¡FELIZ DIA DE LA MERCADOTECNIA Y EL CONSUMISMO!
Mentira, ¡Feliz día de San Valentín!
Esto es:
:: Estaciones Perdidas ::
Short Fic para el Reto de San Valentín "Felices por siempre" del Foro El Diente de León.
Un poco de protocolo:
Disclaimer: Todo lo reconocible es propiedad de la Sra. Suzanne Collins, autora legitima de la saga LOS JUEGOS DEL HAMBRE, la redacción es mía, por tanto, queda prohibido la reproducción total y parcial de la misma sin mi autorización.
Summary: El amor es eso que se da de manera inesperada, sin buscar. En ocasiones con una mirada, una palabra o una acción sencilla. Puede ser en un parque, en la escuela, es supermercado, el tren; en ocasiones, incluso en un hospital. Desde la oscuridad absoluta, con la guía de una dulce voz, desde la luz, con cuidados y atenciones, de la forma que sea, también es amor.
Aclaraciones: Aunque parezca lo contrario, este fic es un Romance, de tipo K, y la pareja es GalexMadge. Si alguno de ustedes mira por ahi algo de OoC, en mi defensa diré que es absolutamente adrede, pues esto es un AU, ya que no se me ocurrió otra cosa. Tambien pido disculpas si algunos terminos medicos estan mal, o dado el caso, es medicamente imposible que suceda. Si esto llega a ser cierto, incrimino totalmente a Wikipedia.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Capitulo Uno: Invierno
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
La luz entra por la enorme ventana de su apartamento, reflejando en las sábanas blancas que lo envolvían, giro parcialmente su cuerpo, solo para encontrar el espacio a su lado, vacío.
Inmediatamente escucho el leve sonido de sus pasos, sonrió de lado y mantuvo los ojos cerrados. Se concentró el ruido que la chica producía, el repiqueteo de la garra de la cafetera, la llave abierta de la tina, el gruñido que le dedicaba a su gato Buttercup, al cual había traído con ellos por petición de su hermana pequeña, pero al cual odiaba.
La escucho entrar a la habitación y suspirar cuando lo observo aun despatarrado en la cama. Segundos después su presencia se desvaneció de la habitación y reapareció minutos después, oliendo a menta y cítricos.
Abrió los ojos, la observo, llevaba una vieja camiseta de franela de su antiguo instituto de Virginia, y estaba silbando una vieja canción de Nirvana, la favorita de ambos. Pronto el silbido fue opacado por el ruido de la secadora de cabello.
Tuvo la intención de soltar uno de sus usuales comentarios sarcásticos mañaneros, pero al ver que ella no había notado que se encontraba despierto, aprovecho el momento para mirarla.
Observo como Katniss se ponía de puntillas en ocasiones para poder estar más cerca del espejo y trazar a la perfección la línea del ojo. Ella tomaba distancia unos pasos para observar el resultado y regresaba para dar un detalle que había pasado por olvido.
Gale siempre había pensado que era hermosa, adoraba el color de su piel, y el cálido contraste de sus tormentosos ojos grises con el café oliváceo de su piel. Le encantaba su cabello, y amaba pasar tardes completas enredando sus largos dedos en sus oscuros ondas.
Adoraba su ceño fruncido, sus labios rosas, y el destello de sus blancos dientes ante un comentario sarcástico de su parte. Soñaba con su risa melodiosa, y la cadencia de su voz al cantar. La amaba por completo.
Y no se había detenido a pensar en ello hasta ese día, mientras observaba el esmero con el que la morena tranzaba su largo cabello. Pensó en que posiblemente todo el tiempo se empeñaba de esa forma para permanecer así de linda. Pensó en los días que salía de prisa al trabajo porque se quedaba dormido y olvidaba decirle lo hermosa que era y cuanto la amaba.
Así que fingió estar dormido de nuevo, y cuando ella se acercó a la cama para darle el beso de despedida, la tomo del brazo que apoyo a su lado y la lanzo en la cama, colocándose sobre ella, mientras reía y la joven morena refunfuñaba
― ¡GALE! ¡Arrugaras el traje!
