reír hasta que recordé que no tenia teléfono, mi cara cambio desvié la mirada y resople recordando

Por enecima vez vibraba el teléfono, puse los ojos en blanco ya no quería escucharlo pero aun así lo saque para borrar los mensajes y bloquear al insistente, pero en lugar de ello los abrí y los leí, estúpida masoquista, mas de lo mismo, entre perdóname, hablemos y te extraño, bla bla bla, había llorado demasiado por ese idiota, me envió una foto juntos en Nueva York, me ablando por un instante y al recibir la llamada entrante conteste, estaba lloviendo mucho, debajo de mi paraguas caminaba por la calle fue un error contestarle otra vez, aun así lo hice con rabia, tal vez conmigo misma

- ¿que es lo que quieres?

- por favor, siquiera dame la oportunidad de explicar...

- ¿explicar que? ¿que estabas conmigo y con otra? y es inútil que lo niegues vi sus fotos juntos por todas partes, a diario, las publicaciones, las entrevistas, la prensa los anuncia comprometidos y yo esperándote como idiota a que terminara tu gira

- Candy, las cosas no son así sabes como es la prensa y..

- ¿Me crees estúpida? te conozco y por mi puedes..

- ¡Esta bien es cierto!, paso algo entre nosotros pero solo me sirvió para darme cuenta que sigo enamorado de ti... igual todo esto es publicidad para mi disco ella es famosa

- Jamas lo había admitido y muy en el fondo tenia la ilusa esperanza de que no fuera cierto, me dolió hasta el alma - ¡te odio! solo déjame en paz, no me llames mas, no me busques

- ¡por favor no me pidas eso yo... - corte la comunicación, hice una pataleta, sentía el corazón pequeñito dentro de mi pecho y lance el teléfono con fuerza a la calle, cayó en un charco, era caso perdido, no me moleste siquiera en comprar uno nuevo, tenia métodos para averiguarlo, con el tiempo me sentí mas libre sin el, sin enterarme de las fotos y de los amigos diciéndome que lo vieron con ella preguntando si todo había terminado, sin darme cuenta pasaron 8 meses y yo no necesite mas del exclavisante aparato hasta ese momento

- Lo siento no vas a creerme pero yo... tuve un altercado personal con mi telefono hace un tiempo y no volvi a comprar otro.. es que... bueno..

- ¡Esta bien!, te creo si me dices que de verdad me mostraras ese parque que tanto te gusta

- Si, claro que si... ¿puedes el Sábado? hay carritos de comestibles y niños por todas partes es increíble a la vista no tan solitario

- Entonces... el sábado - con esa sonrisa convencería a cualquiera, ya era hora de salir y conocer a alguien nuevo, de sentir...


Hola Hola...quise dejar de escribir un buen tiempo pero las palabras e historias se agolpan en mi mente, esta vez, usare otra modalidad construire esta historia paso a paso, esto es lo que tengo hasta ahora y con sus comentarios ire armando el resto les dejo para mucha imaginacion por que la tienen y me encanta, quiero aclarar que este es y siempre sera un Albert Fic por que soy fan eterna del principe de la colina. Los fines de semana sera cuando haga las publicaciones...

La historia es mia pero basada en los personajes de Candy Candy un manga japonés escrito e ilustrado por Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi... Como siempre los tomo para dar forma a otras historias.

Abrasos a todas desde un rincón un poco frió del sur