Iban uno al lado del otro, en un cómodo silencio que ambos disfrutaban, sus manos entrelazadas y una tonta sonrisa de enamorados pintada en sus rostros.

Las vacaciones de primavera habían llegado, y con ellas Asahi se había hecho un tiempo de entre sus tantos arduos estudios universitarios para regresar a Miyagi, aprovechando su estadía para pasar tiempo con sus parientes, sus viejos amigos que hace tanto no veía y sobre todo con Nishinoya.

Ellos estaban saliendo hace más de un año, casi dos, su relación era la extraña combinación de entre la serenidad y tranquilidad que el mayor aportaba, junto con las locuras y estrafalarias ideas que Yuu proponía entre alegres sonrisas, no importaba que tan estúpida fuera la idea con la que llegara, su pareja no podía decirle nunca que no.

A pesar de lo bien que se entendían, y las pocas discusiones que por este mismo motivo no tenían, ellos sufrían altibajos en su relación como cualquier otra pareja, el más grande se presentó al poco tiempo de comenzar a ser algo, aun sin una etiqueta ni formalidades, por aquel entonces solo eran algo que ambos consideraban más que amistad, que de vez en cuanto tenían de por medio besos y con la seguridad de que a pesar de no saber que eran ninguno se veía con otra persona.

La discusión más grande ocurrió cuando Azumane escapó del vóley, cosa que antes los ojos del joven libero resultó una traición casi personal.

En aquel entonces la idea de que su as dejara algo que tanto amaba como el voleibol solo por encontrar en su camino un obstáculo difícil de superar le hacía preguntar qué haría si ellos en algún momento tenían algún problema importante.

Sus palabras que salieron a borbollonees y con un imperceptible doble sentido no ayudó a mejorar la situación entre ambos, ni el hecho de que Asahi lo dejará ahí sin más los hizo dudar a ambos.

Claro, ese fue su primer problema y uno de los más grandes, que dejó por demasiado tiempo en una preocupante incertidumbre de su posible futuro juntos, pero tras la reincorporación de Asahi al equipo, y unas muy largas, casi interminables, disculpas que fueron calladas solo por los besos de Yuu pudieron superar su primer obstáculo.

Estuvieron con eso que tenían algunos meses más, sin que nadie supiera o sospechara, bueno, sin contentar al observador de Suga o al siempre buen oyente Tanaka, quienes se hacían una idea mental de lo que aquellos dos llevaban entre manos desde hace un tiempo, pero sin decir palabra al respecto por respeto a su privacidad y sus tiempos.

El día que se hicieron parejas de forma oficial Noya no pudo contener su emoción y terminó disipando las dudas de su mejor amigo, quien aun no caía en cuenta la forma tan poco romántica en la que esos dos pasaron a ser novios, y aunque ninguno lo consideraba eso un verdadero problema, Ryuu estaba indignado.

"Esperaba más de ustedes" en son medio broma medio verdad declaró tras escuchar la, para su opinión, patética petición.

Y es que todo había ocurrido entre botanas y helados, en una tarde donde ambos estaban en la casa del menor jugando videojuegos y con el dichoso tema saliendo a luz por casualidad.

¿Quieres que seamos novios? — había preguntado Azumane con normalidad tras un comentario jugeton de libero, dividiendo su concentración entre el videojuego de disparos que estaban jugando en ese momento, y Nishinoya, quien muy cómodo se acurrucaba entre sus piernas con el segundo mando y la vista fija en la pantalla.

¿A ti te gustaría?

Por supuesto— contestó de forma automática, disparando al enemigo.

Está bien, entonces creo que somos novios— encogiéndose de hombros dice, dando un certero disparo que derribó al soldado que intentó matar a Asahi en el juego.

Ambos tenían en claro que no fue algo muy romántico, pero tampoco resultó ser algo que cambiara radicalmente su relación, ellos actuaban igual que antes, exceptuando las muchas ocasiones donde el libero, de forma coqueta le tomaba el cuello de la remara del mayor, dejando a escasos centímetros ambos rostros, para cepillas sus labios unos instantes antes de recordarle con una sonrisa que era su novio, y debía de besarle y complacerle.

Decir que estaban de pareja no resultó para nada un problema, ese era uno de sus primeros grandes paso, y fue dado al poco tiempo de la graduación de los chicos de tercero. En aquel entonces todos preguntaban curiosos en busca de respuesta ante la felicidad de Noya, quien iba de un lado para el otro pavoneándose con un segundo botón colgado en su cuello como si de un muy caro collar se tratase.

Cuando lo interrogaron directamente en busca de respuesta no tuvo vergüenza alguna en decir que Asahi-san se lo había entregado, y cuando con incertidumbre le cuestionaron si entre ellos pasaba algo, no tardó ni un segundo en declarar que eran novios, aunque el sonrojo del as fuera muy grande y pareciera que fuese a morir ahí mismo ante tanta repentina atención que sus compañeros de equipo le estaban dando.

