Es un poco más largo de lo que pensé pero realmente quería hacerlo solo un one shot por eso puse todo aquí; puede que tal vez haga la segunda pero desde la vista de nuestra Temari; sin más disfruten que para mí fue un placer escribirlo

-¿Entonces? ¿Ese bebe no es mío?- la vi acariciar su escaso vientre

-No Shikamaru; lo siento- agacho su rostro, casi podía oírla llorar en silencio

-¿Cuánto tiempo tienes?-la linda problemática frente a mí fue mi novia durante los cinco mejores años de mi vida

-Apenas dos semanas- nosotros terminamos hace tres meses; no sé por qué preguntaba; no había nada que me doliera más en el alma, que la mujer en frente mío me hubiese olvidado tan pronto cuando yo aun la amaba tanto –te juro Shikamaru que fue algo sin importancia; fui una estúpida inmoral, no siento nada por el- de repente empezó a llorar disculpándose como dándome explicaciones y yo no pude hacer otra cosa más que enrollarla en mis brazos, que dios me perdone pero aun la amo como si mi vida solo estuviera en ella

-¿Por qué te disculpas? Tú me dejaste hace tiempo- conforme mas la abrazaba mas se tranquilizaba, lo sé porque ella tiene ese mismo efecto en mi – ¿es que acaso aun me amas?- se tenso levemente ante mi pregunta y de apoco se zafo de mi abrazo protector

-Eso ya no importa; se que te cause mucho daño ese día que me fui, se que te lastime más de lo que nunca nadie te había lastimado- y estaba en toda la razón, estoy seguro que jamás en la vida nadie me causaría tanto daño como lo hizo ella, pero ayer al ver esos análisis de que tal vez un pequeño Nara creciera en su vientre, fue como si jamás se hubiera ido –lo siento tanto Shikamaru, fui la más estúpida del mundo- desde que me daño jamás me volvió a llamar vago ahora solo era Shikamaru y el estúpido imbécil que le entrego 5 años de su vida y aun mas; aunque cabe destacar que no me arrepiento de ni uno solo de mis pasos a su lado

-Para mí podría ser importante- ya sé cuál sería el único paso que cambiaria -¿Me amas? – hace dos semanas, me hubiera asegurado de ir a ese bar, llevarla a mi casa después de que se estuviera embriagando y por ultimo me aseguraría de que ese maldito condón roto solo hubiese dejado a mi hijo en su vientre

-Siempre lo he hecho- una pequeña sonrisita triste se asomo en sus labios, con el dorso de su mano limpiaba sus mejillas, sé que es estúpido pero saber que jamás me dejo ni ha dejado de amarme me hace ser feliz

Con esas últimas palabras fue como se despidió de mi, estaba a punto de emprender su camino hacia su aldea estoy seguro ya no nos volveríamos a ver; por su reciente estado. El camino hacia mi casa fue muy lento no sabía que pensar, el amor de vida se estaba alejando de mi a cada paso pero nada podía hacer yo, o tal vez si

Fue una larga, larga y tendida discusión con mis padres, aunque desde el primer momento aceptaron mi decisión incluso la felicitaron, ellos supieron cuánto sufrí en silencio por ella, pero también le conocían a ella, sabían que ella no era la mujer mala e inmoral que ella misma pensaba, así que la discusión realmente era por lo que iría después; pero de eso luego me ocuparía

Ese día tuve que quedarme a dormir en casa, ya era algo tarde para emprender el viaje nocturno; pero ya hace unas horas que había cruzado las murallas de la arena y ahora estaba por entrar a entrevista con el Kazekage

-Adelante- pase y solo abrir la puerta podía sentir su mirada iracunda llena de odio y enojo con sus codos en el escritorio y sus manos entrelazadas bajo su barbilla –al grano Nara-

-Kazekage sama; eh venido por mi mujer y mi hijo para tomar responsabilidad de mis actos- sus mirada era como de incredulidad

