Disclaimer: Ginny y el mundo en el que todo esto ocurre pertenece a Rowling, incluyendo el Sauce Boxeador, el Bosque, el Castillo y, hasta, vamos a reconocérselo, el nombre de Astoria. La trama es mía y de mi perro, que tiene tres cabezas y es muy posesivo.

N/A: Chica/Chica. Son cuatro capítulos que forman una historia común a base de pequeñas escenas y responde al reto Cuatro elementos de crack and roll (guiones bajos en lugar de espacios, en livejournal). Empezamos inocentemente, pero habrá lemon en algún momento, así que avisadas quedáis (aunque sé que os gusta, pillinas).


TODO


Aire

Ginny tiene trece años, cabello rojo y sonrisas tímidas. Astoria tiene doce, el cabello oscuro y una mirada demasiado misteriosa (demasiado slytherin) para alguien de su edad. Las dos se encuentran agazapadas bajo un árbol en las lindes del bosque prohibido. No lo han planeado. Ni siquiera se han visto nunca, o al menos no son conscientes de haberlo hecho, y lo único que sabe de aquella chica es que es una Weasley, que es intocable, y no precisamente por su magnificencia.

Se miran unos segundos. Las dos están calladas. La lluvia y el viento las ha sorprendido a las dos. Una de ellas venía de la cabaña de Hagrid, la otra no se lo contaría a nadie, porque al fin y al cabo, eso hacen los suyos, guardar secretos.

-Soy Ginny.

Si van a pasar tanto rato como se imagina allí, a lo mejor es momento de presentarte. No es consciente de que se está presentando a una Slytherin, ni de que se está presentando a Astoria Greengrass, ni de lo que ello significa.

(Cosa que sólo sabrá en años venideros, cuando oiga hablar de clases, de besos entre chicas y chicas, de manos por debajo de las faldas y palabras que provocan sonrojos y cuando todos aquellos rumores vengan acompañados de su nombre, Astoria).

-Yo soy Astoria.

Y sonríe. A medias. Sonríe sólo con los labios y la escruta con la mirada. Se hace el silencio y ambas se acomodan abajo en el árbol. Cuando la tarde termina, la lluvia amaina y el viento ha dejado de rugir y asustarlas (aunque eso no lo digan, porque una es Gryffindor y la otra Slytherin y ni el valor ni el orgullo permiten la más mínima queja ante tal tontería) ninguna de las dos imagina en qué acabará todo esto, ni podrían imaginarlo. Ginny no cree que ninguna recuerde la conversación más tarde, y lo harán. Astoria no cree que la pelirroja sepa que ese choque de labios fue intencionado, y lo sabrá.

Pero lo que no saben. Lo que nadie en ese bosque, castillo o mundo puede imaginar, es que ese encuentro puede cambiarlo todo. Todo.


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