Bueno antes que nada debo mencionar que NINGUN personaje es de mi propiedad, solo los uso para MI... digo SU entretenimiento, espero que les agrade este pequeño primer cap, es la primera ves que escribo sobre algun juego indie por lo que estoy algo nerviosa ya que solo una persona ah leido esta historia jeje... sin mas espero que lo disfruten.

Capítulo 1: "El comienzo"

La ligera brisa matinal movía lentamente a las hojas de los árboles, y los rayos del sol tocaban las ventanas de aquella escuela, dándole así a los salones y pasillos una luz natural; los más beneficiados eran los salones de primer año, en los cuales, el alumnado se encontraba atendiendo clases entre bostezos y dormitadas, gracias al repentino cambio de horario por las recientes vacaciones de primavera.

Entre ellos se encontraba una pelinegra, en completo aburrimiento, mirando por la ventana aquel pintoresco paisaje, añorando estar afuera. Todo era tan común ahi adentro, como siempre; no es como si no le gustase ir a la escuela... pero, desde que su hermano se había mudado hace unos días, solo esperaba llegar a casa para estar con él. Le amaba tanto... Él siempre había estado ahí para ella cuando eran más jóvenes, y, esperaba que no fuera diferente ahora, después de todos esos años que habían estado separados.

Suspiro al vidrio dibujando un leve corazoncito con su dedo, a pesar de que, quería que pronto terminaran las clases, tristemente apenas era la primera hora.

–...favor Srta. Yonaka– Interrumpió sus pensamientos la vos de su profesor, un hombre de aspecto joven, con cabello negro, largo; Siempre lo traía amarrado en una fina coleta, un pequeño mechón naranja sobresalía como recordatorio de sus días de juventud y su rebeldía. Ahora era simplemente el profesor más amado de la escuela, simplemente el profesor de literatura y tutor más tranquilo que había logrado ganarse el aprecio y amor de sus alumnos. El hombre se encontraba señalando a un chico algo particular, mientras mantenía clavada la mirada en la alumna antes mencionada.

– ¿a...h? S...sí, claro– respondió automáticamente, no tenía ni idea de que había aceptado pero temía la burla de sus compañeros arruinara su buen día.

–Gracias por aceptar, entonces le enseñara toda la escuela a su nuevo compañero Mogeko cuando acaben todas sus clases– Señalo el profesor, mientras que varios de sus compañeros reían por lo bajo, pues ciertamente para nadie había pasado desapercibida su falta de atención.

–S...si – bajo la mirada apenada, No podía creer lo que había aceptado, ahora tendría que guiar a aquel chico por toda la escuela hasta después de acabar clases, y no podría llegar a su casa, y que rayos, su apellido era Mogeko, eso sí que era raro y las cosas raras, siempre le daban mal presentimiento.

Observo al chico; tenía el cabello verde despeinado, sobre su lado derecho se levantaba más, como si dos grandes remolinos chocaran de ese lado. Poseía varias marcas en su rostro que le daban un aspecto de rebelde, que contrastaba bastante con su seria mirada y sin brillo, parecía ser mayor que ella por unos 2 o quizás 4 años, quizás había reprobado numerosas veces por las peleas que le habían ocasionado aquellas marcas. Este solo la miro y se sentó un par de asientos tras ella, en el rincón. Posando la mirada en la ventana como si tratara de mandar todas sus penurias en las aves que pasaban.

Las clases pasaron con normalidad, al igual que rápidamente, no dando tiempo alguno a nadie de charlar sobre sus previas vacaciones, por lo tanto, todos salieron huyendo al sonar la campana de salida, como si temieran que alguna fuerza misteriosa los fuera a dejar encerrados en aquel salón, o peor aún retomar clases. Al poco tiempo el salón se vio vacío, con excepción de tres presencias.

Yonaka aprovecho para hablaba con su única y gran amiga. Era una chica tierna, linda y sobre todo inocente; de ojos grises y cabello cajeta, con una piel sumamente clara, ambas compartían el peinado de dos trenzas, y su estatura era pequeña, pues no rebasaba el metro treinta. Era caracterizada por siempre sonreír y ayudar a los demás por lo que más de un chico estaba tras ella; Su nombre era Wadanohara aunque también era llamada bruja por casi siempre "Hechizar" con su encantadora conducta a las personas de su alrededor.

– ¿Hoy no iras con Samekichi?- pregunto la pelinegra distraídamente, mientras cargaba su maleta sobre su hombro. ¿La razón de la pregunta? cada día, al salir la pequeña bruja, se iba acompañada de un amigo de la infancia algo malhumorado, ambos se iban a sus casas juntos, a veces se desviaban a jugar videojuegos, comer algo, o comprar ropa y equipo. Toda la escuela (y no exagerando) sabía que él era uno de los corazones cautivos, junto con el de su hermano, por la hechizante personalidad de Wadanohara, la única que no lo sabía, era ella quien solo lo trataba como un muy buen amigo.

–No... Sal me ha pedido que le ayude con unas cosas del almacén, pero me pidió que lo espere en el salón, en un rato pasara por mí, aunque creo que sería mejor si entre los tres lo hacemos, pero, el insistió que solo conmigo estaría bien– suspiro la chica inocente, que no sospechaba las intenciones del chico. La pequeña sonrió y se recargo sobre su mochila con una amable sonrisa–Pero, bueno mientras hablemos un poco Yonaka–san –

– ¿Y de qué quieres hablar Wada?– Cuestiono la aludida mientras dirigía su vista a su amiga, quien aún se encontraba sentada en su silla.

