Hola, Tarah reportándose, (^w^)/ les traigo una nueva historia, en la cual, ahí una grata sorpresa, (deben leer la negrita al final del cap) para esta nueva historia, el genero será de acción y aventura, con algo de romance de un lado, porque fic sin toque romántico, no es fic de Tarah Zen (pero eso ya no importa ¬¬) y creo que será mi historia mas trabajada y mas larga, o por lo menos, eso tengo pensando...

¡Disfruten y me digan que opinan! LEAN LA NEGRITA.

CAPITULO UNO.

"recuerdo mi vida antes de la guerra, antes de la conquista del planeta por parte del actual emperador Eggman, antes de Eggmanland... papá y mamá siempre nos llevaban a días de campos, paseábamos por la orilla de la playa, y por las praderas... como extraño el mar... como extraño los campos... pero lamentablemente solo son sueños difusos. El imperio Eggman se creo para destruir el mundo, para volverlo gris, para matarlo poco a poco... y a nosotros nos toca salvarlo, por el legado de Sonic el erizo, en su memoria"

Futuro, 5:37 pm.

Mobius, es un planeta muy hermoso, lleno de vegetación y vida, y que mejor lugar para confirmarlo que Green Hill… como su nombre lo indica, las colinas de Green Hill, siempre estaba rebosantes de verdes, con riachuelos que corrían con parsimonia, sin prisas, para tardar en llegar al lugar donde se dirigían, con aguas limpias y cristalinas… Green Hill con cientos de campos repletos de flores en donde sus habitantes podían disfrutar en paz y armonía de un precioso y soleado día de campo… bueno, eso era Green Hill, antes de la guerra.

Ahora, ese lugar llamado Green Hill, era un sitio devastado, reinado por la oscuridad y las sombras. Cada pradera de Green Hill se incendio en llamas, reemplazando las flores y hojas verdosas, por cenizas grises de aspecto retorcido, arboles desdibujados que parecían figuras esqueléticas y tétricas en un cementerio, ya no había arboles verdes, y si habían, seria en lugares remotos. La joven eriza rosa, no había visto uno desde el inicio de la Guerra y quizás no volvería a verlos hasta que esta, terminara de una vez por todas. La ciudad de Station Square se caía a pedazos, los escombros hacían grandes montañas por todas partes, y había que tener cuidado en esas calles, porque a cada paso que se daba, un pared se caía, la ciudad gloriosa que alguna vez fue Station Square, ahora se encontraba entre penumbras y sombras difusas de una oscuridad persistente y omnipresente, como si el sol hubiera huido el mismo día del ataque. El cielo, que siempre estaba azul en tiempos de paz, ahora, de un color anaranjado o ambarino, durante cualquier momento del día, era una ventaja para los rebeldes, las sombras y la poca clarividencia de ese extraño cielo con contaminación lumínica y atmosférica, creaban un ambiente donde los rebeldes, podrían ocultarse perfectamente.

Las nubes negras de contaminación dejaban escapar gotas de lluvias que a veces, solían quemar la piel, y dejar caer el pelo, nunca se sabia con esas lluvias, aunque otras veces, eran necesarias, la gente necesitaba vivir.

Basura, barro, suciedad, escombros, humos, muerte... y ese lugar era el gran Imperio Eggman, también conocido como Eggmanland.

– No entiendo – dijo la gata color rojo, que se acuclillaba al lado de un edificio abandonado, ocultándose entre sombras de los guardias del emperador. Tenia el cabello largo, de color rubio cenizo, un fleco que caía sobre sus ojos, verdes, con una frialdad absoluta, pues la vida, se los había vuelto así. vestía con mezclilla rota y un chaleco negro en forma de sudadera holgada, guantes negros sin dedos y botas, a su lado, su compañera que temblaba por toda la adrenalina que corría por su cuerpo, era una eriza, una eriza rosa, como las flores de los cerezos – ¡siete años! Se suponía, que después de liberar a Shadow The Hedgehog el imperio Eggman caería... pero no paso nada, con o sin Shadow de nuestro lado. ¡El grandioso erizo negro resulto ser un fraude!

