Holaa!!
Bueno, esta de mas decir que los personajes pertenecen a la fantástica Sthepenie Meyer, que yo solo cree la trama del fans fic que espero lean a continuación.
Me encanta escribir, y bueno, no pude evitar crear lo que se me ocurrió. El fans fic esta basado en una película llamada "El Descanso".No es exactamente igual, pero de hay mi inspiración.
Espero que les guste, aunque aun estoy en la duda de si ponerle Lemmon o no… ¿Qué opinan?
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Hot and Cold.
BPOV
Todo esto era horrible. Un montón de planes echados a perder por la culpa de mi madre.
Amaba Phoenix, me encantaba pasar las vacaciones aquí, pero como mi madre, Renée, era tan extrovertida, me veía obligada a pasar estos dos meses en…Portland.
Renée tenía un viejo amigo llamado Carlisle Cullen. Vivía allí, y en estas últimas semanas habían hecho una serie de planes para hacer un intercambio de casas veraniego. El resultado: la familia de Carlisle se mudaba aquí y la mía allá, por el verano.
Él estaba casado, tenia una esposa llama Esme y dos hijos, Rosalie y Jasper Cullen. Este ultimo, al no querer salir de su ciudad, había decidido quedarse en la casa de un amigo por el verano, o algo así.
Ya que era hija única y Renée no quería ir sola, estaba obligada a pasar los dos meses de verano en esa ciudad con ella y mi mejor amiga, Alice Brandon. Eso era lo único bueno; poder ir con ella.
Pero eso no era lo peor.
Lo que realmente me tenía mal era que, hace tres dias, había terminado con Emmett, mi novio.
En realidad, prefería evadir ese tema. Lo único que podía decir es que él no sabia que yo me iba hoy, y no pensaba decírselo.
- ¡Bella, baja ya! – me grito Renée desde el primer piso.
Escuche unos pasos provenientes de la escalera, que subían rápidamente.
- ¡Beeeeeeeella!
Alice entro gritando en mi cuarto, con una sonrisa.
- Vamos, ya quiero llegar a Portland, ¡va a estar lleno de chicos!
- Cálmate, Alice – le pedí – Sabes que no quiero conocer chicos.
Ella se sentó a mi lado y me tomo una de las manos.
- Debes olvidar a Emmett, Bells – me dijo, con la voz algo mas seria – Y que mejor que salir de vacaciones a otro lugar.
Algo de razón tenía el duendecillo. Alejarme de él y de sus recuerdos podría venirme bien.
- ¡Isabella Swan y Alice Brandon bajen ya!
Alice y yo reímos.
- Vamos – le dije, tomando mis maletas y mi bolso.
RPOV
- Te odiare por el resto de mi vida, ¿lo sabes? – le dije a mi hermano, Jasper, mientras salía de mi cuarto.
- Lo se, y no me interesa – me respondió sonriendo, parado como el tarado que es – Sabes que odio Phoenix, hermana. Prefiero quedarme aquí con…
- ¡Calla! – le grite, poniendo uno de mis delgados y finos dedos en sus labios – Sabes que no me gusta oír su nombre.
- Vamos Rose, terminaron hace una semana, ¡debes olvidarlo!
- Ya lo olvide. No lo amo – me apresure a aclarar – De acuerdo, vete con "tu amigo".Yo me tendré que ir a ese horno sola.
Jasper soltó un suspiro.
- No vas sola.
- Mama y papa no cuentan como compañía.
- Como compañía juvenil, querrás decir – me corrigió.
Le sonreí.
Jasper se acerco más y nos abrazamos.
- Cuídate, gemelita – me susurro.
- Tu también, gemelito.
Cerramos en departamento y bajamos por el ascensor al primer piso.
BPOV
El viaje a Portland fue un suplicio.
No quería dormir, no quería comer, no quería hablar. Alice iba leyendo la Cosmopolitan, así que hizo caso omiso de mí estado de ánimo.
No era que me molestara viajar en avión, era solo…el clima en mi misma, tan apagado, lo que hizo que todo fuera insoportable.
Al bajar del avión, no sentí nada. Ninguna emoción, aunque si quizás algo de hiperactividad…
Alice venia feliz, tarareando y cantando, observando a cada chico que pasaba por el Portland Internacional Airport.
- ¡Mira a ese! – exclamo apenas salimos del aeropuerto – Uff, lindo lindo, aunque demasiado musculoso…
No pude hacer más que reír.
Es que así era Alice; siempre fijándose en chicos, ropa y mas chicos.
Subimos a un taxi, y al rato nos encontrábamos frente a las puertas de un edificio lujoso y, al parecer, bastante caro.
