Prólogo, espero que les agrade.
Disclaimer: todo de Stephenie Meyer, menos la trama que es mía.
-¿Quién eres? ¿Qué quieres? -la atractiva mujer gritó desesperada retrocediendo con lentitud, intentando cubrir sus temblorosas y descubiertas piernas con lo que encontraba. No estaba preocupado pues se encontraría con una fría y dura pared que me ayudaría a terminar con toda la escenita.
-No quiero decir nada ya usado, nada como tu peor pesadilla, nada como tu final... digamos que soy un amigo, uno que te está haciendo un favor -sonreí con satisfacción, siempre se les enseña a los niños que no hay que jugar con la comida, pero ¿Quién los culpa? Es tan divertido.
El miedo se colaba por sus ojos, su hipocresía le brotaba por los poros, se creía la victima, se creía la pobre mujer que nada hace...
-Te puedo dar mucho dinero, mucho si es lo que quieres, mi esposo tiene mucho, por favor no me hagas daño, no me toques -cuando su espalda ya había tocado el muro de la parte trasera del sucio hotel en el que se encontraba, estaba casi hecha un ovillo, cubría su cuello con furia, como si supiera qué era mi naturaleza.
-No quiero tu sucio dinero, quiero venganza, quiero tu sangre, quiero tu muerte y la pena del bastardo de tu esposo -escupí sintiendo como se me llenaba la boca de ponzoña, amarga y peligrosa.
-Por..-no la dejé seguir rogando, me tiré a su yugular en medio segundo, no me interesaban sus suplicas, yo era un animal, un sádico, un monstruo que sentía compasión por nadie, con sed de venganza y dulce sangre, la cual no pude encontrar en esa mujer debido a su vida de porquería con desagradables excesos de todo. Cuando me vi succionando las últimas gotas de líquido dentro de ella,sellé las incisiones con un poco de ponzoña para que pareciera menos tétrico y sospechoso.
-Espero que así tu esposo pague su deuda con los Cullen -finalicé asegurándome de haber quedado limpio e inmaculado.
Me tomé el trabajo de revisar su bolsa, nada interesante encontré, pero tenía que parecer un robo o algo más humano, por lo que tomé su celular y una cajetilla de cigarrillos. Le dí una última mirada a la mujer, no aparentaba más de treinta años, era algo atractiva con su cuerpo esbelto, pero su personalidad era venenosa, su mente desprendía malas intenciones y pensamientos, podía arriesgar la vida de su primogénito para salvar la suya. Sustraje el brillante collar de su cuello y tres anillos que se enfundaban en sus gélidos dedos. Dos de oro muy corrientes y uno último de plata y gema de esmeralda. Introduje todo dentro de los bolsillos de mi saco y cuando planeaba dejar el lugar a corrida, escuché un sollozo que parecía provenir de los coches estacionados en el aparcamiento, a unos cuantos metros de donde me encontraba.
Olisqueé cerrando ambos ojos, así podría visualizar mejor la fuente de la escencia.
El olor era dulce y suave, no se parecía a ningun otro que hubiera sentido antes, no era desagradable, no estaba impregnado en estupefacientes o alcohol, me imaginaba que era de una pobre mujer en un mal lugar y tiempo. Intenté dar con su mente, pero no encontré nada a diez metros a la redonda. Era de madrugada y poca gente se paseaba por esos lugares de mala muerte.
Me moví unos metros más cerca de los coches, la esencia se intensificaba y me parecía cada vez más atractivo y reparador a la vez. Aun que solo era la sensación pues estaba lleno.
Continué siendo fiel a mi capacidad, de los tres coches aparcados, del más lujoso salía el olor tan peculiar. Dí un vistazo por la ventanilla trasera, solo divisé un pequeño bulto algo tembloroso. Abrí la puerta de un movimiento, el más suave y lento que mi cuerpo me permitió. Fulminé el saco de piel en frente de mi con la roja mirada que se me otorgaba.
-¿Ma'? -aguanté el aire innecesario.
Por Odín, era una pequeña humana.
Ok, es corto por que es el prólogo, espero que lo entiendan y que les vaya gustando, si tiene buena recepción subo los demás capitulos que tengo ya escritos:)
Como siempre, las quiero mucho, respondo reviews y nos leemos luego!
-Triny
