História con final feliz asegurado. Dedicada a Leandro-Sensei, que nunca le dejo un review pero siempre me leo sus histórias. Estoy seguro de que me dejaré alguna falta de ortografía sin corregir. ¡Asumo toda la responsabilidad!

Disclaimer: Los personages són propiedad de Rumiko Takahashi, y hago esto con el único ánimo de entreterme a mi mismo y a vosotros, estimados lectores. *3*

El regreso de China (prólogo)

¡Hola Akane! Perdóname, sé que llevo 2 semanas ya sin escribirte. Lo siento, no volverá a suceder. Es que hemos estado en Jusenkyo otra vez y... Bueno. Estaba todo inundado y destrozado desde que pasó... ¡Bueno! Tú ya lo sabes. Akane, no tengo mucho tiempo para contarte lo que ha pasado, pero te puedo decir que mi padre me ha metido en otro lío. ¡Pero no pasa nada! Tengo buenas noticias. ¡Estoy curado Akane! Bueno, no del todo. No puedo parar de decir "bueno" ¿sabes? Y de decir "sabes" tampoco. Es culpa del chino, que ya lo hablo mejor y me lío. Ya no hablo el japonés con tanta frecuencia. Lo que te decía, no estoy curado del todo. Es un poco más complicado. ¡Tonterías! Quería decirte que me muero por volver a casa. Y … Te hecho de menos. Uf, Akane, no te imaginas lo que me ha costado ponerte esto en la carta. A lo mejor si lo escribo muchas veces se me pasa, ¿no? A la timidez de decirte que te hecho de menos, me refiero. A lo mejor si lo repito muchas veces se me hecho de menos, Akane. Te hecho de menos, Akane. Sí, se me pasa un poco. Bueno, me tengo que ir ya. Te prometo que en una semana como máximo, te escribo.

Atte. Ranma.

Hay, Ranma. Si fueras así cuando estabas aquí… Bueno, ya sé que falta poco. Te estoy esperando ¿eh? Aquí las cosas están peor que nunca. Sin tu padre y tú esto es muy aburrido, y en Nérima hay un montón de problemas. El otro día murió una chica de la escuela. Al parecer fue un asesinato. No estoy muy enterada de ello, lo siento, sé que debería. Ranma, yo sí que tengo tiempo para escribirte, pero no sé qué te podría decir. ¿Te echo de menos? Eso ya lo sabes, ¿verdad? Ah, sí. Te quería decir que Kuno y Ryoga están muy pesados últimamente. Siempre que pueden vienen a casa, a molestar y me invitan a salir con ellos. Entonces, yo los mando a volar, como hacía contigo. Con lo dulce que parecía Ryoga… Y mira. Tiene a Akari pero dice que está enamorado de mí. Ahora que no estás, se pensó que tenía alguna oportunidad conmigo. O eso dice él. Pero Ranma, no te preocupes, lo tengo todo controlado. No te pongas celoso… Que te conozco. Atte. Akane.

Yo no me pongo celoso! Bueno... A lo mejor un poco. Pero no te flipes, maja. No te creas que ahora estoy sentado en un columpio en plan emo, cagándome en todo lo que se mueve y muriendo de celos por tí. Lo que decía, al grano. Hoy es 22 de enero. Acuérdate que el 22 de febrero a la madrugada estaré allí. Concretamente a las 3, ¿vale? Tengo 3 novedades que contarte. Akane, vuelvo a estar en problemas, no tengo tiempo para seguir escribiéndote. Te hecho de menos. (He mejorado en cuanto a mi timidez, de tanto repetirlo) Acuérdate, 22 de febrero a las 3 de la madrugada, ¿eh? Atte. Ranma.

Cuando acabé de leer la última de las cartas de Ranma, cerré los ojos, feliz y aliviada, preocupada y enfadada a la vez. ¿Por qué Genma siempre traía consigo desgracias fuera dónde fuera? No sabía en qué lío se había metido mi prometido, pero segura estaba que no era nada bueno. ¿Por qué? No lo sé, solo lo presentía. Entonces me permití ser positiva por un momento. Ranma vendría el 22 de febrero. Faltaba un mes. Estaba segura de que llegaría a la hora porque el siempre cumple sus promesas. Es un don, o una maldición según se mire. ¿Cómo estaría Ranma? Más sexy, seguro. Si unas semanas antes de que se marchara ya empezaba a verlo con otros ojos… Ahora, un año después y en China, entrenando duro para poder superar su maldición y en constante peligro… Entonces alguien tocó el timbre y desperté de mi fantasía particular. Oh, no porfavor. Ryoga o Kuno otra vez no. Les debí haber dicho que Ranma y yo nos enviábamos cartas con freqüencia, así me dejarían en paz. Pero era nuestro secreto, me pidió el personalmente antes de irse que no desvelara eso a nadie. Y con nadie quería decir nadie, ni siquiera Kasumi. Aunque al final accedió a que se lo dijera a Kasumi, ella es de confianza. Cada carta de Ranma tenía por detrás un lugar al que enviar mi respuesta. Un día fue en Seül, Korea. ¿Qué hacía ese tonto en Korea? Me preocupaba de verdad. La puerta volvió a sonar. En cuánto abrí, Ryoga volteó a verme. ¿Por qué abrí la dichosa puerta? Si ya justo se iba… El castaño acceleró el paso para impedir que cerrara la puerta. –Oh, no- pensé -esta vez no.- Abrí la puerta y furiosa le dí una patada enviando a aquel estúpido (en otros tiempo dulce y cariñoso) lejós de mí, suplicando que su pésimo sentido de la orientación provocara una pérdida temporal o total de dónde estaba y no volviera a Nérima nunca más.

Espero que os haya gustado... Sé que hago muchas faltas. Gracias a todos por pasar a leerse mi historia. ¡Agradeceria que me dijieran si creen que el encuentro de Ranma y Akane será como en sus cartas, mas amoroso y pacífico, o será como en los viejos tiempos: se insultarán y Akane mandará a volar a Ranma.

Actualizaré en cuanto tenga ganas, para ser sincero. Me cuesta ponerme a escribir, pero tengo tantas ganas de continuar esta história que cre que sera pronto.

Atte. Kubuii *3*