- Esto esta guay – dijo Alice a mi lado - ¿Abra algún spa?
Renée y yo reímos.
- De seguro hay uno – le respondí - ¡Ya quiero entrar!
Las dos me miraron como si fuera el mismísimo Brad Pitt vestido de mujer.
- Allie, nos han cambiado a Bella – dijo Renée, quien me puso una mano en la frente – yo creía que no querías venir.
- Y no quiero, pero si ya estoy aquí, ¿Por qué no disfrutar?
Ella me sonrió, pero no dijo nada más.
El edificio era enorme. Parecia un hotel, la verdad.
Debía tener alrededor de unos 20 pisos; las puertas de la entrada eran de madera tallada, con unas pequeñas ventanas que dejaban ver la recepción. Esta era enorme; tenía dos sofás de cuero gigantes, mesas y varios cuadros. Al fondo se hallaba el conserje, sentado tras su escritorio.
Alice y yo quedamos embobadas al ver todo eso.
Escuche a Renée hablar con el conserje y, segundos después, volver hacia nosotras.
- Es el departamento numero 512, en el sexto piso – nos informo – El edificio tiene piscina, gimnasio, sala de eventos, noche de karaoke, una biblioteca, sauna y… - Alice ya comenzaba a sonreír - ¡un spa!
- ¡Yupiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! - grito esta, dando saltitos – ¡Tenemos spa, Bella!
Comencé a dar saltitos junto a ella.
Era el edificio de nuestros sueños.
-Vale, vale, chicas – dijo Renée, riéndose – Vamos a subir a desempacar y luego pueden recorrer el edificio, ¿les parece?
- ¡Si! – chillamos yo y Alice al unísono.
Subimos en el ascensor, y al llegar al sexto piso, nos encontramos con un enorme y ancho pasillo.
En el piso había dos ascensores, en el que íbamos nosotras y el que estaba al lado izquierdo de este.
Al lado derecho estaba el departamento numero 510 y el numero 512 estaba al lado. En frente de estos estaban en número 511 y el 513, este ultimo frente al nuestro.
- ¿Y esa de allí? – pregunto Alice, señalando una puerta al lado izquierdo, que era de madera y estaba al final del pasillo.
- Da a la otra ala del piso – le respondió Renée – Y también a la biblioteca.
Caminamos con nuestras maletas hasta el numero 512. Renée abrió la puerta con la llave que le entrego en conserje y nos encontramos con un enorme recibidor. Tenía una mesita, una alfombra verde, un perchero y un espejo enorme con bordes dorados.
Al seguir, vimos un espacioso living, decorado de una forma que te decía a gritos "somos una familia adinerada"; tenia un enorme sofá rinconero – aunque no estaba al rincón, si no en medio – color marrón. Había dos sillones más pequeños y tres pufs. Una enorme mesa de vidrio Hula Hoop – al tener una madre con 10 diplomas en decoración, eso es lo que consiguen, ya ven – con las patas forradas en piel sintética color chocolate. En la pared del lado sur – justo donde estábamos paradas – había un enorme televisor plasma. Bajo este había un pequeño estante con un DVD, un estereo de lujo y muchas pelis, junto con un Play Station 2. Las murallas estaban decoradas con varios cuadros familiares, y pintadas con un suave color beig. Lo que me sorprendió un poco, debo admitir, fue ver una chimenea al lado izquierdo del televisor plasma, justo en frente de los pufs. Pero, claro, era de esas que tenían…fuego de mentira, o algo así.
En la muralla este había un enorme umbral con puertas de madera y vidrio. No se podía ver nada para adentro puesto que el vidrio era algo difuminado. Renée abrió las puertas hacia los lados y dejo ver un enorme y hermoso comedor, con una mesa de madrea rectangular color chocolate.
Al lado derecho del recibidor se veía un pequeño pasillo de no más de 2metros, en el cual había una puerta que conducía a la muy limpia cocina.
- Esto es lo que consigues cuando trabajas en un hospital y eres un doctor profesional llamado Carlisle Cullen – dijo Renée, sonriendo. Alice y yo reímos – Okey, distribuyamos los cuartos. Alice, dormirás en el cuarto de Jasper, el hijo de los Cullen. Bella, en el de Rosalie. Se supone que están uno frente al otro, así que no tendrán problemas de comunicación. Alice, antes del cuarto de Jasper hay un baño que deberán ocupar las dos.
Puaj, odiaba compartir baño, aunque con Alice…no, con todos los productos de belleza que tenia, era lo mismo. No me hacia gracia.
- ¿Y tu donde dormirás, mamá? – le pregunte.