-Cual mujer y cual hijo- hasta este momento no había notado que Kankuro también estaba ahí; él fue quien pregunto

-A Temari Sabaku No y mi hijo que crece en su vientre y por demás está decir que aceptare la pena que se me imponga por actuar fuera de lo convencional-

-No soy tonto Nara sé que ustedes hace tres meses que ya no están juntos-

-Lo sé pero hace unas semanas nos vimos- fue toda mi explicación, ya había planeado como inventar la procreación de un hijo que no es mío por si lo preguntaban, de repente la arena de defensa de Gaara me levantaba del cuello contra la pared

-Tantos años juntos y tu maldita escoria vas y la embarazas cuando ya la desechaste- no iba a decirle que su hermana había sido quien me desecho y no solo eso sino que me rompió en mil pedazos y sin embargo aquí estaba yo

-No fue algo que planeara hacer- hablaba duras penas, era algo difícil con una gran mano de arena cortándote la respiración –pero… quiero casarme con ella-

-Y crees que la mereces estúpido- ahora una gran marioneta me había golpeado fuertemente el estomago –no; pero hare hasta lo… imposible por merecerla- ahora ambas; la marioneta y la defensa de arena me estrangulaban sin piedad alguna

Después de nuestra conversación los hermanos Sabaku no, me hicieron hospedarme en su casa; debían mantenerme vigilado mientras llegaba Temari la cual por cierto estaba de misión, en la cual los tres coincidimos seria la ultima

Habían pasado ya 8 meses desde que Temari se fue de misión, a las tres semanas de que llegue a la aldea; regresaron todos los Anbu que fueron con ella; todos menos ella. Lo único que trajeron de ella fue una carta para sus hermanos donde decía que quería hacer todo eso de su embarazo sola, que volvería en cuanto se sintiera bien, entonces ella antes de irse de misión les dijo de su embarazo pero ellos jamás me mencionaron saberlo; estuvieron a punto de mandar un escuadrón de rescate para traer de vuelta a la princesa de Suna pero lo impedí, si ella quería estar sola y pensar está bien lo haría, porque nadie la conoce mejor que yo. Aun así mandaran mil escuadrones si ella no querían que la encontraran jamás lo harían.

Gaara y Kankuro lo sabían por eso no lo hicieron; recuerdo esa noche cuando platique con ellos como me decían que haría yo si ella regresaba con alguien más, solo les dije la verdad que si esa era su decisión yo la aceptaría, solo vendría a ver a mi hijo y jamás dejarlos solos; estaba consciente de que esa era una posibilidad ; que ella después de algún tiempo me olvidara; Así que como ella no regreso, estoy donde siempre debí estar y con donde siempre debí estar me refiero a en una habitación privada para mí solo porque los hermanitos por fin me dieron una habitación para mí, después de hacerme dormir en la habitación de alguno de los dos durante 4 meses se dieron cuenta que no planeaba escapar, que esperaría aquí a Temari hasta que llegara

Gaara le pidió a Tsunade que me diera una residencia temporal en la aldea de la arena; hasta que decidiera volver a la hoja, ella lo hizo sin ningún problema.

Cada día los cosas eran más pesadas, el vivir tanto tiempo sin Temari era algo aberrante aunque de vez en cuando mandaba alguna carta diciendo que todo estaba bien, pero en las últimas semanas mis esperanzas se habían renovado porque Temari estaría por dar a luz en unas pocas semanas o días, pronto nacería el siguiente Nara, aunque fuera solo por apellido, pero eso no importaba porque si ella me amaba la mitad de lo que yo la amo aceptaría casarse conmigo y juntos criaríamos a nuestro hijo, porque desde el día en que ella dijo que lo esperaba yo lo tome como mío

Apenas acababa de cruzar la muralla de la arena y dos Anbu me interceptaron –Shikamaru Nara; hay órdenes directas del Kazekage sama de que se presente de inmediato en su oficina- solo les asentí, y desaparecieron; Gaara no perdona nada, aun no alcanzaba a llegar de una misión de 3 semanas cuando ya estaba ahí para mandarme a otra, creo que no recuerda que era el vago núm. 1 de Konoha

