¡Atención! Éste fanfic se está rescribiendo, en éste momento dejo éste mensaje aquí para avisar. Cuando comience a remplazar los capítulos lo iré avisando en cada capítulo, para que los que estén al corriente no se sientan confusos con el material nuevo y el que ya existía. Gracias por su atención.


A pesar de ser el primero que hago, este fic es Yaoi. Si este género te parece reprobatorio o desagradable, no lo leas.

Duelo Xiaolin no me pertenece.


Capítulo Uno: El Viejo Guerrero

La pequeña criatura que cargaba entre sus brazos estaba ilesa, solo cubierta por la sangre que provenía de su salvador, quien yacía en el suelo, abrazándola en un último gesto de amor.
El guerrero, sin tratar de ocultar su horror ante la acción, se acercó inmediatamente y al arrodillarse a observar de cerca de la situación, no pudo contener una mueca de dolor cuando el otro joven cerró sus ojos fuego por última vez.


Lo más cansado de ser un monjes Xiaolin era el tener que hacer tareas. Eso era lo más interesante de lo que quejarse mientras acomodaban por orden los pergaminos del Maestro Fung. Leyendo y ordenando, desde el estante más alto de la habitación hasta tener que guardar otros en cajas, era simplemente aburrido.
-Vamos, queridos compañeros-Omi sonrió intentando levantar los ánimos de sus amigos-nada es mejor que sentirnos satisfechos de cumplir nuestras obligaciones a la mano de la letra.
-Al pie de la letra.-Aclaró Clay.
-Eso también.
-Pero nada es más aburrido que estar encerrado acomodando papeles enrollados todo el día cuando podríamos estar afuera entrenando.-se quejó Raimundo. Frustrado, tomó un grupo de pergaminos en brazos y los metió descuidadamente en un cubículo del estante.
-¡Hey! El Maestro Fung dijo que debíamos tener todo limpio y ordenado.-Omi se adelantó.
-Pues ordena esto.-el brasileño sonrió malicioso y le lanzó un pergamino al pequeño monje, que distraído al querer llamarle la atención recibió de lleno el golpe en su gran y amarilla cabeza.
-¡Raimundo, deja en paz a Omi!-Kimiko defendió a su amiguito lanzando otro pergamino a Raimundo como respuesta.
Los monjes comenzaron a discutir más de lo normal, comenzando una guerra de pergaminos que volaban de un lugar a otro, en un principio el joven tejano no tenía la intención de meterse en ellos cuando recibió un certero ataque que lo hizo cambiar de opinión. A final de cuentas, en uno de sus grandes saltos en tan pequeño espacio, el pequeño Omi interceptó directamente contra un estante que hizo temblar la pared y hacer caer todos los pergaminos que ya habían ordenado.
En lo alto de la montaña que cubría a sus amigos, Omi abrió los ojos recuperándose del impacto sosteniendo su cabeza sin levantarse, cuando algo evitó su visión.
-¡Ahh!¡Auxilio, amigos, estoy ciego!-agitó bruscamente sus brazos y piernas.
Los demás comenzaron a salir lentamente, mientras el pequeño se daba cuenta de su error al quitarse de encima una pequeña hoja que había salido volando en el alboroto y había caído suavemente sobre su cara.
-Vaya¿Qué es esto? No parece un pergamino.-observó interesado, era una fotografía antigua, amarillenta y con colores cafés y naranjas opacos, en ella lucía claramente la imagen de un monje, tal como lo demostraban sus ropas. Tenía la piel clara, según lo dejaban ver los contrastes de la foto, y el cabello largo, pero alborotado, era alto y atlético, como se entendería siendo un monje guerrero, parecía ser ya un adulto joven, en sus manos este sostenía un bastón de madera, parecía una imagen después de un entrenamiento.
-¡Que guapo!.-exclamó Kimiko, pues ya los demás se habían acercado hacía unos momentos a ver la imagen-¿Quién es, Omi?.
-Nunca antes había visto la imagen de este guerrero.-respondió en su normal tono entrecortando las frases.
-No sé que tiene de especial.-exclamó Raimundo, incómodo.
-Parece ser un vaquero de las viejas andadas.-comentó Clay.
-Hmm…-Omi volteó la imagen hacia diferentes direcciones-No le veo apariencia de vaquero, Clay.
-Se refiere a que por la antigüedad que muestra la foto, debe ser un viejo monje, tal vez ahora tenga la edad del Maestro Fung.
-¡Ya sé, preguntémosle!¡preguntémosle!.-Omi saltó emocionado, saliendo de allí rápidamente.
Raimundo sonrió siguiéndolo-Muy bien, algo mejor que hacer, lo que hice sirvió de algo.
-Eso no te quita que seas un tonto.-Kimiko pasó de lado riendo, dándole un suave golpe en el hombro.