Entonces a la eriza rosa, le broto una débil lagrima que sin fuerza siguió el camino de su mejilla, para caer lentamente en el barro de esa hostil ciudad.

– pero Shadow me ayudo a mi – miro a la gata, quien soplo su fleco para quitárselo de la cara y la miro, sus ojos fríos penetraron en los de la eriza, como diciendo "eso no fue suficiente" la eriza negó y sonrió, una sonrisa forzada, porque en verdad no quería sonreír, no ahora – El imperio Eggman se ha vuelto casi invencible... Lionne, Shadow me enseño todo lo que se, me amas, y si no hubiera ganado esa batalla, gracias a sus entrenamientos no hubiera entrado a la resistencia, y no seria tu compañera.

Lionne rodó los ojos, su mejor amiga, le decía eso todo el tiempo, pero, si la eriza rosa no estuviera en la resistencia, entonces tendría a otra "no eres irreemplazable" un bufido soltó su amiga rosa.

– Camina – ordeno la gata, entonces, ambas tomaron sus capuchas, la de Lionne, color negro, como toda su ropa, y la de la eriza, color marrón, al igual que su ropa, en ese mundo, no existen los colores vivos, solo negro, gris, y marrón. Ambas taparon sus cabelleras, para camuflarse entre las sombras de la ciudad.

La eriza rosa, vestía una falda plisada de color marrón, corta mas arriba de la mitad de sus muslos, una blusa ceñida a su cuerpo, que dejaba ver sus atributos bien formados, y la media capa marrón, con capucha que usaba cada vez en sus misiones a las que la resistencia las obligaba, botas también marrón, guantes blancos, cuyo dedo menique del derecho, estaba roto, y en su brazo izquierdo, un brazalete de oro curtido, cuya principal función, es convertirse en un potente escupo en batallas.

Lionne, la gata color rojo, se había convertido en la mejor amiga de la eriza rosa un tiempo después de que esta se unió a la resistencia, ahora, eran compañeras en misiones que su jefe, les mandaba, esta misión, se trataba de llevar el paquete, cuya eriza rosa sostenía y protegía con su vida, mientras que su amiga felina le protegía la espaldas de los feroces clones.

Conocían muy bien estas calles, ambas, habían crecido en ellas, y la eriza rosa, perteneciente a la generación B-14, tenía ya diecisiete años de edad, su compañera, por otro lado, pertenecía a la generación B-11, aunque técnicamente ella nunca fue clasificada.

Nadie podía estar seguros de cuando iban a aparecer los clones, había que estar alerta. los clones, eran unos erizos negros, con ojos oscuros que ninguna otra mirada podría penetrar en ellos, ojos llenos de odio, solo los demonios los poseían, no tenían empatía, alma, no sentían, eran insensibles, asesinos, capaces de matar con un solo movimiento.

Siguieron caminando, el paquete que la eriza llevaba en brazos parecía ser importante, debía llegar a la sede de Casinopolis a salvo. Casinopolis, el mundo casino, el lugar mas cercano a la Acrópolis, mas cercano al emperador y a las torres de extracción de energía, por primera vez, en diez años que lleva el reinado de Eggman sobre el planeta, la resistencia se sentía verdaderamente cerca, cerca de dar por terminada esta erá de oscuridad.

Casinopolis era la ciudad responsable de tanta contaminación lumínica, tenia cientos de luces por todas partes, lo que le hacia ver mas como una lámpara para los mosquitos, que una ciudad casino. La Acrópolis, era la ciudad donde residía el emperador, rodeada de tanto metal oxidado, robots asesinos y clones fieles, era un lugar impenetrable, la boca del lobo para los rebeldes. La eriza rosa había estado una vez en la Acrópolis, todos los ciudadanos sellados como ella habían estado ahí, en la Acrópolis, se encontraba el C.S.P, el peor lugar para cualquier ser vivo.