Y con era me refiero a que ellos no me han dejado serlo; he trabajado tanto en estos 8 meses en Sunagakure que los últimos 3 años en Konoha

Otra vez en la oficina del Kazekage –Adelante- esa voz esa mandona voz; entre tan rápido como pude, solo confirme mis sospechas, ahí estaba ella, sentada en la silla de su hermano; joder que se veía más hermosa de lo que jamás nunca la vi –he platicado con mi hermano- significa que ya está al tanto de mis meses viviendo en Sunagakure

-¿Cuándo llegaste?- quise saber, de haber sabido que llegaba hubiera apresurado la misión todo cuanto pudiera, aunque fuera imposible ya que siempre lo hacía, con la esperanza de que al regresar ella ya estuviera aquí como ahora, pero nunca lo estaba mi esperanza se volvía a romper cada vez que al preguntar solo eran negativas y volvían a crecer mis esperanzas cada vez que salía

-Así que últimamente has dejado lo vago aun lado- por lo visto solo ella estaba autorizado a preguntar

-Un poco solamente- le sonreí y ella me regreso esa sonrisa tan llena de vida propia de ella

-¿Qué haces aquí?- estaba contenta lo podía notar; pero también quería escuchar las razones de mis labios

-Como ya se lo dije a tus hermanos; vine por mi mujer y mi hijo- sus ojos verdes se abrieron mas -¿cual hijo y cual mujer?- sonreí un poco ante su pregunta idéntica a la de sus hermanos cuando dije eso

-Quiero que te cases conmigo problemática; y criar juntos a nuestro hijo-

-¿Cual hijo?- me volvió a preguntar; estaba a punto de sonreír cuando vi como se levantaba de la silla para mostrarme su cuerpo, sus piernas joder, siempre las ame y ahora se veían mas bronceadas y mas carnosas, sus caderas un poco más anchas pero irresistibles, su vientre plano y su pequeña cintura, y ese busto que cuando menos dos tallas si había crecido, sin duda el criar a nuestro bebe en su vientre le estaba sentando muy bien; espera un momento pero su vientre!

-¿¡Ya nació!?- no podia evitar mi sorpresa –yo quería estar ahí- no sé como un bebe ajeno podía causarme tristeza pero es que de verdad yo quería recibirlo en cuanto llegara al mundo; que digo ajeno es mío, mi hijo

-Sí; ya nació y si Shikamaru está bien- contesto lo que estaba por preguntar, se sentó frente a mí en el escritorio mostrándome esas bellas piernas en su vestido morado que le sentaba tan bien – ¿porque te quieres casar conmigo?- pregunto

-Debí haberlo dicho antes pero- me detuve solo un poco para aventarle una cajita que en cuanto tuvo en las manos abrió –llevaba meses planeándolo, ya hasta había pedido una misión a Suna para pedir tu mano, mis papas ya lo habían aprobado solo faltaban tus hermanos y después vendría el gran reto de proponértelo, se que a las chicas les gusta que sea inolvidable por eso me lleve mucho tiempo pero luego… me dejaste- se que al terminar de hablar mi voz se había vuelto solo un susurro –y si aun me quieres aun que sea solo un poco me gustaría me aceptaras y hacer una familia-

-Porque no me lo dijiste- su voz también era un susurro, miraba embelesada su anillo de compromiso que llevaba ya un buen tiempo en mi bolsillo esperando la ocasión adecuada –esperaba el momento adecuado- fue lo único que respondí –me complacería que aceptaras, claro si es que aun no encuentras a alguien más- su rostro se volvió enseguida hacia mi horrorizado como si la sola idea fuera imposible