–uhm... no se... ¿y cómo está tu hermano?– Yonaka abrió sus ojos en un extremo al escuchar como su compañera preguntaba por él, ¿y si aquella ternurita viviente se había interesado en él?, giro su cabeza y observo el piso.

– B...bien, porque estaría mal... Acabo de desempacar ayer por la noche– murmuro la chica mientras fingía una sonrisa. Era su mejor amiga... eso se podía considerar alta traición, y aun cuando más cuando la pequeña bien sabia el interés amoroso en su hermano.

–Qué bueno, aunque a mí me hubiera gustado ayudarles a desempacar...– soltó la chica, mientras posaba su blanco mentón en su mano. El subconsciente de Yonaka se forzaba a creer que solo era el alma caritativa de su amiga. p...pero... ¿y si no?

Cortando sus pensamientos autodestructivos, apareció un chico de ojos azules cual cielo al amanecer y cabello blanco como la espuma del mar, el hermano casi gemelo de Samekishi. –Ah! Sal-kun te estaba esperando–

–Buenas tardes Wadanohara-chan y Yonaka-chan– Saludo cordialmente el chico. – ¿Nos retiramos Wadanohara-chan?–

Ella asistió y se levantó de su lugar, no sin antes despedirse de su amiga. Dejándola sola junto al chico nuevo, quien aún hacia acto de presencia en el salón. Lo observo y luego suspiro susurrando:

–Porque yo tengo que hacer esto– pero aun el bajo sonido bastó para que llegara a los oídos del chico quien levantándose de su asiento, con mala cara respondió.

–Si no quieres hacerlo entonces no lo hagas, de todos modos tengo que llegar temprano a casa si no quiero que esta cosa suene– comento mientras, se levantaba el pantalón, revelando un grillete firmemente atado a su pierna. Alguna vez Yonaka había escuchado de ellos, según sabia, sonaba cada que se alejaba a cierta distancia de algún lugar, mandando señales a los policías. –Seria molesto...–

– ¿Porque tienes eso?– pregunto la chica señalando el objeto. Quizás él era verdaderamente peligroso y ella ahí, frente a un posible criminal, con una escuela relativamente vacía y en donde sus gritos serian camuflados por el sonido de los árboles y el viento.

–Digamos que me escape varias veces de casa, entonces me pusieron esto. Nada relevante. Bueno, si no te molesta me voy– el chico se iba a retirar de ahí, pero entonces sintió como alguien se aferraba a su manga, era la chica, no le dejaría ir tan fácilmente, pues no se tardaría mucho tiempo, sin contar que si ganaba el suficiente crédito con el profesor quizás podría llegar un poco más tarde a sus clases y así ver a su hermano al despertar.

–Demos el tour rápidamente, solo sígueme. – comento la chica sacándolo del salón, tirando aun de su camisa.

El tour no fue muy largo, solo le mostro los lugares más conocidos como las canchas, la reciente enfermería, el auditorio, La cocina del club de economía doméstica; pues según Yonaka ahí siempre había comida gratis, la dirección y donde preguntar por los profesores.

El chico no decía nada, solo la seguía. Se detuvieron un momento en la biblioteca, La chica le explicaba cada sección de ahí. Para finalizar, le mostro la zona más recóndita de la biblioteca, en la sección de anatomía, hay muchos chicos también compartían y a veces intercambiaban su porno con los demás, haciéndolos pasar por un libro más. La chica observo detenidamente al peli verde al mostrarle aquel rincón; quería ver alguna nueva reacción en el chico aparte de esa cara seria que ya le empezaba a desesperar, pero parecía que nada le cambiaría su expresión, es más, pudo notar que hasta miraba con interés aquello libros, para después ir a otra sección y tomar uno. Se quedaron en silencio por un momento, hasta que aquella situación le comenzó a hartar a la joven adolecente.

–Bueno, y este fue todo el recorrido, y bienvenido a la escuela "Ogekom" y esas cosas– comento la chica dirigiéndose a la puerta y tomando sus cosas. Entonces, se escuchó un "click" proveniente de la puerta.

No podía ser posible, la habían encerrado con ese tipo que ni conocía, a pesar de que su conocimiento era nulo respecto al tema. Bien sabido era que un chico y una chica encerrados en una habitación solos no era nada bueno, sobre todo para la reputación de la chica.

Se dirigió a la puerta a llamar a alguien pero recordó que las cerraduras de su escuela se cerraban desde el panel de control a varios salones de ahí, no podrían salir hasta la mañana del siguiente día.

Observo a su acompañante quien se limitó a hojear un libro del área de historia con toda la tranquilidad del mundo. Como si no tuviera prisa ni nada, a ella en cambio le entro mucho terror y pánico, de ahí para allá como león enjaulado, pensando en mil y una posibilidades para escapar de ahí pero nada bueno se le ocurría, pues su fuerza no era suficiente para derribar la puerta y si quebraba el vidrio se metería en problemas y su padre inmediatamente la sacaría de esa escuela y alejaría de su hermano. Debía haber una buena solución...

OwO Ovo ouO o–o o-o o.o o_o ._.

Fin del cap 1 :D Cualquier duda, queja o sujerencia, favor de anotarla en una hojita para que la recuerden y dejenla en los Reviews. Los ama Xion-Chan 14

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v.2.0 ahora con mas palabras muajajajaja.

Ahh~~ simplemente me encanta este fic uvu, me encanta el echo de que, hago cada crossver jajaja, en fin, espero que agrade aquí en wattpad también ovo. Como sea, Xion-chan se despide y se va a hacer tarea Byee~~