N/A: Volví uvu, con un nuevo fic de una pareja la cuál amo con mi vidaaaaaaaaaaa ovo, la idea surgió, leyendo un manga shojo, bueno la pareja se me ocurrió cuando aún roleaba :'D.
En fin, sé que tengo que actualizar I'm fine, pero quise tomarme un pequeño descanso (No sé cómo continuar el fic, ósea, no me vienen las ideas…)
En fin, lo siento mucho ; - ;
-¿Kaito-nii?
El rubio oji-azul revisó por todas las habitaciones tratando de encontrar al mayor. Llevaba media hora buscando al mayor.
-¡Kaito-nii, ya es tarde! –Rinto refunfuñó y se acercó a la habitación de Meiko con sigilo, se quedó boqui-abierto al ver al peli-azul dormido en el suelo con la camisa medio-abierta.
-¡Kaito-nii! –El rubio le palmeó la frente e infló las mejillas, el peli-azul sonrió entre-sueños.
Había sido obligado a buscar a aquel peli-azul, una sonrisa traviesa adornó sus rosados labios al haberlo visto sin camisa, aunque eso de verlo semi-desnudo ya era normal, pues a veces el peli-azul acostumbraba a dormir en diferentes partes de la casa, ya semi-desnudo o desnudo.
Sus mejillas enrojecieron al tener pensamientos pervertidos sobre el mayor. Aunque sabía que nunca podría tocarlo más de lo debido, disfrutaba verlo sufrir, aliviaba sus penas.
-¿Eh?... –El peli-azul despertó de repente encontrándose con los profundos ojos azules del rubio observándole fijamente con cierto rubor en sus pálidas mejillas. –Oh, eres tu Rin-ta-…. ¡Auch! –No alcanzó a terminar la frase ya que había cambiado totalmente su diálogo por una expresión de dolor, soltando un suave chillido para sobarse la frente. -¡R-Rinto! –Chilló suavemente.
-¡Rinto! –El peli-azul le golpeó suavemente la nariz. –No me golpees… -suspiro suavemente, sonriendo de nuevo- ¿Cómo estás? –rió y le abrazo fraternalmente.
El rubio frunció el ceño cuando éste le golpeó, él ya no era pequeño para estar recibiendo estos golpes, se cruzó de brazos.
-Da igual.
-Hm… ¿Qué hora es? –El peli-azul le miró arrepentido por el golpe.
-Tarde, como siempre –El rubio vio al mayor abotonarse la camisa mal y ponerse la corbata rápidamente. –Mei-chan debe estar molesta.
-Idiota.
El rubio le abrochó correctamente la camisa y le ató bien la corbata con las mejillas sonrojadas.
-Rin-chan. –El peli-azul le miró con brillitos alrededor. –Qué haría yo sin ti.
El rubio apoyó su cabeza en el pecho del mayor y sintió sus ojos vidriosos, no iba a llorar, no frente a Kaito.
Porque sabría que si le decía al peli-azul el porqué de sus lágrimas todo terminaría.
-Eres mi hermanito favorito.
Y Rinto lo sabía, nunca serían más que hermanos, unidos por la misma sangre.
Esto es un pequeño Drabble, haré una segunda parte si la quieren claro uvu.
