Cap.1: Yuuri el príncipe perdido

Era hace una vez, un reino llamado Yu-topia, de gran prosperidad y armonía. Sus reyes eran justos y generosos con su pueblo, por lo que estos les querían bastante, más aun, ahora que estaban esperando a su primer hijo, el cual sería el futuro gobernante.

Los reyes de Yu-topia tenían muy buena relación con las hadas, es más, tres de estas le habían jurado lealtad a su Majestad, cosa muy rara entre los de su tipo.

Sin embargo, no todo era felicidad. Ya que en estas tierras se llevaba a cabo un romance turbio y dañino. Un poderoso hechicero llamado Georgi Popovich, del reino vecino de JJ-Land se había enamorado perdidamente de una campesina de Yu-topia, Anya. Esta le había correspondido en un principio, esperando que él la llenara de fortuna y la llevara a conocer el mundo.

Pero las intenciones del hechicero eran precisamente las contrarias a las de ella. Él tenía planeado asentarse definitivamente en Yu-topia, de donde era su amada, y formar una linda familia con numerosos hijos.

Al enterarse de esto, ella decidió terminar cruelmente la relación con su pretendiente, dejándole el corazón destrozado. Este al verse rechazado decidió volver a JJ-Land en donde gracias al Rey, se enteró de que su amada se había comprometido con un caballero del reino de Yu-topia.

El hechicero se sintió traicionado. ¿Cómo era posible que un simple caballero le arrebatara a su amada? Volvió de inmediato hasta el reino vecino y fue directamente hasta palacio, en donde había una gran multitud reunida celebrando el nacimiento del recién nacido Príncipe Yuuri.

En el palacio todo era celebración y alegría ante la llegada del nuevo miembro de la familia real, todos los súbditos llegaron con presentes para el recién nacido. El palacio se encontraba repleto con la gente del reino. Incluso las tres hadas que habían jurado lealtad al Rey se encontraba ahí he hicieron lo mismo con el príncipe, juraron protegerlo con todos sus poderes.

La Reina de repente sintió su corazón apretarse y un sentimiento de preocupación la invadió. Por instinto se acercó a su bebé, el cual se encontraba en una elegante cuna, y comenzó a acariciar suavemente su mejilla, sus cachetitos eran tan redondos y esponjosos.

Entonces sin previo aviso, una fuerte corriente de aire invadió el interior de palacio, y en medio del salón principal, donde estaban todos reunidos, apareció la figura del hechicero.

- Vaya vaya, que tenemos aquí. Perece que lo están pasando muy bien- dijo el hechicero en tono burlesco.

- Bienvenido – Contesto el rey – Estamos celebrando el nacimiento de mi hijo, el futuro rey de Yu-topia ¿Sería tan amable de unírsenos a los festejos hechicero Georgi Popovich?

- ¿Festejos?- dijo arqueando una ceja- ¿Le parece a su Majestad que estoy de ánimos para festejos? ¡Después de que una de sus súbditas me rompiera cruelmente el corazón para luego largarse con el primero que se le cruzara! ¡Además llamadme Carabosse!

La Reina al ver el enfado del hechicero tuvo un muy mal presentimiento. Les dijo a las hadas que se llevaran al príncipe a un lugar seguro, que una vez que todo terminara los mandaría a llamar, pues sentía que él corría un grave peligro quedándose ahí en ese momento. Estas obedecieron de inmediato a la Reina y se llevaron al bebé con mucho sigilo, sin que nadie lo notara.

- Yo… no tenía conocimiento sobre eso… lo lamento mucho- Dijo el Rey.

- ¡Lamentarse no sirve de nada! todo su pueblo es igual! Por eso se merecen esta maldición - Golpeó su bastón contra el suelo tres veces provocando un sonido ensordecedor- ¡Ninguno de los que se encuentran en este palacio será capaz de encontrar el amor! ¡Todos quedaran sumidos en un profundo sueño, que solo se romperá cuando alguno de ustedes reciba un beso de amor verdadero! ¡Pero como este no existe, ninguno de ustedes volverá a despertar nuevamente Muajajajajaja!

Y dicho esto todas las personas que se encontraban en el palacio empezaron a caer dormidas incluso los Reyes, el hechicero cubrió el castillo con un espeso bosque de viñas y zarzas, para que nadie se acercara, y se marchó.

Las hadas que habían sacado al príncipe del castillo se enteraron de lo sucedido, y decidieron llevárselo al bosque mágico de donde ellas procedían, y que se encontraba dentro del mismo reino de Yu-topia.

- Que haremos ahora! – Chillo desesperada el hada Guang-Hong.

- Cálmate Guang-Hong, respira- Dijo el hada Leo tratando de calmarlo – Pichit sabrá que hacer ¿cierto?

- ¡Así es! ¡Vamos cuidar nosotros del Príncipe hasta que tenga edad suficiente de para enfrentar a Carabosse y liberar al reino de la maldición!- El hada Pichit miraba muy emocionado a sus compañeros esperando su aprobación.

- ¡Estás loco!- Dijeron al unísono.

- Ehh… pero si es la mejor idea que he tenido nunca, además le prometimos a la Reina que cuidáramos de Yuuri

- Eso es cierto, pero…

- ¡Entonces está decidido! ¡El Príncipe Yuuri será criado por nosotros!

- ¿Pero cómo haremos para romper la maldición de Carabosse?- Pregunto Guang-Hong.

- Es cierto Pichit – Interrumpió Leo- Ese hechicero es mucho más poderoso que todos nosotros juntos. No tenemos oportunidad en contra de él

- Tranquilos ya se nos ocurrirá algo. Por ahora hay que mantener a Yuuri escondido, si Carabosse se llega a enterar que el Príncipe no fue víctima de su maldición, podría querer hacerle algo malo.

