RESUMEN

Luego de la sangruienta guerra Voldemorta ha sido derrotado y la mayoría de los mortifagos han sido capturados. Sin embargo dentro de la elite de magos que antes ostentaban el poder hay quienes no ven con buenos ojos que los nuevos heroes, fieles partidarios de la Orden del Fenix, entren al ministerio. Una nueva batalla se desata entre quienes quieren asegurar sus privilegios en el nuevo orden y quienes buscan una completa reestructuración del viciado sistema. En este ambiente alguien ha ido demasiado lejos y una ministra esta muerta. Mientras descubren en quienes se puede confiar surgira el amor entre esta extraña pareja... Será Draco digno de confianza al final?

CAPITULO 1

EL ATAQUE EN EL MINISTERIO

Hermione estaba exhausta tendida en una camilla en un pequeño cuarto junto a muchas pociones apiladas y etiquetadas. La castaña acababa de graduarse de medimaga y era su primera semana en el prestigioso hospital San Mungo. Había sido una sorpresa su nombramiento pues aunque la guerra había terminado hace algunos años aún pesaba la "Sangre" en lo que a puestos de elite se refería, y trabajar en el piso de emergencias era el trampolín para los grandes cirujanos. La muchacha no se daba tregua para demostrar que se merecía el puesto pero el cansancio le había ganado. Casi se quedaba dormida cuando escuchó las voces alarmadas de los demás doctores al otro lado de la puerta.

- Harry potter dices?- Dos enfermera entraron a todo correr a la habitación en busca de unas pociones para quemaduras purulentas- … fue en una misión y lo han mal herido…

La joven medimaga no pudo oír más porque las enfermeras corrían a toda prisa. Hermione salió de la habitación para saber como estaba su amigo. En la entrada principal se habían aparecido un grupo grande de paramédicos que traían varios heridos. Entre el alocado proceder de los sanadores pudo observar dos esmeraldas perdidas en el espacio que eran internadas en pabellón.

- Si quiere ser útil apártese del camino y atienda a ese hombre- El jefe del piso la reprendió severamente y luego desapareció llevando a una mujer que se convulsionaba directo al quirófano.

El hombre que le habían señalado tenía una profunda herida en el hombro que sangraba profusamente.

-Que fue lo que provocó la incisión?- Preguntó a un paramedico mientras chequeaba los signos vitales del joven.

- No lo sabemos pero fue hace unos veinte minutos aproximadamente-

-La condición es estable – Hermione dio un leve movimiento a su varita y la camilla se empezó a deslizar por el aire en dirección a la habitación 134 – Necesita 25 ml de poción restauradora antes de poder tratar esa herida- la alborotada cabellera desapareció en un recodo del pasillo mientras el paramédico corría a buscar lo que ella había pedido.

Demoró muy poco en terminar de atender al paciente, en parte porque le lesión era poco profunda y en parte porque deseaba saber noticias de Harry. Si algo le pasaba al ojiverde Ginny no se lo perdonaría. La castaña se molestó.

¿Cómo es posible que Ron dejara que algo así le pasara a harry?- habían salido juntos en esa misión. De pronto se percató que no sabía si Ron había venido con ellos, ¿estaría bien o aún se encontraba en el ministerio?

Hermione llenaba apresuradamente la ficha cuando se percató del nombre del paciente. -
"Draco Malfoy"… Hermonie lo miróa directamente al nacarado rostro desfigurado por el dolor. El Slytheriano había heredado los negocios de su padre, ¿Qué se suponía que hacía entonces en el ministerio? Volvió a mirar el papel como si no pudiera terminar de convencerse. El nombre se leía claramente.

- pero que demonios hacía ese hurón en medio de aquel ataque???- Había hablado en voz alta sin querer.

- No puedo creerlo… - Draco apenas reincorporándose arrastraba las palabras- de todos los ineptos de este mugre hospital me tenía que tocar la Sangre Sucia amiga de cararajada Potter y del pobreton Weasley.

