"Solo un beso en mis labios, bastó para sellar mi futuro,

solo una mirada de tus ojos fue como una cierta forma de tortura,

solo un toque de tu mano bastó para fortalecerme,

Amor prohibido, ¿se supone que estemos juntos?

Amor prohibido, sellaremos nuestro destino para siempre

Solo una sonrisa dibujada en tu cara, bastó para cambiar mi fortuna

Solo una palabra de tu boca bastó fue todo lo que necesité para estar seguro

Amor prohibido, ¿se supone que estemos juntos?

Amor prohibido, sellaremos nuestro destino por siempre

Tan solo un beso, tan solo un toque, tan solo una mirada…

Amor prohibido, ¿se supone que estemos juntos?

Tan solo un beso, tan solo un toque, tan solo una mirada, tan solo una palabra

tan solo un amor…"

"Amor prohibido"

Amaneció; Bill lentamente fue abriendo los ojos, lentamente despertó, aún se sentía cansado –y no era para menos, después de todo lo que había pasado la noche anterior-.

Volteo hacía su lado derecho y allí se encontraba Tom, con las sábanas hechas olas alrededor de él, una pequeña franja de luz entraba por la ventana, iluminando al de rastas mientras aún se encontraba durmiendo, se veía tan dulce, como un ángel.

Bill sabía que lo que el y su hermano gemelo hacían cada noche no estaba bien, quizás no para las otras personas, pero ellos se amaban, no podían hacer nada.

Exactamente eso, ¿Qué dirían los demás?, lo verían como algo enfermo, Bill siempre se preocupó demasiado por como le ven los demás. Pero al mismo tiempo, esto era lo que siempre había querido y ahora lo tenía.

"-¿Cuántas noches más? No quiero dejarte Tom pero… ¿Qué hago?-"pensó el de pelo negro.

Entonces, todos esos recuerdos vinieron a su cabeza. Como empezó todo.

**Flash back**

-Ya no puedo más Tomy, tengo algo que decirte- dijo Bill, mirando a su hermano a los ojos, no sabía si lo que estaba a punto de hacer era lo correcto, pero si no lo hacía, no podría vivir en paz.

Y esa mirada, la mirada que se cruzó con la suya, esa mirada profunda de su hermano, era casi como una tortura, tenía que decirlo ya.

-¿Qué sucede, Bill?- le dijo Tom, mientras se acercó a Bill y le tomó la mano.

-No tengas miedo, sea lo que sea, puede decírmelo- le dijo su hermano mayor

-Es que Tomy, yo…te amo- dijo Bill

La habitación se llenó de silencio, Bill en seguida pensó que había cometido un error, le acababa de confesar a su hermano lo que realmente sentía por el, pero ya no había vuelta atrás.

Tom solo bajó la mirada, y una sonrisa se dibujó en su cara, en seguida, su mirada se encontró con la de Bill.

Sin decir palabra alguna, los labios de Tom se encontraron con los de su hermano menor. Bill sabía que este era su destino. Por fin sus labios se despegaron y Tom miró a su hermanito.

-Entonces…¿sientes lo mismo?- preguntó Bill, de cierta forma, con miedo de que respondería su hermano.

-Si..- dijo Tom sonriendo

Bill no podía creer lo que sus oídos acababan de escuchar; su hermano sentía lo mismo por él.

-¿Bill? ¿estás bien? ¿Bill? ¿me escuchas? ¡¿Bill?! –gritaba Tom

-¿Qué?- dijo Bill atontado

-Pues, llegaste aquí y te quedaste ido…¿Qué viniste a decirme?- dijo Tom

Bill no sabía que decir ahora…