En la vida siempre hay algo que te obsesiona. Desde una frivolidad hasta algo de más peso. Darien Chiba siempre había vivido con todos sus defectos, sus virtudes y aprendido de todo ello. Jamás sintió celos o envidia de nadie. Excepto de Diamante Black.
Desde que vio esa dulce mirada toparse con la suya supo que estaría en sus pensamientos todo el tiempo. Pero cuando la vio con ese hombre supo también que no era libre y haciéndose a la idea de olvidarla no pudo. Al contrario, haría lo posible por poseerla, tenerla para sí y sacarse ese deseo que nació en él desde el día que la conoció…
¡Hola que tal estimadas lectoras y lectores si es que hay algùn hombre leyendo ;) deseo saludarlos y de paso presentarles una historia de mi autorìa con personajes de Sailor Moon, una serie que me encantò desde el primer dìa en que la vì.
Les dejo afectuosos saludos y mis mejores deseos y con todo gusto responderè sus reviews :D
Capítulo 1
Serena Tsukino esposa del multimillonario Diamante Black vivía lo que era verdaderamente un infierno a su lado. Debido a malos errores de su padre en el manejo de su empresa, se había hallado obligada a casarse con el millonario.
Mientras perdían todo, sus joyas, sus terrenos y demás cosas valiosas sentían que todo estaba perdido. Pero jamás imaginaron que un pretendiente acérrimo de la rubia llegara para "salvar el día" Diamante Black, como ave de rapiña, ofreció amablemente rescatar la casa de los Tsukino. Pero, había una condición.
A Serena no le agradó nada esa condición, pero fueron días y días de insistencia por parte de sus padres para que accediera. Era cierto que Diamante ya cortejaba a la rubia previamente, y ella una y otra vez lo había rechazado movida por un presentimiento extraño de que él no era bueno del todo.
Pero aun así, ella no podía resistir ver a su padre sufriendo por su pérdida, y sintiéndose prácticamente obligada había aceptado ese matrimonio.
Todo fue bueno a todas luces, todo fue amor y dulzura al principio, incluso Serena llegó a pensar que estaba enamorada de Diamante. Con sus tratos amables y llenándola día a día de regalos y cosas lujosas ella empezaba a sentir ilusión por ese matrimonio, hasta que un día, el flamante señor Black empezó a mostrarse tal cual es…
Escuchó unos pasos en la planta baja y mirándose al espejo desde el otro lado de la cama ella pensaba en una sola cosa "Separación"
-¿En dónde está Serena?-Preguntó el atractivo platinado-
-Mi señor, ella está arriba…
-Espero que esté lista para la recepción…-Habla mientras sube las escaleras-
Serena lo escuchó subir los escalones y guardó la navaja hasta el fondo de su neceser… y rápido se acercó al espejo simulando que se cepillaba el cabello…
-Serena ¿Estás lista?-Pregunta dándole una mirada de arriba abajo-
-Lo estoy-Se pone de pie-
El vestido negro entallado hacía lucir a Serena como toda una beldad. El cabello tan rubio peinado a un lado y su rostro maquillado con mesura daba cierta luz a sus mejillas.
-Te ves hermosa, he hecho buena elección-La mira con frialdad mientras se acerca para tomarla de la cintura-
Serena se hace a un lado pero Diamante la toma posesivamente posando su nariz en el blanco cuello…
-Hueles delicioso Serena… toda tú eres fascinante…
Posando sus manos en la estrecha cintura Diamante empezó a besarla con frenesí, metiendo sensualmente su lengua en la cálida boca empezó a excitarse mientras bajaba las manos por el trasero de su mujer…
-Diamante-Intenta separarlo pero no puede-Llegaremos tarde…
-Que esperen… quiero hacerte el amor…
Como un perro en cacería Diamante Black no soltó ni un segundo a Serena y haciéndole a un lado el cabello empezó a sembrar cálidos besos en su cuello deslizando los tirantes del vestido comenzó a succionar los pezones erguidos y sonrosados
-Ohhh por favor…llegaremos tarde…
Diamante no dijo más y entonces la separó de golpe mirándola con ojos gélidos… esa mirada que tanto asustaba a la rubia hizo que retrocediera un poco…
-¡Cállate!-Gritó él-
La jaló del cabello y mirándola a los ojos le dijo:
-Quiero que seas mía y así será ¿Ok? por eso eres mi esposa… ¿Entiendes?