Hermione se enfadó con el rubio por el comentario pero debió reconocer que ella había empezado. De pronto su cabeza volvió a funcionar y recordó que aún no sabía nada de Ron ni de Harry.

- No te levantes – Dijo sin dirigirle la mirada, chequeó los signos vitales por última vez y lo trató de escrutarlo con la mirada. – pronto vendrá una enfermera a revisarte – Hermonie salió rumbo a la puerta pero no aguantó las ganas de regresarle el cumplido al rubio platinado

- Por cierto, fue esta "sangre sucia" como tu dices la que te salvó el pellejo huroncito. Pero guardate los agradecimientos… no quiero que te envenenes y luego tener que venir a curarte otra vez… hay cosas verdaderamente importante como para perder el tiempo contigo.- Herm cerró la puerta tras de sí segura que Malfoy se había quedado con un improperio atravesado en la garganta. Respiró hondamente y fue a averiguar sobre sus amigos.

Dos horas más tarde la situación en el hospital estaba más tranquila. Aunque la pobre Agata Slubern, la mujer que convulsionaba había muerto en la intervención.
- Hermi!!!!!- Una pelirroja agitaba la mano haciendole señas para que se acercara. La medimaga se acercó a Ginny, seguramente estaba esperando noticias de harry.

- Estará bien.- respondió antes de que sus preocupados ojos formularan la pregunta- Solo fue un poco de veneno pero nada grave.

- Uuuuf – La joven suspiró. Aún cuando Harry continuaba apartandola para no ponerla en peligro Ginny no tenía ojos para nadie más que no fuera él.

- Ginny sabes algo de Ron? Es que no ha aparecido por acá asi que no se si…-
- Tranquila mi hermano está bien, tuvo que encargarse de custodiar a los dos sospechosos que atraparon y aún los están interrogando. Pero no sé más… el muy desgraciado no quiere darme ninguna declaración.

- Muy bien hace en no decir nada. De seguro el ministerio…Oye!!!! … como has podido entrar acá? – Hermonie la miraba acusadora- Se le ha negado la entrada a todos los reportero, incluso los del profeta, hasta que se aclare el incidente.

- Bueno tu sabes que yo no soy cualquier reportero, use por ahí mis influencias- La joven sonrrió pícaramente

- Querrás decir que has usado tu amistad con Harry para poder estar acá.- Ambas sonrieron cómplicemente pues más de una vez habían entrado gratis a los Pub más importantes por ser amigas del famoso Harry potter.

- Bueno bueno- añadió la castaña- Harry no despertará hasta mañana por la poción que le han dado. Si me esperas que termine de hacer mi ronda nos vamos juntas.- La chica Weasley asintió y herm se perdió entre los pasillos.

Solo le faltaba un cuarto por revisar el 134. Entró y encontró la cama vacía. Perfecto!!!... en su primera semana y ya había perdido a un paciente… y como si fuera poco… uno que bien podría resultar sospechoso luego de la investigación.

Se acercó a las sábanas para tocarlas y el profundo olor de la loción a madera del rubio le llenó los pulmones. Aún estaba tibia lo que decía que no debía andar muy lejos. Unos fríos ojos le quemaron en la nuca y se volteó a ver. Quedó impresionada con la imagen del adonis que se recargaba sobre el marco de la puerta del baño. La pálida piel enmarcaba esos ojos grises y profundos como el mármol. Los desarrollados músculos se dejaban ver por el saco que llevaba abierto y sin camisa.

- Que patética Sangre sucia. Si querías tocarme no hacía falta que acariciaras las sábanas.- Draco la miró de arriba abajo, por primera vez se percató que la desgreñada comelibros había cambiado en esos cuatro años y ahora era toda una mujer.

