Título:Enredados "Love On The Road"
Autor:Angelito97-Delena
Rating:+18
Pairings: Damon & Elena (y alguna más)
Sinopsis:Damon Salvatore, junto a Enzo y a Alaric se pasan la vida en la carretera, buscando aventuras y peligros por allí por donde pasan, pero esta vez, Damon se equivoca de lugar, de momento y de día, decide adentrarse en la casa equivocada, y coincide con la persona equivocada. Elena, vive encerrada bajo cuatro paredes, y ve la oportunidad de vivir su propio cuento de hadas, tal vez no fue el movimiento adecuada, pero su corazón lo dictó de esa forma. Damon ahora tenía que hacerse cargo de una loca, y Elena cargar con su propia estupidez. Estaban enredados en esa locura, y si uno fallaba el otro caía. ¿Qué podían hacer?
Advertencias: Universo Alternativo
Disclamer: Los personajes aquí narrados no me pertenecen, pertenecen a la escritora LJ Smith y al canal CW.
LEED CON ATENCIÓN LAS SIGUIENTES NOTAS:
ESTA HISTORIA NO ESTÁ CORREGIDA POR LO QUE ES POSIBLE ENCONTRAR ERRORES ORTOGRÁFICOS, GRAMATICALES, DE COHERENCIA Y/O COHESIÓN. LEED BAJO VUESTRA RESPONSABILIDAD.
ME GUSTARÍA PODER EDITARLA EN EL FUTURO PERO ESTOY FALTA DE TIEMPO.
SIENTO LAS HIPOTÉTICAS MOLESTIAS.
2 de agosto, 2017.
Prólogo:
"Todo está por descubrirse. Pensar que lo conocemos todo es un cuento"
Eduardo Chillida
La belleza puede estar en cualquier lugar, solo hay que saber donde mirar y especialmente, en descubrir la esencia de esa belleza, porque, ¿qué es exactamente la belleza? No hay palabras para describir que es bello y que no lo es, para alguien la belleza está en una chica o por su contraria en uno chico, en una sonrisa, en un sobresaliente, en un simple aprobado, o tal vez en una tarde de cine, una tarde de risas, o una noche de amor, pero, ¿por qué no pensamos en algo más simple? La belleza para nuestra protagonista, para esa chica con una sonrisa especial, para esa chica de ojos chocolate, y cabello castaño, la belleza está en esa ventana, en esa pequeña ventana que tiene en el sótano, donde puede ver cada mañana los rayos de sol, donde puede escuchar el mundo exterior, para esa muchacha la belleza está en poder sentir el aire en su rostro, los pajarillos a su alrededor: poder salir; hay está su belleza, en la libertad.
Elena Gilbert era una adolescente como otra cualquiera en los aspectos físicos, tenía diecisiete años, acababa de terminar su último curso con las mejores notas, escribía y leía, y principalmente soñaba despierta en cada momento, pero ¿dónde están las diferencias? Muy fácil, ella no tenía los problemas de una adolescente, ella no se peleaba con sus amigas, ni buscaba novios ni rollos por el estilo, ella no llegaba tarde a su casa, no discutía con sus padres, ni bebía, ni se drogaba ni mucho menos se acostaba con ninguno, ¿por qué? Porque no podía ni siquiera intentarlo, estaba encerrada, literalmente en su casa, en ese sótano donde se le permitía soñar despierta con una realidad paralela, donde ella era la princesa de cuento, donde un príncipe con su descapotable venía a rescatarla de su prisión, Elena, llevaba sus diecisiete años encerrada entre esas cuatro paredes, no tenía contacto con el mundo real, solo con sus padres, ¿por qué? Porque el mundo era peligroso, según sus padres, ella al igual que todas las chicas y chicos del mundo, debían estudiar y vivir en sus sótanos, pero Elena no se creía todo eso, hacía muchos años que no se creía nada de eso, pero ¿quién era ella para cuestionar a sus padres? Nadie.
Nada, no era nada, solo una cría que no conocía mundo, una niña inocente que no sobreviviría ni un día en el exterior, pero ¿alguien podía impedirle soñar? No, nadie podía frenarla en eso, por eso desde que tenía uso de razón soñaba despierta, jugaba a ser una princesa, una guerrera, una aventurera...a partir de los quince empezó a traspasar esas historias a papel, pero nada, la satisfacción de escribir no se la quitaba nadie, pero aún así no era suficiente, necesitaba más, mucho más...pero, ¿qué podía hacer ella para cambiar las cosas? ¿cómo podía ella encontrar una historia que valiese la pena escribir? ¿cómo podía darle nombre a su príncipe azul? A ese chico de ojos verdes y pelo castaño de sus sueños, ¿o era de ojos azules y cabello rubio? Ambas opciones eran perfectas, ella necesitaba inspiración, y ya nada tenía sentido para ella...
