My Little Pony O.O.T.L

Origen

-Como bien muchos hemos de saber, la vida se originó hace siglos, no que siglos, hace miles de años, no no, que miles de años, sino miles de milenios y…-

-MH, MH Señor Hyades, por favor ahórreme la introducción por favor- comentaba un pegaso que tomaba notándosele un tono de poca importancia respecto a su alumno.

-Pero… la introducción es lo que siempre llama la atención, su una película empezara mal, el público lo juzgaría por lo mismo…- comentaba un joven unicornio notándoselo un poco nervioso siendo interrumpido nuevamente por su profesor.

-Por favor Señor, esta es la sexta vez que decido re escucharlo, tengo exámenes que corregir, ingresos que aprobar, no desperdicie mi tiempo con una introducción y más sabiendo a lo que escuchare-

-Pero tienen que creerme, mi teoría no es tan delirante como usted y muchos…- trataba de comentar con valor el joven unicornio solo siendo detenido por el golpe seco del casco de su profesor contra la mesa.

-Karmio, si tu teoría es básicamente lo mismo que la veces anteriores solo que con otras palabras… solo dímelo, realmente no tengo tiempo que perder hay otras grandes mentes como la tuya, allí afuera esperando poder entrar, por favor, conocí bien a tu padre y fue un gran semental, no desperdicies tu talento en esta loca teoría tuya- dijo el profesor un tanto enojado y retando a su alumno, el cual parecía que conocía desde hace tiempo por medio del padre de este.

-Quizás haya conocido a mi padre, algo que también hice, pero… yo no soy el, no soy mi padre, no dirigiré mi vida por su camino si no por el mío propio profesor- decía con determinación Karmio no inmutándose ante el profesor.

-Determinación… eres muy parecido a él más de lo que piensas- comentaba el profesor marcando con un sello rojo una carpeta en la cual estaba en nombre de Hyades Karmio rechazándola y siendo tomada por este mismo de mala manera y saliendo del aula con un fuerte portazo, provocando solamente un suspiro en el profesor, el cual comenzaba a analizar y corregir distintas pruebas como exámenes de ingreso.

Mientras fuera del aula y en las puertas de la universidad de Canterlot… Karmio solo tomaba furioso con su magia su teoría y la partía en varios pedazos para luego tirarlo en un cesto de basura.

-De que me sirve tener otro rechazado, me lo sé de memoria mi propia teoría, MH… si la misma no fuera teoría y algo real, todos me tomaría en serio, pero sé que es posible, todos lo dudan pero sé que es posible- pensaba Karmio un tanto enojado en un banco de la universidad al ver lo recio que sus profesores se mostraban contra él, por como ellos lo llamaban, una teoría disparata y loca al mismo tiempo.

Karmio solo decidía quedarse sentado por varios minutos mientras observaba como otras mentes jóvenes soñaba con ingresar a la prestigiosa universidad de Canterlot, lo cual le formaba una sonrisa por ver tantas mentes con deseo de aprender y conocer, pero esa sonrisa cambiaba a enojo cuando observaba algunos ponis ricos pasear por el campus sabiendo obviamente que ellos habían ingresado por su dinero y no por sus conocimientos y que perderían el tiempo de ellos y el de los maestros inútilmente.

-Mh eso lo que yo mismo hago, si es que mi pérdida de tiempo no fuera valiosa, ¿por qué no quieren creerla?- volvía a pensar Karmio pensado que sería un tanto irónico que él se quejara de que los ricos hacían perder tiempo a los profesores, aunque se animaba al alentarse y decirse a sí mismo que no era un pérdida de tiempo, si no que debía esforzarse más.

Para dejar de hacerse mala sangre o alegrarse por los ponis del campus… Karmio solo decidía levantarse y dirigirse hacia su dormitorio, mientras que en el aula de donde había salido enojado, casi furioso…

-Ah… este joven, porque desperdicia ese gran talento, esa gran inteligencia en alto tan tonto, aislar una célula para hacerla neutras y estudiarla… es algo tan imposible, pero no se rinde, solo espero que se dé cuenta que no es posible y use su mente para otro propósito- pensaba el profesor mientras pensaba en el destino del joven Karmio y su ambición por esa teoría.

Días… más tarde… el profesor se encontraba dando clase, siendo que en dicha clase Karmio también se hallaba junto a otros tantos ponis de diversos tipos y género, al término de la misma la mayoría de ellos se retiraba pero Karmio se quedaba a lo último.

-Profesor… solicito permiso para usar los laboratorios de la universidad- comentaba Karmio educada y respetuosamente.

