Saludos a todos! Un fic dedicado a Apalaina, del foro "Groovie Mutations". Espero lo disfruten.
Es una serie de one-shots basados en las letras del Alfabeto, desde la A a la Z. Es una relación de tres Banshee x Havok x Beast. Aviso de ante mano para aquellos a los que no les guste este género. Está ubicado principalmente a lo largo de la película X-Men: The First Class, antes y después.
Ausencia
De los tres, el único que no tenía padres ausentes era Sean.
Los padres de Hank perdieron contacto con él luego de que entrara demasiado pronto a la universidad, demasiado asustados de su hijo de extraño cerebro y extraños pies.
Los padres de Alex lo habían acompañado hasta que la vida se los había permitido. Pero ahora estaban muertos y Alex brillaba en rojo, plasma ardiente, cada vez que se hablaba de ellos.
Al inicio, el saberse el único con una familia completa (y feliz, estaba seguro) fue incómodo. Demasiado, incluso para el desinhibido pelirrojo, que en más de una ocasión interrumpió una anécdota que de verdad se moría por contar, demasiado cohibido por ese par de miradas que brillaban, como tratando de imaginarse lo que les estaba narrando.
Pero luego Alex había preparado panqueques, alegando que con su historia del otro día se le habían antojado, y luego de que los devoraran ya no hubo modo de que las anécdotas se detuvieran, por lo que Bestia y Havok terminaron conociendo casi todos los tics de sus progenitores, muchos de los cuales podían vislumbrar en el más joven.
Para Sean, el llamar a sus padres una vez a la semana y charlar sobre ellos con novios o algo parecido era una de las cosas más relajantes que hacía durante el día.
Eso, hasta que sus padres dijeron que querían verlo, así que viajaban a la ciudad durante el fin de semana. No se lo esperaba, pero se puso pálido. Cuando se lo contó a los otros, la reacción fue la misma.
Alex apretó los labios.
Hank miró el suelo.
Sean los miró de uno en uno y, finalmente, decidió que no era tan grave y que el no tener padres ausentes implicaba muchas cosas. Y él estaba dispuesto a tomarlas todas.
Pero no sólo. Por algo eran tres en esa relación.
–Bueno… teníamos que conocerlos en algún momento, es lo que corresponde –soltó Hank a la mañana siguiente, cuando subían al auto, camino a encontrarse con sus suegros.
No fue difícil ver la mordacidad rezumar de Alex, provocada por un nerviosismo palpable que no podía menos que hacerlo sonreír. Procuró que el rubio no viera su sonrisa.
Los padres de Sean eran igual de pelirrojos que él y la sonrisa se du madre era la misma, como un reflejo que no menguó cuando los vio llegar, con Banshee jalándolos insistentemente de la mano.
Ambos abrazaron a su hijo. El padre le tendió la mano a Hank, apretándola de forma confortable. La madre besó ambas mejillas de Alex, en una suave caricia. Los chicos guardaron un tímido silencio.
–Entonces, ¿quién tiene hambre? –soltó finalmente Sean.
De los tres, Sean era el único cuyos padres no estaban ausentes. Y la presencia de sus padres era algo que podía compartir. Cuando su padre le comentó lo admirado que estaba de la inteligencia de Hank y su madre no dejó de hablar de lo guapo e ingenioso que podía ser Alex, sus palabras apenas se atropellaron al decirles que debían concertar otra cita.
He aquí el primer one-shot. Siempre he pensado que en una relación así, es Sean el que lleva las riendas hacia la normalidad, por decirlo de algún modo, teniendo (al menos en las películas), la vida más estable. Me agrada la idea de Sean ayudándolos a vivir situaciones cotidianas que la mayoría del tiempo les son negadas.
¡Nos leemos en el próximo capítulo!
¡La retroalimentación es maravillosa!