- En el cuarto de Carlisle y Esme – dijo, señalando una puerta en la pared del lado norte-Tiene baño propio.
Parecía emocionada por ello.
Alice y yo nos dirigimos a un enorme y ancho pasillo que seguía después del recibidor. La primera puerta a la derecha era el baño que íbamos a compartir. La segunda tenia una "J" tallada en la parte superior, y frente a esta otra puerta blanca, con una "R" tallada.
Al final del enorme pasillo, había otro mas, pero en forma horizontal. Tenía dos puertas blancas.
- Apresúrate – me dijo Alice, emocionada, antes de entrar en su cuarto.
Me gire y abrí el mió.
El cuarto era tan hermoso y grande que me dejo sin palabras.
Las murallas estaban pintadas de color blanco. Había una cama Rosen de dos plazas – maldita sea, Renée – con el marco redondo pegado a la muralla de atrás, barnizado. Al lado derecho había una mesita de noche, con una lámpara y una foto enmarcada de – supuse – Rosalie y su hermano.
Al otro lado de la cama había un tocador con un enorme espejo y muchos productos de belleza.
Pegado a la muralla de la entrada había un hermoso armario de madera, y un mueble con un estereo, y miles de películas y discos. A los pies de la cama había un banco Pizzicanto de terciopelo rojo, largo y cómodo. Frente a este, en la muralla sur, había un televisor plasma, más pequeño que el del salón, pero no por eso menos impactante.
Lo que en ese momento me llamo mucho la atención fue un enorme ventanal que cubría toda la pared del lado derecho. Tenía una cortina blanca casi transparente.
Solté las maletas y me dispuse a correr las cortinas. Cuando lo hice, quedo a la vista un hermoso balcón, con dos sofás de cuero blanco y una hermosa vista. Abrí el ventanal, y una brisa fresca junto con un ardiente sol cubrieron mi piel. Hacia calor, claro, pero no tanto como en Phoenix. Eso, teniendo en cuando que eran las 3 de la tarde.
Me acerque a la baranda y mire hacia abajo.
Bueno, debía admitir que era…muy, muy alto, aun estando en el sexto piso. Había un… ¿escenario? Dios, si, un escenario en la parte de abajo, un escenario de madera bordeado por pasto y plantas. Habian mesas y sillas…si era un espacio grande, y bastante bonito.
Me preguntaba que se haría allí…
- ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!
Pegue un salto al escuchar tal grito.
¡Era un chillido! Y sabia muy bien de quien era.
Volví al cuarto y salí corriendo por la puerta, para encontrarme a Alice, parada en la puerta del baño, tapándose los ojos con sus pequeñas manitos.
- ¡¿Qué pasa?! – pregunte al llegar a su lado.
- ¡¡¡ ¿Quién diablos eres tu?!!! – pregunto ella, aun con los ojos tapados.
No entendía nada, hasta que un chico se asomo por la puerta del baño, quedando frente a Alice.
- Tranquila – le dijo este - Ya me puse los pantalones.
Alice retiro lentamente las manos de su rostro, y cuando vio al chico vestido, suspiro con alivio.
El muchacho vestía solo unos jeans y unas sandalias.
Era alto, su pecho bien formado y musculoso a término medio. Algo pálido, tenía el cabello color miel, igual al del chico de la foto enmarcada que había visto en el cuarto de Rosalie.
Era el mismo, de hecho.
Tenía los mismos rasgos hermosos y perfectos, los mismos ojos azules y el mismo cabello desordenado y brillante.
Renée llego en ese momento, con una cuchara de palo en la mano.
- ¿Qué sucede? –nos pregunto.
Su mirada fue de Alice a mí y de mí al chico.
- ¡Jasper! – Exclamo de repente, acercandose para abrazarlo - ¡Cuando has crecido, muchacho!
El chico le de volvió el abrazo sonriendo amablemente.
- Hola, tía Renée – le dijo, cuando dejaron de abrazarse.
¿Tía Renée?
- ¡La ultima vez que te vi usabas chupete! – el tal "Jasper" se puso de un color rosado – A los 4, si no me equivoco.
El asintió.
- Ejem –carraspee.
Mi madre y Jasper nos miraron a Alice y a mí.
- Bells, Allie, él es Jasper Cullen –nos informo – El hijo de Carlisle y Esme.
- Oh, el gemelo de Rosalie, ¿no? – le dije, tendiéndole mi mano.
- Así es – respondió sonriendo. Estrechamos manos.
- Soy Bella, la hija de Renée – le informe – Y ella es mi mejor amiga, Alice Brandon.
