Capítulo 1. La Misión comienza
Esa noche Ventus había pasado mala noche, llena de pesadillas, sudores, gritos que si no tuviera su cuarto sellado e insonorizado seguro que hubiera despertado a su familia muggle en Madrid,España.
Cuando se despertó, solo cuando había aclarado sus ideas, y eso significaba que no era un sueño, se le apareció frente a él una figura que aunque era humana no podía ver con claridad por lo que no tenía cuerpo físico. La figura al hacerse visible era su pariente lejano, Albus Dumbledore, que se había encargado de su educación mágica reservada, dado su parentesco con el director de la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería, a los demás alumnos incluso con sus 17 años y mayoría de edad.
Este empezó diciendo:
-Ha llegado la hora Ven. Es el momento en el que tú me releves para ayudar en esta guerra.
-¿Por que en este momento? A no ser...-dijo empezando a darse cuenta de lo que quería decir-.
-No te preocupes por eso y prepárate. Ayuda a Harry Potter pero sin revelarle todo, es mejor que lo descubra él y tú se lo aclares sin despertar dudas sobre ti, él , sus amigos y todos los participantes en esto.
-¿Por donde empiezo?-preguntó al fantasma-.
-Empieza por borrarte de la vida de todos y ayuda a Draco Malfoy. Él aunque no lo sepa, al dudar al matarme no solo ha puesto a su familia en peligro, sino que ha elegido nuestro bando en esta guerra. Instrúyeles a él, a Harry, a Hermione y a Ron y protégeles lo más que puedas del peligro-dijo el anciano empezando a desvanecerse- y no te olvides de donde procedes de verdad.
-Gracias por darme esta vida que, a partir de este momento, dedicaré a esta guerra.-dijo con tristeza y alegría-Gracias abuelo.
El espíritu se desvaneció y desde ese momento, la vida de Ventus Silas Dumbledore, sobrino-nieto de Albus Dumbledore, empezó a ser en vez de un secreto, una ayuda indispensable. Antes de marcharse a Inglaterra por Aparición, tenía que prepararse. Dedicó una semana a esto, Preparando distintas pociones, conjuros, recursos que creía él que necesitaría y, solo por si acaso, también preparó una biblioteca entera que guardó en su mochila pequeña con un hechizo de Extensión Indetectable y Ordenación para organizar todas sus cosas y protegerlas.
En el último día de la semana, se despertó a las tres de la madrugada, fue a la habitación de su hermano y le borró la memoria sin miramientos. Después fue a la habitación de su madre y le borró la memoria con tristeza al igual que a su padre. Después fue al salón y despertó a su perro que empezó a mover el rabo tumbado en el sofá, cogió su collar y lo hechizó como una protección contra asuntos mágicos. Después fue a casa de sus amigos muggles e hizo el mismo proceso con ellos, sus padres, los profesores y con todos sus conocidos en el mundo muggle. Al terminar el proceso sin miramientos, al saber lo que él solo sabía que tenía que hacer, se desapareció con protecciones y fue con sumo cuidado a casa de los Malfoy.
Al llegar a la mansión, sin activar las alarmas, fue a la habitación de Draco Malfoy, le despertó y éste al sorprenderse le empujó. Ventus se lo esperaba por lo que le había quitado la varita antes de esto. Al verse en esa situación empezó a tener miedo.
-No temas Draco- le dijo en susurros- Soy un amigo. Sé lo que pasó en la torre de Astronomía. No te preocupes, hiciste bien al admitir que no podías matar a Dumbledore. Aunque hayas sido partícipe en su muerte ni él ni yo, su nieto, te culpamos y por eso he venido a advertiros tanto a ti como a tu familia, pero eso es mejor que lo hagas tú.
-¿De que has venido a advertirme?- susurro intentando no alzar la voz-.
-Tanto los mortífagos como su líder- dijo sin nombrar su nombre- piensan que al no poder matar a Dumbledore tú y tu familia, a excepción de Beatrix Lestrange deberíais morir por precaución. Cuando puedas intenta reunir a tu familia y ocultaros en donde podáis. Cuando sea el momento de que participéis en esta guerra os lo comunicaré. Hasta entonces ni nombréis al señor tenebroso ni uséis la marca tenebrosa y escondeos.
Al recibir esta información Draco le agradeció silenciosamente al desconocido para él su aviso. Entonces Ventus se desapareció y fue a buscar una túnica de gala azul celeste que le esperaba para ir a la boda de Bill Weasley y Fleur Delacour en la que se presentaría ante la Orden del Fénix y al famoso Harry Potter y sus compaññeros en su destino.
Nada mas desaparecer, Draco fue con sus padres y les avisó y esa misma noche se desaparecieron no solo de su mansión y cuartel general de mortífagos sino de su bando y de la guerra incluso hasta el aviso del muchacho al que le agradecerían de por vida.