El rubio titubeó por un segundo frente a esas curvas que lo miraban sonrojado. No supo porque esa timidez de la chica le agradó pero antes de dejar entrever ese sutil desliz de su mente agregó- Si querías sentirme puedes quedarte con mi camisa, no necesito algo agujereado y lleno de sangre- Acto seguido se la tiró a la cara con desprecio.

Bajo la blanca tela rajada el pelo de la joven parecía crisparse de indignación. El rubio estaba divertido con la escena y ya se disponía a abandonar la habitación cuando unos furiosos ojos café lo fulminaron.

- Quien mierda te crees que eres Malfoy!!!- Hermione estaba pálida de cólera mientras se desembarazaba de la camisa del joven. Se paró entre él y la salida y de un portazo cerró la puerta.

- Soy un Malfoy, ten cuidado que mi nombre todavía vale mucho en los altos círculos- Tomó fuertemente el brazo de la sanadora para apartarla con brusquedad cuando sintió un fuerte dolor en su hombro.

- Tu herida aún necesita cuidado- dijo mientras se soltaba de su mano, aún con el hombro tan maltratado ese acto le dejaría unos feos moretones mañana.

- Apártate de mi camino- El rubio se había acercado peligrosamente a la castaña y la miraba con ojos fríos e inexpresivos- o voy a hacer que tu reciente promoción a este piso sea la más corta de la historia.-

- Acuéstate en tu cama- la voz de la chica sonaba temblorosa. ¿Cómo demonios sabía que la acababan de promover?, tomó aire y agregó retomando su postura – Mira Malfoy, por mi que te mueras desangrado en medio de la calle, pero mientras siga siendo el medimago encargado de tu salud debo cumplir mi deber. Así que te quedas en reposo hasta que a mi se me dé la regalada gana de darte el alta… ¿Quedó claro?!!.- La mirada chispeante de los ojos castaños hicieron retroceder al rubio.

Nunca nadie lo había desafiado así, menos una sangre sucia. Eso le divertía y le fascinaba, mas no por ello se dejaría mangonear de esa manera, dio un paso tentativo hacia la salida y la bruja agitó suavemente la varita en el aire.

- ¿Qué piensas hacer ahora? – Draco la miraba dubitativo. En cierta manera le intrigaba saber hasta donde era capaz de llegar la Diosa que tenía en frente de él.

- No pienso hacer nada… ya lo he hecho- una suave sonrisa crispo la comisura de los labios de la chica cuando dos paramédicos entraron por la puerta. – El señor Malfoy quiere fugarse del hospital contra la recomendación del Sanador tratante. Por favor atenlo a su cama y denle 50 ml de poción tranquilizadora.- Con aire triunfante dejó la habitación mientras el Rubio gritaba a sus espaldas.

- Te vas a arrepentir Granger!!!!... ya vas a ver!!!!!- Malfoy tenía los ojos desorbitados por la humillación. " Ya vas a ver Castaña" decía para sí. "Pronto desearás ser tu la que esté atada"… una idea muy tentadora le cruzó por la mente y luego de eso se dejó recostar en la cama sin más miramientos.

- Que fue eso???? – Preguntó Ginny mientras oía los gritos desde la sala de espera.
- Ese Malfoy que no ha cambiado nada… sigue igual de arrogante el muy imbécil… acaba de recibir una gran herida en el ataque y quiere marcharse…. Quien se cree para pasar sobre mi autoridad… a nooooo… aquí si que no..-

- El Hurón??? Que hace acá???- La cabecita de Ginny empezó a funcionar a 100Km/hr- No me digas que ha estado en el ataque del ministerio.

- Haaaa… sabía que no podía fiarme de ti – Había dicho más de lo que debía y de seguro su amiga lo publicaría en la edición de la mañana… como una "fuente anónima"- No pienso decirte nada del ataque de hoy… ya vamos al casa que lo único que quiero es dormir.

Las chicas se aparecieron en las puertas del departamento de solteras que compartían y hasta que se durmieron Ginny no dejó de intentar sacarle información.