Capítulo 1 El examen

Evangelion y todos sus personajes no me pertenecen. Gainax es su dueño.

- ¡Hey Ikari! Hemos venido a despedirte.

Shinji se sentía abrumado por tanta atención pero, a pesar de todo, se alegró de que sus amigos fueran a despedirle antes de su examen de ingreso.

- ¿Qué hacen aquí? Les dije que sería vergonzoso.

- Vamos, no digas eso. Tienes tu boleto para el examen de admisión. Si te pones nervioso te dolerá el estómago.

- Aun así, nunca imaginamos que tú tomarías el examen de ingreso para la Secundaria superior de Tokio. Qué bueno que tu tía lo permitió.

- Es verdad. Al principio no teníamos dinero suficiente para los tres, pero el problema es que no hay una Secundaria decente por aquí.

- ¡Cállate! ¡Nosotros iremos a esa Secundaria que no es decente!

- ¡Era broma, era broma!

- Ya veo. Bueno, eres inteligente así que guarda el ánimo, seguramente te irá bien.

- Muchas gracias, me alegro de que hayan venido.

- Oye… ¡Esfuérzate!

Las puertas del tren se cerraron y, poco a poco, la silueta de sus amigos se perdió en el horizonte, dejando a Shinji solo con sus pensamientos.

Sus primos habían llegado hace dos días a Tokio, pero él quería visitar la tumba de sus padres antes de marcharse por lo que pospuso su viaje. El problema era que el examen iba a ser esa misma tarde, por lo que no tendría mucho tiempo antes de repasar.

Durante su viaje en tren, una pequeña iba sentada con su madre en unos asientos cercanos al suyo y Shinji la oyó preguntar sobre las reliquias gigantes que se encontraban cubiertas de nieve por toda la ciudad. Miró con curiosidad las figuras, y un pequeño escalofrío le recorrió el cuerpo. Continuó su viaje sin más incidentes escuchando música en su SDAT hasta que el tren llegó finalmente a su destino.

Al salir por las puertas, un barullo de gente le impedía andar con normalidad y tuvo que caminar a empujones. Una vez salió del agobiante vagón, suspiró agotado y escuchó un grito de socorro procedente del interior de su vagón.

- ¡AY, AY, AY! ¡He dicho que me quiero bajar, déjenme pasar!

- ¡Sujétate!

Shinji tiró de la mano enguantada que pedía socorro, y apareció en su vista a una hermosa pelirroja de ojos azules que lo miraba fijamente. Shinji se sintió extraño, parecía que conocía a esa mujer y, sin embargo, no recordaba haber conversado con ella nunca.

- ¡Muchas gracias! Me salvaste. Mmmm, oye: ¿Por cuánto tiempo piensas sujetar mi mano?

Shinji continuaba mirando fijamente a la muchacha. -¿Nos conocemos de algún lado?

- ¡Qué asco! Suéltame, no te conozco de ningún lado para nada. ¿Serás que estás intentando ligar conmigo porque soy guapa?

- Eh…Ah...te equivocas, esa no era mi intención.

- ¿Eh? Cielos que decepción…Bueno no importa. Me salvaste así que te lo agradezco ¡DANKE SCHÖN!

- Ah… espe... Shinji vio como la figura se iba alejando con pasos decididos.

- Esa chica era realmente linda-. Un muchacho de pelo color paja con gafas apareció de la nada y Shinji lo miró con curiosidad.-Se veía tan imponente y aun así…y pensar que hay linduras así aquí, en Tokio.

- ¿Eh?

El chico se quedó mirando la bolsa de viaje que portaba Shinji y exclamó: -¿Eres estudiante de un pueblo? ¿También vas a hacer el examen de ingreso del Instituto Myoujyou?

- Pues si, eso mismo.

- Entonces eso te transforma en mi rival… ¡Demos nuestro mejor esfuerzo! Mi nombre es Kensuke Aida, ya nos veremos.

Shinji se quedó consternado por todos los acontecimientos ocurridos en los últimos minutos. Volvió a suspirar y se encaminó al hostal donde lo esperarían sus primos hasta el examen.

- ¿Kaworu? Soy Shinji, ¿Dónde os encontráis Rei y tú? De acuerdo habitación 11 y 12 Enseguida subo.

Subía las escaleras y, conforme se acercaba a su respectiva habitación, escuchó un jaleo procedente del pasillo.

- ¡Te dije que no tocaras mi neceser, idiota sin escrúpulos!

- Pero Rei, compartimos jabón y laca, tengo que estar presentable para el examen.

- ¡Oh si, dulce caballero que tiene que encandilar a las damas con su físico impecable! En vez de tanto preocuparte por tu aspecto deberías repasar ya que el examen es dentro de 2 horas.

