Naruto es de kishi...
.*.*.*Te amo*.*.*.
Sasuke alzo al bebé y lo puso frente a sus ojos. Se sentía un poco raro tener una cosita tan pequeña… y no lo admitiría en voz alta, tierna entre sus brazos. Sus ojos eran negros al igual que su cabello y su piel era realmente pálida. Sus finas hebras tenían un pequeño tinte azul que se notaba con los rayos de la luz de sol que se colaban a través de la ventana. Todo eso era tan raro. Hasta hace poco menos de un año todo era normal, pero ahora tenía un bebé. ¿Cómo es que algo así podía pasar tan rápido?
Hinata dormía plácidamente. Su largo cabello yacía desparramado sobre la almohada. Su belleza era imposible. Como si fuese una de esas esculturas de mármol que solían adornar las plazas. ¡Demonios! Ya comenzaba a ponerse sentimental.
El pequeño Itachi le veía fijamente. Tenía una mirada penetrante. No se movía demasiado. Chillaba cuando tenía hambre y dormía tranquilo. Era un bebé demasiado pacifico. No se parecía en nada al escandaloso hijo del Naruto, que chillaba sin parar si alguien más que su madre o él lo tomaban en brazos. Por sus venas corría sangre Uchiha después de todo.
Apoyo al bebé en su pecho, sintiendo el rápido palpitar de su corazón. Era real. Estaba allí, entre sus brazos. Comenzó a caminar con él de un lado a otro, susurrando una tenue melodía que solía entonarle su madre cuando era pequeño.
Hinata abrió los ojos con dificultad. Había escuchado una suave tonada en sueños, pero al parecer no había sido producida por su mente. Miro a Sasuke recorrer la habitación con pasos lentos. Itachi estaba acurrucado en su pecho, lo que le hizo soltar una dulce sonrisa. Aquel cuadro merecía ser inmortalizado. Busco una cámara en la mesita de noche y fotografió a sus dos chicos sin que Sasuke se diese cuenta. Una gran sonrisa ilumino su rostro al ver que el pelinegro besaba la frente del bebé.
La Hyugga se levanto de la cama sin hacer ruido. Se fue acercando sigilosamente con el propósito de obtener una mejor toma. La pelinegra se plantó justo detrás del Uchiha. Comenzó a escribir en su espalda sin decir nada. Sasuke sonrió levemente al comprender lo que escribía. Se dio la vuelta y beso sus labios.
-Yo también te amo- susurró en su oído
Gracias por leer!
Ja nee
