Hola a todos, bienvenidos sean a mi segundo fanfic de Evangelion, esta es una secuela de mi primer fic: "Lúcido", que espero les guste ya que tal vez les resulte raro el tema a utilizar.
Deben de leer el anterior fic para que entiendan mejor las cosas, pero si quieren pueden leerla sin saber de lo anterior, pero se los dejo a su decisión.
Saludos y disfruten.
Oxidada.
Muchas cosas habían cambiado desde que Shinji había salido del Mar de Dirac; ahora era un poco más optimista, cocinaba con entusiasmo y feliz, como si fuera una orgullosa ama de casa a la que todos aman, también peleaba menos con Asuka y eran mucho más cercanos el uno con el otro. Eso no significaba que dejaba a sus otros amigos fuera, seguía frecuentando a Toji y Kensuke en la escuela, así como Asuka seguía estando con Hikari. También se había acercado a Rei, él había prometido que ella ya no sería una solitaria como cuando la conoció y ella en verdad lo agradecía, ahora hablaba más.
Shinji se había unido a sus dos compañeras piloto, por lo cual ahora hacía competencias sanas con Asuka sobre ganar en las pruebas de sincronización, incluso con Rei, eso los hacía algo así como un equipo. Y menciono el "algo así" porque había fallas por parte de Asuka por su orgullo. Y esto llegó hasta el final con la llegada de Arael, otro ángel más que tendrían que enfrentar.
Arael estaba en la órbita de la tierra y el plan era atacarlo en el momento justo, Asuka fue puesta en la retaguardia y eso no le agradó, por lo que atacó aun en contra de órdenes de Misato, la unidad 01 fue a detenerla pero no tuvo éxito, así que ambos fueron víctimas del ataque mental del ángel.
Reviviendo anécdotas oscuras, pesadas y tristes de los dos, terminaron perdiendo el control de su nivel de sincronización y de sus unidades.
— ¡Te lo suplico! ¡No me hagas recordar esto!—. Gritaba Asuka desde su cabina. — ¡Es tan doloroso!
—"Asuka"—. Shinji también se vio afectado al recordar el abandono de su padre a temprana edad, eso no le afectó tanto, solo le nublaba la vista, lo que sí le afectó fue recordar la pelea que tuvo en el Mar de Dirac, dentro de su mente con su otro yo. Las palabras de ese ser en verdad le habían hecho daño y gritó para callarlas.
El EVA 01 se arrodilló, tomando su cabeza entre sus manos mientras que el de Asuka estaba de pie, pero agarrándose de la cabeza y moviéndose de un lado a otro mientras gritaba e intentaba callarse sin resultados. Habían tirado sus armas y ella estaba perdiendo el control.
—"Ya veo, el ángel nos atacó pero… ya pasé por esto una vez, es doloroso recordar y revivir todo eso. Pero no se compara con el dolor que sentiré si no ayudo a nadie ahora"—. Shinji abrió los ojos, aun teniendo migraña y recuerdos de esa pelea, dispuesto a ayudar a Asuka como fuera. Se puso de pie de forma lenta.
— ¿¡Estás bien, Shinji-kun?!—. Preguntó Misato por el comunicador con suma preocupación.
—No del todo—. Respondió con dolor. —Asuka, ¿cómo está ella?—. No importaba el dolor, Asuka era mucho más importante para él que él mismo.
—Tú nivel de sincronización está subiendo poco a poco, pero el de Asuka está decreciendo cada vez más, y rápido. ¡Ayúdala, Shinji! Perderá el control de su EVA.
Por fin de pie, fue a ayudarla y lo que se le ocurrió para detenerla fue abrazarla por la espalda y le pidió que se calmara; él gritó pero eso estaba lejos de alcanzar los oídos de Asuka, ella estaba fuera de este mundo, recordando cómo su madre no le hacía caso por una muñeca que había suplantado su lugar.
Para cuando el EVA 02 fue controlado, Asuka estaba en estado de coma. Shinji y Misato lloraron amargamente e incluso Rei estuvo a punto de llorar, no se había acercado tanto a su compañera alemana pero lo poco que tenía con ella era valioso, y es por eso que le dolía tanto en su corazón, era algo terrible y desalentador verla en coma.
Shinji quiso huir, como antes lo hacía, de imaginarse todo el dolor que Asuka sufrió en todo el tiempo que transcurrió para dejarla en una cama y conectada a aparatos que no asegurarían su despertar pero sí su conservación.
