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Los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Masashi no a mí.

Mi primera historia publicada, espero que os guste :)

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*Aclaraciones: antes de nada para que no os confundáis xD En el prólogo la chica que aparece

llamada Karin, no es Karin de Naruto, es un personaje inventado. Es para que

no imaginéis la que no es xD

Y por último el primer capítulo puede no ser tan interesante pero

se va poniendo mejor cuando avanza la historia, de verdad... Lo prometo T^T

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Argumeto: Los fantasmas no existen. Esa es la frase que la mayoría de la gente te va a contestar si preguntas sobre ellos, ya sea por miedo o porque no creen realmente en esas cosas. En cambio él sabía que algo extraño pasaba. Sueños que parecían reales, gente que desaparecía… Y una chica que no podía ser real. Que aparte de pelear con el, lo único que hacía era decirle que los fantasmas si existían, y que él lo sabía. Si era una chica de verdad tenía claro que el lugar donde debería estar es en el psiquiatrico. /- Estas loca. - Y eso me lo dice el que ve fantasmas... - Te he dicho que no veo fastamas -Ah claro...¿Y como puedes verme a mi?


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Prólogo.

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Estaba soñando, lo sabía. Pues era el mismo sueño de siempre, la misma sensación de pánico por no poder despertar. Se encontraba solo, en una calle oscura y extraña; las pocas farolas que había apenas iluminaban la noche. Las casas que continuaban alrededor de la calle se ceñían imponentes sobre él, aunque no había ningún rastro de vida en ellas. Intento caminar pero como todas aquellas veces anteriores no pudo, sus pies no se movían ni un centímetro. Se quedó allí quieto, intentando controlar su respiración y sin apartar la vista de la calle que tenía delante de él. No sabe cuánto tiempo estuvo mirando a la nada pero sabía lo que vendría a continuación, pues estaba harto de verlo. Por una de las esquinas apareció su hermana Karin. Iba arrastrando los pies y se sostenía uno de los brazos con el otro, el cual estaba manchado de sangre. Se sintió impotente, sin poder moverse. Quería gritar su nombre, quería correr y ayudarla; pero sabía que no podía, sabía que aunque lo intentara no lo conseguiría y que lo que venía ahora iba a pasar sin que él pudiera hacer nada. Giró su cara hacia otra de las esquinas, faltaba poco para que apareciera. Y así era, unos segundos después un hombre dobló la esquina. A pesar de la oscuridad pudo distinguir que era tan alto que él; llevaba puesta una gabardina blanca y un sombrero que le cubría la cara.

La primera vez que lo vio, en su primer sueño, se fijo en su forma de caminar. Iba despacio, sin prisas; como si tuviera todo el tiempo del mundo y como si nada pudiera detenerle. Se acercó a su hermana y esta sonrió, como si ya lo conociera, como si pudiera confiar en aquel hombre… Que equivocada estaba, el lo sabía, y lo que más quería era poder advertírselo. El hombre se acercó aún más a ella y sacó algo de su bolsillo. No podía distinguir que era, pues no estaba muy cerca y aquella oscuridad no ayudaba mucho. En cuanto su hermana se percató y se fijó en lo que había sacado dejo de sonreír y su cara perdió todo rastro de color, estaba asustada. Aquel hombre la apuntó con aquel objeto y ella comenzó a retroceder, pero no pudo alejarse mucho pues unos segundos después se escuchó un ruido y acto seguido cayó al suelo. Se quedó ahí, inmóvil. El siguió en el mismo lugar quieto, viendo impotente la escena. Podría haber girado la cara o haber cerrado los ojos, pero no lo hizo; nunca lo hacía, no sabe muy bien porque .El hombre no se movió, seguía mirando a su hermana. Pasaron varios segundos hasta que el hombre reacciono de nuevo. Guardo el objeto con el que había apuntado a su hermana en su bolsillo; para luego llevar una mano hasta su sombrero y quitárselo.

Esta vez sí que quiso apartar la vista, no quería verlo, era la peor parte del sueño. Pero siguió mirando. Vio como el hombre se quitaba el sombrero y como su cara quedaba descubierta; pudo distinguir esa sonrisa macabra que veía en todos los sueños y esa mirada asesina. Sabía quién era, sin duda, y odiaba saberlo. El que llevaba esa gabardina blanca, a quien había sonreído su hermana con tanta confianza, quien la había matado… Era él, el mismo. Vio su propia cara reír al ver por última vez a su hermana y darse la vuelta para irse por donde había venido, con el mismo paso tranquilo y despreocupado.


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Capitulo 1. Historias y fantasmas.