¿Qué podía hacer ella...?
01: Mi príncipe
Recorrer medio mundo con ese camaro era todo un reto, arriesgarse a que ese coche dejase de funcionar en mitad de una persecución podría ser peligroso, pero es que eso era lo que le excitaba a él, a Enzo y a Alaric, era lo que le daba las ganas de vivir esas aventuras, porque ¿quién eran ellos para poner las cosas fáciles? Nadie, pero claro, si querían vivir como reyes primero tenían que evitar que sus rostros estuviesen entre los más buscados del FBI o del CNI, diez años entre la espada y la pared no eran suficientes para que esos chicos diesen media vuelta y se rindiesen en una isla perdida del Caribe, no estaban dispuestos a abandonar, su lema, "vivir o morir" y pensaba realizar ambas cosas, y ninguno estaba dispuesto aún a vivir la última.
Alaric se puso de pie sobre el asiento, Enzo le agarró de la cintura e hizo lo mismo, ambos empezaron a vitorear a la nada, a ese camino desértico que tenían por delante, el aire les daba de frente, removiendo sus cabellos, llenándolos de trocitos de arena o polvo, pero a ellos no les importaba, acababan de salir ilesos de una trampa mortal en Viena, ¿a dónde iban ahora? A cualquier sitio, no les importaba, eran felices, vivían el momento sin importarle nada. El moreno que conducía miró por el retrovisor y sonrió abiertamente, era increíble, que aún Dios o quien fuese les dejase ilesos una vez más, se recolocó mejor las gafas de sol, y dio la vuelta, frenando de golpe, provocando que sus compañeros dieran un traspié.
-¿¡Eres gilipollas!?
-No-salió del coche-soy el ladrón de guante blanco más buscado del mundo.
-No te lo tengas tan creído, guapetón-dijo socarrón Enzo agarrando por los hombros a Alaric-los ladrones de guante blanco, son aquellos que nadie conoce sus rostros...
-Y el mío no lo conocen, soy la cabeza, soy El Cuervo-sonrió sugerente-conocerán la vuestra, pero no me importa...tengo una idea...
-¿Un nuevo golpe?
-Si, mientras vosotros cantabáis y hacíais el tonto, yo escuchaba la radio, en Estados Unidos, en Vickery, zona este de Virginia hay un pueblecito muy, muy mono...
-¿Desde cuando nos interesan los pueblos "monos"?
-Desde que han invertido en las cases rurales más de dos millones de dólares.
Alaric y Enzo se quedaron boquiabiertos, no podía estar hablando en serio, ¿dos millones de dólares? Ambos chicos comenzaron a dar saltos de alegría, el gordo les tocaba con eso, pero cuando vieron que su jefe no bailaba con ellos supieron que había algo más, algo más gordo que eso.
-Hay una pega...las inversiones se harán en dos semanas, y tenemos que estar allí para entonces...-todos miraron el camaro, y supieron que dos semanas era muy poco si querían llegar allí de forma segura, pero él estaba dispuesto a eso y mucho más, porque justo cuando cambió de cadena, el maldito aparato falló y dio señal americana, ¿casualidad? ¿destino? ¿o esa mano que le salvaba siempre el culo? Sonrió, no importaba, aunque perdiese la vida en el intento, ese dinero sería suyo, de él, de sus amigos y de la gente más necesitada. Lo haría, si o si.
Soltó su diario, suspiró resignada, no se le ocurría ninguna forma de convencer a sus padres para que la dejasen salir, para que solo conociese el exterior durante cinco minutos, y ni por asomo se le ocurría la forma de escapar ella sola, necesitaba una excusa, llevaba semanas planeando algo, y ahora, no tenía nada más que pájaros en la cabeza, cogió aire, inflándose como un bebé, y justo oyó la llave de la puerta, la cabellera de su madre asomó por ella, venía muy arreglada y eso le extrañó.
-Hola cariño-se adentró con una bandeja de comida casera-¿estás mejor del resfriado?
-Si, gracias-recogió las cosas-¿vas a algún lado?
