Diablos… Otra idea más. ¡Tenía que escribirla! ¡No dejaba de rondarme la cabeza! D:


Nonexistent (Inexistente)

El entrenamiento había sido un completo desastre. ¡Le frustraba tanto haber sido derrotado tan fácilmente! ¿Pero qué iba a hacer si su zanpakuto estaba rota? Cuando aquel tipo le dijo que no debía de depender tanto de su zanpakuto supo que estaba perdido. Y es que la triste realidad es que el único poder que tiene es el de su zanpakuto. No tenía ni idea de kido y el hakuda no le había servido de mucho.

Rechinó los dientes con fuerza y se puso en pie como pudo. Su cuerpo estaba lleno de tierra y algo de sangre. Escuchó a aquel tipo de lentes oscuras suspirar como si estuviera tratando con algo que era cansino. Eso lo hacía cabrear aún más. Lo estaba haciendo ver tan débil…

Un shinigami pelirrojo observaba preocupado desde su posición, sentado en lo alto de una roca en aquel enorme campo de tierra. Murmuró el nombre de su amigo a la vez que cerraba los ojos y suspiraba. ¿Por qué parecía tan distante mientras se desarrolló la batalla? ¿Qué le estaría molestando?

Los tres que allí se encontraban miraron hacia un lado cuando una persona cubierta con una capa blanca se acercó al miembro de la División 0 y le habló de algo que los otros dos no pudieron llegar a escuchar. Poco después de marchó por donde vino y de nuevo el tipo de las lentes suspiró, mirando atentamente a su sujeto de entrenamiento.

–Kurosaki Ichigo. El Rey Espiritual quiere verte.

Ichigo tragó saliva a la vez que empezaba a caminar siguiendo al otro hombre. Si era el Rey de la Sociedad de Almas, debía de ser alguien que intimidara mucho. Fueron lanzados hacia el palacio del Rey y llegados allí empezaron a recorrer extensos pasillos y a bajar escaleras hasta llegar al fondo del todo.

El shinigami de cabellos naranjas estaba intimidado con solo sentir el reiatsu antes de cruzar la puerta que lo llevaría a encontrarse con el Rey. Las dos grandes puertas se abrieron, revelando un lugar extraño que hasta parecía místico donde se encontraban los otros cuatro miembros de la División 0.

El tipo que acompañó a Ichigo hasta allí se arrodilló y anunció que ya habían llegado. Hubo un silencio de varios segundos hasta que se escuchó una voz que parecía retumbar hasta en su mente.

–Kurosaki Ichigo. Da un paso al frente –aunque algo indeciso, hizo lo ordenado y se movió un paso al frente– Ya no eres de utilidad –dijo con voz fría. Los otros parecieron sorprendidos por las palabras del Rey al igual que el shinigami sustituto que no entendía que quería decir con aquello– Me veré obligado a borrar tu existencia.

Ichigo abrió la boca para decir algo, pero nada salía de su garganta. No supo si era por el shock de lo que acaba de declararle o porque el reiatsu que sentía sobre él era tan inmenso que no le dejaba articular palabra.

–Qué… ¿Qué qui-quiere… decir? –logró decir entre jadeos a la vez que sus ojos se abrían de par en par.

–Fuiste creado para la protección de la Sociedad de Almas. El enemigo supera nuestras expectativas y no estás a la altura.

–¡Pero yo aún puedo-! –había un sentimiento de pánico creciendo dentro de él. Porque sabía que el Rey podría matarlo en cualquier momento si así lo quisiera.

–Silencio –hubo otro instante de completo silencio hasta que volvió a hablar– Parece ser que el proyecto Hogo-ryoku (1) ha llegado a su fracaso final. Por lo tanto un experimento defectuoso debe ser desechado.

Kirio levantó la cabeza para hablar– Señor… ¡No puede hacer eso! –protestó. Sabía que no debía faltar así el respeto a su Rey, pero es que aquello era una decisión tan repentina.

–No supondrá nada –siguió hablando ignorando las palabras de Kirio– Porque nunca existió un humano llamado Kurosaki Ichigo.

–¡U-un momento! –Exclamó Ichigo señalándose a sí mismo– ¡Yo estoy aquí! ¡No entiendo de qué está hablando!

–Hace poco más de 100 años ocurrió la desgracia de la perdida de numerosos capitanes en el Gotei 13 por culpa de Aizen Sosuke –empezó explicando Shutara– Y sabíamos que ese hombre traería más desgracias a la Sociedad de Almas. Cuando nos enteramos de que quería entrar a la corte espiritual pusimos en marcha un proyecto de defensa.

Ichigo giró la cabeza para mirarla mientras ella hablaba aún con los ojos abiertos en shock.

Shutara cerró los ojos y prosiguió hablando– El proyecto Hyogo-Ryoku… Consistía en la creación de seres preparados para cualquier terreno de batalla. De los catorce experimentos solo sobrevivió uno. Este experimento primero, desarrolló increíblemente rápido sus poderes de shinigami, pero murió a manos de un hollow a órdenes de Aizen Sosuke lo que nos dio a pensar que él sabía de su función. Veinte años después creamos un segundo experimento que sobrevivió a todas las pruebas e incluso pensamos que algún día sería un ser transcendental. Un ser capaz de desarrollar y controlar todas las distintas energías de este mundo. El experimento número quince al que llamamos…

Todas las miradas se centraron en el shinigami sustituto quien había caído de rodillas al suelo incapaz de creerse lo que estaba a punto de escuchar.

Ichigo.


(1) Hyogo-ryoku (保護力): Fuerza protectora.

No sé de dónde me vino esta idea. Puede que les parezca una teoría estúpida la que se me ha ocurrido :l