Dedicatoria especial: Este fic va dedicado con mucho cariño a Culut-camia, por su post número 10.000.

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto.

Advertencia: Incesto.


Muñeca de Porcelana.

Capítulo 1: La familia.

El corazón actúa por razones que la razón no puede entender.

Una aburrida cena más en familia. Su padre, Hiashi, sentado a la cabeza de la mesa, a su izquierda su hija menor Hanabi, a su derecha Hinata, y al lado de esta su querido primo Neji.

¿Qué es la familia? Muchos se referían a su familia cómo padre, madre y hermanos, cómo mucho alguna que otra mascota podía ser aceptada dentro del círculo. Pero Hinata creía que la familia era algo más, ya que, sentía que no podía llamarle familia a todas esas personas sentadas en la mesa.

Hiashi; la cabeza del Clan, frío, amargado, duro, imponente, cruel y desalmado. Ni para con sus hijas tenía sentimientos. Muchas veces le había dejado en claro lo inútil y poco adecuada que era cómo para ser la próxima líder del Clan Hyuga.

Hanabi; Eran hermanas sólo por sangre, porque su relación era completamente nula. Apenas sí se saludaban. Su mayor problema con ella era que se parecía mucho a su padre.

Neji; A él si que lo consideraba un hermano...o algo más? No sabía bien cómo explicarlo. Él la había salvado de que la secuestraran, era una de las personas que más amaba. A pesar de ser de distintas ramas, siempre estuvo junto a ella. Era demasiado especial cómo para llamarlo simplemente primo o Nichan.

En fin, el punto es que en su 'familia' era tan fría cómo un hielo, tan apegada a las antiguas y estiradas tradiciones como un monje y cerradas cómo el cajón de un muerto. Ella y su familia eran dos polos completamente opuestos, por lo que, cómo lo dicta la ley de la física, chocaban de tal forma que era imposible tratar de unirlos sin crear un desastre en el intento.

Miró a su plato, es cuál ya estaba vacío, porque le habían servido tan poco, que de dos bocados terminó su comida, al igual que su hermana. Ya que, para ayudar a una ninja en crecimiento, debía comer saludable y en raciones muy bajas; algo que hacía que a veces quede en estado famélico.

Luego de la aburrida y monótona cena, la mayor de ojos perlas se fue a duchar para luego irse de a dormir. Estaba debajo del agua tibia cuando sintió un ruido en la puerta, se dio vuelta rápidamente, con algo de miedo, pero luego vio que no había nadie, aunque le llamó la atención que la puerta estuviera abierta. Le restó importancia, cerró la puerta y se siguió duchando.

Luego de salir del baño, se dirigió hacia su cuarto, dónde estaba su querido primo. Al ver la puerta abierto la asaltó la curiosidad, ya que él siempre cerraba la puerta para dormir. Miró hacia dentro y allí estaba, con su semblante relajado, no estaba tapado por las sábanas, y tampoco tenía nada en el torso, su perfecto abdomen estaba al aire.

Sintió un calor arder en sus mejillas.¿Cómo podía estar espiando a su primo? Peor ¿Cómo podía sentirse así por su primo, su familia? Sin embargo, y tras varios intentos, no pudo despegarse de esa pequeña abertura entre la puerta y el marco de esta. Seguía viéndolo cual niña de 7 años mira a una estrella fugaz y pide un deseo.

Escuchó movimiento de parte de de la habitación de su hermana menor, por lo que corrió inmediatamente a su dormitorio y se recostó en su cama. Cerró los ojos e intentó dormir. Una vez más, su primo surcó en sus pensamientos, hasta que por fin pudo quedarse dormida...

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Hinata-sama. La llamó su primo Neji.

¿Sí, Neji-Niisan? Preguntó la de ojos perlas, dándose vuelta lentamente para encararlo.

¿La ayudo a entrenar? Preguntó con la amabilidad que siempre usaba con su prima preferida.

Sí, muchas gracias. Aceptó con una sonrisa, y algo de color rojo en las mejillas.