Serena no respondió y Diamante la jaló más fuerte para aventarla a la cama… subiéndose en ella se apoderó de sus labios. Besándola con ansiedad metió una pierna entre las de ella y besando sus senos la penetró una y otra vez…
La gran fiesta de gala para celebrar el tercer aniversario de Black y Asociados se estaba dando lugar en un lujosísimo hotel de la ciudad. Congregados los personajes más importantes estaban pasándola de lo mejor.
Entre tragos y alguna que otra charla de debate los invitados esperaban pacientemente al dueño mayoritario de la empresa.
Mientras en un lugar algo apartado de todos, estaban Esmeralda White y Darien Chiba, tomándose una copa ellos charlaban de las nuevas mejoras que implementaban en Black y Asociados…
-Entonces estás de acuerdo con la propuesta de Diamante para entrar al mercado extranjero…-Le habla con una sonrisa mientras bebe de su copa-
Esmeralda White era la asistente personal de Diamante, ella era una mujer muy hermosa y de exuberante cuerpo. Perdidamente enamorada de su jefe sólo se tenía que conformar con ser su amante.
Pero el astuto y ambicioso hombre ya le tenía un departamento al norte de la ciudad, donde seguido iba a quedarse con ella. Argumentando en casa que viajaba por negocios…
-No estoy tan seguro-Encoge los hombros-Pero al ser el socio mayor él es el que decide.
-Oh vamos Darien…es una buena idea y creo que todos nos beneficiaremos haciendo negocios con los árabes…
-En eso si tienes razón… -Mira a todos lados-Pero ¿Dónde estará Diamante que no aparece?
-Relájate-Le palmea el hombro-Sabes que a él le gusta crear suspenso. Es más, igual y su esposa está arreglándose. Sabes cómo somos las mujeres
-¿Ah sí?-Arquea una ceja-Yo no tengo el gusto de conocer a la señora…
-Ya la conocerás Darien, es una chica cualquiera. No es nadie especial…
-Mmm-Se bebe el contenido de su copa-¿Sabes? Tengo que ir al baño…
Darien estaba harto de su compañera de trabajo, era una mujer frívola, altanera y sumamente creída… las mujeres así simplemente no le gustaban…
Limpiándose las manos pensaba en abrirse de la empresa y pedir la retribución de sus acciones para poner su negocio propio. Tenía que hacerlo, de lo contrario Diamante Black haría con él lo que quisiera como en estos momentos quería hacer…
A la salida del baño, iba tan distraído que topó con una cabeza rubia haciendo que cayera al piso…
-¡Ayy!-Gritó la chica-
-¡Pero qué!-Se asustó-
La bella mujer rubia estaba tirada en el piso y Darien de inmediato la tomó del brazo para ayudarle a levantar… sintiendo una corriente extraña pasarle por la mano la miró a los ojos.
Unos ojos azules llenos de bondad y belleza, pero a la vez tristeza…
La chica lo miró también y esbozando una sonrisa le dijo:
-Lo siento… no lo ví…
-No. Por favor señorita no se disculpe, he sido yo el torpe…-Le da un pañuelo para que se limpie-
-Gracias, es usted muy amable…
-¿Gusta usted que le ayude en algo más?
