Twilight no me pertenece, es de Stephenie Meyer. (Esto no es un mensaje subliminal) (666) XD


~Katrina.

El vampiro de ojos rojos se encontraba en medio del bosque nevado, observando su alrededor sin mirar nada en realidad. Supo que ella lo había seguido hasta ahí, pero la dejó hacerlo.

La rubia chica saltó de la rama del árbol en el que había estado encaramada y cayó sobre la nieve con elegancia, lanzando juguetonamente un poco de ésta a la cara del vampiro.

— ¡Bu! —dijo, con una sonrisa que lo deslumbró, como todo lo que provenía de ella.

Una sonrisa pequeña –casi inexistente– se posó en los labios de Garrett, Kate suspiró suavemente y se dejó caer junto a él.

En esos momentos de su vida inmortal y por primera vez en su casi milenio de vida, ella se sintió nerviosa.

Realmente nerviosa, como si con una sola palabra el delgado hilo del que ambos colgaban fuera a romperse, alejándolos, y –al menos, en su caso– destrozándolo todo.

Porque Kate nunca se había sentido de esa manera con ningun otro vampiro.

Ella había amado con su muerto corazón a cada uno de esos hombres humanos que habían estado en su pasado, era esa la razón de que en su no-vida actual ella y sus hermanas cazaran animales… esa era la razón.

Pero jamás creyó que volvería a sentir el calor, la vitalidad, la atracción que había sentido por la sangre de esos hombres… mucho menos creyó que la sentiría hacia Garrett.

«¡Por favor!» pensaba «¡Él ni siquiera tiene sangre!»

Y no, la sangre que corría dentro de él no era la suya propia. Ni era de Garrett, ni le apetecía a Kate en absoluto.

Pero eran otras las razones que la atraían; era él, eran esos ojos rojos que estaban llenos de intrigas e historias que a Kate no le molestaría quedarse a escuchar por siempre. La manera en que la miraba –con admiración, casi devoción–, cómo la tocaba, cómo le sonreía…

Sí… Kate se había permitido enamorarse, sin miedo ni temores, de cualquier manera, no tenía demasiadas esperanzas en salir de la pelea contra los Volturis con vida.

Sin embargo… ambos habían salido de ella, con una promesa latente.

«—Te seguiré a donde quieras si sobrevivimos a esto, mujer —había prometido él.

A buena hora me lo dices… —musitó ella.»

Y… habían sobrevivido.

No eran los únicos sobrevivientes, no, no tenían que hacer algo tan drástico como repoblar la tierra… ella lo sabía, entendía que tal vez él lo había dicho en el fulgor del momento, aferrándose a una realidad sin sentido… y lo comprendía.

Ellos se conocieron en las peores circunstancias posibles. Él era sólo un nómada y ella tenía una familia, él bebía sangre humana y ella cazaba animales, no podían ser más diferentes en el mundo.

No podían estar juntos.

Él la miró, había estado callada demasiado tiempo, tensa e inmóvil, como una estatua… Garrett enarcó una ceja a forma de burla, pero aún así Kate no lo notó.

Así que continuó observándola en silencio.

Ella era perfecta. Su cabello dorado era como el sol –ese del cual Garrett había estado privado mucho tiempo para no ser descubierto– y sus ojos eran iguales, dorados, expresivos, hermosos.

Kate parpadeó, ofuscada. Sí, una vampiresa ofuscada ante la intensa mirada de un simple vampiro, Garrett sonrió.

— ¿Qué tanto ves? —preguntó ella.

—A ti, Katie.

Ella bufó, aumentando la tosca sonrisa que él tenía plasmada en el rostro.

— ¿Sabes? En estos momentos prefiero Katrina.

La carcajada de Garrett se alzó entre ellos, estruendosa, silenciándolos a ambos.

E inmediatamente, la incomodidad reinó entre ellos.

Regodeándose de dejarlos callados y temerosos, como sólo ella podía lograrlo, sólo ella podía convertir a dos seres inmortales en cobardes.

—No quiero obligarte a nada —susurró ella.

Garrett alzó sus orbes escarlata y la vio realmente. Vio su fragilidad, su temor, su dolor… y deseó protegerla.

—No me obligas a nada, mi dulce Katrina.

Kate cerró los ojos, dejando a Garrett vagando, sin ningún ancla al mundo terrenal, notó que ahora su vida orbitaba por ellos… por ella, siempre ella.

— ¿Cómo lo hiciste? —susurró él.

— ¿Hacer qué?

En un parpadeo él ya estaba frente a ella, apretando sus dedos entre los de Kate, y regodeándose ante el hecho de que ella ya estaba lo suficientemente acostumbrada como para no lanzarlo lejos por su atrevimiento. Con su mano libre, Garrett acarició su mejilla y llevó suavemente sus manos unidas hasta su pecho, al lugar dónde debía sentirse el latido de su corazón.

—Encenderlo —contestó Garrett—. Hacer que te quiera a mi lado para siempre.

—Debe ser un efecto secundario de mi electricidad.

Y Garrett sonrió, porque eran los mismos de antes, bromeando y riendo, pero a la vez no lo eran, ambos lo sabían.

Él se acercó, sus rostros quedaron cerca, muy cerca, mas él necesitaba su consentimiento, si no quería terminar tirado a metros de ella.

Sus ojos se cruzaron y Kate se armó de valor, eliminando el espacio entre ellos y besándolo.

Y él sonrió, pues ahora la que tomaba los riesgos era Kate. Al menos algo bueno le había pegado él.

Y era un riesgo delicioso, que ambos disfrutaron. Saboreando la vida que aún quedaba por venir. Vida, esperanzas, proyectos, futuro.

Ambos estaban dispuestos a enfrentarse a ella juntos.

Porque él era el aventurero, el que tomaba riesgos, retos, decisiones y actuaba por instinto, pero ella sacaba su lado dulce y nostálgico.

Porque ella tenía la fuerza de un huracán, pero en esos momentos era indefensa como una niña.

Y él estaría siempre ahí, para amarla. Tanto como durara su eternidad.


Una de las razones de que yo amara Breaking Dawn fue esta pareja. Simplemente amé cuando Kate le dio toques a Garrett y él se cayó de espaldas, fue tan 'awww, amor sadomasoquista' *w* y justo ayer descubrí que mi Kate se llama Katrina, y esto salió de un momento de locura. Pensé en el huracán que pasó dentro de Garrett, provocando que el abandonara su dieta, su vida nómada y su pasado, por su Katrina *w*