Fueron al patio de atrás juntos. No había nadie en la casa más que ellos dos, ya que Hiashi estaba en una junta con el reto del consejo del Clan Hyuga, mientras que Hanabi estaba en una misión.

Se pusieron en guardia, por así decirlo y comenzaron a pelear. Por supuesto que el genio se limitó a pelear 'suavemente' para cuidar el estado físico de su prima y no matarla en el proceso. Se asombró, ya que su prima había mejorado bastante desde la última vez que entrenó con ella, que fue cuando Naruto salió de Konoha para su entrenamiento especial, y de eso hará unos 3 meses.

'Naruto' pensó Neji para sus adentros. Ese chico le había abierto los ojos, pero, al mismo tiempo, lo había cegado con un odio imponente hacia él. El porqué era algo que lo enojaba aún más, porque no podía entender cómo podía sentir así, sabiendo que era un error.

La admiración y el odio se mezclaban con la sola mención de su nombre. Lo admiraba por haberle echo ver la realidad, pero lo odiaba, simplemente, porque poseía el corazón de Hinata. Sí, él sabía el amor que ella profesaba por el Uzumaki, y eso era justamente lo que lo hacía sentir esa fea sensación en el pecho llamada celos.

Él tenía el amor de su muñeca de porcelana, Hinata. Así solía llamarla, claro está, en su interior. Con esas facciones tan perfectas, esa sonrisa amable y otros rasgos que caracterizaban a los Hyuga, cómo el cabello largo negro y sedoso, la piel pálida y los ojos perla, pero tenía algo que la hacía tan distinta a ese Clan tan amargo, frío e insensible.

Ella era tan preciosamente distinta. Eso era lo más le gustaba y también, lo que más le preocupaba, pues sabía perfectamente que ella, al ser tan hermosa y la heredera un Clan tan ancestral y poderoso, corría peligro. Pero él sí que estaba preparado y dispuesto a protegerla a toda costa, con su vida si era necesario.

Algo que también le gustaba de su prima era su cuerpo. Este detalle lo había descubierto el día anterior, cuándo, por alguna razón desconocida, la había espiado, en parte sin querer, mientras ella se bañaba. Tenía unas curvas preciosas, sus pechos comenzaban a desarrollarse. Sintió pena al darse cuenta de que su pequeña prima ya no era tan pequeña y estaba tomando la forma del cuerpo de una verdadera mujer.

Neji-Niisan. Lo llamó su prima.¿Sucede algo? Ti-tienes las mejillas rojas. Se alarmó la menor.

El muchacho se enfadó, ya que no le gustaba que supieran lo que pensaba o sentía, o, al menos, que supieran que le pasaba algo y que no estaba sereno, cómo le gustaba mostrarse.

No es nada, Hinata-sama. Contestó cortante, a lo que su prima respondió con un pequeño puchero que intentó ocultar.Perdóneme, no tengo un buen día. Explicó al sentirse culpable.

Esta bien, no es nada. Se recompuso.

Al chico le pareció tan extraño que su prima se pusiera así por un simple comentario, cuando se suponía que estaba acostumbrada a ese trato frío y frase tajantes, ya que todo el resto del Clan la trataba así. Él mayor no tenía idea de que la razón por la cuál Hinata estaba tan sensible era porque no le importaba lo tajante que sean con ella, si no quién era; el simple echo de que su primo la trate de ese modo frío la hacía sentirse pésimo.

¿La ayudo a estirar? Preguntó el mayor.

La menor sonrió: Por supuesto, gracias. Pero esa era una sonrisa falsa; cómo odiaba que la tratara de 'usted'.

Ella se sentó con las piernas estiradas, mientras que su primo se arrodillaba frente a ella y le ayudaba a estirar las piernas, tomando su pie, haciendo flexionar la pierna y volviéndola a estirar.

