Capitulo 1: No tengo ni un interés

Edward POV

Tenía sueño y para ser sinceros daría lo que fuese para solo quedarme en cama. Tenía ganas de que por una vez como hace años mi madre me trajera el desayuno a la cama, pero eso jamás ocurriría y lo tenía más que claro. Me estiré entre las sábanas suaves de mi cama con flojera. Hace años que ya no estaba completo del todo, mi vida se iba en el trabajo y en la casa con mi familia, quería poder olvidarlo todo, quería borrar aquel miserable día. Me fui al baño, abrí la ducha y me quité el pijama. Mientras entraba a la regadera tomé el cepillo de dientes y le eché pasta dental y me los comencé a lavar. Tenía los ojos cerrados, mientras tenía el cepillo dentro de la boca me comencé a lavar el cabello y a enjabonarme.

¡Desperté!- susurró con voz chillona. Cerré los ojos apretándolos más y suspiré con cansancio, la amaba con toda mi alma, pero no podía evitar estresarme.

Ok- susurré mientras me enjuagaba la boca.

¿me escuchaste? ¡Desperté!- gritó más fuerte. Tenía más que claro que lo único que deseaba era llamar mi atención.

Te escuché Renesmee- grité también, parece que el mal humor ya se me comenzaba a ir, además ella no tenía la culpa de mis infortunios. La escuché sonreír. Cerré la ducha, tomé una toalla y me la enrollé por la cintura.

Llamo Emmett y dijo que ya estabas retrasado- dijo mientras ojeaba un libro, aún no se vestía, rodé los ojos por su postura tan despreocupada.

¿no pensaste que si estábamos atrasados podrías haberte vestido?- le pregunté mientras movía mi cabello y las gotitas de agua la mojaron, me miró enojada.

Soy una niña Edward, tu tienes que escoger mi ropa- rodé los ojos.

Jamás te gusto que la eligiera por ti, además tienes 6 ya no eres una niña- saqué ropa de mi closet para comenzar a vestirme.

Eso no me dijiste cuando te conté que encontraba lindo a un niño de mi clase- me atoré con mi propia saliva, esta niña es tan despierta.

Hija, no eres una niña para elegir tu ropa pero para que te guste alguien eres un bebé- la miré con intensidad, sonrió era tan parecida a su madre, aunque en realidad todos decían que era mi viva imagen.

Papá…- era lindo verla tan grande, ver con mis propios ojos el hermoso fruto del amor tan grande que nos tuvimos con Tanya. No puedo negar que fue difícil, tenía tan solo 21 años y me quedé solo con un bebé recién nacido y prematuro. Ahora con 27 años me siento orgulloso de todo lo que e hecho para formarla y el gran apoyo de mis padres, mi niña es una gran hija, no puedo negar que me saca de mis casillas, pero no podría amarla más de lo que ya lo hago.

Ve a vestirte hija, vamos tarde al colegio- le pedí cariñosamente mientras me acercaba para poder besar su mejilla y darle un buenos días.

¿Por la tarde podemos pasar por la librería? Quiero que me compres otro libro- pidió con sus perfectos hoyuelos, maldita de mi hermana que le enseño como encantarme.

Sabes que si, por favor ve a vestirte- dejó su libro sobre mi cama y se fue no sin antes regalarme una gran sonrisa. Tomé unos pantalones de vestir y una camisa, me acomodé los zapatos y sentí se abrió la puerta principal, era Sue.

¿Cómo está mi niño lindo?- preguntó cariñosamente mientras besaba mis mejillas, Sue a trabajado toda la vida para nuestra familia, cuando decidí independizarme con mi hija le pedí a mamá que me la cediera, Nessie ya estaba acostumbrada a ella, y no me parecía justo tener que traerle otra persona, además ella siempre a sido una niña muy tímida, no quería exponerla tanto.

Bien Sue y ¿tú?- pregunte cariñosamente mientras besaba su mejilla, me conocía de bebé y me alegraba que ella fuese quien me ayudara.

Mejor que tu ¿dormiste mal?- me miró con intensidad.

¿Por qué?- me miré al espejo que estaba en la sala y me vi muy pálido.

Estás sin color cariño- se dirigió a la cocina y puso la tetera, según ella era mejor usar estas porque a los hervidores no le tenía nada de confianza.

Estos días e tenido mucho trabajo- vi aparecer a Nessie muy risueña mientras se acercaba a su Sue.- y mi hija no me la hace nada fácil- sonreí y ella entrecerró los ojos en son de reproche.

Acusete- ellas se querían como abuela y nieta- hola mi Sue- le dio un cálido abrazo.

¿Qué quiere de desayunar mi niñita hermosa?- Nessie traía su cepillo y Sue comenzó a peinar su cabello, se lo amarró en una coleta.

Yogurt con cereal, no alcanzamos más- asentí.

Tienes que despertar más temprano hijo para que le des un buen desayuno a la niña- asentí, era verdad, el desayuno es la mejor comida y la más importante del día y yo solo dejo que se coma un yogurt y un poco de cereal.- te hace falta una mujer que te ayude con ella- dijo como si nada pero aún así sin mirarme. me molestaba que siempre insinuaran lo mismo, pero lo dejé pasar.

