Bueno antes que nada, los pingüinos de Madagascar no me pertenecen su existencia se le debe a: Eric Darnell, Tom McGrath y Mireille Soria.
Yo solo creo fantasías…

Basado en dos de mis poemas favoritos.

Ella dice

Dice él

Manuel Magallanes Moure (chileno)

ELLOS

Skipper

Todas las mañanas era la misma rutina, podía sentir una mirada seguir todos mis movimientos; me hacía estremecer y esa era la manera en la que me pedía en silencio hacer chocar nuestras miradas.

¡Y yo lo hice, le mire!

El tiempo parecía detenerse y sus ojos me rogaban una sonrisa y yo cada vez más perdido en sus encantos sentía mi corazón salir por mi garganta.

¡Y yo lo hice, le sonreí!

Tímidamente sus manos querían fundirse con las mías, y yo sintiéndome en el cielo me concedí ese privilegio.

¡Y yo lo hice, le entregue mis manos!

Mis sentidos fueron nublados ante la petición de un beso y yo estaba en un sueño, entonces cedi ante el temor de despertar y no probar el sabor de sus besos.

¡Y yo lo hice, le bese!

Rendido ante tal placer me pidió una cosa más, ser uno…

¡Y fui todo suyo! pero, él quería más.

Julien

Todas las mañanas era la misma rutina, mi desobediente mirada le pedía mirarme.

Y él lo hizo pero su mirada era fría y así se posaba en mis tristes ojos.

¡No puedo pedir más!

Mis ojos necios suplicaron una sonrisa y lleno de temor espere paciente; entonces su tímida sonrisa me ataco.

¡No puedo pedir más!

Mi corazón estallaría de felicidad en cualquier momento así que me aventure a fundir nuestras manos… ¡Y lo hizo!

¡No puedo pedir más!

Lleno de valentía y temblando sin razón aparente, pedí un beso antes de arrepentirme y salir corriendo… ¡Y lo hizo, me beso!

¡No puedo pedir más!

Y aun así, rendido ante tal placer pedí una cosa más, ser uno…

¡Y fui todo suyo! Pero, él no podía darme más.