¿-Por qué debería aceptar esta solicitud?, mi rama es la ciencia de la vida, pero tienes que hablar con el profesor encargado de los laboratorios- preguntaba extrañado el profesor ante la solicitud de su alumno siendo que no necesariamente le tenía que pedir permiso a él, sino al profesional pertinente.

-Porque usted es uno de los profesores más respetado y conocidos, con su mención, tendré más oportunidad de usar los laboratorios- comentaba Karmio explicando sus razones.

-Mh… por que no se lo pides al profesor, tú también tomas esa clase y tus calificaciones deberían permitirte acceder a él- decía el profesor alentando a Karmio que hablara por sí mismo, pero aun así pareciéndole extraño, después de todo, si ya había insistido seis veces con su teoría, insistirle a otro profesor no sería problema para el en lo absoluto.

-Por la misma razón que no aceptan mi teoría, el profesor no me dejara usarlo, ya que sería una pérdida del material universitario y de tiempo, aunque lo hiciera en mí tiempo libre- explicaba Karmio el porqué de que por sí mismo no conseguiría el permiso.

-Y si estuviera a cargo tampoco te lo prestaría, es un desperdicio de tu tiempo, por favor Karmio desiste de esa estúpida teoría- dijo el profesor tratando de convencerlo nuevamente de que olvidase su teoría, causando que Karmio solo se molestara y se retirara del aula sin decir palabra alguna.

… … …

-Mes tres… eh digo tercero, la célula muestra claramente un gran adaptación a cualquier tipo de sangre equina, sin dudas no ha tenido problemas para aceptar la simples muestras de sangre de los unicornio, pegasos o ponis terrestres, me asombra a mí mismo su capacidad de adaptación… diablos, se me hizo carde, no tarde, ah… deja de grabar- comentaba una vos que se mostraba claramente grabando sus estudios siendo que era interrumpida abruptamente.

Mostrando en la siguiente escena a un Karmio en edad adulta, con un portafolio a su lado y bien vestido saliendo de lo que parecía su propia casa de dos pisos e a lo incluiría un ático, tomando un rápido rumbo al castillo de Canterlot.

Karmio corría apresurado hacia las puertas del castillo y cuando visualizaba a los guardias en el medio… este se detenía en seco y sacaba su credencial y una nota mostrando que tenía un cita importante en el mismo, luego de unos pocos minutos llegaba a la recepción real, en donde los guardias cacheaban de que no llevaba nada peligroso para luego dejarlo pasar a recepción en sí.

-Debe ser incomodo que reciben todas tus pertenencias- decía la recepcionista del lugar al ver al pobre unicornio siendo cacheado.

-Nah… estoy acostumbrado, ya eh venido varias veces y me acostumbro, (aunque mi puntualidad nuca es…), ¡whoa! ¿Eres nueva?- comento Karmio cuando finalmente observaba a la recepcionista, siendo… para él, una hermosa pegaso de atrapantes ojos azules y pelaje gris pálido, causando en ella un leve sonroja miento y desvió de la mirada, pero rápidamente recuperaba el profesionalismo.

-Eh… ejem, señor Hydades, si no me equivoco las princesas lo están esperando, por favor no las haga esperar más de lo que ya lo hizo- decía la recepcionista con algo de seriedad pero con la primera impresión que le había dado a Karmio, este no parecía inmutarse ante tal actitud.

-Está bien, pasara, pero la veré nuevamente encanto- comentaba con una sonrisa Karmio mientras avanzaba hacia lo portones, pero llevándosela puesto por estar visualizando a la portera causando una leve risa en ella, vergüenza en Karmio y una risas de los guardias que lo habían revisado, para que luego el golpeara la puerta y se abrieran gracias a los unicornios encargados de ese deber.

-Señor… Hyades, un gusto volver a verlo- comentaba la princesa Celestia mientras Karmio avanzaba hasta su trono y se reverenciaba ante ella.

-También es un gusto volver a verla princesa… disculpe si le soy grosero, pero iré al grano, el tiempo en mi caso es corto, (espero que célula no muera antes de que llegue, necesito encontrar como alargarle el tiempo de vida a que solo casi tres meses y medio)- comentaba Karmio sonando lo más sincero, amable y cortes posible, siendo que Celestia con una leve sonrisa asentía y aceptaba.

-Bueno, entonces vayamos al grano, ¿qué resultados muestran estos últimos tres meses?-

-Pues… pese a mesclar la sangre de diferentes tipos de ponis y de diferente sexo… hay un 50 y 50 que sea algo que los padres son, si se cruza un poni de tierra y pegaso, hay 50 y 50 porciento, no hay forma de saber o manipularlo, (al menos conocido para mí, eh oído que por otras ciudades lo hacen), y si llega a ser hembra o macho también hay un 50 y 50, sin importar las mixturas el resultado siempre es el mismo, en cuanto al porcentaje- comentaba Karmio explicando a la princesa los resultado que había aportados sus estudios estos últimos tres meses.

