Ya era tarde y Ciel Phantomhive estaba leyendo su correspondencia diurna, donde le pedían dinero para beneficencia o invitaciones a esos los bailes de la reina, que tan frecuente se hacían. Cosas que le parecían vulgares o inútiles hacerlas.
Mientras tanto en la Cocina de la Mansión
Sebastian calentaba el agua para preparar el te de la tarde de sus joven amo mientras cuidaba que Bard no metiera sus manos y explotara toda la habitación.
Cuando el agua estaba lista, preparo la carretilla de la misma forma que lo había hecho por tanto tiempo. La tetera en un lado, la taza con su plato en otro, abajo el pastel, con el tenedor y el cuchillo para su señorito.
Regreso en el Estudio
Sebastian toco la puerta, la cual Ciel le permitió pasar,
Mientras terminaba de preparar la infusión, Ciel le expreso a Sebastian lo siguiente;
-Sebastian después de tanto tiempo, creo que llego la ahora de proponerle matrimonio a Lizzy frente a toda la sociedad...-
Sebastian se paralizo, despues de cinco años de trabajar para Ciel, su amor se había convertido en algo más que su deseo por consumir su alma, era más profundo que eso y el nunca se lo había dicho...
Sebastian solo afirmo, con su cabeza, mientras su corazón se derrumbaba por dentro.
