Si le preguntaban tenia que decir que el fue el de la iniciativa. Aunque no fuera cierto. Era simplemente para que cuando Ino les preguntara sobre su "hermosa y fructífera" relación Sakura le pudiera restregar el la cara que el fue quien, prácticamente, le recito sus sentimientos.
Antes de responder a lo que la pelirosa le había dicho, Naruto, con toda tranquilidad, cerro los ojos privándose de la vista de aquella catarata en la que alguna vez practico hasta el cansancio, sonrió despacio y le preguntó.
¿Esto es para olvidarlo?
Sakura parpadeo confundida. Negó y sus ojos se llenaron de lágrimas. ¿Enserio creía que aquellos sentimientos que llevaba adentro quemando desde que tenia dieciséis eran simplemente una forma de olvidar a Sasuke?
Lo siguiente que sintió fueron los brazos de Naruto alrededor de ella. Y sus labios posados en el cuello, susurrándole algo que nunca llego a entender por que rompió en llanto.
Ahora llevaban cuatro años de matrimonio, tenían una gran casa, una reja blanca y un perro. Un hijo de tres años y gemelos en camino. Ambos habían cumplido sus sueños. Tenían una vida enfermamente perfecta.
Ahora estaban ambos acostados en la cama de su dormitorio, los brazos de Sakura abrazando una almohada y los de Naruto alrededor de la pancita que ya se asomaba desde el vientre de su esposa, la cual estaba profundamente dormida, a diferencia de Naruto.
Sus ojos se encontraban posados en una foto, en la mesita de el fondo de su cuarto, en la que estaba el original equipo siete. No recordaba la ultima vez que había siquiera pensado en esa foto. Estaba lleno de polvo y tenia el vidrio roto. Constaste perfecto con todos los cuadros recién puestos de Sakura y Naruto, Minato y una de los tres juntos.
Su mente le llevo a aquel día en el que su relación comenzó y las palabras que le susurro a Sakura, las que nunca llego a oír la Haruno.
Hazme olvidarlo, porfavor.