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Era martes, un día cualquiera en Konoha, distrito de Tokio. El cielo se encontraba despejado y soplaba una ligera brisa que avecinaba el principio del invierno. En la azotea de uno de los institutos más importantes de la ciudad; Shikamaru Nara, alumno de segundo, se encontraba tumbado en la azotea en aquel momento. Con los ojos cerrados y los brazos detrás de la cabeza, cualquiera diría que era alguien que vivía sin preocupaciones de ningún tipo.

Debido al viento que soplaba en aquel lugar, su cabello de color oscuro se encontraba despeinado; aunque a el sin duda no le importaba. Ese día, al contrario que otros que usaba una coleta, lo llevaba suelto. De todo el instituto ese era su lugar favorito, desde allí se podía ver el patio trasero de la escuela y detrás el pequeño bosque que había en una pequeña colina .No era una gran vista pero al le gustaba. Normalmente en los descansos o en cualquier clase libre se iba allí y se tumbaba, era un sitio muy tranquilo en el que nada ni nadie podían molestarlo, o eso pensaba.

-¡Shikamaruuuuuuuu! – una voz demasiado familiar gritó su nombre. Al principio no le hizo caso y siguió tumbado, pero luego sintió que empezaban a tirarle del uniforme –¡Eh! ¡Despierta, vamos! ¡Tienes que oír esto!

Abrió un poco los ojos y se encontró con la cara de su amigo Lee; estaba de pie, mirándole desde arriba sonriente. Llevaba su cabello de color negro despeinado, lo cual no le pareció raro, pues siempre corría de aquí para allá montando tanto jaleo que no era de extrañar que acabara así. Tenía la cara radiante. Shikamaru lo miró sin decir nada; esa cara de felicidad nunca traía nada bueno, nunca. Lee era de los que no se podían estar quietos, y por aquella razón siempre se metía en líos. Y lo peor, arrastraba a los que lo acompañaban.

-Venga Shikamaru… ¿no pensarás quedarte ahí tumbado todo el día no? Venga tienes que oír lo que tengo que decir… ¡vamos!

Shikamaru se sentó a regañadientes susurrando algo por lo bajo que Lee no llego a oír. Estaba claro que no iba a lograr que se fuera y lo dejara en paz tan fácilmente. Lee también era de los que aunque le dijeras directamente que se fuera, no lo hacía. Es más, se volvía más insistente por quedarse. Todavía no sabe cómo nadie lo había matado todavía. Incluso el mismo.

- ¿Qué demonios quieres Lee? – Shikamaru le echo una mirada fulminante, no tenía muchas ganas de sus tonterías – Estaba a punto de dormir…

- Ya, ya pero es algo importante –le miró muy seriamente mientras se ponía de pie.

Cuando terminó de levantarse se fijó en que no estaban solos. Detrás de Lee se encontraba Naruto. Los miro temiéndose lo peor. Si Lee era como un terremoto, Naruto a su lado era como un huracán. Y si encima los juntabas a los dos… bueno, ya os lo podéis imaginar.

- ¿Qué os pasa a los dos? – les preguntó. Si era algunas de sus geniales ideas tenía claro que iba a salir de allí por patas.

- A mí no me mires – contestó Naruto levantando las manos como si se declarara inocente –Lee me dijo que viniera porque nos tenía que contar algo importante.

Shikamaru entrecerró los ojos, aunque Naruto dijera eso no se fiaba un pelo.

- Ejem… - Lee carraspeo para llamar su atención – veréis ha pasado algo increíble en el instituto, os vais a quedar de piedra.

- Hum… - Shikamaru se le quedó mirando unos segundos. Lee estaba más serio de lo habitual - aunque me pongas esa cara de seriedad, sé que es una de tus tonterías.

- Jooo, no es una tontería – se quejó - ¡Tienes que escucharme Shika! – este se intentó alejar e irse hacía la puerta de la azotea, ignorando el diminutivo por el que le había llamado Lee sabiendo que lo odiaba; pero él se había agarrado a sus piernas y no lo soltaba –Venga… escucha un momento, seguro que te interesa lo del fantasma...

Shikamaru se detuvo y miró hacia abajo, donde se encontraba Lee cogido sus piernas.

- ¿Qué? ¿De que hablas?

- Fan…fantasma… no me habías dicho que se trataba de eso... – Naruto se había puesto blanco. Estaba claro que no se había informado de que trataba lo que Lee quería decirles.

- ¡Aja! – Lee se levantó a una velocidad asombrosa y se cruzó de brazos, mirándolo- ¡Sabía que te interesaría! ¿Con que era una tontería eh? Pues si no la quieres oír solo se lo contaré a Naru… -No dijo más, pues Shikamaru le miro con cara seria, la misma cara que ponía cuando estaba a punto de golpear a alguien. Lee trago saliva antes de contestar– Va… vale, os lo cuento a los dos… Resulta que hay un fantasma en la escuela, hay gente que dice que lo ha visto.

