Laura caminaba como si fuera la reina del mundo. Sentía que iba a poder con esa importantísima tarea que le habían asignado. Detrás de ella venia Paulina, cargando con una mochilita.
-¿No crees que antes de que te decidas a dominar el mundo deberíamos ir por las maletas? –le pregunto. Laura se sonrojó.
-Por supuesto, por un momento olvidé que estábamos en el aeropuerto. ¿Cómo dices que se llama aquí? –le pregunto Laura buscando donde recoger las maletas
-Aeropuerto de Seúl, Incheon –le contesto la chica buscando un mapa.- Aquí dice que tenemos que ir para allá. –y señaló a la izquierda.
-Excelente –dijo Laura frotándose las manos- Que la magia comience.
Una vez que recogieron las maletas se dispusieron a encontrar un taxi. Subieron a uno de los que proporcionaba el aeropuerto y subieron todas sus cosas. Laura y Paulina se sentaron atrás y no dijeron nada.
Laura traía el pelo castaño largo recogido en una improvisada coleta mientras veía con aburrido interés a través de la ventana. A ella le gustaba Corea, pero no estaba ahí para disfrutar, a pesar de que era la primera vez que iba, tenia que ir por cuestiones de trabajo, y eso la entristecía un poco.
Paulina traía el cabello suelto, aunque un poco despeinado después de un vuelo de tantas horas. Ella iba leyendo una novela romántica, Orgullo y Prejuicio, no importaba cuanto lo leyera, seguiría siendo su libro favorito.
El taxista les preguntaba, en ingles, de donde eran.
-México –contesto Laura.
-Oh, México –dijo el taxista riendo. Laura no estaba muy segura de que se reía.- A mi hija le encantan las novelas mexicanas.
Laura y Paulina abrieron los ojos de sorpresa.
-¿En serio? –pregunto Laura emocionada- ¿y como los ve?
-Ahh, esa muchacha se pasa el día pegada a la computadora, incluso aprendió filipino para poder verlos–dijo el taxista quitándole importancia.-
-Woah entonces su hija debe de ser muy lista -rio Laura-
Llegaron al hotel y se despidieron del taxista. El World Hotel era un hotel de muchísimo lujo, aunque ellas pagarían las habitaciones más baratas, ya que su empresa no estaba dispuesta a pagar más por ellas, pero no se podían quejar.
El World Hotel era un edificio enorme de cristal templado, con un lobby blanco de muebles de cuero blanco, con un valet parking impecable y una recepción cálida y reconfortante.
Uno de los chicos del valet, las guio a su habitación y les explico como llamar a recepción o a cocina si tenían hambre. Claro que todo esto en ingles, bendito sea el sistema de educación coreano, pensó Laura.
Paulina se dejo caer en la cama y cerro los ojos. La cama estaba muy suavecita y las sabanas olían bonito. Se estaba relajando demasiado, después de un vuelo de 23 horas estar ahí en esa camita, era algo verdaderamente agradable.
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Jang Geun Suk se encontraba en su casa leyendo un libro que su mamá había insistido en que leyera. Lo hacia por que ella quería tener cosas que compartir con él, casi nunca se veían y no tenían temas personales de los cuales hablar, ella le mandaba libros para cuando se vieran tener algo de que platicar que no fueran los doramas o los escándalos de la prensa rosa.
Se preparo algo de café y busco una dona, sonrió al recordar que su mama siempre le decía que no comiera ese tipo de cosas por que la cara se le llenaría de granos. Gracias a dios que tenia un buen cutis, pero no pudo evitar sonreír.
Se acomodo de nuevo en el sillón, con las piernas estiradas y el libro entre ellas, el café entre sus manos, mientras aspiraba alegremente el dulce aroma, cerro los ojos complacido. Estaba a punto de beber un sorbo cuando el teléfono sonó. Volteo buscando el teléfono y lo vio con odio cuando lo encontró. Estaba justo del otro lado de la sala.
Dejo el libro en el sillón y el café en la mesa, murmurando que nadie lo deja en paz cuando mas a gusto esta y contesto de mala gana.
-¿Geun Suk? –pregunto una voz. Obvio que era él, si no quien mas, ¿el papa?
-Si, ¿qué paso, Manager Ma? –contesto el chico.- ¿Ahora?, ¿no pueden esperar a mañana?... Esta bien, esta bien, ahí estaré… ¿A las 8?, si, ok, adiós. –colgó el teléfono y suspiro viendo su taza humeante de café, volteó a ver el reloj que estaba colgado en la pared, tenia el tiempo justo para arreglarse, le dedico una ultima mirada de lastima a su café y fue a su habitación.
Jang Geun Suk se observo en el espejo. Su atuendo que era contradictorio pero armonioso a la vez, un saco y pantalón de vestir negros le daban un apariencia seria, que era suavizada por su playera blanca y sus pulseras de cuero trenzado. Después de darse un ultimo vistazo se fue.
Subió a su Volvo plateado y manejo hacia el World Hotel.
:3 espero que les haya gustado este primer cap
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