― El traje me importa un comino, aunque luces hermosa con él, el verde bosque te sienta bien ― y la beso en la boca, apenas un roce. Las mejillas de la chica de tiñeron de un suave rosa y sonrió aun con los labios pegados a los del chico.
― Es tarde, me tengo que ir, es el último día antes de las fiestas― dijo como un suspiro, después de recibir otro beso ― tengo que tomar un tren, y luego un bus ― otro beso ― Gale, por favor ― casi suplico ― el chico suspiro.
― Estas increíblemente hermosa hoy
― Eso ya lo dijiste, amaneciste muy amoroso hoy
― Es que no te lo digo a menudo, y lo siento, en ocasiones lo olvido, olvido decirte que eres la mujer más hermosa del mundo entero. Olvido decirte que te amo, y que soy afortunado de que admitieran tarde en el equipo de arquería del instituto. ― ella sonrío, con el tipo de sonrisa que el tanto adoraba y que olvidaba decirle que amaba, le dio un beso, un beso de verdad, del que detenía su corazón por segundos y que después lo aceleraba de forma imposible.
― ¿Y así pretendes que te deje ir? ¡Qué mujer más malvada de la que me he enamorado! ― dijo cuando ella dio por finalizado el beso.
Katniss se carcajeo, enrollo sus piernas en las de él, giro y tomo ventaja. Bajo de la cama y se despidió con una sonrisa de el
― Llega temprano, recuerda que esta noche salimos a Virginia por las fiestas, Mamá no deja de recordarlo.
― Estaré en casa a eso de las cinco. Te toca a ti empacar ― sonrío una última vez antes de salir.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
La carretera estaba casi desierta, a excepción de su auto y unos cuantos coches con los que se encontraban esporádicamente.
La nueve había empezado a caer alrededor de una hora o más, haciendo todo a su alrededor más brillante.
Katniss suspiro ― ¿Es hermoso verdad? ― miraba por la ventanilla del auto, pero Gale podía adivinar el brillo de sus ojos y la deslumbrante sonrisa que dibujaba en su rostro.
A Katniss le encantaba viajar en coche, de preferencia de noche, y para ella era el éxtasis viajar en una noche nevada.
― No más hermoso que yo, Catnip ― la chica rio. Gale miro el reloj del salpicadero eran las 02:38 de la madrugada, estaban por llegar a la mitad del trayecto. Gale acostumbraba a conducir a un poco menos de la velocidad permitida en la carretera, por lo que un viaje de siete horas, podría convertirse en uno de diez. ― Si quieres puedes dormir un poco, te levantare cuando estemos cerca, así podrás ver el amanecer.
― Me pregunto qué nuevas recetas prepara mamá ― Dijo la chica medio adormilada poniendo la mano en la guantera central del auto
― Mientras no sea nada de dudosa procedencia, como el asado de tu cumpleaños, yo estoy más que feliz ― el chico tomó la mano, la cubrió con la suya, y después de un rato, las ubico en la palanca de cambios.
― ¿crees que tu papa quiera ir de caza? Me gustaría salir a cazar, capaz y he perdido la técnica
Gale largo una pequeña carcajada ― Fuiste campeona amateur en tercer grado, ganaste cuatro campeonatos seguidos, y fuiste también la representante estatal en aquel concurso del cuatro de Julio, dudo que hayas perdido técnica por un año que no practicaste.
La chica sonrío confiada, ― Solo quería escucharte decir eso ―
―Pretenciosa, presumida ― le contestó
Hablaron un par de temas triviales, hasta que la morena cerro los ojos y cayo profundamente dormida.
Son cerca de las cuatro de la mañana, y Gale se ha quedado solo en la carretera, piensa que lo único que debe hacer es mantenerse en la línea, a pocos metros del muro de contención. Permanecer en el límite de velocidad y pronto llegaran a su destino.
Está completamente seguro de que hasta los traileros han desaparecido de la autopista, así que se permite presionar más el acelerador.
Los ojos empiezan a escocerle, y quita una mano del volante para frotárselos. Cuando la claridad vuelve a su vista, el aire le abandona el cuerpo.
