Ángel de Hielo.
Entre dos mundos, la vida cuelga como una estrella,
ni noche ni día, sobre el filo del horizonte.
¡Qué poco sabemos cuál somos!
¡Y cuán menos aún lo que seremos!
Lord Byron, Don Juan.
-¡Me estoy muriendo de frío!- grité por quinta vez., y por quinta vez me respondió el grito de "¡Duérmete ya! De Soul.
-¡No puedo! ¡Con este frío es imposible!
Como respuesta a mi queja, una bota de mi adorado amigo, tan compresivo como siempre (nótese el sarcasmo en ambos casos por favor), fue arrojada a mi puerta.
-¡Son las dos de la mañana Maka! Haz el favor de al menos callarte, o la próxima bota ira directo a tu linda, inquieta y ruidosa cabecita ¿quedó claro?
No respondí, me limite a inflar mis mejillas y a resoplar, ofendida. Unos minutos después, los sonoros ronquidos de mi compañero llenaron el departamento. Me reí un poco. Era divertido molestarlo, una de las pocas cosas que no habían cambiado… al menos no tanto.
Cuando éramos pequeños, Soul y yo fuimos inseparables, pero cuando él se marcho a Londres perdí gran parte del contacto con él por mucho tiempo. Sin embargo, nunca nos dejamos del todo, por lo cual no dudé en acudir a él cuando mis problemas fueron demasiados. Volví a sonreír al pensar en su expresión cuando abrió la puerta y me encontró ahí, con maletas en mano y prácticamente nada de dinero en el bolsillo, en la puerta de su departamento. Habían pasado ya 4 días desde aquello, y aun no me acostumbraba al nuevo Soul, y, al parecer, el tampoco de acostumbraba del todo a la nueva yo.
Por mucho tiempo, cuando el dejó nuestra pequeña ciudad, nos escribíamos casi a diario, además de llamarnos por teléfono bastante; luego comenzamos a hacerlo cada vez menos, hasta el extremo de dejar totalmente el teléfono y escribirnos una o dos cartas al año. De hecho desde hacia 2 años que no sabia prácticamente nada de el. Sin embargo, era mi único amigo real, porque después de su partida no hubo nadie mas que se acercara, y yo no quería acercarme a nadie; así que Soul era mi primera y ultima esperanza para poder estar aquí, en Londres. Durante años ahorre para poder hacer el viaje hasta acá, pero no sabia como demonios iba a vivir, ni donde.
Por eso, cuando mi soñada carta de aceptación al Studio M9 High School llego, a sabiendas de que jamás obtendría el apoyo de un padre que nunca estuvo ahí para mi, volé hasta Londres a escondidas, y al llegar, fui al primer lugar que se ocurrió, y rezando porque en los últimos dos años sin saber nada de él, no se hubiera mudado, llegue al departamento de Soul.
A pesar de llegar sin ningún aviso y de los años sin vernos, el aceptó dejarme vivir con él, después de contarle mi historia, siempre y cuando le ayudara a pagar el alquiler y lo básico del lugar (agua, luz, teléfono, internet, comida…) y sobre todo, si prometía no entrometerme en su trabajo.
Mi nuevo "rommie" (como odiaba que le dijera) era artista, para mi gran sorpresa. Gustaba de pintar y fotografiar todo tipo de cosas en su tiempo libre, aunque no le gustaba que los demás vieran su trabajo, no mas de lo necesario.
Mi sorpresa fue aun mayor cuando me dijo que el también estudiaba en el Studio M9 High School, aunque, al ser un año mayor que yo, iba dos semestres por arriba de mi.
Vivía solo desde que lo aceptaron, porque sus padres viajaban mucho, y si bien ellos pagaban toda su colegiatura y le daban mas de lo necesario para vivir mucho mas que bien, el solamente usaba el dinero de su colegiatura, porque todo lo demás prefería guardarlo, o usarlo para su material de pintura y fotografía; por lo cual trabajaba en una tienda de CDs , DVDs, videojuegos y esas cosas, para pagar el alquiler y lo demás, aunque tenía ciertos problemas para ello últimamente, por lo que me había pedido ayudarle con esos gastos.
Así que en estos últimos días había estado buscando trabajo, y lo había encontrado en una cafetería bastante mona y cerca del departamento.
Los ronquidos de Soul y el frío iban en aumento, así que decidí ir por mi mp3, que se había quedado en la cocina y de paso prepararme un café.