Hoy puedes irte cuando termines Sue con Nessie iremos a la tienda a comprar un libro y comeremos afuera, así que puedes ir a disfrutar a tu familia- me sonrió con agradecimiento. Me tomé un café y comí una tostada, estábamos con el tiempo justito, pesqué su mochila y nos fuimos en el auto primero a su colegio.- te portaras bien ¿verdad?- sonrió mientras rodaba los ojos.

Siempre me porto bien Edward- sonrió, odiaba que me dijera Edward.

Nessie ¿Por qué me dices Edward y no papá?- pregunté con curiosidad. Se alzó de hombros.

Se que eres mi papi, pero eres mi mejor amigo también- llegamos al semáforo y la miré con devoción ¿su mejor amigo?- hay veces que me gusta decirte papá y otras Edward ¿te molesta que haga eso?- sus ojitos me miraron con intensidad.

No mi amor, solo que… es extraño que me digas casi siempre Edward y muy pocas veces papá- sonrió.

Si te hace feliz lo haré más- llegamos al colegio y regalándome un sonoro besito bajó del auto y se adentró, la profesora me hizo seña para que me fuese tranquilo. Seguí manejando, mi hija fue la única que pudo sacarme de esta depresión en la que estuve después de la huída de Tanya, pero ver los ojitos de mi bebé, ella… ella es maravillosa, es tierna, risueña, tranquilita pero a la vez desordenada. Ella es todo para mí. Llegué hasta la empresa y estacioné. Jessica también estaba entrando en su auto, esa mujer era realmente molesta, siempre se me insinuaba y eso que esta de novia con uno de mis compañeros de equipo, es tan molesta.

Hola Eddy- susurró mi nombre con un pobre intento de sonar sensual y no puedo negar que la mujer esta era atractiva, pero lo que no entendía era que no quería nada con ella, que no me interesaba tener una relación con nadie, jamás alguna sería digna de suplantar a mi único y real amor, tampoco de estar al lado de mi niñita.

Buen día Jessica- cortante, se que es poco caballeroso de mi parte, pero es que esta chiquilla ya no entendió con buenas palabras.

¿hoy también tienes cosas que hacer?- preguntó mientras se me acercaba casi corriendo y se puso delante de mi, me tuve que detener.

Por supuesto Jessica, tengo una hija, lógico que tengo cosas que hacer- cerré los ojos frustrado, esta mujer no se daba por vencido.

Pero… podrías encargarla por esta noche y salir a divertirte conmigo, te aseguro que lo pasaremos de lo mejor- acarició mi pecho.

Jessica- corrí su mano- no voy a encargar a mi hija, jamás lo he hecho y no lo haré ahora y menos por ti- me pasé, pero quería que cortara con esto, su boca se abrió a más no poder- permiso voy un poco atrasado- me despedí y sin que ella se moviera de su lugar pude alejarme.

Hola Hermano- me saludo Emmett, mi hermano también trabajaba acá en la misma plataforma que yo, me gustaba estar con él era mi contención, con quien me desahogaba en las horas de trabajo ya que no me gustaba dejar a mi niña encargada.

Bien hermano y ¿tú?- dejé las cosas que cargaba en mi escritorio.

Llegó una ejecutiva nueva- me susurró.

Oh- alargué la expresión- ¿es agradable?- pregunté, pero lo que en realidad quería preguntar que si acaso era una lanzada como Jessica también.

Si que lo es, es bastante simpática, si no te hubieses atrasado la abrías conocido, quería pedirte un informe- encendí el computador.

Que mal ¿Qué informe quería?- pregunté curioso.

No lo sé…- miró su ordenador- es bastante atractiva- me miró de reojo.

¿tendría que importarme?- lo miré mientras me recargaba en la silla.

Vamos viejo, llevas solo 6 años ya es hora de que veas a alguien, esta chica es linda y además se nota que es diferente, piensa Edward, Nessita ahora esta chiquita pero en unos años más necesitara una mujer que pueda ocupar ese lugar que Tanya no ocupó… no la prives de poder darle una madre y a ti de volver a amar- me enojé.

Mi hija tiene una madre y no me interesa remplazarla…- me cortó.

Ella nunca estuvo Edward, no puedes remplazar un lugar que jamás fue ocupado, no seas egoísta piensa en ella- estaba viendo rojo.

No me interesa lo que digas, no tengo ni un interés en estar con otra mujer así que déjate de hablar imbecilidades.- le respondí sulfurado.

Como quieras, pero llegará el momento donde tendrás que buscar a alguien, no puedes quedarte solo para toda la vida a viviendo en el recuerdo de la mujer que tanto daño te hizo- le iba a responder pero golpearon la puerta de nuestra oficina, la compartíamos con el idiota que tengo por hermano.

¿si?- solo esperaba que no fuese Jessica.