Los dos se observaron. Alice enrojeció de inmediato.
- Un gusto, Alice – Jasper le tomo la mano, pero en vez de estrechársela, se la beso, sonriendo.
La pobre Alice enrojeció aun más.
- I…eh… - le pegue un leve codazo en las costillas – Igualmente, Jasper.
Este se rió disimuladamente.
- Siento mucho que hallas tenido que verme en…ropas menores – le dijo él, aun algo rosado. Alice soltó una risita – No las había escuchado llegar. Saco mis cosas y me marcho.
- ¿Seguro que no quieres quedarte? – le ofreció Renée – No tenemos ningún problema.
- No te preocupes, tía – le respondió Jasper – Estaré en el mismo edifico. Pasare las vacaciones en el departamento de un amigo, así que si necesitan algo, solo llámenme.
Jasper entro en su cuarto junto a Alice, para terminar de alistar sus cosas. Cuando se fue, el duendecillo entro corriendo en mi cuarto, con una enorme sonrisa estampada en el rostro.
- ¡Dios mió! – exclamo, recostandose en el banco que había a los pies de la cama – Es todo un caballero, Bella, ¡Y tan hermoso!
Sentada en la cama, no pude evitar echarme a reír.
- ¿Y como es en ropa interior? – le pregunte.
Creí que se enojaría, pero en vez de eso soltó una risita.
- Guapo, muy guapo – me respondio, suspirando – Dijo que estaría en el mismo edificio…
Comenzaba a presentir sus intenciones.
- No, Alice – redije de inmediato – No pienso pasarme el verano departamento por departamento preguntando por Jasper Cullen.
- Yo no he dicho eso – dijo sonriendo.
- Lo has pensado.
Se rió cantarinamente, algo propio de ella.
- ¿Qué te parece si nos damos una vuelta por el edificio y luego vamos a la piscina? – me pregunto, sentandose en el banco.
- Eso suena mucho mejor.
Nos pusimos el bikini debajo de la ropa y bajamos a ver la primera planta.
En ella estaba el salón de eventos, el gimnasio y la gigantesca piscina.
- Debemos probarla, ¿no? – le dije a Alice, observando el agua desde las puertas de vidrio.
- Claro – respondió ella – Piscina, allá vamos.
Salimos corriendo hacia ella.
Estaba rodeada de pasto y arboles, algo que me gusto mucho. Tambien había una parte hecha de cerámica, que era la entrada, donde habían sillas y mesas.
No nos importo el no llevar toalla, pues el agua se veía deliciosa. Nos despojamos de nuestra ropa y nos zambullimos en la piscina.
Nadamos un rato, nos tiramos agua y algunos piqueros…bastante mediocres.
Lo estábamos pasando muy bien.
- ¿Te vas a salir? – le pregunte a Alice, cuando la vi dirigirse a los escalones de la piscina.
- Si. Voy a tomar un poco de sol en las hamacas.
Me zambullí de nuevo, y luego me di la vuelta para flotar de espaldas. Estuve así por un rato, mientras el sol me bañaba el rostro y el cuerpo. Me sentía serena, tranquila.
Quizás el verano no fuera a ser tan malo como creía.
- ¡Bells! – me grito Alice después de un rato, sacándome de mi relajación - ¡Vamos ya! Me muero de hambre.
Suspire y me enderecé.
No alcanzaba a tocar el piso, estaba en la parte honda de la piscina. Nade un poco, hasta que el agua me llego al pecho y pude tocar el suelo con la planta de los pies. De repente, vi un reflejo en el agua…
…el reflejo de un balcón, en el cual un chico me observaba.
Levante el rostro hacia arriba, rápidamente, pero de la nada el ya no estaba. Volví a mirar el agua; ahora solo se reflejaba el balcón, vacío.
No alcancé a verle – después de todo, era un reflejo, y el balcón bastante alto - , pero estaba segura de que, con toda claridad, atisbe un brillo verde en sus ojos, un brillo verde esmeralda, y algunos destellos cobrizos que salían de su cabello…
- ¡Vamos ya, Bella! – me volvió a gritar Alice, sacándome de mi ensoñación.
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Y… ¿Qué les pareció?
Acepto ideas, comentarios, tomates y lechugas xD
Una pregunta… ¿Cómo puedo devolver reviews? aun no se como xD
Muy bien…les digo que Edward sale en el próximo capitulo…capitulo que espero lean!!!!!
Prometo que actualizare pronto, intentare subir seguido, no quiero hacerlas esperar demasiado…solo pido que dejen reviews, quiero saber que les parece la historia.
Cuídense
Adiós!
Sam Black.