-Bueno si, esta mañana fueron las inversiones locales, ¿recuerdas? y ahora tenemos que ir, tu padre y yo a la casa Loockwood.
-¿puedo ir con vosotros?-se ilusionó, era la primera vez que la informaban de algo así, de que fuesen a una fiesta, ella no era tonta, sabía que sus padres salían al exterior porque oía el motor de un coche, pero nunca se lo habían dicho así, a cara descubierta, la sonrisa de su madre desapareció por completo, y las ilusiones de Elena explotaron como de un globo se tratase, había sido muy ingenua.
-Hija, el mundo es peligroso...-posó su mano en el hombro de la chica, Elena se removió inquieta-mi niña no me hagas esto, ojalá pudieses...pero...
-Si, si, lo sé...pero es que quiero vivir aventuras mami...
-Ya no eres una niña para tener esos pensamientos...has estado estudiando con nosotros y sabes que ya no tienes edad para soñar...
-¿y cual es la edad limite?-bromeó-no la hay mamá, y es lo único que tengo para no volverme loca, soñar, no esnada malo-se hizo un ovillo con sus piernas, hundiendo la cabeza para no llorar-ve tranquila.
-Hija...
-Mamá, en serio, ve con calma..
Su madre asintió no muy segura, sonrió con ternura dejando un pequeño beso en los cabellos chocolate de su dulce princesa, una princesa ya muy adulta para serlo, salió con cuidado, en la puerta Grayson aguantaba las ganas de llorar, lo mismo que su hija hacía sin saberlo, y por diferentes motivos, Miranda se abrazó a él, ambos lloraron en silencio cuando empezaron a escuchar a su hija sollozar. Pero ellos no podían hacer nada para cambiar las cosas, nada.
Elena se abrazó a su almohada y dejó que las lágrimas corriesen por sus mejillas, que limpiasen así los males que se almacenaban en su cabeza, necesitaba despejarse, empezó a escalar hasta alcanzar la ventanita, era noche abierta, suspiró, cerró los ojos, soñando que estaba fuera, que era libre, que corría lejos como una princesa de cuento.
Elena abrió los ojos cuando sintió la brisa sobre su rostro, sonrió con amplitud al verse en el exterior con un largo vestido de época con lazos decorándolo, tocó su rostro encontrando en él una textura totalmente diferente, la chica dio una vuelta sobre si misma para sentir la libertad bajo sus pies, por fin era libre, caminó, corrió, se lanzó al suelo, para sentir la frescura y la suavidad de la hierba, cerró los ojos con fuerza para poder almacenar todo eso en su memoria.
-Mi niña-asustada abrió los ojos, sus padres la animaban para que se acercara, pero Elena no quería hacerlo, necesitaba ser libre, lo necesitaba tanto como respirar o hablar, no podía, no, no era bueno para ella, negando con la cabeza y recogiéndose el vestido comenzó a correr, creyendo que la libertad se le escapaba por las manos, contra más corría más libre se sentía, y aún sin darse cuenta se había alejado mucho de sus padres, respiró con dificultad, y tropezó, cayó al suelo, y sintió una vez más, que la libertad se le escapaba de las manos.
Otra vez, otra vez encerrada en esa prisión de oro, las lágrimas caían como cascadas y esta vez no le importó mostrar su soledad, era una princesa con todos los deseos cumplidos menos uno: ser libre.
Rezó al cielo el cual no podía ver que su príncipe azul viniese a buscarla, a rescatarla de su prisión de cristal, le rogó al universo que trajese a su alma gemela con ella, que su réplica le rescatase de su propio infierno, cerró los ojos, y suplicó una vez más la salvación, entonces lo escuchó, el relinchar de un caballo, alzó la vista, miró a su alrededor, ya no se encontraba en una jaula de cristal, ahora eran unas escaleras del mismo material, su vestido de lazos de color verde, dio paso a uno blanco de purpurina de palabra de honor, con lazos como guantes, con el cabello recogido en un moño alto, un maquillaje sencillo y los labios color sangre. Miró en la dirección del sonido, y ahí estaba, su príncipe, un muchacho vestido de chaqueta oscura y camisa gris, con botas altas manchadas de barro, y cabello perfecto, y unos ojos profundamente verdes, la miraba a ella, su sonrisa era suya. Elena se agarró con fuerza a la escalera, y el chico comenzó a recorrerla, para alcanzarla, para rescatarla, Elena siguió ese camino, sonrió como nunca había sonreído, y gritó mil gracias a su fuero interno, pero las escaleras se le hicieron eternas, y la chica una vez más, se dio de bruces con la realidad...