-Solo déjame recapitular; estas dispuesto a criar un hijo que no es tuyo, viniste hasta acá por mí, bueno por nosotros, le dijiste a mis hermanos que era tu hijo, dejaste que te masacraran sin poner resistencia alguna –un escalofrió me invadió al recordar el día que se los dije; tuve el cuello amoratado durante semanas –tomaste residencia en Suna para esperarme, pediste mi mano, te volviste un jounnin de la arena, esperaste pacientemente y aguantaste a mis hermanos durante ocho meses solo para ver si aceptaba tu propuesta de quedarme a tu lado porque; me dijeron que estás dispuesto a dejarme en paz y botar todo lo que hiciste en estos últimos meses si yo no acepto – solo me encogí de hombros restándole importancia, y la de cosas que aún faltan que tuve que hacer, como que no eh vuelto a mi aldea por no dejar un día pasar sin la esperanza de su regreso -aun después de todo lo que te lastime- su mirada se volvió triste

-¿Creí que ya no me amabas?- dijo con voz triste, me acerque a ella y tome su mentón entre mis manos –pues creíste jodidamente mal- y le bese como hacía meses deseaba hacerlo, devorando sus labios, con mis manos en su cintura atrayéndola más a mí, ella me respondía con el mismo frenesí, sentir sus labios otra vez es la gloria misma, se alejó un poco de mi –yo te amo mas hoy que nunca, pero necesito que me perdones-

-Ese día ya está olvidado problemática- quise volverla a besar pero se negó –ya lo he olvidado todo lo juro-

-No estoy con nadie Shikamaru; casarme contigo me haría la mujer mas feliz del mundo pero aparte de eso hay algo más que debes saber antes de decidir perdonarme-

-No me importa lo que ese día paso entre tú y aquel bastardo, para mi ese día no existe, tampoco me importa lo que haya pasado en estos meses desde ahora solo somos tu yo y nuestro hijo, ese bebe es nuestro y te quiero a ti como mi esposa-

Tomo el teléfono en el escritorio y le dijo a Matsuri que les dijera que ya podían venir –hay algo mas Shikamaru, en lo que espero ya no hacerte aún más daño- pronto por la puesta entraron Gaara con mi futuro hijo entre sus manos cubierto hasta el tope y Kankuro con una pequeña marionetita que seguro es para su sobrino, ellos pasaron al bebe a mis brazos, esperando por mi respuesta, abrí los brazos y lo acune en mi pecho; jamás había sentido algo tan confortante, mi sangre se sentía tibia y conmocionada

-Si hay un solo hombre al que amo más que a ti- mi corazón ligeramente se quebró –y es ese entre tus brazos- mi corazón se compuso; no podía sentir celos de él que sería mi hijo

No veía al bebe pero no podía evitarlo estaba tan emocionado que probablemente lloraría; es que era una emoción de esas que te llegan al alma, sentía su cuerpecito moverse al compas de su respiración y de pronto el tonto de Kankuro tropezó haciéndolo despertar pero el bebe solo se movió lo suficiente como para destaparse su carita.

Abrió un poco sus ojitos, esos ojitos ligeramente rasgados, que parecía haber nacido cansado, esos ojos iguales a los de Shikaku, iguales a los míos; me miro directamente a los ojos y sonrió; su sonrisa suavecita una ligera combinación de la sonrisa de Temari y Yoshino; su cabello negro, negro y rebelde igual al mío y su piel ligeramente bronceada como la de su madre se estaba llenando de lágrimas; lagrimas que no note que salían de mis ojos, aprisione a mi hijo aún más fuerte contra mí, mientras lloraba con los ojos fuertemente cerrados, mi hijo, realmente un domador de sombras, mi corazón se apretujaba cada vez más fuerte y mis lágrimas cada vez eran mas

-¡Es mi hijo Temari!- grite casi inconscientemente sin soltar a mi hijo – ¡Tu no eras de esas mujeres dramáticas que esconden a sus hijos!- empecé a escuchar su risita tan linda como la de su madre, y sus manitas jugueteaban con mis pendientes