Hola- entró una chica extremadamente blanca y de pelo castaño, tenía unos ojos muy lindos color café y no podía negar que su rostro en forma de corazón era muy tierno, su cuerpo era lindo y ese vestido le asentaba de maravilla, sus piernas se veían largas y estilizadas.

Hola Isabella ¿Cómo te va?- preguntó mi hermano.

Dime Bella por favor, no me gusta como suena mi nombre- él asintió sonriendo.

Ok Bella ¿vienes por el informe?- yo estaba sentado sin decir nada, sus ojos marrones se posaron sobre mis esmeraldas verdes y no puedo negar que sentí un algo extraño, pero yo no podía dejarme llevar, al asunto.

¿Qué informe necesitas?- pregunté serio.

Eh… yo… hola- estiró su mano y la tome por pura cortesía- soy Isabella Swan, pero dime Bella- asentí reacio a esa idea, no me quería inmiscuir con nadie y tratarla con tanta familiaridad era peligroso.

Bueno ¿Qué informe necesitabas?- mi hermano se aclaró la garganta dándome a entender lo mal educado que fui.

Bueno… yo…necesito el informe de…- abrió una carpeta para confirmar- inversiones del señor Jacob Black… creo que me asignaran esa cuenta- ¿de verdad? Eso si que era bueno, ese tipo me estresaba.

¿la cuenta Black será tuya?- asintió.- me alegra ese tipo me estresa- me miró con desconcierto.

Tal parece que no me está agradando tanto la idea- sonrió genuinamente mientras yo solo le di una fingida mueca, esta chica era linda, mejor no mirarla tanto. Miré mi ordenador teclee unas cosas e imprimí todos los documentos para que ya no tuviese que pedirme nada más.

Ahí esta todo lo necesario… bienvenida- susurré y dejé de prestarle atención centrándome en mi pantalla.

Creí que en la universidad también enseñaban modales pero tal parece que no- levanté la vista sorprendido, era de armas tomar, me miró un tanto molesta- ¿te habían dicho que eres bastante descortés?- volvió a preguntar con el mismo semblante.

Con la gente que me interesa relacionarme suelo ser bastante agradable Isabella- me enojó su confrontación.

Traumado desagradable- dijo mientras abría la puerta y se iba, me dejó de una pieza… ¿traumado? ¿Cómo sabía ella sobre mi problema?

¿traumado? ¿desagradable? Fue ella la que empezó…- me defendí poniéndome en pie.

Fuiste desagradable- me dirigí a la puerta- ¿A dónde vas hermano?- no le respondí y solo salí de la oficina, me fijé que la mujer iba entrando a otro lugar.

¿Por qué dijiste eso de mi?- pregunté molesto.

¿perdón?- me miró con reproche.

¿Por qué dijiste eso?- bramé.

Porque fuiste desagradable y yo solo te estaba pidiendo una información necesaria, no pidiéndote una cita- se sentó tras su escritorio.- si no te gusta este trabajo entonces déjalo- me aconsejó.

Si pudiera lo haría, pero lo necesito, tengo una hija- dije con sinceridad.

¿tienes más lamentaciones que contarme?- su rostro era de ironía total.

No chica perfecta y sin lamentaciones… tal parece que te falta un hombre- me comencé a ir, sabía que era estúpido decirle eso, cuando a mi no me faltaba una mujer.

De hecho tengo prometido- su tono fue de suficiencia.

Bueno…- me voltee a mirarla- mi pésame para ese pobre chico- sonreí ladinamente y me fui.

¿Qué diablos te sucede? ¿te peleaste con la madre de tu hija? ¿te esta cagando o algo por el estilo?- preguntó suelta de cuerpo.

Me abandonó cuando nació mi hija- no sabía porque le dije la verdad, pero me puse serio, todo lo anterior fue un juego, pero no podía permitir que se me fuera de las manos, el rostro de ella se suavizó automáticamente.

Yo… dios… yo… lo siento mucho Edward estaba bromeando… yo… disculpa- susurró con la vista en el suelo, pero cuando finalizó sus orbes chocolate intenso se centraron en mi rostro, suspiré.

Lo siento también… fui… bastante mal educado denante, y por lo de mi esposa- siempre la llamaba así aunque jamás hubiese alcanzado a serlo- fue hace mucho, no hay problema.

Ok… pero de verdad lo siento- susurró.

Bueno… me voy, tengo mucho por delante- indiqué mi oficina, asintió.

¡Edward!- me llamó a lo lejos- ¿te gustaría tomar un café por la tarde? En son de paz- preguntó con una muy bonita sonrisa.

Tengo que hacer, lo siento- me disculpé, tenía de por medio la escusa de ir a la librería con mi hija, pero lo real era que no deseaba ir con ella ni con nadie a ninguna parte.

Bueno… ¿puede ser otro día?- su semblante me pareció esperanzado ¿no que tenía novio?

No lo creo, lo siento- su sonrisa se borró, dejé de mirarla y me metí a la oficina, no quería tener que mirarla más por el día. La chica era bonita pero yo no estaba preparado para salir con ella, ni tampoco para presentársela un día a Nessie, eso se me hacía imposible y una falta de respeto para ella.