Lionne reviso la zona, unos guardias clones caminaban cerca, iban armados, le hizo una seña a la eriza para que se ocultara, quien lo hizo detrás de ella, a esperar que los clones se marcharan, porque si las veían, por muy magníficos que fueran los poderes de la gata rojiza, estarían perdidas, y la misión habría fallado, y se llevaría las esperanzas de muchos, por eso, Doce, el jefe de la resistencia en esa sede de Ciudad Dark Egg (antiguo Station Square) les había dejado ese peso en los hombros del dúo de chicas, ambas eran sigilosas y buenas en estrategias, sin contar que se llevaban muy bien, y su trabajo era mejor cuando no se estaban matando por cualquier tontería como Veintidós y Cuarenta.

– a Shadow le sellaron – dijo la eriza, una vez oculta por las sombras, para que sus misiones no fueran aburridas, ambas amigas hablaban de lo que fuera, a la eriza rosa, conocida con el numero Treinta y ocho, le molestaba que Veintiséis (Lionne) hablara de que Shadow The Hedgehog no ayudara en nada contra el malvado reinado de oscuridad de Eggman – no podía ayudar mas de lo que ayudo a mi.

– te volvió una bestia insensible ¡como el! – la gata bufo. Había conocido la faceta de niña buena, débil y llorona de Treinta y ocho, y esta eriza, (que era Treinta y ocho sin importar su nombre) era una completa transformación, creación del erizo negro rojizo – pero sin duda, eres mas divertida ahora.

La eriza rosa sonrió con frialdad, bajando la cabeza, de esa manera, la sombra de la capucha, no dejaba ver sus ojos "das miedo" susurro Veintiséis, y miro de nuevo, los clones se iban alejando. La eriza soltó una carcajada.

– tenemos que salvar a Shadow – dijo, de repente muy feliz.

– ¿que si Shadow el erizo ya esta muerto? – pregunto Veintiséis con frialdad. La eriza rosa ahogo una exclamación, para ser quien era, a veces se veía muy delicada – hay que ser realistas, Treinta y ocho, El Emperador ya no lo necesita, lo único que quiere es quitárselo de encima, y sacarle información de la resistencia. Que bueno que no sabe nada.

– pero Shadow no es un problema... no es ningún peligro para el imperio Eggman.

– ¡pero nosotros si! El emperador lo sabe, y quiere acabar con nosotros... todos moriremos, Treinta y ocho, pero ahí que asegurarse que sea en libertad.

– ¿que sabe la resistencia de Shadow? – pregunto la eriza, tomando su seriedad de vuelta, pero entonces, la gata dio la señal, y se alejo corriendo, hundiendo sus botas en el barro negro húmedo de esa tarde.

Llevaba cerca de tres años en la resistencia, pero ellos no les confiaban tantos secreto como a Lionne, quien había crecido siendo una de las hijas adoptivas del mejor guerrero de los Rebeldes, por lo tanto, no había pasado por algunas cosas que la eriza rosa paso en esos años de sufrimientos.

Resoplo y continuo caminando "Hay que salvarlo" susurro para si, y otra lagrima traviesa abandono sus ojos "por lo menos él aun sigue vivo" o eso esperaba.

Iba un poco atrasada, faltaba poco para entrar en los confines de Casinopolis, Veintiséis caminaba mucho mas adelante, sin darse cuenta Treinta y Ocho se detuvo, sus piernas ya no le servían, abrazaba con fuerza el paquete a su pecho, mientras lloraba silenciosamente "te salvare, maestro" "terminare la guerra por ti, papá" "Shadow. Papá" la melancolía había invadido el alma de la eriza rosa.

