Inu Yasha no me pertenece, es de Rumiko Takahashi… yo solamente juego con ellos un ratito.


En aquellas noches donde la luna se renueva, su "debilidad" se muestra, sin que pueda hacer nada por evitarlo. Su cabello del color de la plata se torna en un negro azabache y sus ojos pierden aquella mirada un tanto feroz.

En aquellas noches, él es sólo un humano.

Ella se limita tomar a tomar su mano, cuando Inu Yasha se lo permite. Sabe que él odia sentirse débil e impotente, que aún no entiende que su verdadera fuerza no depende de ser un demonio completo, que su verdadera fuerza radica en su corazón. Un corazón que es especial por mantener las dos esencias.

En algunas de aquellas noches, el acaricia el rosto de Kagome mientras sus labios se acercan suavemente a los de la chica, es una especie de ritual que se ha ido formando con el tiempo. Los besos son tiernos y lentos, un intento de conocer otra faceta, de convertirse poco a poco uno en parte del otro.

En cada luna nueva, ellos también se renuevan.


N.A. La segunda parte continua en M, es que es un poquitín subidita de tono.