-Sí, quiero -Waylon no pudo responder otra cosa.
-Eso me hace el hombre más feliz del mundo,cariño.
Eddie le puso el anillo y besó a Waylon, lo que mató a Miles por dentro. El muchacho bajó la cabeza, se hizo sombra y se fue. Hubo un revuelo, por lo que salió Andrew a escena y chilló con voz potente:
-¡EL ESPECTÁCULO HA TERMINADO!
Park intentó seguir a Miles, pero el vestido le quitaba mucha movilidad, por lo que decidió parar. Así que, triste, se dirigió a su habitación, se sentó en la cama y se miró al espejo.
"Miles me odia por esto...siempre ha sido eso...pero yo...". Waylon comenzó a llorar. Sabía que él no tenía la culpa, pero se sentía el hombre más cruel de todo el planeta.
Llamaron a la puerta, y después, Eddie entró.
-No llores, tesoro...
-...- no podía parar...había sido el peor amigo de la historia.
Gluskin se sentó a su lado.
-Mira Waylon,esto iba a pasar de un modo u otro...sé que te sientes mal, pero...ahora me tienes...yo te quiero y tú me quieres, lo sé...yo puedo llenar el vacío de tu interior, yo puedo completarte...y tú también.
Park levantó la cabeza y se quitó el velo. Miró su mano, con el anillo. "Sí, ahora soy la pareja de Gluskin..."se dijo.
-Muchas gracias por todo, Eddie- Waylon abrazó a su novio.
-Es increíble, amor.
-¿?
-Incluso llorando...eres bellísimo...
El joven golpeó a Gluskin, pero consiguió sacarle una sonrisa.
Miles estaba en el tejado de la iglesia. Era su lugar favorito, y el mejor para pensar. Miró el blanco cielo y la blanca nieve. "Maldita sea...todo me recuerda a Waylon..." pensó. Martin subió porque sabía que estaría allí.
-¿Estás bien?
-No.
-No puedes hacer nada...Waylon le quiere, y lo sabes.
-...
Al ver que Miles no estaba receptivo, se fue.
-Si necesitas algo, ya sabes dónde estoy- dijo Martin.
Realmente Miles estaba muy cansado, así que decidió descansar un rato...mas se quedó dormido. Nada más despertarse miró su reloj y se asombró. "Madre mía, ¡he dormido 2 horas!".
Upshur se sacudió la nieve y rebuscó entre su abrigo para buscar su agenda. Al no encontrarla se preocupó.
-Mierda, me la han robado...- y sabía perfectamente quién lo había hecho-...puto Blaire.
Miles descendió del tejado y se escondió tras una columna al ver a Eddie y a Waylon jugando con la nieve. Pero decidió que lo mejor sería ir a buscar su agenda. Tenía demasiadas cosas importantes en ella.
-Podrías haberte dejado el vestido puesto...-le susurró Eddie a Waylon, lo que le ruborizó.
-¡Deja de decir esas cosas!
-¡Pero si te encantan!-dijo mordiéndole la oreja.
-No es verdad...
-No me mientas, tesoro. ¡Sabes perfectamente que puedo leerte la mente!
-Eso no es justo.
-Jujujuju.
Se sentaron en un banco tras jugar con la nieve. Waylon estaba rosadito por el cansancio y eso le pareció tierno a su pareja.
-¿Miles?- dijo Waylon al verle corriendo.
Eddie puso cara de asco, le cabreaba que se hablase con él...
-Ah, hola Waylon...
-¿Dónde vas?
-...a recuperar algo...
-Y-yo...
-No hace falta que digas nada...
Y se volatilizó, lo que produjo cierta angustia en el muchacho.
-Tsk, como vuelva a hacerlo lo mato...
-¿El qué?
-Angustiar a mi pareja.
-Sabía que vendrías, Miles.
-Devuélveme mi agenda, Blaire.
-¿Por qué tendría que hacerlo?
-Puto ladrón, ¡dámela ya!
Los gemelos entraron por la puerta, cerrándole el paso a Miles.
-No me jodas.
-Jajajaja- Blaire no podía parar de reírse.
-Una vez que entras...-dijo un gemelo.
-No sales...- remató el otro.