– En unos minutos, nos desaseáremos de ese paquete, y volveremos a Ciudad Dark Egg – decía la gata, pero se dio cuenta, de que, Treinta y Ocho no venia detrás de ella – ¿Treinta y ocho? – Volteo, para verla de pie, estática, la capucha marrón ocultaba sus rasgos, pero sus lagrimas caían en el barro bajo sus pies – ¡nos han pillado! – dijo con un claro acento marcado, parecido al mexicano, cuando noto que los clones negros empezaban a rodearlas.

Treinta y ocho despertó de sus cavilaciones, y miro a su alrededor, entonces, supo que había metido la pata hasta el fondo, habían cerca de trece clones hasta ahora, que se acercaban a ellas recargando sus pistolas láser y sus espadas.

A Treinta y ocho ya la había golpeado antes la luz laser de las pistolas, no tenían la capacidad de matar, pero si te dejaban súper agotado, cansado, sin ganas de moverte, usaban una especie de veneno para eso, había salido a penas de un ciclo ocasionado por esas pistolas, y no estaba dispuesta a caer de nuevo en el.

Los erizos clones empezaron a caer muertos con un baile horrible que les erizaba el pelo, y los truenos empezaron a sonar a medida que el cielo se oscurecía rodeado por nubes grises, de donde caían rayos fieros dándole impacto a los erizos negros, pero no moría uno, cuando enseguida llegaban diez para reemplazarlo.

– ¡vete! – Grito Veintiséis – yo me hago cargo, Treinta y ocho, lleva el paquete al punto.

La gata tenía las manos hacia el cielo, y los rayos de energía recorrían sus brazos, para mandar ese rayo hacia el próximo de los erizos, podría matar a diez de un solo golpe, pero para su desgracia, eran muchos. El sudor ya empezaba a correr por su cara, al hacer tantos rayos así de potentes una y otra vez. Con los años, los clones del emperador se empezaban a hacer mas fuertes, por lo que era casi imposible matarlos, por eso Lionne, necesitaba mucha de su energía.

– no te dejare – dijo confiada Treinta y ocho.

– alguien tiene que llevar el paquete, ¡vete!

– no te dejare – repitió, entonces Veintiséis miro a sus ojos, en ese mar vio que su amiga no la dejaría sola, nunca lo hacia, era muy terca y por eso a veces provocaba darle una tunda.

Sostuvo el paquete con su mano izquierda, mientras el gran brazalete de oro curtido se transformaba antes sus ojos en un potente escudo con muchos símbolos extraños de la resistencia, y llevaba su mano a su cinturón, donde tomo un cristal negro, que en su mano, se extendió, y tomo la forma de una espada negra reluciente, con un poderoso fulgor morado. La espada, con una hoja tan fina de diamante, era capaz de cortar lo que fuera, sin siquiera mancharse, ya que podía entrar en las cuatro dimensiones, por lo que su figura, eran difusa ante muchos ojos. Con esa espada, regalo de su maestro, había hecho correr la sangre de muchos.

Veintiséis asintió, al ver la determinación de la eriza rosa, por lo general, Lionne era una chica solitaria, que no aceptaba la ayuda de nadie, y que acataba las ordenes de su jefe, solo las de su jefe, nadie era capaz de ordenarle, o hacerla aceptar la ayuda cuando la necesitaba, pero, con la eriza rosa, no era así, Treinta y ocho había sido la unía que se atrevió a atravesar esa barrera que había creado.

Lista ya, con su espada y su escudo, Treinta y ocho se dispuso a atacar "recuerda la promesa que hice, a mi padre, y a mi maestro... haré rodar algunas cabezas" dijo, y ataco.

¡Zas! Su espada cortó carne… Al primer erizo negro que se dispuso a atacarla, lo partió por la mitad, con un determinado corte que sus órganos no se dañaran, cayó un pedazo de un lado, y otro mas alejado... la sangre se propago en el suelo minutos después, pero la hoja negra de su espada seguía reluciente, sin una mancha de sangre… y sus manos, ni siquiera se dignaron a temblar.