- ¿En la escuela? – Lo miró sorprendido - ¿Quién te ha dicho eso?

- Pues el primero que me lo comento fue Yuki… Según los rumores la única manera de poder ver al fantasma es metiéndote en una página de internet. Todos los que se han metido dicen lo mismo; que después de haberse ido a la cama se despertaban en el instituto. Algo pasaba allí, pero cuando vuelven a despertarse de nuevo están en su casa y apenas recuerdan que paso exactamente. Pero... dicen que recuerdan claramente haber visto el fantasma de una chica y que ella les hablaba… y lo más raro. – En ese momento fue cambiando el tono de voz por uno más lúgubre mientras ponía cara de miedo.- Dicen que encuentran marcas extrañas en su cuerpo al despertar pero que después desaparecen misteriosamente…

- Que… que miedo… - Naruto se encontraba temblando, utilizando los brazos para abrazarse a si mismo. Quedaba claro que se lo había creído completamente.

- Ya… - Shikamaru en cambio lo miro con cara de duda. No se había tragado ni una palabra de aquella historia - ¿Y se puede saber cómo se llama esa página?

- Pues… www. el fantasma del instituto .com

Shikamaru lo miro atónico, no podía hablar en serio… aparte de que el nombre era muy cutre y bastante poco original, nadie se lo tragaría. El que lo inventó ya podría habérselo currado un poco más al menos… De verdad, la gente se aburría demasiado.

- Por dios, vaya tontería… solo un estúpido sin apenas neuronas en el cerebro se lo creería y entraría en… - se detuvo y miró a Lee fijamente– Espera… ¿Tú has entrado en la pagina verdad?

Comprendió que, si había alguien tan estúpido en la escuela para entrar en esa página y haberse creído completamente esa ridiculez… ese era Lee.

- Pero… ¿Pero qué dices Shikamaru? Tu… sabes que yo no hago esas cosas – respondió con una sonrisa forzada – Solo que me parecen interesantes, por eso os lo cuento.

- Si, claro – lo miró con detenimiento, estaba claro que se lo había tragado de lleno, después de todo era Lee. Soltó un suspiro, como diciendo que no tenía remedio.

- Y que… ¿Qué hay en la página esa? – Naruto intentó parecer calmado mientras preguntaba aquello, pero fue en vano; seguía temblado y su rostro aún no había recuperado todo el color.

- Pues… en verdad nada. – le respondió Lee mientras se ponía una mano en la barbilla pensativo – al parecer lo único que pasa es que la página del navegador se queda negra.

- A lo mejor el… el fantasma es el que hace eso…

- Si, seguramente. La página solo la utilizará para detectar a la persona que lo busca…

Shikamaru los miraba sin poder creerlo, hablaban como si de verdad la historia fuera real.

- Bueno, ya veo que tenéis un tema muy interesante del que hablar, pero yo tengo muchas cosas que hacer. – mintió mientras se iba dando la vuelta. – Así que os dejo aquí hablando de vuestro querido fantasma, yo me piro.

Y dicho esto se fue alejando hacia la puerta de la azotea mientras Lee se le quedaba mirando y Naruto intentaba dejar de temblar. Antes de llegar a la salida oyó como le gritaban algo sobre comer juntos, pero apresuro el paso antes de que Lee lo atrapara de nuevo.

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Una hora después Shikamaru se encontraba caminado por el pasillo. Ya había pasado el descanso y ahora le tocaba matemáticas en la segunda planta. Mientras se dirigía a clase se quedó pensando en lo del fantasma. ¿Sería posible? Lo meditó. Si hubiera un fantasma en el instituto, lo primero es que nadie podría verlo tan fácilmente y menos por meterse en un página web. En serio, como se podría creer cualquiera algo como eso. ¿Los fantasmas se habían vuelto modernos de repente? ¿Ahora cualquiera puede ver un fantasma por meterse en internet?

-Gilipolleces – susurró para sí.

Además, lo mas importante… si de verdad hubiera un fantasma el lo sabría, lo hubiera sabido el primero.