Frente a ellos, como una enorme bola de demolición con ruedas, un tráiler de repartición, se precipita con fuerza. Agudiza el ojo y alcanza a ver la cabeza tambaleante del conductor. Presiona el claxon por pura inercia.
El tráiler se encuentra a segundos del inminente choque, y pisa el freno por costumbre, porque es lo que haría cualquier persona en su sano juicio.
El tiempo se ralentiza y observa con una claridad escalofriante, como la enorme bola de demolición se estrella contra el muro, gira, una y otra vez, lo pierde de vista unos segundos y vuelve a verlo, es solo cuando un muro gris le cubre la vista, que se da cuenta que él también está girando.
No sabe en qué momento lo ha hecho, pero ha soltado el volante, y su pie pisa con fuerza el acelerador, propiciando el movimiento rotatorio.
Busca con la mirada a Katniss, su cabeza se bambolea de un lado a otro, pero permanece con los ojos cerrados, no se da cuenta del hilillo de sangre que cae por su oído.
Pasa en un micro segundo, en un momento observa el rostro dormido de su amada, en el siguiente, toda su vida se sucede en un remolino de colores, olores y voces sin sentido.
Al final, solo la nada lo rodea.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Está empezando el turno de la madrugada, el que parece que no será pesado por la falta de emergencias, pero al mismo tiempo el que requiere de todas sus energías a causa del horario.
Realiza, por rutina, el chequeo de expedientes de los gabinetes en el área de emergencias. Tiene que atender a algunos, acomodar almohadas y ofrecer vasos de agua. Se detiene por un momento en la recepción.
Es fin de semana y la guardia le pertenece a la animada Effie Trinket — ¿Quieres un café, querida? — Madge da un respingo al oír la nasal voz de la recepcionista — Tengo del bueno aquí, no esa mezcla insípida de la máquina — la rubia sonríe empáticamente.
— Bueno, dame una taza — Acepta amablemente
— ¿Que noche mas tranquila no cree? Ni parece que estemos cerca de las Navidades
En ese momento entra agresivamente el equipo de paramedicos
— Masculino, veinticuatro años aproximadamente, choque automovilístico, signos vitales leves. — casi grita Marvel, el paramedico jefe, que corre paralelo a la camilla comprimiendo la maquina de oxigeno.
— Femenino, vientitres años aproximadamente, no responde a los signos vitales, choque automovilístico — detrás de el ingresa Clove, con el ceño fruncido y la frustración marcada en el rostro —
Madge entra en ese torbellino de manos y sangre y se olvida de quien es — Al chico, de inmediato a quirofano, Effie, que el Dr Abernathy se prepare para cirugía, posible traumatismo cerebral — dijo en cuanto inspeccionó al chico. Se detuvo uno segundos observando su rostro ensangrentado. Sacudió la cabeza y prosiguió.
— Con la chica, llévenla con la Dra Mason, está en el Ala Siete —
Se encogió de hombros cuando la espalda de Clove desapareció por las puertas de cristal, antes de que un nuevo grupo de paramedicos ingresara a su espalda, esta vez, con un hombre de cincuenta años de edad en estado critico.
Mientras hacia la revisión inicial y canalizaba, no pudo evitar pensar que Effie debió haber cerrado su operada boca.
¡Hola,hola!
Como no soy yo si no hago las cosas tarde, aquí esta mi colaboración para el reto de Febrero.
Este no es mas que el prólogo, y es que no podía enfocarme en una trama puramente romántica, así que decidí que un poco de tragedia no estaría nada mal.
Pero esta vez no voy a dejarlos con el mal sabor de boca de siempre, por que ya esta cargado el segundo capitulo donde empezamos a ver un poquito de amor, aunque sea unilateral.
En otras noticias, no se asusten, me he cambiado el nombre, pero ustedes pueden seguir llamándome Ima en lo que nos acostumbramos.
No olviden que aquí nos alimentamos de amor, y los review son amor, así que ¡aliméntenme! xD
Salud, dinero, humor y pelazo para todos.
Ghost a.k.a ImagineMadness