Era su especialidad de batalla, Treinta y ocho desmembraba a sus oponentes poco a poco, causándoles un gran dolor, hasta que estos, reducidos a jirones de carne despedazada, morían.

Otro de los clones, trato de atacarla, el golpe, dio en su escudo de oro forjado, a ese clon, lo partió en pedazos, se escuchaban los gritos, porque, aunque no hablaban nunca, o ella nunca los habían oído hablar, no significaba que no tenían cuerdas vocales. Los gritos, resonaban en sus oídos como las más tétricas canciones escuchadas jamás… hasta llegar a perderse en la nada…

Uno intento atacarla por detrás, pero Lionne fue mas rápida y le dio con un tiro certero, un rayo que paro su corazón, si es que tenia uno. Del dúo, Veintiséis tenia mas posibilidades en batalla, su electroquinesis le hacia una oponente a la que era imposible acercarse, mientras que Treinta y ocho tenia que pelear cuerpo a cuerpo con ayuda de su filosa espada.

Veintiséis, se encargaba de los clones con pistolas láser, mientras que Treinta y ocho despedazaba a los clones con las espadas. Las batallas siempre le eran duras a la eriza, que antes no había sido tan buena, sus marcas, sus cicatrices que le decoran el cuerpo entero, son recuerdos de lo duro que fue el entrenamiento, y de lo duro que le fue llegar a ser quien es hoy.

Una sonrisa maliciosa se posaba en sus labios cada vez que mataba a uno de esos clones de erizo, cada vez que veían su sangre, sentía que se escribía con ella la palabra venganza.

Una de las cabezas rodó hasta Veintiséis, quien la pateo, para darle de vuelta a uno de los erizos, ella seguía haciéndolos caer gracias a su electroquinesis, la actitud de la eriza daba gran temor a muchos en batalla, ya que se volvía asesina y fiera, mataba sin piedad, pero solo Lionne sabia que vengaba la muerte de su padre.

Las espadas chocaban contra el poderoso escudo de la eriza rosa, quien clavo su espada negra en el pecho de un erizo, atravesándolo, directamente en el corazón, la sangre, empezó a correr por ambas heridas, con una patada, Treinta y ocho logro desasearse de esa inmundicia. Otro, y otro, corto algunas piernas, cabezas que rodaban por el barro, una mano que corto con una sola estocada, el grito aterrador del erizo la lleno de placer, mientras la sangre le salpicaba el escudo, la ropa y la cara.

Se crearon charcos de sangre por todas partes, el barro, ya no era negro, no era marrón, su color, se había tonado de un rojizo espeluznante, los gritos de los erizos eran perturbadores a la hora de morir, pero Veintiséis y Treinta y ocho estaban acostumbradas.

"¡Ellos mataron a mi padre! ¡ellos mataron a Sonic el erizo! merecen morir" eso era lo que se decía cada vez que su espada partía extremidades y desmembraba cuerpos, recordando con dolor la primera vez que lo hizo, fue difícil, pero lo supero. Ahora, disfrutaba de cada corte, cada bombeo de la sangre salir por las partes de un cuerpo despedazado. Sentía el dolor de cada grito golpearle en los oídos, pero no sentía nada por aquellos que morían bajo el filo de su espada.

– Hay que irnos, Treinta y ocho – anuncio la gata – ¡hay que irnos ahora!

– ¡no! – grito, mientras despedazaba otro, la gata lanzo otro rayo.

– Tenemos que irnos, vendrán mas – A regañadientes, la eriza rosa se detuvo, su cara se encontraba en penumbras, pero su expresión era claramente imperturbable – te cubriré la espalda.

