Drabble: 500 palabras.
Personaje: Jack Frost.
Rise of the Guardians no es de mi propiedad. El fic lo único que pretende es entretener, sin afanes de lucro.
21 de diciembre
Un joven de cabellos blancos se encontraba escribiendo un intento de carta en la punta de una roca, junto a un pequeño río. Parecía estar entre enfadado y triste, en parte con los demás, en parte consigo mismo. Ese día era 21 de diciembre, el "solsticio de invierno", estación de la que él "supuestamente" era algún tipo de dueño. Sonrió con amargura, ni siquiera se sentía dueño de su sombra. -"Al menos"-Pensó-"Qué esto me sirva para sacar todo el coraje que llevo dentro".
A quién encuentre esta nota:
Hoy es el solsticio del invierno. Hoy, como cada 365 días, me encuentro de nueva cuenta solo. Hoy, como cada inicio de mi estación predilecta, me siento a la orilla de una colina nevada, observando en silencio. En silencio y obscuridad. De nuevo me percato de como, tras tanto tiempo, yo mismo no me acostumbro al hecho de deambular sin rumbo. ¿Acaso debería alegrarme que es, por mí, que esta fecha se lleva a cabo como tal? ¿Algo así como mi "cumpleaños"? Quizá si, quizá no. Total, solo se festeja en una parte del hemisferio por lo que técnicamente no es "mi día".
Me gustaría regresar a la vida humana, que supongo, una vez tuve. Frente al calor de una chimenea, en el dulce afecto y ambiente familiar. Con risas de mis familiares alrededor mío. Simplemente, con compañía. Con alguien que le naciera del corazón tenerme a su lado. Pero no, eso es demasiado pedir. Por alguna razón tengo la "suerte" (o maldición) de ser el espíritu del invierno. De ser inmortal. ¿Para qué mierda me sirve la "inmortalidad" si total pasaré el resto de mi existencia conmigo como única compañía? ¿Es acaso que le debo "agradecer" a la luna por "tan hermoso" regalo?
No pido que me entiendan, porque igual no existe nadie capaz de hacerlo. Si alguien encuentra esta carta, que recuerde que hoy, 21 de diciembre, existe un espíritu llamado "Jack Frost" que les congela sus malditas tuberías para que pasen tres semanas sin bañarse. De nada, por cierto. Ojalá que sepan valorar lo que tienen ahora, porque, pese a todo, no le deseo a nadie que sienta, ni por un solo segundo, lo que es ser yo. Que pasen un lindo invierno, que tengan un agradable día. Les aseguro, que yo, no lo tendré del todo.
Atentamente: El fastidioso sujeto que les trae el inverno. Aunque claro, sé, que a nadie le importa.
Meto la pequeña nota en una botella-muy cliché, lo sé, no encontré otra cosa-y la lanzo con todas mis fuerzas al río que está delante mío. Estoy seguro que más tarda en hundirse que en llegar al mar, pero bueno. Igual me sirvió de algo desahogarme con esa nota. Tal vez, si alguien la encuentra, sienta piedad de mí. Al menos tengo la esperanza de despertar una ligera compasión en alguna persona, aunque no entienda el contenido de la carta. Siempre he querido despertar un sentimiento en la gente, y si la pena es lo único que está a mi alcance, pues mejor.
-¡Qué disfruten su solsticio!-Gritó, por supuesto, sin esperar que alguien me escuche.
Porque, simplemente, no existo.