- ¡Ya llegué!

- Oh, Shinji menos mal que estas aquí, aléjame de este egocéntrico o no respondo.

Shinji suspiró por tercera vez en la última hora. Desde que tenía uso de razón, sus primos gemelos andaban discutiendo por cualquier trivialidad y a él le tocaba siempre arreglar las disputas con sus palabras tranquilizadoras.

- Kaworu, estoy agotado, ¿podrías enseñarme mi habitación para dejar mis cosas y darme una ducha antes del examen?

- Claro Shinji, nuestra habitación es la 11, toma la llave.

Los primos entraron en la habitación y, mientras Shinji se daba una ducha relajante, pensó otra vez en la chica pelirroja a la que había salvado en el tren. No sabía como, ni dónde, pero le resultaba extrañadamente familiar. Pero se había ido demasiado deprisa como para saber hacia dónde se dirigía.

Al salir del baño, secándose con una toalla el pelo, le contó a su mejor confidente, su primo Kaworu, el encuentro con la joven.

- Es posible que vaya a ingresar en nuestra misma escuela, si ha venido desde tan lejos es porque quiere entrar en la mejor. Yo no me preocuparía de ella ahora. Además, no quieras enamorarte tan pronto. Estamos en una ciudad nueva, llena de chicas hermosas y sin padres. Disfrutemos de la estancia.

- Eso no va a ser posible dado que tenemos que ir al instituto para el examen de ingreso. Rei había entrado en la habitación y ya llevaba puesto el abrigo y las botas para la nieve.

- Como siempre, tan planificada y perfecta, hermanita. Kaworu se puso su abrigo y salió a esperar a su familia mientras respiraba aire fresco.

- Vamos Shinji, termina de vestirte o llegaremos tarde.

Cuando hubieron salido, se encaminaron hacia el majestuoso instituto de Tokio, el trío no decía ninguna palabra ya que, en el fondo, todos se encontraban frenéticos.

Conforme se iban acercando al edificio, un numeroso grupo de estudiantes se encontraban esperando con apuntes, cafés y, sobre todo, nervios.

Una vez encontraron su aula de examen, se sentaron cada uno en su pupitre y esperaron la llegada del maestro. La sala se encontraba atestada de estudiantes que guardaban sus apuntes y sacaban los bolígrafos para entretenerse y olvidarse de sus nervios. Un movimiento captó la atención de Shinji, y vio a Kensuke en un extremo del aula saludándolo efusivamente y deseándole suerte. Devolvió el saludo con timidez y miro a otro lado y allí estaba. Se había quitado el abrigo y los guantes y dejaba ver un uniforme oscuro, con minifalda negra y unas piernas tremendamente sexys. Shinji se quedó mirando fijamente el esbelto cuerpo de la pelirroja e ideo mil maneras de acercarse a ella una vez finalizara el ejercicio. Tan absorto en su visión estaba que no se dio cuenta cuando el profesor entró y entregó los exámenes ni tampoco cuando dio comienzo. Para cuando se percató de su despiste, habían pasado diez minutos desde que todos los alumnos habían empezado a escribir y Shinji se apresuró a leer las hojas de su examen.

A finalizar el examen, Shinji levanto rápidamente la vista hacia el pupitre de la muchacha, pero ella no se encontraba. Miró a su alrededor y sólo encontró a Rei que hablaba animadamente con un grupo de amigos que también había realizado el examen. Con una señal, le indicó que iba a salir y que se veían luego en la habitación y fue en búsqueda de su primo.

A pocos metros del aula, Asuka descansaba su cara sobre el frío espejo. No se encontraba muy bien. Aunque el examen le pareció extremadamente fácil, el viaje había sido agotador y necesitaba echarse un rato. Tenía dolor de cabeza por la gran cantidad de gente que se encontraba en la estación. Menos mal que aquel muchacho le había sacado rápidamente del vagón. Ese muchacho… Decía que le encontraba familiar, pero lo extraño es que ella también creía haberlo visto antes.

Cuando se preparó para salir y encontrarse con su hermana, se dio cuenta de que había perdido sus guantes. Empezó a decir unas cuantas palabras en alemán sin sentido y entró sin ningún escrúpulo un muchacho al baño de las chicas y se le quedó mirando fijamente.

-¡AHHHH! ¡Un pervertidoo!

-Shh tranquila preciosa, prometo no tocarte...si tú no me lo pides. Sólo entraba para entregarte estos guantes. Me he fijado en ti en el examen y me he percatado de que los olvidaste en la cajonera. Me llamo Kaworu Nagisa, ya nos veremos.

