** ¿Qué habría pasado si Edward no hubiera Salvado a bella de la furgoneta de Tyler?
Otro día mas aquí, encerrada en esta jaula gris, jaula que tiene por nombre Forks, un pueblo pequeño al que me mude hace pocos meses y en pocas palabras mi infierno personal, pero simplemente no podía luchar contra ello. Las cosas estaban como estaban y así se iban a quedar, además parecía que funcionaban de esa manera es decir era lo que quería ¿no? Hacer feliz a mama, no ser para ella una especie de impedimento para sentirse plena al lado del hombre a quien amaba: Phil, mi padrastro. Y por otra parte estaba papa, dichoso de por fin cumplir su papel de padre de tiempo completo.
Pero ¿era yo realmente feliz a costa de la felicidad de otros? Y la respuesta era obvia: NO. No lo era en absoluto, odiaba a este pueblo con todas mis fuerzas, era tan frio y verde que parecía que fuera imposible que penetrara en el otra cosa que no fuera lluvia y humedad eso sin sumarle la monotonía que de seguro iba a formar parte de mi día a día desde el primer momento que me instalara aquí, pero ¿que mas daba? Terminaría acostumbrándome, es lo que pasa cuando no puedes luchar contra lo inevitable.
Toso eso lo pensé en el tiempo exacto en el que habría mis ojos y me enfrentaba a otro día mas de escuela.
Ya habían pasado 2 meses exactos desde mi llegada a Forks y todo (o al menos una parte) había resultado distinta de lo que me imagina. Yo que pensaba que iba a pasar desapercibida en esa pequeña escuela y resulto lo contrario, por supuesto no era popular obviamente pero todo el mundo hablaba de mí, el detalle era que no hablaban de mí por razones admirables. Y era que todos los hermanos Cullen (estudiantes del instituto) me odiaban, o por lo menos eso decían los rumores, lo que si no era un rumor sino una rotunda verdad comprobada por mi misma era que Edward Cullen si me odiaba, y lo corroboraba día a día: sus ojos penetrando mi mirada hacia que me helara, donde su odio era tan palpable como la misma respiración.
Pero nunca le llegue a preguntar sus razones, una total cobarde, si, eso s lo que soy. Pero lo que mas miedo me daba era que muy dentro de mi sabia que el escondía algo, y que seguramente ese algo le daría explicación a su rabia hacia mi. Ese razonamiento hizo que se me erizaran todos lo bellos de mi piel y rápidamente me levante de la cama a alistarme para ir al instituto.
Salí de la casa y como de costumbre Charlie ya se había ido. Me fui directo a mi chevy que estaba caliente es comparación al clima del exterior…afuera estaba helando literalmente fue entonces cuando me di cuenta que mi papa había cambiado las llantas de mi auto ya que la carretera estaba resbaladiza y por dentro sentí un gran agradecimiento.
Arranque y en medio de mis pensamientos llegue sin darme cuenta al instituto aparque y me baje y aproveche la oportunidad para admirar las llantas nuevas y mientras lo hacia me percate de que de que al lado de mi camioneta se encontraba el auto de ese día de los Cullen, el volvo gris. Mi corazón dio un salto al ver a los hermanos envueltos en una casual conversación pero el menor Edward no se encontraba charlando como los otros sino que me miraba, me observaba detenidamente, y yo me esforcé por sostenerle la mirada y lo logre. Pero luego su expresión cambio, su mirada estaba perdida luego su rostro denoto preocupación luego sorpresa y finalmente horror.
Murmullos. Escuche muchos murmullos, la cosa que hacia tanto escándalo provenía de detrás de mi. Voltee y todo paso muy rápido un borrón negro chirriante se acercaba a mi a toda velocidad, luego sentí algo parecido a un pellizco en todo mi cuerpo y pronto la bruma se apodero de mi y sin mas ni mas un destello blanco segó mi inconsciencia…¿Qué estaba pasando?¿que paso? Mejor dicho.
¿Es que acaso estaba muriendo?