-Oh no para nada. Ande, ande que su esposa lo ha de estar esperando…
-Jajaja-Ríe sin querer el guapo pelinegro-
Serena no entiende de qué se ríe el atractivo hombre, pero se ve tan bien en ese traje sastre color gris Oxford. No sabía, pero ese hombre se veía tan hermoso sonriendo.
-Señorita no tengo esposa. Pero ¿Sabe? Me gustaría tenerla algún día-Le responde sacándola de sus pensamientos mientras la mira a los ojos-
-Disculpe mi falta de educación. Mi nombre es Serena, Serena Tsukino… -Extiende su mano-
-Oh…-La mira de arriba abajo-¿Acaso es esposa de Diamante?
-Sí-Responde seria-Así es…
Darien siente cierta decepción al escuchar eso. "¿Ese hermoso ángel casado con semejante idiota?"
Sí. Diamante era un idiota al engañar a tan preciada mujer. Esmeralda era una beldad cierto. Pero Serena era tan…cálida, tan hermosa, y tan mujer que…
-¡Con que ahí estás!-Saludó Diamante-¡Mi estimado Darien!-Mira a ambos-Ya has conocido a mi esposa-La jala por la cintura-Hola dulzura… mira te presento a uno de mis socios Darien Chiba-Habla sonriente-
-Oh si amor…-Responde vagamente la rubia-Ya lo he conocido, es un señor muy amable…
-Gracias señora Black…
-Bueno, bueno-Habla mientras jala a Serena consigo-Vamos que la fiesta espera… dime Darien ¿Qué has pensado en lo que te propuse?
-Bueno Diamante-Responde mirando a Serena a los ojos-Lo he pensado y opino que es arriesgado invertir en acciones de una empresa que está por irse al garete…
-Oh vamos Darien ¿Dónde ha quedado el intrépido hombre de negocios?
Darien sólo sonríe y toma una copa de la edecán que pasa… mientras Diamante aprieta un poco a Serena por la cintura para después darle un casto beso en la mejilla.
Darien no sabía por qué razón, pero sentía envidia de él. Envidia de ver su mano posarse posesivamente sobre la estrecha y delicada cintura de la rubia. Envidia de que Diamante siendo como era, y con todo lo que hacía, la tuviera con él… Apartó esos pensamientos de su cabeza y siguió conversando mientras en otro lado, Esmeralda miraba todo con cierta rabia… pero no estaba dispuesta a permanecer en las sombras, así que se acercó a ellos para entablar charla…
-Señora-Se acerca contoneando las caderas y mirando a la rubia-Se decidió a venir…
-Claro Esmeralda… -La mira de arriba abajo-Tengo que acompañar a mi esposo…
Esas palabras hirieron a la mujer tan profundo que mejor tomó otra copa de la edecán y alejándose un poco sólo dijo:
-Espero que la pasen bien-Da una mirada a Diamante-
Felices de celebrar el aniversario de la empresa, los socios charlaban amenamente sobre sus nuevas mejoras y propuestas para entrar en mercados extranjeros. Mientras Serena miraba todo con curiosidad sin darse cuenta de una mirada azul que la observaba de vez en vez… tomándose una copa la rubia comenzaba a aburrirse entonces:
-¿Aburrida?-Le habla el guapo hombre-
-Sí…un poco. Estas reuniones de negocios son tan aburridas.
-No es una reunión de negocios señora Black… es una fiesta de aniversario
-Pero hablan de temas de trabajo y eso es tan aburrido…
-¿De qué le gustaría hablar entonces? ¿De ropa? ¿Zapatos?
-¡Oiga! Está siendo grosero…
-Por favor no fue mi intención serlo. Le ofrezco una disculpa…
Serena no dijo más y caminó hasta donde su esposo que ya miraba todo desde la distancia… al llegar, la rubia se aferró al brazo de Diamante, causando cierta molestia en Esmeralda que metida entre tanto hombre disfrutaba de estar al lado de su jefe. Pero la rubia ahora estaba a su lado.