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Se despertó de golpe, en mitad de la noche; con la respiración acelerada y el pulso latiéndole a millón. Acababa de tener un sueño muy extraño… Intentó tranquilizarse ¿Qué era lo que había soñado? No lo recordaba bien… ¿Algo sobre el instituto? A lo mejor. Se encontraba sudando, el sueño le había puesto los pelos de punta. Decidió despejarse e ir hacia la cocina a por un poco de agua, tenía la boca seca y necesitaba beber algo. No le hizo faltaba mirar el reloj, suponía que era bien entrada la madrugada por lo que pensó que debería tener cuidado y no hacer mucho ruido para no despertar a los demás habitantes de la casa. Fue a levantarse pero en ese momento se dio cuenta de que algo raro pasaba; no podía. Sus brazos y sus piernas no le respondían. Se alarmó ¿Por qué no se podía mover? ¿Seguiría soñando? Miró hacia los lados pero no alcanzaba a ver nada; la oscuridad era absoluta. Intentó hablar pero de su boca no salía sonido alguno. Trató de centrarse, seguramente era eso, seguía soñando y de un momento a otro despertaría. Espero un poco, entretanto intentaba moverse o despertar pero los minutos pasaban y seguía sin conseguir ninguno de los dos. Entonces fue cuando recordó aquella historia que le habían contado esa misma mañana en la escuela, aquella del fantasma que nadie se tragaría. Esa tarde, presa del aburrimiento, se había metido en la página; pero sabía que no era real, solo quería reírse un rato. Claramente no se había tragado aquella historia, después de todo si los fantasmas existieran dudaba mucho que se manifestaran mediante internet. Y ahora seguramente por eso mismo estaba teniendo ese sueño tan raro…

Un sonido interrumpió sus pensamientos, había sonado como un paso o eso creía. Trató de girar la cabeza hacia el lugar del que creía que había venido, pero tampoco le sirvió de mucho pues estaba demasiado oscuro .Los minutos seguían pasando y empezó a pensar que solo había sido su imaginación, después de todo era un sueño… pero de repente oyó otro sonido igual pero mucho más fuerte. Cada vez más le parecía que ese sueño era demasiado real. Intentó moverse de nuevo pero fue en vano. El sonido se escuchó de nuevo y agudizó el oído intentando descifrar de dónde provenía, aunque no lo consiguió. Aquel sonido podría venir de cualquier parte. Sonó de nuevo, y esta vez sí pudo detectar que venía de su derecha. El sonido empezó a volverse repetitivo y cada vez sonaba más cerca. En ese momento se alarmó e intentó moverse de nuevo sin éxito, su cuerpo seguía sin responder. Empezaron a zumbarle los oídos. El sonido cada vez era peor, le estaba haciendo daño. Intentó gritar pero si lo consiguió aquel ruido infernal no le dejo escuchar nada.

Cerró con fuerza los ojos, deseando despertarse de una vez, queriendo que aquella pesadilla terminara. El sonido siguió acercándose hasta donde se encontraba. Fuera lo que fuera lo que ocasionaba aquel ruido estaba justo al lado suyo. Cuando ya pensó que sus oídos explotarían abrió los ojos y… Se sorprendió, ya que en cuanto lo hizo aquel ruido desapareció. La confusión inundaba su mente, le dolían mucho los oídos y el sudor empapaba su frente. Intentó calmarse sin mucho éxito. Acostumbró un poco su vista y se dio cuenta de que ya no estaba tan oscuro como antes. Trató de moverse y para su total asombro lo consiguió, su cuerpo por fin le respondía y pudo ponerse en pie por fin. Al principio le costó ya que le temblaban un poco las piernas. Miró a su alrededor y por lo poco que pudo observar se encontraba en un sitio vacío, parecía una habitación, aunque muy extraña. Era enorme, parecía incluso más grande que el piso en el que vivía. Pero lo más extraño es que parecía que no tenía ni ventanas ni puertas. Entonces se fijó en que a unos cuantos pasos suyos había una pequeña vela, estaba muy gastada y seguramente se acabaría pronto. Todo eso le resultaba cada vez más extraño, por mucho que fuera un sueño se notaba demasiado rea. Todos sus sueños siempre habían sido borrosos y mucho más incoherentes … bueno, no es que este fuera muy coherente pero por lo menos no salían extraterrestres ni arañas gigantes. De nuevo probó a despertarse pero desistió enseguida, era inútil… Giró su cara hacia la vela, seguía iluminando poco y se notaba que estaba a punto de gastarse, lo cual no le gustó nada ya que significaría quedarse a oscuras. Decidió acercarse más, era lo único que se le ocurría en ese momento. Dio el primer paso y sintió una extraña brisa pasar por su lado…


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Bueno pues hasta aquí el primer capítulo ^^

Para que lo sepáis el primer y el segundo capítulo son mas bien

de contacto. La historia se pone mucho mejor a partir del tres así

que porfa esperaros un pelin ¿si? :( os gustará

mucho mas cuando avance un poco, lo juro T^T

Y por comentaros, al principio no sabía si poner a Lee como quien contaba la historia

o a Naruto, pero claro Naruto el pobre lo veo mas asustadizo asi que lo deje así e_e xD

Si puedo iré subiendo capítulos cada semana. Si tenéis alguna sugerencia todas

son bienvenidas ^^

Y el próximo será mas largo.

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