-Si Shikamaru; es tu hijo y no jamás lo he sido ni lo seré pero creí que era lo mejor- se paró justo en frente de mí, para recibir mis recriminaciones, sabía que estaba furioso pero contento, realmente contento – nuestro hijo acaba de cumplir un mes; lo supe dos semanas después de que te deje- hizo una breve pausa antes de seguir hablando –jamás he estado con nadie más; solo contigo, lo del bar solo lo invente para tener una excusa, yo volví para decírtelo pero ese día te vi en un bar estabas muy tomado, estabas llorando junto a Chouji, supe entonces que ya te había hecho suficiente daño-

-¿Cómo pudiste?- las lagrimas no dejaban de salir de mis ojos aunque cada vez eran un poco menos

-¿No supe como pedirte perdón y si no me perdonabas? Como iba te iba hacer responsable de algo que a lo mejor no deseabas- me dijo con un deje de miedo y temblor en su voz; estaba realmente molesto –¿¡Que no te perdonara!? ¡¿Que no lo deseara?! Joder Temari he soportado más de lo que piensas estos últimos meses solo para volverte a ver, he estado dispuesto a ser el padre de un bebe que pensé no era mío, ¡Como rayos se te ocurre pensar que no los querría!- sus hermanos no decían nada, ellos mejor que nadie vieron hasta donde podía llegar por su hermana

-Realmente lo siento- ella quería llorar también pero eso no lo permitiría, ella debió sufrir aun más estando sola estos meses con esta culpa en sus hombros, la vi tomar el anillo entre sus manos y extendiéndomelo –Realmente lo siento-

-¡¿Y crees que sufrí todo esto para nada Temari?!- mi hijo bostezaba igual que yo para dejarse llevar por Morfeo –vine por mi mujer y mi hijo y es lo mismo que pienso llevarme- aleje mi mirada de ella para mirar a mi hijo -tu abuelita Yoshino estará encantada de conocerte- le dije a mi hijo –que significa eso Shikamaru?- me preguntaron los hermanos algo desconcertados

-Vine hasta acá a casarme con la princesa de Suna y si ustedes aun me dan su mano- les dije mirándolos a los ojos, luego voltee a verla a ella –y si ella quiere claro; quiero formalizar a mi familia-

-¿De verdad aun quieres casarte conmigo Shikamaru?- sus ojos algo temerosos me preguntaron y yo le respondí –me has dado todo lo mejor de ti en una sola y pequeña personita; sin contar que has sufrido igual que yo o más en estos meses, yo lo único que quiero es ser feliz otra vez con mi mujer y mi hijo y ya no separarnos nunca ya no quiero más problemas- tome su mano que me ofrecía el anillo y lo coloque en su dedo corazón

-Créeme Shikamaru, no podríamos entregarla a nadie que no la amara como tú la amas- me dijo Gaara ese día poco antes de pasarme el brazo de la novia vestida de blanco hermoso como solo lo podría lucir ella –bien hecho Shikamaru! Pasaste todas las pruebas habidas y por haber- dijo Kankuro mientras me golpeaba amistosamente el hombro –sabemos que los cuidaras muy bien- eso lo dijeron ambos

Desde ese día y ese tormentoso año ya han pasado casi otros 6 mas; nuestro hijo mayor hoy le enseña a su hermana pequeña de apenas 4 años recién cumplidos como se juega el "go"

-Que es lo que piensa mi vago amor?- mi hermosa esposa se sentó a un lado mío –que los niños sacaron tu genio problemático- le respondí mientras vi como la menor empezaba a hacer pucheros de rabieta a su hermano- ella sonrió no sin antes darme un beso –pero tu gran cerebro de estratega- ambos se desenvolvían también jugando algo complicado que no cabía duda que son hijos de dos estrategas -aun tengo la esperanza de no lidiar tanto con este- le dije sobando su prominente vientre- ella solo hizo eso que me encanta tanto; me beso castamente y se sentó entre mis piernas, yo solo la abrace fuertemente. Nos amábamos de eso no cabía duda y nos íbamos a amar por esta y mil vidas mas.