Nombre: Años atrás...
Autor: Julieto o Revengede80
Resumen: Sobre la historia del primer Guardián de la Lluvia, y el primer Guradián de la Nube. Menciones de lo que dice Reborn en el target 246.
Advertencia: Un leve shounen ai/insinuación de Giotto con Ugetsu.
Notas: Escuche *de hecho creo que es chisme, o yo escuhe mal, o no lo recuerdo xD* que Giotto tenia una enfermedad de quedarse dormido cada 5 min, y eso causo su muerte. (: Disfrutenlo.

Sabia lo que tenía que hacer, y no lo dudo por ningún segundo; vendió sus instrumentos y con el dinero compro 3 espadas cortas, y una katana larga.

Asari Ugetsu era una persona muy pacifica, amigo de sus amigos y fiel a sus sentimientos; un hombre de tradiciones. Amaba la música. Tenía un amigo de la infancia, y una vez escucho que estaba en problemas, vendió lo que amaba más que a su vida, para ir a ayudarle. Estaba dispuesto a deshacerse de todo por el bien de su amigo.

A Ugetsu le advirtieron que Giotto no estaba en un problema cualquiera, si no es uno muy peligroso: La misma mafia italiana. Sin embargo llegó hasta el mismo país dispuesto a ayudarle.

Su travesía fue larga, y difícil; Era un japonés de tradiciones en un país donde no conocía nada ni a nadie. Tardo todo el día, pero consiguió dar con la mansión de la nombrada y peligrosa familia Vongola.

- Jefe.. ¡Jefe!

- Mm..

- Tiene una visita de Japón, Jefe.

- ¿Qué? –Giotto se peino el cabello, aun medio dormido, y levanto la mirada hacia el japonés que le sonreía, frente al escritorio que el rubio había usado para una de sus siestas.- ¡¿U..Ugetsu?!

- Buenas noches, lamento despertarte –Sonrío conteniendo la risa, y haciendo una elegante reverencia, pero no vio llegar el abrazo que el Capo le dio; entonces no evito reír.- Sigues igual Giotto, espero no haber sido inoportuno…

- ¡Demonios! ¿Qué haces aquí? –Rió de lo más contento al ver a su gran amigo de la infancia, con el que pasado el tiempo se comunicaba con cartas.- Un momento… -Luego del apretón amistoso que le dio, tanteó con descaro la espalda del recién llegado, sintiendo algo…

- Ten cuidado… ni yo se usarlos –En los labios del japonés se dibujo una sonrisa nerviosa, cuando se su ropa sacaba esas armas que había conseguido. Giotto noto la manera firme en la que Ugetsu sostenía el arma, y también sus ojos llenos de preocupación.- E venido a ayudarte, amigo mío.

El Jefe de la familia Vongola tuvo que tomarse una pausa para procesar lo que sus ojos estaban viendo, claro, sabia lo pacifico que era su amigo músico, y también sabia que era un hombre de tradiciones que carecía de mucho dinero.

- No me digas que tú…

Asari Ugetsu rió entre dientes y algo apenado, escondiendo las armas nuevamente.- Una flauta es reemplazable.. un amigo no, mucho menos una vida –Le sonrío nuevamente, y le dio una palmadita en el hombro para que saliera de su ensimismamiento; Giotto estaba choqueado.

- No tenías que hacerlo… -Aquel Capo nunca pudo endurecer por completo su corazón generoso, compasivo y noble, y esto realmente lo había sorprendido.

- Tenía que hacerlo –Le corrigió con voz pacifica y adopto una pose tranquila, propia de él.- Claro está, debo aprender a usarlas para poder sacarte de los problemas en los que te metiste… ¿Sigues jugando a la mafia Giotto? –Y entonces rió como si tuviera 14 años de nuevo… y el nombrado le imito de tal manera que se sintió más tranquilo con el otro frente a él, aquí para ayudarle.

Y antes de que el rubio pudiera hablar para defenderse, se cayo dormido en los brazos del otro, quien hizo una mueca negando con la cabeza; no había mucho cambio en su amigo. Le dio palmadas reconfortantes en la espalda y contó 3 minutos, precisos para que el otro se despertara.

- Oh.. me quedé dormido.

Ugetsu rió. En el lapso de los 3 minutos, lo había sentado en el escritorio nuevamente, y él mismo se había sentado frente al otro para contemplarle tan pacifico como lo recordaba.

- Pareces necesitar una mano, ¿puedo jugar a la mafia contigo? Haha…

- Ugetsu… -Giotto hizo una mueca, al sentir un leve sonrojo; sabia que le había estado mirando, y peor, se sentía tonto al tener esa estúpida enfermedad de dormirse cada 5 minutos o tal vez menos.- No quiero involucrarte en esto… -Sus ojos claros como la miel se desviaron con angustia.

- Y yo no quiero perderte… -Dijo frunciendo con seriedad cuando nuevamente consiguió la mirada del Capo.- Déjame ayudarte, conseguiré ser el mejor usando la katana… y te sacaré de esto.

Giotto se encogió de hombros en su sonrojo, mordiendo sus labios, frustrado. Sabia que Ugetsu era pacifico, pero también sabía que era muy terco y fiel a sus amigos. Su decisión estaba hecha, no lo dejaría; sin embargo apenas iba a defender su postura, la puerta se abrió.

- Ah… que inoportuno –En su rostro se notó un puchero leve, sentándose con más enfado en su gran silla de Capo, cuando el recién llegado aparecía desde el umbral de la puerta: Su cabello era rubio, sus ojos perfectamente rasgados y claros como el atardecer; de figura delgada y músculos definidos entre su traje formal, levemente desarreglado.

- Oh, buenas noches, lamento molestar –Dijo Ugetsu en forma de saludo, mostrando una sonrisa amable y haciendo una reverencia al levantarse.

- Identifícate –Mandó sin dudarlo, y con la mirada fija hacia el japonés.

El aludido rió suavemente mirando de reojo a Giotto, y luego nuevamente al recién llegado.- Me llamo Ugetsu Asari, es un placer –Le ofreció un apretón de manos, que no fue devuelto. Aquel rubio de ojos rasgados, se fue al escritorio de su Jefe dejandole una carpeta sencilla en el mueble.

- Se educado por favor –Pidió Giotto suspirando y mirando la carpeta sin ningunas ganas de abrirla, no quería más malas noticias.- Él es mi guardián de la Nube… -Más cuando iba terminar de ser presentado por su Jefe, fue interrumpido por una explosión detrás de su cómoda silla.- ¿Qué demon…?

- ¿Qu-qué fue eso? –El japonés dio un salto del susto, mirando hacia la ventana, donde el que era el guardián de la nube, salio por la misma de un salto, sacando su arma para defender la mansión.- Wow.. ¡Ah! Giotto ¿necesitas a-… -Pero antes de que pudiera terminar de hablar, el Capo ya estaba en la puerta, con expresión seria y preocupada.

- ¡No salgas de aquí! Volveré… -Le dirigió una última mirada cuando cerró la puerta, asegurándola con llave y corriendo en busca del causante del problema.

- ¿Es una broma? –Ugetsu hizo una mueca cuando trato de abrir la puerta, extrañando en ese momento sus puertas corredizas en su país. Suspiro y volvió a dar un salto cuando escucho otra explosión, corrió a la ventana; y ahí frente a sus ojos, Giotto volando por el cielo con una llama muy interesante en la frente, al igual que en sus manos, donde usaba guantes plateados.

Continua..

Notas finales: Oh muchas gracias por leer (: en el proximo cap, pienso meter al General Archery y al primer guardián de la niebla. Saludos!