Al salir de mi habitación y dirigirme a la cocina, me encontré con el bloc de dibujo de Soul encima de la mesita del recibidor. La tentación de abrirlo era enorme, pero resistí. Él me había pedido que por ningún motivo fisgoneara su trabajo, y después de su ayuda era lo menos que podía hacer.
Esa era una de las cosas en las que él más había cambiado.
Cuando pequeños, no dudaba en mostrarme sus obras de arte (en aquel entonces garabatos); pero ahora se mostraba mucho más reservado.
Quién sabe, el tan solo tenía seis añitos en aquel entonces, y ya habían pasado diez años… Diez años que nos habían cambado totalmente a los dos, no solo en apariencia, sino en actitud. Aunque el punto de la apariencia era algo muy digno de comentarse.
Aquel niño que me había dejado atrás no tenia casi nada que ver con el joven que me abrió la puerta hace unos días, excepto en sus inconfundibles y profundos ojos rojos, y su cabello blanco, aunque este ultimo también había sufrido cambios.
Soul había dejado de ser un enclenque chiquillo para convertirse en un bastante alto y esbelto, pero musculoso chico. Seguía siendo pálido, pero no tanto como yo, por supuesto, y se había dejado crecer el cabello, que ahora se acomodaba de manera rebelde y le caía ligeramente sobre los ojos. A veces parecía que ni siquiera se peinaba, pero le quedaba muy bien. Sinceramente era bastante… guapo.
Muy callado, al igual que yo; una gran lastima porque realmente extrañaba el ser ruidosos e incontrolables, como antes.
De hecho, no habíamos hablado mucho en los últimos días, todo lo contrario de cuando pequeños.
Solté un suspiro sobre mi recién preparado café, mientras encendía mi mp3 y me ponía los audífonos. Realmente me encantaría volver a ser niña de nuevo, ser ruidosos y traviesos, contarnos todo y compartiendo nuestros días. Soul había sido la primera persona en la que realmente confié. La primera y la última.
Me senté en el sofá a terminarme el café y seguí pensando…
Habían pasado muchas cosas en mi vida desde que nos separamos; demasiadas. Y al parecer por su nueva actitud, en su vida también.
Recordé cada cosa que me había sucedido, cada persona que me había lastimado… mi madre… ¿Habría pasado Soul por algo similar? ¿Seríamos como antes de nuevo? Yo., por mi parte, sabía que difícilmente podría volver a ser la de antes, jamás podría confiar en las personas de nuevo, lo había aprendido a la mala. ¿Soul se encontraría en la misma situación?
Comenzó a darme sueño, como siempre que bebía café, y poco a poco mis ojos comenzaron a cerrarse.
El último pensamiento que cruzó mi mente fue que, de poder volver a confiar en alguien, me gustaría que fuera en él…
Después me quedé dormida, soñando con dos chiquillos jugando en un verde jardín hasta que el pequeño desapareció y el invierno llegó al jardín… un invierno que se resistió a irse, y que nunca dejo regresar a la primavera de nuevo.
(Soul P.O.V)
La cálida luz del sol matinal me despertó de golpe.
Miré mi reloj y me di cuenta de que eran ya las 9:30 de la mañana. Domingo, no trabajaba hoy, y Maka tampoco… un extrañamente incomodo pensamiento me tomó por sorpresa. Ése sería nuestro primer día juntos de verdad, después de los 4 días anteriores. El día de su llegada había sido bastante noche, por lo que no conversamos mucho, y de alguna manera, después de solo un día había logrado conseguir trabajo como camarera, así que nos veíamos solo por las mañanas, ya que ambos trabajábamos por las tardes, y el poco tiempo que compartíamos era durante un muy silencioso desayuno, porque después ella se encerraba en su habitación casi siempre hasta que fuera hora de marcharse a trabajar.
Tan solo por las noches, cuando regresábamos al departamento, parecía menos callada, como si el cansancio la desinhibiera un poco, y era entonces cuando la pequeña Maka que yo conocía regresaba y comenzaba a molestarme…
Sonreí, realmente no me molestaba el que ella intentara fastidiarme, al contrario, era bastante agradable. Me hacía sentir como cuando éramos pequeños, aunque fuera solo un poco.