En el proceso, Hinata notó que su primo estaba demasiado serca de ella, no era que le disgustara, nada de eso, pero eso hacía que se sonrojara al extremo. Mientras, su primo seguía disfrutando de la cercanía de sus labios con los de su prima.

Siguió presionando la pierna de su prima, fingiendo ayudarla a estirar. Sin darse cuenta, la menor fue haciéndose cada vez más hacia atrás, sintiéndose acechada por esa mirada tan fría e inexpresiva que le brindaba su primo, hasta que, irremediablemente, quedó tumbada en el suelo, con su primo encima suyo, el cual tampoco se percató de lo que estaba haciendo, los movimientos fueron más que nada por inercia, pero tenía que admitir, que le gustaba tenerla así de cerca, y en parte lo había echo a propósito.

—Perdón Hinata-sama. —Se apresuró a disculparse, cuándo recobró el sentido y la cordura.

—¡No! —Lo frenó su prima por lo brazos, atrayendolo nuevamente hacia ella.

La reacción sorprendió al mayor, por lo que preguntó: —¿Que sucede Hinata-sama?

—No me llames así. —Dijo, más cómo orden que cómo un pedido.— No me gusta.

Estaba hasta la médula de ese trato de 'usted' tan seco y distante, simplemente, no podía soportarlo más. Podía vivir con la indiferencia de su padre y de su hermana, además de la muerte de su dulce madre, pero no podía con la indiferencia de su primo. No podía con él.

Mientras que el mayor estaba hasta la médula de contenerse con esas ganas de asfixiarla a besos. Toda su vida la había amado, y no, no cómo una simple prima, no cómo su familia. Se enamoró de ella desde la primera vez que la vio, ese día en que le pusieron ese sello del demonio en su frente, recordaba que estaba muy bonita, lo cuál comentó a su padre.

Después de enamorarse, junto con varios sucesos trágicos más, cómo la muerte de su padre, etc, la odió, la odió con profundidad, pero más se odió a sí mismo por quererla y despreciarla al mismo tiempo, a él no le gustaba estar con fundido. Luego apareció el Uzumaki para abrirle los ojos y hacer que la vuelva a amar con plenitud otra vez.

Ahora, la tenía allí, debajo suyo, a su merced.¡A la mierda con la familia!No iba a pasar toda su vida mirándola desde lejos, protegiéndola, pero sin demostrar que la amaba, sin tenerla. Esa era una locura. Por más que él no sea un tipo impulsivo, por una sola vez en su vida, se iba a dar el gusto.

—¿Cómo quiere que la llame? —Preguntó acercándose demasiado.

—No quiero que me trates de usted. —Se encaprichó.

—De acuerdo. —Asintió el mayor, lo cuál sorprendió a la menor.

Sin previo aviso, y preso de sus impulsos, el genio arremetió contra su boca, robándole el aliento. La heredero del Clan se sonrojó al extremo y trató de seguirle el paso, algo muy difícil. Neji tomó ambas piernas de la chica bajo suyo y se colocó entre medio de ellas, haciendo que estas lo abrazaran por la cintura.

De repente paró, sabiendo que iba demasiado rápido para su prima, por lo que volvió a besarla, pero esta vez, con más delicadeza. Notó que su prima estaba tensa, seguramente por la vergüenza o la inexperiencia, o quizá ambas. Le encantó la idea de ser el primer beso de Hinata, por lo que siguió besándola gustoso de el sabor de sus labios.

Él le enseñaría a besar.¿Para qué está la familia después de todo?

.

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Fin.


¡Buenas a todos! Este es un fic dedicado con todo el cariño del mundo a Culut-camia, por ser el post número 10.000 del foro La Aldea Oculta Entre Las Hojas, un foro extraordinario.

¡Felicitaciones Culut-senpai! Ojalá te haya gustado. Disfruté escribiendo de esta pareja, es muy linda xD Perdóname, no pude hacerlo más largo T.T

En fin, les agradecería que comentaran, si no igualmente muchas gracias por haberlo leído. Nos estamos leyendo en el siguiente cap.

¡Matta ne!