Dicho esto salió sin ningún pudor hacia el pasillo, donde se encontró con su primo.

- Te he buscado por todas partes. ¿Dónde estabas?

- Eligiendo presas.

- ¿…?

- Bah Shinji, algún día serás como yo y, entonces, crearemos nuestro Harem.

Mientras Kaworu soñaba despierto, Asuka elegía ese momento para salir y se encontró con la extraña pareja. Automáticamente puso mala cara, pero su rostro cambió a sorpresa cuando se percató de con quién estaba el chico albino.

-Tú eres el chico del tren. Lo sabía, si andas con un pervertido como ese, no podías ser menos.

- No, no es lo que crees. Lo siento.

- ¿Por qué te disculpas?

- ¡Shinji, Kaworu!

Rei corría hacia ellos con evidente alegría. Acababa de conocer un grupo fantástico y quería presentárselo cuanto antes a su primo y su hermano.

- Vamos, apúrense, quiero presentaros a unos chicos muy simpáticos. Ups, lo siento. Mi nombre es Rei Nagisa, encantada.

- El placer es mío, mi nombre es Soryu Asuka Langley.

- Te gustaría venir con nosotros Asuka, serás nueva aquí como nosotros por lo que no conocerás a mucha gente.

- En otra ocasión, será. Muchas gracias pero tengo que ir a buscar a mi herma…

- ¡Princesita! Estoy aquí.

Una muchacha de pelo Caoba se acercaba a ellos junto a un grupo de niños y niñas todos de la misma edad. Entre ellos se encontraba Kensuke.

- Ay, Asuka que voy a hacer contigo si desapareces. Pero veo que no has perdido el tiempo. Dijo la muchacha mientras se ajustaba sus gafas para ver mejor a Kaworu y Shinji.

- No es lo que parece cuatro ojos, es solo que este pervertido me asustó.

- ¡Kaworu!- Exclamó Rei, indignada.

- Yo solo le devolví sus guantes. Prometo que no le hice nada.

- Bueno chicos, quiero presentaros a Mana, Hikari, Toji, Kensuke y Mari. Todos ellos acaban de realizar el examen para ingresar en esta escuela.

- El Placer es nuestro.

- Princesita, tenemos que irnos a descansar. Mañana sabremos los resultados del ingreso. Mucha suerte a todos. ¡Nos vemos!

- Hasta luego, Princesita.

Esas últimas palabras las recitó Kaworu quién recibió un codazo de su hermana y Asuka se puso colorada de inmediato. En el camino al hotel, Asuka iba extrañadamente callada por lo que su hermana quiso sonsacarle.

- ¿Y qué es lo que preocupa a la gran Asuka? Acaso te gusta el chico albino.

- No digas tonterías Mari. Es solo que siento que conozco al otro chico aunque no recuerdo por qué.

- Umm… el chico de pelo color café. ¿En serio? Quizás sea el destino.

- ¡Cállate!

Shinji volvió a su habitación después de cenar con su nuevo grupo. Esperaba sinceramente que todos hubiesen pasado el examen ya que eran muy simpáticos. El pobre toji tuvo un accidente esquiando por lo que tuvo que realizar su examen con escayola en el brazo y la pierna, por lo que esperaba no haber escrito demasiado lento. Mana venía de una familia acomodada de Japón y parecía muy entusiasta con pertenecer a ese prestigioso colegio. Kensuke era un obseso de la informática cuyos conocimientos le habían ayudado en sus ejercicios del examen. Hikari era muy dulce y parecía dispuesta a ayudar a todo el que se lo pidiera. Por supuesto Kaworu intentó aprovechar la situación pidiéndolo su teléfono pero el grupo lo tomó como una broma y su intentó falló.

Kaworu…

No había comentado con él que la chica con la que intentaba ligar era precisamente la hermosa pelirroja que lo había encandilado. Se dio la vuelta en su cama y se quedó mirando la silueta de su primo que dormía profundamente. Hasta dormido era atractivo. Shinji, pensaba que, lo miraras como lo miraras, nunca podría competir con alguien tan atractivo y carismático. Se acurrucó en su cama e intentó dormirse pensando que el no tenía nada de especial por lo que durmió intranquilo.

Notas del autor: En primer lugar agradecer a todos los lectores por haber leído mi humilde historia. Soy nueva en escribir fics así que, por favor, sean comprensivos si tengo muchos errores. Intentaré publicar un capítulo cada semana pero se acercan mis exámenes por lo que quizás alguna semana la salte.

Mención especial a mi querida Kaname por haberse convertido en mi prelectora y en una fantástica amiga. Si os gusta la historia ha sido gracias a ella que me animé a escribir. Saludos.