Solo era un simple sueño, una simple historia, un simple cuento.
Elena soltó el lápiz, la mano le temblaba más que nunca, las lágrimas parecían no tener fin, esta vez su cuento no tenía un buen final, no el que ella deseaba con todas sus fuerzas, no el que su corazón le decía, nada, por una vez en mucho tiempo no podía terminar con una sonrisa, por una vez escribir no la evadía de su realidad. Empezó a llorar con más fuerza, no sabría decir cuantas horas habían pasado, pero ella necesitaba mucho más. Escuchó un coche, el motor de un coche aparcando más cerca de lo normal, Elena se alzó asustada, era demasiado pronto para que sus padres fuesen vuelto, y ellos nunca aparcarían tan cerca de su refugio, o como ella decía de su jaula.
La chica con dificultad ya que las piernas se le habían entumesido por el tiempo que se había pasado en esa mala postura se movió hasta la puerta, colocó la oreja no se escuchaba nada, frunció el ceño, y despacio volvió a acercarse a su pequeña ventanita, no tuvo tiempo de ver nada cuando las luces saltaron, acababan de apagar las luces, la corriente eléctrica y por lo tanto acababan de apagar las alarmas, con una sonrisa tonta dibujada en los labios, pues si acababan de cortar la seguridad significaba que la puerta era fácil de abrir-eso y que eran ladrones los que acababan de entrar-decidió intentar escapar, como la chica de su historia, podía intentarlo, si se enfrentaba a esos ladrones podría demostrarles a sus padres que era capaz de sobrevivir en ese mundo que ellos habían tachado de peligroso e insano para ella, cogió una de las agujas de puntar-si, si, sabía utilizarlas-e intentó abrir la puerta, no era tan fácil como lo pintaban en las películas no en los libros por lo que tuvo que darse por vencida, no se le ocurría otra forma de escapar cuando oyó que forcejeaban exactamente esa puerta, una sonrisa se le dibujó en el rostro, cogió uno de los libros de literatura romántica y se preparó para golpear al ladrón, pero justo cuando un chico moreno entraba se arrepintió, si el truco de la aguja había fallado, ¿quién le aseguraba que esto iba a ser diferente? Se pegó lo máximo posible a la pared, esperando que el chico se largase sin fijarse en ella, no había luz, solo la de la linterna no tenía porqué verla.
-¡Aquí no hay nada!-gritó, era inglés, su acento era totalmente diferente-¡Alaric!
Maldijo en silencio al ver que no recibía contestación y salió de allí dejando la puerta abierta, Elena, sin acabar de creérselo salió despacio cogiendo su diario y su chaqueta, estaba dispuesta a parar esto.
Damon no encontró nada en las cajas fuerte, esa familia estaba más pobre que él, eran todo fachada, maldiciendo en voz alta decidió llevarse las cosas superficiales, no tenía intención ni de dejar su marca, salió del escritorio encontrándose con Alaric registrando unos papeles.
-¿Qué es eso?
-Ni puta idea, no sé búlgaro…
-¿Entonces?
-Solo curiosidad-sacó su móvil-tal vez sea algo gordo, le saco unas fotos-Damon puso los ojos en blanco, y oyó los gritos de Enzo, realmente estaba rodeado de incompetentes.
-Estamos robando panda de animales-le aclaró a un Enzo bastante nervioso-¿¡qué se supone que haces gritando!? No soy el puto suicida…
-Joder que abajo hay una sala de lujo y no hay ni un dólar en esta casa, ¿no es un tanto extraño? ¿no se supone que había inversiones de reconstrucción o algo así?-el pitido de la tablet les avisaba de que las alarmas y la electricidad se iban a conectar en veinte minutos, Damon cansado mandó a Alaric a inspeccionar la parte de abajo y a Enzo la parte de arriba, él se encargaría de revisar el exterior, no tenían tiempo, y algo gordo debía de haber en esa puta casa de locos.