-Bien, solo tenemos que hacerlo presentable, así los futuros padres sabrán que su hijo podrá ser de alguna fisionomía de los padres, en cuanto al género son las mismo posibilidades- comentaba Celestia tomando la hojas del informe por Karmio, siendo que la puerta principal se habría mostrado a la princesa Luna, causando que Karmio se reverenciara ante ella, la cual le sonreía y tomaba lugar al lado de su hermana.

-¿Pues qué nos traes hoy señor Hyades?- decía Luna siendo que Karmio se proponía a hablar, pero Celestia le interrumpía mostrándole a su hermana el reporte y resumiéndoselo de paso.

-Vez hermana, si hay mixtura, las posibilidades son iguales para que ya sea, unicornio, pegaso o poni terrestre-

-Si… lo veo hermana, buen trabajo-

-No hay de que, un científico se siente pagado cuando felicitan sus estudios, (y más siendo las princesas, quien diría que en mi vida estaría tan cerca de ella, todos me decían que no podía llegar tan lejos, claro ellos se habrán rendido, pero miren en donde estoy por no tirar nunca la mía)- comentaba Karmio humildemente mientras ambas princesas seguían mirando el informe, notándose satisfechas con los resultados, mientras Karmio solo desviaba la mirada y admirando los vitrales los cuales siempre observaba cada vez que se reunía con las princesas entre otras veces.

Luego de unos cuantos minutos y algunas pocas preguntas de las princesas por alguna duda… Karmio procedía a entregarle todos el informe completo junto con el resumido antes de saludarlas y retirarse del salón del trono.

-¿Y… a las princesa les molesto su impuntualidad señor Hyades?- comentaba la recepcionista sonriente ante la posibilidad de que al unicornio sus planes no le hubiera funcionado.

-Pues… al decir verdad, nada mal, ni siquiera lo mencionaron el hecho y eso que la princesa Luna llego más tarde que yo, (unos minutos, pero llego más que yo en fin)- dijo Karmio con una sonrisa coqueta mientras apoyaba una de sus patas en el escritorio de la secretaria.

-Bueno para la siguiente no tendrá tanta suerte- decía la recepcionista mientras retomaba su trabajo aunque Karmio solo le sonreía.

-¿Y cómo se llama usted?, bella pegaso- comentaba pícaramente Karmio tratando de seducir obviamente a la secretaria la cual trataba de no prestarle atención en lo más mínimo.

-Por favor, si sus asuntos terminaron aquí por hoy, retírese… no solo tengo que atenderlo a usted, sino a ponis muchos más importantes- decía la secretaria para tratar de sacarse al Karmio que se estaba volviendo un tanto pesado.

-Al menos de tal hermosa…-

-¿¡Si le digo mi nombre dejara de molestarme!?- comentaba la pegaso bastante molesta ya por la insistencia del semental.

-Sip, lo hare, no la molestare más, (por esta semana)-

-Azure- decía la yegua causando en Karmio una sonrisa por saber tan lindo nombre pero también…

-Azure… cuanto- preguntaba Karmio por saber el resto de tan lindo nombre a tan bella yegua.

-Solo dijo que con mi nombre bastaría, no es necesario mi apellido-

-Pero…-

-Le recuerdo mi apellido no era parte del trato, ahora déjeme trabajar señor Hyades- comentaba Azure ya molesta por la actitud del semental eh indicando atreves de una seña con la pata a los guardias que retiraran al unicornio, siendo que era sacado por la buenas pero sin perder su vista de Azure y sonriéndole todo el tiempo.

-Esa yegua… hermosa, será mi futura esposa, lo presiento- pensaba Karmio mientras se retiraba del castillo de Canterlo para su hogar, pero sin sacarse la imagen de la hermosa yegua que acababa de conocer.

… … …

Siendo apenas las primeras horas de luz solar… un unicornio se mostraba trabajando en su laboratorio, mientras observaba como reaccionaba varias muestras de sangre en un tubo de ensaño ante las temperaturas y sus cambios bruscos.

-Mh… dis cinco, parece ser que como cualquier otro liquido… la sangre se ve afectada normalmente, la cual sería entendible es solo un líquido y nuestro sistema vascular y circulatorio la protegen de evaporarse como… ah… que pérdida de tiempo- comentaba un voz mientras grabada sus hallazgos, pero deteniéndose y borrando todo lo que había dicho por considerarlo completamente inútil y de más.

-Estoy muy cansado… tanto que no sé qué hacer mientras lo principal se desarrolla- se decía a si mismo Karmio tomando los tubos de ensaño y desechándolos en una maquina esterilizadora para luego tirar el líquido resultante al drenaje y volviendo a limpiar los tubos de ensaño.