La eriza corrió hacia Ciudad Casinopolis, con la espada y el escudo aun activos, los clones, sin perturbarse por la muerte de miles iguales a ellos, siguieron a la eriza. El barro la dejo resbalar, clavo la espada en el suelo, que se hundió hasta la mitad en ese barro arenoso, para ayudar a levantarse, entonces la batalla que se estaba llevando a cabo se sintió lejana, como un sentimiento que disminuye, un sueño que no se puede recordar "Chaos Control" escucho en su mente.

¡Treinta y ocho! – la voz de la gata roja se oía muy lejos, ella concentro su poder en sus manos, para lanzar un rayo junto a los clones que tenían rodeada a la eriza, y unas lagrimas salieron de sus bellos ojos verdes, al ver lo cerca que se encontraba la espada de uno de los erizos, de la cabeza de su amiga.

"Chaos Control" escucho otra vez, supo de quien era esa voz, pero no era como si él estuviera diciéndoselo personalmente, era un recuerdo, una sombra lejana, era la voz de Shadow. Cerró los ojos y lo repitió, tan débilmente que solo ella debió de haberlo escuchado.

Al hacerlo, la espada, clavada en el barro, brillo con un poderoso fulgor violeta, después, siguieron unos siete colores... blanco, rosa, azul, verde, amarillo, rojo, verde agua... para que un color rosa intenso, casi purpura, predominara en la espada de diamante.

Entonces... se apago.

Lionne no podía ver nada, solo supo que Treinta y ocho perecería bajo la espada de un guerrero del emperador, entonces ese fulgor rosa se hizo predominante, y cuando el fulgor se desvaneció, Treinta y ocho ya se había ido.

Encendió su comunicador… estaba sola, con mas trescientos clones de erizos negros a su alrededor.

Doce, envía refuerzos, necesito ayuda... tenemos problemas.

¿Que le ocurrió a Treinta y ocho? ¿Por que se activo el chaos control? ¿Que fue ese fulgor en la espada de diamante? ¿Por que escucho la voz de Shadow The Hedgehog? ¿Que ocurrió para que Eggmaland se hiciera realidad? ¿Qué es el C.S.P? ¿Lionne saldrá viva de esto?

Responderé esas preguntas a medida que valla avanzando la historia, por ahora, quiero anunciarles, que este capitulo, lo saco demasiado pronto, (ya que aun debo terminar la historia inicial de la que me he basado en esta), y la razón, por la que esta hoy al aire, es porque, necesito vuestra ayuda, si, como ven "Lionne" es un Fancaracter, de mi queridísima amiga MGCT94, en realidad, hay dos fancaracter, ¿a que no adivinan cual es el otro?

Bueno, ese no es el punto... el punto es, que haré un concurso...

Bien, no es un concurso como tal, trata de la participación de vuestros OC's o Fancaracter en esa historia, ^w^ todo aquel que tenga un OC puede dejar un review para que yo lo meta a la historia ¿si?... bien, las reglas son sencillas.

Aquellos que quieran entrar, deben estar registrados en FF, para que yo pueda ponerme en contacto con ustedes, y me digan todo acerca de sus Fancaracter (apariencia, historia, nombres, poderes, especie, edades, etc...). No puede ser por reviews, estas cosas se discutirán en PM.

Pueden ser más de un OC si así lo desean.

Necesitare la participación de OC's tanto femeninos como masculinos.

Bien, quedando este punto claro, actualizare cuando la historia "Entre nosotros" este terminada (y cuando vuelva del servicio, ya que tengo obligaciones militares y no puedo dejarlas tiradas), y así, yo me concentre solo en esta, para aclarar puntos sueltos y de intriga.

Solo quería un poco de ayuda, aquellos que quieren ayudarme, esperare vuestros reviews, y sus personajes saldrán a medida que avanza la historia... no se impaciente, porque esta historia se publicara mas adelante, esto es solo una... ¿publicidad?

Bye, Hasta la próxima... Tarah Zen los ama. OwO ^w^