Diamante y Serena partieron en su lujosa limosina. Sintiéndose algo incómoda por el momento vivido ella pensaba sólo en ese encuentro…No sabía porqué pero Darien se le había hecho un hombre interesante desde el primer momento. Ese aire de misterio que tenía la hacía sentirse intrigada…
-¿En qué piensas mi amor?-Pregunta el platinado-
-¡Oh! En nada especial…
-¿Te ha gustado la reunión?
-Claro…
-¿Qué te pareció mi socio? ¿Algo renuente no?
-No lo sé. No sé mucho de negocios…
-¿Ah sí? Pues yo te vi muy a gusto platicando con él…-Responde mordaz-¿De qué hablaban Serena?
-Trivialidades-Encoge los hombros mientras lo mira-Sólo eso…
-…Eso espero Serena…-La toma del mentón-
-Suéltame-Se separa-
-Déjame decirte Serena que tú eres mi esposa y debes respetarme en todo momento-Se acerca al rostro de ella-No permitiré que andes por ahí con otros hombres ¿Entendiste?
-¡¿Pero qué te pasa?!-Alza la voz ofendida-¡Yo no soy una cualquiera para que me trates así! ¡Soy tu esposa y nunca te he faltado!
-¡Por eso mismo mujer!-La jala del cabello- ¡Eres mía! ¿Entiendes? ¡No quiero que ningún otro hombre te mire o te desee! –Oprime el botón de privacidad para que el chofer no mire-¡Serás mía ahora!
-¡Suéltame por favor!-Lo empuja y sin querer le pega en el labio sangrándolo-
-¡Perra!-La empujó contra el asiento-
Serena empieza a llorar y se tapa el rostro para que su marido no la mire… Diamante se ha pasado esta vez y en un impulso se acerca a ella…
-Perdóname mi amor, no quise lastimarte…-Intentó tocarla-
-Suéltame-Le dice a baja voz-Sino querías que me vieran, mejor no me hubieras llevado…
Molesto como estaba, decidió decir al chofer que lo bajara.
-Llévala a la casa por favor… -Se aleja perdiéndose en la calle-
Serena lo ve dar vuelta en la esquina, sabe de sobra que Diamante la engaña. Y no es que le importe mucho, pues no lo ama. Sintiéndose la mujer más desdichada del mundo vuelve a casa con el corazón afligido y llorando tanto que lo único que desea es morir…
-Maldigo el día en que me casé contigo Diamante Black…todo lo hice por mis padres… sólo por ellos…
Una bella rubia lloraba tendida en su cama con el rostro cubierto en lágrimas mientras un peli negro también llegaba a su departamento. Mirándolo todo se siente presa de la soledad. Asaltándolo un solo pensamiento:
-Serena.
Pensando en muchas cosas él aguardaba en la terraza de su departamento. Darien Chiba no era un hombre pobre, tenía muchas propiedades en distintas partes de la ciudad, el que estuviera interesado en la empresa de Diamante era por ideas muy reservadas.
Repentinamente a su mente volvió la imagen de ese rostro angelical… como una ráfaga de viento las imágenes de ese rostro hablando con propiedad y educación le llenaron la mente.
"¿Cómo era posible que una chica como esa estuviera con su socio?"
"Yo no he deseado jamás en la vida cambiarme por nadie, siempre me he aceptado tal cual soy, de todos mis amores, de mis grandes defectos y mis errores he aprendido y de nadie he sentido envidia" "No me alejaré señora Black, sin saber te estás convirtiendo en objeto de mi deseo"
Darien se remueve intranquilo suspirando profundamente sin dejar de pensar en esa criatura…
-Eres casada lo sé. Pero también sé que no eres feliz… eso se nota en tus ojos…
¿què tal ah? Darien sì que se la va a rifar conquistando a Serena, pero primero tendrà que enfrentar a Diamante ;) ¡Saludos y hasta el pròximo capìtulo!