—"¡Maldición! Si tan solo hubiera llegado a tiempo, la habría detenido y yo sería el único en sufrir"—. Shinji apretaba los puños al verla acostada en la cama. Él fue el único que pudo quedarse ahí, Misato estaba demasiado destrozada como para soportar verla así y Rei tampoco aguantó mucho y no quería que la vieran llorar, también por órdenes del comandante, ella tuvo que irse y dejó solo a Shinji. Eso no le importaba al muchacho, él la iba a acompañar hasta que ella despertara.
—Asuka… lo siento, si tan solo hubiera—. Shinji estuvo a punto de gritar pero se calló. No era correcto en un lugar como este. —No quiero gritar aquí, pero yo debí de haber hecho algo más. Sé que aún me escuchas y quiero que sepas que… aquí estaré cuando despiertes. No te dejaré sola.
Asuka no podía escuchar nada de lo que decía Shinji, estaba volviendo a revivir sus anécdotas más oscuras y profundas, las repetía una y otra vez, sin parar. Hasta que se encontró en un espacio oscuro, en posición fetal, llorando y suplicando en voz baja que se detuviera todo. Ya no quería sufrir, quería ver lo que sea, excepto su pasado, pero en ningún momento pensó en despertarse, solo en no sufrir más.
Pero entonces, pasó algo curioso, porque no importa que tan mal te encuentres, el ser humano es una máquina perfecta e intentará responder de cualquier forma posible para ayudarse. Es por eso que, cuando ella abrió los ojos, estaba ahora en una pradera. Lo extraño es que estaba nevando, el suelo estaba cubierto de nieve con algo de pasto que sobresalía de ella y con neblina, mientras caía nieve del cielo. Ella seguía con el plug suit y no entendía cómo había llegado ahí. El frío hizo presencia y ella decidió levantarse, cayéndose en el proceso pues sus piernas estaban entumecidas.
— ¿Tanto tiempo he estado así?—. Asuka preguntó a la nada y volvió a levantarse. Su cuerpo demandaba algo de calor y sus lágrimas también eran frías. Se sintió un poco aliviada, ya no sentía más dolor pero estaba gélida.
Empezó a andar hacia lo que parecía, a lo lejos, una montaña con forma del peón de un ajedrez. Se abrazó a sí misma para calentarse y se dio cuenta de que no había ningún otro ser vivo ahí más que ella, a pesar de que las praderas son hermosas y cálidas, esta era gélida y de cierta forma, oscura. Al parecer la vida se había ido de ahí, por lo menos la vegetación seguía soportando el frío pero si esto seguía, no quedarían rastros.
Siguió avanzando hasta que encontró a un hombre frente a una fogata, vestía una chamarra gris para calentarse y botas para la nieve, además de guantes y un gorro. Pero ella lo quedó viendo a cierta distancia y él giró a verla, ella lo reconoció y corrió hacia él con ciertas lágrimas en sus ojos.
— ¡Kaji! ¡Eres tú!
— ¿Asuka?—. Ella saltó hacia él para abrazarlo y obtener un poco de calor, el hombre joven la abrazó también. — ¿Qué pasa? ¿Por qué estás llorando?
—Kaji, yo… creí que estaba sola, ¡me alegro tanto de verte!
— ¿Sola? Asuka… Misato y Shinji están contigo, además de la primera elegida—. Ella se separó un poco de Kaji, él le dio una sonrisa comprensiva. —No hay razón para que te sientas sola.
Asuka no dijo nada y Kaji dejó que ella se sentara. Ella no se percató que Kaji llevaba una mochila, él se la quitó y la abrió para mostrar una chamarra como la que él tenía.
— ¿No sientes frío con el plug suit?
—Sí.
—Está húmedo por tus lágrimas, deberías quitártelo y ponerte esto.
—Gracias, Kaji.
Ella tomó las ropas y fue detrás de un árbol pero no pudo quitarse el plug suit, lo intentó de muchas formas incluso con los dientes pero no podía destruirlo. Ella fue corriendo con Kaji.
— ¿Qué pasa?
— ¡No puedo quitármelo! No sé qué es lo que pasa, esta cosa no es tan resistente—. Kaji sacó un cuchillo de la mochila pero no pudo perforar el plug suit. — ¡No puede ser! Voy a enfermarme si no me lo quito.
—Al parecer se oxidó.
— ¿Qué?—. Dijo alarmada y sorprendida.
—Eso es lo único que puedo decir, se ha pegado a tu cuerpo. Pero no te preocupes, tengo una solución.
Kaji le puso la chamarra encima a Asuka y los dos caminaron hacia la montaña. Kaji le contó a Asuka sobre la montaña, al parecer era un templo sagrado en el que había ido en una de sus misiones secretas de espionaje, Asuka escuchaba todo con atención y estaba feliz de poder estar cerca de él, en medio de ese lugar desolado y solitario. El templo era todo un viaje fantástico, era mágico, eso le contaba Kaji con emoción.