Mientras revisaba el exterior, Elena se escabulló del sótano antes de que alguien decidiese entrar, su primer plan era atrapar a los ladrones pero cuando vio a uno más rubio se dio cuenta de que puede que no fuesen ni dos ni tres, que fuese una banda entera, no estaba dispuesta a arriegarse, pero su macabra mente perfiló la idea de una banda como la de Robin Hood, y por un momento vio la oportunidad de vivir una aventura, tal vez fuese una loca suicida, pero estaba dispuesta a encontrar su cuento de hadas ella sola, sin necesidad de ayuda ni de que sus padres decidiesen apoyarla. Tal vez si Elena fuese tenido tiempo a pensar en las consecuencias o a ver las cosas desde la perspectiva realista no fuese hecho esa locura. Se adentró en la cocina y salió por la puerta, pisar la tierra con los pies descalzos fue mucho más placentero a como se lo había imaginado, se recreó unos segundos más en esa paz casi ilusa, cerró los ojos para sentir el fresco de la noche, y se permitió dar un par de pasos como si se tratase de la misma Clara que por fin se alejaba de esa silla de ruedas; pero no estaban en un cuento de hadas, ni mucho menos en una serie de dibujos animados donde la protagonista conseguía su sueño y venían los créditos de autor, no, estaba en la vida real, y después de diecisiete años encerrada por su protección estaba en el exterior, y no podía perder más el tiempo.
No dio ni dos pasos cuando vio una figura en la distancia, era la de un chico, y tal vez la del ladrón, tragó saliva y se adentró aún más en la oscuridad que le brindaba vivir en una casa con jardínes tan inmensos como esos, no dio ni dos pasos cuando encontró un coche, bastante antiguo para su gusto al lado de otro mucho más moderno, de los ladrones supuso, con una sonrisa estúpida se metió en el que no tenía capó, y se ocultó debajo de una sábana en el asiento trasero.
Y entonces despertó de su cuento estúpido.
¿Qué se supone que hacía? ¿¡secuestrarse ella misma!? Ni siquiera sabía con quien se la estaba jugando, y ella solo, seguía ¿lo que le dictaba su corazón? sus padres estarían exagerando con encerrarla para su protección, pero ella estaba realmente mal de la azotea por meterse en el coche de un ladrón que seguramente podría ser un asesino, un violador o todo junto, con unos cuarenta o cincuenta, o con la apariencia de esa edad pero mucho más joven y desquiciado, tal vez con tatuajes de tías desnudas y desangradas, o simplemente con algún defecto físico, como la falta de un ojo, o con un dedo de más, o con marcas de guerra, o peor. Elena se acojonó, realmente su mente no había trabajado lo suficientemente rápido para que ella se diese cuenta de la locura que había cometido, cuando quiso escapar pudo escuchar las voces de unos chicos.
Era demasiado tarde. Estaba muerta.
El coche empezó a moverse, solo se escuchaba una canción bastante ruidosa de fondo, pero nada más, ni siquiera una voz, ¿es que solo había un chico en ese coche? no había mucho espacio, y había otro coche, por lo que seguramente sería la respuesta, empezó a temblar, realmente estaba asustada, ¿qué iba a hacer? ¿gritar? ni siquiera conocía el pueblo como para hacerlo, ¿y si ya era demasiado tarde?
Las lágrimas cayeron sin control, y seguramente eso fue lo que provocó que el chico frenase de golpe, el jep que los acompañaba también lo hizo, Damon salió disparado de su cámaro, mientras Enzo empezaba a gritarle cosas sin sentido por frenar de esa manera.
Llevaban varias horas en carretera, estaban a punto de alcanzar Atlanta.
-¿¡Tu estás loco, colega!?-coreó Alaric mientras bajaba del coche, Enzo le mandó a callar cuando Damon señaló la parte trasera de su camaro.
-Mierda-musitó el inglés, sacó su arma, y Damon se dispuso a quitar la sábana; Elena con los ojos vidriosos se dejó iluminar por la linterna que la cegó por completo, solo pudo captar un color entre la intensidad de la linterna, el azul, el azul de los ojos de uno de los ladrones.
Nada había preparado a Elena para esa visión tan angelical y al mismo tiempo tan oscura, nadie había preparado a esa inocente muchacha para lo que estaba a punto de experimentar.
Creo que como comienzo está bien, ¿qué piensan? Va a ser bastante complicada la trama, quiero decir, son unos ladrones si, pero hay algo más profundo, tengo cinco capítulos más pero publicaré poco a poco, ya saben como va esto, el fic oficial que estoy publicando es OMN, solo sean pacientes, al igual que TKWTBE y NOL, está viene con misterio :)
Espero vuestros reviews :)