-¿Qué estás haciendo?.-susurró el pequeño monje acercándose a su compañero con cuidado, preocupado de ser sorprendido por su maestro.
-Cosas.-contestó simplemente, sacando de su bata otro de sus extraños instrumentos y picando aquella caja que traía.
-Pero… ¿Qué es…?.
-Sein…
Ambos se quedaron estáticos.
-¿S-si, Maestro?.-preguntó nervioso el primer monje.
-Por lo que veo estás muy entretenido conversando con tu amigo Jack¿no es así?.
-D-discúlpeme, Maestro, es que…
-Jack…-el hombre se acercó al otro chico, cubriéndole la luz.
-¿Si?.
El Maestro extendió la mano-Por favor, dame ese juguete.
-¿Qué?.-el niño dudó-Pero…
-Dámelo…
Habiéndolo ocultado tras él, volvió a sacarlo para entregárselo a su Maestro. Éste lo observo y comenzó a mover la pequeña palanca que sobresalía, como acción continua, otro pequeño juguete que se encontraba a un lado de Jack se levantó y comenzó a moverse.
-¿Qué es esto?.-preguntó con curiosidad, claramente intrigado, pero sin quitar su expresión apacible.
-Bueno…-el niño se sonrojó-es, bueno… como… en sí lo que hace es controlar al muñeco desde lejos…
-Hmm…-el Maestro oprimió uno de los botones y al muñeco le salió un alambre de su cabeza del cual se abrió una hélice haciéndolo elevarse un poco.
-¡Cuidado, Maestro, aún no termino el modo de vuelo!.
Pero ya era un poco tarde, pues en el mismo instante se descontroló y rompió uno… dos… tres jarrones antiguos y una ventana, por la que salió volando, y los tres presentes alcanzaron a escuchar la explosión afuera.
Sein, siendo el primero en reaccionar, volvió a acercarse a Jack como la primera vez.
-Estás en problemas…
Le esperaba un arduo castigo.


Chase sintió erizársele la piel cuando un nuevo Shen Gon Wu se reveló. Le parecía de mala educación un suceso así justo en el momento que dejaba caer el líquido de la lata de sopa de dragón sobre el caldero donde pensaba cocinarlo a su gusto.
El ave de Atenea: un Shen gon wu que siempre daba una respuesta sensata. Nada útil tratándose de él, después de todo, no necesitaba consejos ni los quería, era Chase Young, guerrero inmortal e imponente ante todos, un Wu así sólo podría causarle una deficiencia a su propio entendimiento, después de todo, el Ave de Atenea tenía la función de responder preguntas a problemas o situaciones difíciles, como el cual tipo de estilo de pelea es mejor usar contra cierto enemigo, o cuando caes en dudas profundas, tratando de que las cosas salgan lo mejor posible, con la intención de que ayude a su portador y de las personas a las que desea beneficiar. Esto se volvía molesto cuando la persona comenzaba a depender únicamente de las decisiones del Wu.
Los monjes Xiaolin no necesitan otra buena influencia, sería divertido ganarles aquel Shen Gon Wu sólo con la intención de que no caiga en sus manos.


-¿Una búsqueda?...-Jack estaba confundido, lo único que llevaba consigo era una pequeña bolsa sujeta a un bastón donde guardaba las cosas más indispensables: ropa, algo de alimento, y una que otras varias llaves inglesas.-¿Cómo diablos voy a encontrarla?.
La búsqueda que debe hacer todo aprendiz, ahora estaba lejos del templo, en los campos, completamente solo, su mejor amigo Sein había tenido que tomar el camino contrario, eran sólo niños, y ahora… no tenía idea de por donde empezar.
-Un largo viaje sólo puede ser emprendido en cuanto se da el primero paso hacia la respuesta.
Aquella voz a su espalda le causó un escalofrío y un terrible sobresalto, volteó rápidamente pero no había nadie.
-La búsqueda de una cuestión que resolver, es una idea interesante.-volvió a escucharlo, pero no había nadie, se había puesto muy tenso, comenzó a sudar frío, pero después ya no volvió a oír nada y todo volvió a la calma. El pelirrojo suspiró liberando ese peso cuando después, al abrir los ojos, una figura alta se encontraba a centímetros de él.
-¡Ah!.-cayó al suelo de sentón.
-¿Sorprendido, pequeño monje?.La persona frente a él sonreía ampliamente, con el ceño ligeramente fruncido en un gesto confiado. Era más alto que él, sus facciones eran rectas y definidas, su larga cabellera negra ondeaba con el viento y despedía un brillo verdoso, tenía un rostro frío pero extrañamente atrayente, con esos ojos brillantes y amarillos. Todo su cuerpo era cubierto por mallas negras, y encima de éstas una armadura que le daba su aspecto de guerrero.
-¿Q-quién eres tu? …-apenas podía articular-¡¿Q-uién te crees para.. p-para asustarme de esa forma?.
El extraño ofreció su mano, sonriendo con la misma confianza. Jack estaba molesto, no le gustaba ser sorprendido de aquella manera y quedar viéndose como un tonto; lo ignoró y se levantó por su propia cuenta, se limpió la tierra, y luego elevó la vista. Quiso sorprenderlo haciendo un movimiento rápido que fue inmediatamente detenido por el brazo del hombre, quien tomó el brazo con el que quiso distraerlo y golpearlo, para elevarlo en el aire y dejarlo caer de nuevo al piso, de cabeza hacia él.
El moreno se agachó bastante, cruzando sus miradas fijamente; el chico se mostraba enojado, frustrado y humillado, pero jamás había visto a alguien con tal agilidad, y los mechones de cabello negro le rozaban la mejilla.
-Chase Young…-tenía un toque seco pero profundo en su voz al decir su nombre-un placer, joven guerrero.


Como ya dije, este es mi primer fanfic yaoi que escribo, además de ser el primero que escribo de Duelo Xiaolin, la verdad al principio no me llamaba la atención, pero cuando mi hermano me la recomendó le hice más caso y realmente me gustó, tenía un humor agradable y por supuesto, que villanos tan sugoi!.
Lo primero con lo que me vine a parar al buscar algo en Deviantart y en Fanfiction fue yaoi de mis dos personajes favoritos, Chase y Jack. Tengo dos ideas, pero esta es la que más me ha gustado y la que preferí desarrollar primero. La Caja de Pandora llevaba pocos capítulos de haber sido publicado y lo seguí junto con Fuimos lo que Fuimos hasta que acabó, esos fanfics me han dado mucha inspiración y ánimos para escribir este fic, gracias Altebar. Disfruten de la historia.