—Es sagrado y este templo es muy difícil de cruzar, a ti te gustan los retos y creo que ahí podrás quitarte el plug suit.
—Eso no tiene sentido, pero si tú lo dices, confiaré en ti.
—Al parecer hasta aquí llego.
— ¿¡Por qué?!—. Kaji le señaló al frente, donde había una insignia que decía: "Bienvenido, este lugar es solo tuyo y como es solo tuyo, solo debes de entrar". La puerta de entrada, totalmente de madera, se encontraba cerrada y ella se aferró a Kaji con temor, no quería entrar ahí sola. — ¿Qué importa ese grabado? Acompáñame, Kaji.
—No puedo. Debes de hacer esto sola, si voy contigo, nunca te quitarás el plug suit, ese lugar tiene sus reglas y debes de seguirlas.
— ¿No es malo?
—No, tómalo con calma, estoy seguro que lo vas a lograr. Cuando subas a la cima de la montaña, serás libre—. Kaji se arrodilló y la tomó de los hombros. —Creo en ti, así como Misato y Shinji creen en ti. Tú puedes.
—Bueno—. Ella hizo una leve sonrisa, esas palabras habían sido encantadoras, sabía que Kaji era un profesional para ligar pero también era un buen hombre, y esas palabras en verdad le encantaron. —Por lo menos podrías darme el cuchillo, no sé lo que pueda pasar ahí dentro.
—No te preocupes, yo ya entré y no hay nada de animales peligrosos, de hecho no hay nada que te pueda lastimar. Te lo aseguro.
Asuka dudó pero si Kaji lo decía, era porque era verdad. Ella alzó su orgullo de nuevo y respondió de forma positiva y aseguró subir a la cima ya sin el plug suit. Ella no sabía la razón de porque debía de quitarse el plug suit, ¿había algo malo en eso? Ella tenía leves sentimientos de que debía quitárselo, lo sentía pesado y le molestaba, algo raro, ella tenía mucho tiempo usándolo y le gustaba usarlo para pilotear el EVA. Estando frente a la puerta, dio la vista atrás para ver que Kaji ya no estaba ahí, la había dejado sola pero así es como debería de llegar a la cima de la montaña para ser libre.
Regresó la vista al frente y abrió las puertas, dentro había oscuridad iluminada por la tenue luz de antorchas y unas escaleras de piedra para subir. El tramo era largo pero ella era Asuka Langley Soryu, no había forma de que abandonara, por lo que subió por las escaleras. Técnicamente estaba descalza, pues el plug suit era muy delgado y después de muchas escaleras, ya le dolían los pies.
—"No puedo detenerme, debo de seguir, aunque esto sí duele".
Pero no era ni el principio, los siguientes escalones tenían picos de piedra en algunas partes del escalón y cada vez se hacían más reducidos. Ella siguió de forma más lenta y con miedo a pincharse, lo cual no pudo evitar y con sangre saliendo de su planta del pie, así siguió subiendo hasta que llegó a otra puerta.
— ¡Lo hice!—. Ella se secó el sudor frío de su frente al ver la puerta. —De seguro estoy a medio camino, esto es más fácil de lo que pensé—. Al abrir la puerta su sonrisa desapareció. Ella ya estaba en la cima pero no de la montaña que debía subir, al parecer había sido engañada y la montaña estaba todavía muy lejana, pero había un camino empinado con templos, que también se veían a lo lejos, aunque uno de ellos estaba cerca. El camino era todo empedrado y caerse significaría la muerte, ella suspiró y la vista fue desalentadora.
Ella se giró para ver su alrededor y ahí se encontró otra insignia, bufó al leerla: "Es desalentador al principio pero este es el Sendero de la Verdad. Para llegar a la cima de la montaña solo se puede llegar pasando por los tres templos del Sendero de la Verdad".
—Sendero de la Verdad… ¿Qué clase de lugar es este?—. Asuka no tenía muchas opciones, volver sería una pérdida de tiempo y esfuerzo, pero cruzar todo el sendero podría ayudarla con el plug suit que, por extraño que parezca, pesaba más mientras ella se mantenía quieta.
Con cansancio y sudor, avanzó hacia adelante con decisión.
Fuera de su mente, Shinji soltó su mano porque la hora de visita había acabado, él no quería dejarla pero tuvo que hacerlo de mala gana. Asuka estaba tranquila por fuera, pero por dentro estaba camino a un viaje, y eso significaba un camino de incertidumbre y angustia, pero a su vez, teniendo la mayor recompensa que tiene todo viaje: conocer.
