A lo largo del año, hay días especiales donde el poder mágico se puede incrementar casi al doble y son propicios para grandes hechizos; para crearlos y también para romperlos.

Sherry, una chica de apenas primer año de Universidad y muy involucrada en los temas psíquicos, está convencida de que las leyendas eran la mayoría ciertas. Busca en internet leyendas y mitos referentes a la fecha; topa con una historia que si bien no la lee toda le parece perfecta. La página describe una mansión donde cinco almas fueron encerradas por ser demasiado peligrosas para los seres humanos, e imposibles de matar. Al ver la imagen de la supuesta mansión, siente especial atracción hacia ella y se queda viéndola por bastante tiempo, incluso le parece ver una silueta en una de las ventanas del segundo piso. Más abajo, está el hechizo para romper el sello que mantiene a las almas encerradas y permitirles atravesar hacia el mundo humano. Sonríe feliz al ver que el ritual solo puede realizarse en las vísperas de Halloween. Hay varios ingredientes y tienen que ser cinco almas las dispuestas a recibirlos.

Por fortuna, cuenta con cuatro amigas.

Reúne los ingredientes: algo que brille, algo vivo, algo que queme, un signo de unión y un elemento oculto; eso será necesario para hacer los amuletos y establecer el nexo entre invocador e invocado. Ahora solo queda usar un bol con agua fría, una vela y tierra color negro, de preferencia de un lugar cargado de energía. Elije tierra de la iglesia cercana, que ya ha usado para otros hechizos previos.

Cierra los ojos, enciende la vela, y pronuncia el hechizo para liberar a las almas encerradas.