Maka solía ser muy alegre y traviesa. No era raro encontrarla con las rodillas raspadas o con rasguños en la cara y ramitas en el pelo, productos de su amor por subirse a los árboles. Ahora era una chica completamente distinta. Apenas y abría la boca y hasta ahora no había podido ver ninguna sonrisa de su parte, no una real. Por algunas cosas que me había escrito durante los últimos años sabía que no la había pasado muy bien desde mi partida, pero nunca imaginé que esas cosas la hicieran cambiar tanto. Quizás había mas cosas de las que yo sabía.
-Ay mocosa… ¿Qué te pasó?- murmuré.
Realmente la había extrañado mucho, y quería verla de nuevo, aunque jamás imagine que me encontraría en esta situación. Nunca creí que llegaría a mi casa, maleta en mano, para vivir conmigo.
Yo también había cambiado, aunque definitivamente no tanto como ella. En realidad no entendía que era lo que me impedía acercarme a mi vieja amiga de nuevo. Quizás fuera la sorpresa del reencuentro, o el verla tan cambiada, tan desconfiada. En su mirada había una tristeza enorme que me hacía sentir extraño.
Fuese lo que fuese no me importaba. Volvería a acercarme a ella, la conocía lo suficiente como para saber que me necesitaba.
Después de todo seguía siendo mi amiga ¿no? Esa pequeñita que deje en mi antiguo hogar debía seguir por ahí en alguna parte.
Con esa idea dándome vueltas por la cabeza me levanté al baño y me enjuagué la cara y me lavé los dientes. No se escuchaba nada, así que supuse que Maka seguía dormida.
Fui hasta la cocina para preparar un poco de café, para que estuviera listo cuando ella despertara; y me encontré con la sorpresa de que estaba dormida en el sofá. Se veía realmente tierna así. Sus facciones se relajaban al punto de hacerla lucir infantil e indefensa. Realmente había cambiado muchísimo físicamente también. Su cabello, generalmente corto según yo recordaba, había crecido hasta llegarle a la cintura, rubio y brillante con ese característico tono ceniza, cayendo en finas y elegantes ondas. Seguía siendo muy blanca, más de lo que yo recordaba, y sus ojos, verdes y brillantes, se veían siempre tristes, rodeados por largas y gruesas pestañas rizadas. Los delgados labios sonrientes que lucía de chiquita habían dejado lugar a unos rosados y bastante más gruesos que no había visto curvarse en una sonrisa, de aspecto suave y frágil.
Eso sí, seguía siendo bastante pequeña para su edad; pero ahora tenia un cuerpo de bailarina, de aspecto frágil por ser tan delgada, pero con esos marcados y fuertes músculos tan característicos de aquellos que practican ballet o gimnasia.; de suaves y atractivas curvas.
No lo podía negar, Maka se había vuelto una chica muy hermosa.
No fue sino hasta ese momento que caí en la cuenta de porqué había pasado tanto frío la noche anterior. La muy boba traía un pijama ligerísimo, compuesto por unos diminutos shorts y una camiseta de tirantes, y solamente se cubría con una fina chamarra. Yo ya estaba acostumbrado al clima frío y húmedo de Londres, pero Maka no. Era obvio que pasaría una noche helada con un pijama tan… revelador.
Aunque no parecía sufrir por el clima en ese momento, de hecho parecía estar muy cómoda.
Terminé mi camino hacia la cocina y puse a funcionar la cafetera.
Me asomé a la sala y me di cuenta de que esa tonta ni siquiera se había movido.
Una traviesa y seductora idea cruzó mi mente al verla tan vulnerable… sonreí y lentamente me acerqué al sofá…
Waaaaa primer capi listo! Hace mucho que escribí esto, pero no lo había podido subir… pero ahora ya lo hice así que díganme que opinan de él! Pienso hacer esta historia bastante larguita porque hay muchas ideas rondando en mi cabecita para esos dos. Además no estarán solitos porque los demás chicos llegaran pronto, pero todo a su debido tiempo. Porfis dejen review para saber que opinan y si debo continuarla o dejar esto por la paz jeje. Quiero que esta historia esté llena de arte! Pintura, baile, literatura, actuación, diseño y mucha mucha música! Soy muy variada en cuanto a mis gustos en todo lo anterior, así que habrá un poco de todo espero. Bueee repito, díganme lo que piensan si? Se acepta de todo! No me molestan las criticas de ningún tipo, de hecho las agradezco, así que por favor dejen review con su opinión!
Bueee Alex-chan dice hasta la próxima! Ciao!
Escuchando Venus, de Shinwa.