Ahora, regresando a la actualidad, si se le preguntaba a cada uno por cual era su problema más grande en lo que respecta a su relación, Nishnoya no vacilaría al decir que era la gran distancia que los separaba, y lo difícil de llevar a una relación a distancia.

Por su parte, Azumane agregaría que le preocupaba que la gente pensase que él era el hermano mayor, o incluso el padre de Yuu.

Esa era una de sus mayores molestias, le había pasado antes, una que otra vez, pero nunca le dio tanta importancia como cuando una tarde, a la hora del almuerzo donde se encontraba con sus amigos de la universidad, vieron por primera vez una de las muchas fotos que tenía con su novio, aquella era una antigua que Asahi usaba como fondo de pantalla en su celular; en ella estaban él y Noya tomados de las manos, de espalda a la cámara y de fondo un bonito acuario al que fueron en una de sus tantas citas.

La foto había sido tomada por Yachi, quien los encontró por casualidad en el lugar, y sin previo aviso la tomó.

El problema verdadero que hizo preocupar ese gran corazón de cristal fue la pregunta de sus amigos quienes querían saber quien era aquel niño.

En un primer instante Azumane no notó la palabra clave de la frase, "niño", contestando con honestidad y una enorme sonrisa de tonto pintado en su rostro que se trataba de su pareja.

Sus nuevos amigos estaban como mínimo alborotados por la noticia, algunos incluso parecían impactados, mirandole de forma extraña, llegando hasta pensar que le estaba gastando alguna broma de mal gusto.

Asahi no comprendió que estaba mal en su respuesta, y se preocupó al creer que tenían algún problema con que ambos fueran hombres.

¿Exactamente cuántos años tiene tu novio Asahi-san? — uno de los chicos, el que también estaba en el equipo de vóley universitario y era el setter suplente preguntó con cuidado, siendo el primero en atreverse a romper el incomodo silenció que se había creado tras las palabras del grandullón.

Es solo un año menor ¿Por qué la pregunta? — aun sin comprender el porqué de la sorpresa del resto Asahi les responde, queriendo saber que tenia de raro solo un año y algunos meses de diferencia.

Pareces su hermano mayor...

O su padre

Tras eso tuvo que pasar largas horas platicando con Nishinoya por vídeo-llamada, siendo reconfortado por las palabras enérgicas de su novio quien aseguraba que no debía de preocuparse por esas tonterías y que lo amaba tal cual era, incluso con ese aspecto de mayor que llevaba encima, recibiendo también algunos comentarios burlones pero bien intencionados de Tanaka, quien llegó tras algunas horas en busca de su bro para el entrenamiento diario, teniendo que cortar la llamada y buscar consuelo en Daichi y Suga.

En un primer momento quería solo oír las palabras maternales del armador, pero al estar Sawamura, su actual novio con él, también se vio sometido a los regaños de su ex capitán que le amenazaba con traspasar la pantalla y golpearlo si no dejaba de ser tan llorón.

Incluso sus amigos universitarios le aseguraron en repetidas ocasiones, que tras mirar mejor a Noya ya no parecía para nada un niño, ni mucho menos su hijo o hermano menor.

—Está pasando otra vez— murmuró por lo bajo el mayor, rompiendo el reconfortable silencio. Habían parado en una tienda a comprar las paletas heladas que tanto le gustaban al menor.

El problema en esa ocasión era que la intensa mirada de una señora algo mayor, que con atención y un muy mal disimulo miraba a la pareja, Noya colgado del brazo de Asahi intentando decidir que sabor de palera quería ese día.

—Debes dejar de ser inseguro, ambos sabemos que no soy un niño— con un guiño coqueto le dice—además, la diferencia de altura es lo que más me gusta, sino no podría colarme entre tus sudaderas.

La sonrisa de Asahi entonces se ensanchó, tal vez que él luciese algo mayor, y Noya fuera tan bajito que podía ser confundido con alguien de mucha menor edad, en especial desde que optó por dejarse el cabello caído perdiendo unos diez centímetros (negando rotundamente que eso se debía a el comentario de Asahi de lo bien que se veía de esa forma), y que esto pudiese resultar algo complicado de vez en cuanto, pero estaba seguro de que amaba con cada parte de su ser a Yuu, y le alegraba saber que su pareja no cambiaría nada de él pues lo amaba tal cual era, un gran y enorme tonto con corazón de cristal, y aunque tuvieran problemas, grandes o pequeños, lo podrían afrontar juntos, y apoyarse incluso en tonterías como esas.


Intento de un One-Shot, no sé como salió, creo que resultó en un montón de ideas distintas y alguna clase de ensalada rara, pero en verdad tenía este headcannon de que a Asahi lo confunden con el hermano mayor o algo así con Noya y lo preocupa demasiado.