-Amor… por favor, ¿podrías no despertarte tan temprano solo para ir al laboratorio?, al menos prepara el desayuno para el pequeño- comentaba una pegaso la cual se veía cansada y despeinada, posiblemente por haberse despertado recientemente u otras razones.

-Si… es solo que costumbre, creo que no es fácil la vida de padre como la pensábamos, pero bueno vuelve a dormir, si se despierta lo atiendo mientras iré a hacer el desayuno como me ordenaste-

-Yo no te ordene nada Karmio, si tú lo tomas como ordenes no es mi problema amor- comentaba un tanto ofendida la yegua mientras Karmio se le acercaba con una leve sonrisa.

-Azure… desde que comenzamos a salir, tus indirectas son siempre ordenes amor- dijo Karmio abrazando a su esposa mientras ella correspondía el abrazo.

-Bueno si no fueras tan sumiso en ciertas partes… no te daría tantas órdenes tonto- comentaba sonriente Azure mientras besaba a su esposo para luego escuchar ambos los llantos de su pequeño que provenía del piso de arriba.

-Bueno… como dije iré yo- decía Karmio separándose del abrazo con Azure mientras subía para atender a su pequeño.

A los pocos segundos… Karmio abría la puerta del cuarto revelando nada más ni menos a su pequeño llorando por alguna razón, siendo que él lo levantaba y mesia para calmarlo.

-Ya ya ya, mi pequeño, para esta aquí, no pasa nada, de seguro tendrás hambre, vamos abajo a que te prepare la leche- decía Karmio a su hijo tranquilizándolo un poco pero sin dejar de llorar mientras lo seguía meciendo y juntos bajaban a la cocina en donde Azure para sorpresa de Karmio estaba preparando el biberón al pequeño.

-Algunas cosas… solo lo pueden realizar la madres amor- comentaba con una sonrisa mientras tomaba a su pequeño y en pocos segundos lo calmaba haciendo que Karmio se enojara levemente por ver con la facilidad que su esposaba lograba calmar al hijo de ambos.

-Bueno al menos es un semental, y yo poder enseñarle más cosas que tú, como cuando su cuerpo cambie magia…- comentaba Karmio presumiendo un gran posible talento de su hijo.

-Ah ah ah ah, señor machismo, que cuando sus alas se desarrollen y sean más grandes volara tan espléndidamente como su madre- decía Azure defendiendo que su hijo no solo podría usar magia si no que también algún día volaría, siendo que comenzaba una leve discusión entre ambos, mientras el pequeño solo tenía la vista puesta en su biberón viendo como su comida se preparaba.

-Pero estoy seguro que con mi inteligencia heredara… el uso de su magia será excepcional, superior a su capacidad de vuelo- Karmio volvía a decir que las habilidades mágicas de su hijo superarían a las de vuelo.

-Crees que la magia lo es todo, tú no sabes los que es descansar en nubes y pasar atreves de ellas- comentaba Azure defendiendo nuevamente a su especie mientras que el pequeño de ambos solo tenía la mirada puesta en su comida a punto de estar.

-No, pero podría pisarlas con el hechizo adecuado- decía Karmio mientras tomaba el biberón con su magia y la enfriaba a la temperatura adecuada para luego entregársela a Azure y que ella sonriente se la diera a su pequeño que gustoso la aceptaba.

-Ah… bueno cielo, el tiempo nos dirá que será de nuestro pequeño campeón-

-Yep y de seguro varias yeguas querían estar con él, tal como su padre en la adolecen… cia- decía Karmio un tanto alegre pero en las últimas palabras terminaba temeroso por la mirada de Azure y la referencia de el a antiguas ex novias y de cualquier yegua que se acercara a su hijo.

… … …

Y bueno… aquí terminaría la premier de lo que sería mi nuevo fic y proyecto, el cual les puedo asegurar que no tiene ni tendrá relación alguna con ninguno de mis fics actuales.

Todo lo que se ha leído hasta aquí y pensado… puede y podrá estar sujetos a futuros cambios si no lo decido yo, quizás sea un tanto más corto a lo que se vienen acostumbrando, pero con esta historia esa es la idea, que no me lleve tanto hacer los capítulos y publicarlos, pero pese a estas palabras… no verán el primer capítulo de este por un largo tiempo, ya que como había mencionado en un bonus de "2da Generación" no habría más historias hasta que la misma terminara o avise.

Y sin más que agregarles queridos lectores… hasta la próxima de este fic, que será… bueno quien sabe, si se pide pronto habrá más, lectores.

Drako

Muchas Gracias.