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Hi~ Mi nombre es Yuuri tengo 17 años y vivo en un bosque mágico con tres hadas que se encargan de cuidarme; Guang-Hong, Leo y Pichit.

Vivo con ellos desde que tengo memoria, me han dicho que soy el Príncipe de un reino llamado Yu-topia, pero que por culpa de un malvado hechicero se encuentra bajo una terrible maldición y que algún día yo debería salvarlos de alguna forma. Sinceramente cuando pequeño les creí, pero ahora pienso que solo son cuentos de ellos, ya que para empezar nunca he visto ese reino ni al hechicero, es más nunca he visto a nadie más a parte de las hadas y los animales de por aquí.

Nunca me han dejado salir del bosque, dicen que es muy peligroso, puesto que si llegara a hacerlo podría atraparme el malvado hechicero Carabosse y ponerme a dormir para siempre. Insisto, creo que todo eso del hechicero y el reino maldecido son puros cuentos, pero aun así no puedo salir del bosque. Una vez lo intente y llegue hasta los límites de este mientras ellos estaban distraídos, pero al querer cruzarlos una especie de barrera invisible no me permitía el paso, creo que ellos la pusieron.

Pero gracias a eso y para que no insistiera más en el tema de salir, me construyeron una enorme pista de hielo, lo hicieron congelado un lago, y me enseñaron a patinar sobre él. Pichit me dijo que ese es un deporte muy popular en todos los reinos cercanos y que era muy divertido. Al principio me daba miedo, pero después de un tiempo me acostumbre y me encanto! No puedo pasar un solo día sin ir al lago congelado, me fascina patinar, podría estar haciéndolo toda la vida.

Realmente les debo mucho a las hadas, ellos han cuidado de mí. Guang-Hong es un poco torpe en casi todo, una vez quiso hacer el almuerzo y casi quema todo el bosque. Leo es muy paciente con él y con migo, me ha enseñado muchas cosas, soy un poco lento a veces pero él siempre me vuelve a enseñar, las veces que sea necesario, además siempre anda pendiente de Guang-Hong pare que este no se termine lastimando o quemando la casa en la que vivimos todos. Pichit es como mi mejor amigo, a él le cuento todo, me enseñó a patinar, que es una de las cosas que más amo hacer junto con comer el delicioso Katsudon que me preparan a veces.

Las labores de la casa las hacemos entre todos turnándonos, y asegurándonos que Guang-Hong se mantenga lo más alejado posible de la cocina. Y una vez que termino con mis deberes soy libre de ir a patinar cuanto se me antoje.

-Yuuri! Recuerda que te toca a ti el comedor hoy!- Me grita Pichit desde el segundo piso.

- Recién acabo de terminar con el. ¡Así que ahora me voy a patinar un rato al lago, avísenme cuando tengan listo el almuerzo!- Le grito para que pueda oírme, tomo mis patines y me marcho a mi lugar favorito. A veces son muy sobreprotectores con migo. Cuando era más pequeño uno de ellos siempre me acompañaba, pero ahora me han dado un poco más de libertad y puedo ir y venir solo por el bosque.

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- Pichit!- dice Leo enfadado.

- ¿Qué ocurre?

- ¿Cuánto tiempo seguiremos así? Yuuri ya va a cumplir 18 años y aún no hemos encontrado la forma de revertir el hechizo de Carabosse ¡además él no ha tenido contacto con el mudo de allá afuera ni una sola vez! Sumado al hecho de que lo mimamos demasiado, eso me preocupa

- Lo sé, pero las cosas se han complicado un poco desde hace un tiempo, bien sabes que el Rey JJ aprovecho para tomar las tierras de Yu-topia, y que el lugar cercano al castillo es territorio de Carabosse. Ahora no solo debemos encontrar la forma de romper el hechizo, sino que, debemos hacerle frente a JJ para recuperar el Reino.

- ¿Pero cómo? ¡Yuuri en su vida ha luchado contra alguien, ni si quera sabe usar bien el cuchillo para pelar una patata!

- ¡Jajajaja es cierto! Fue muy divertido cuando…. Espera ¡eso es! ¡No es necesario que llegue a pelear contra JJ, se me acaba de ocurrir una idea! ¡Leo debo salir del bosque por un tiempo!

- ¡Que! ¿Pero a dónde iras? ¡¿Que harás?!

- Tranquilo hay un par de cosas que debo verificar antes de poner en marcha nuestro plan, plan que te diré un vez regrese! Cuida a Yuuri! Talvez tarde un par de días, invéntale cualquier excusa ¡Y no dejes que Guang-Hong se acerque a la cocina!- Dijo esto gritando y salió lo más rápido que pudo, dirigiéndose a los límites del bosque.

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- ¡Parece una especie de barrera mágica! Es muy poderosa ni siquiera alguien como tú podría hacer algo así, mucho menos quitarla- Dijo con malicia cierto peliplateado.

- ¡¿Ah!? ¡Quién te crees que soy anciano! ¡Mira y aprende a respetar a las hadas maldito vejestorio!- Vocifero un hada rubia y un tanto huraña.

Entonces uso sus poderes para crear una abertura por la que paso su compañero sin pensárselo dos veces.

- ¡Oye! ¡Viktor idiota espera!- Le siguió de inmediato el hada- No sabemos lo que hay aquí, por alguna razón estaba la barrera ¿qué tal si es peligroso?

- ¡Peligroso es mi segundo nombre Yurio!- dijo guiñándole un ojo- Además que es la vida sin un poco de aventura, ya me estaba aburriendo en este reino al que nos arrastró Yakov- Miró de reojo al hada el cual no se veía nada feliz- Y si las cosas llegan a ponerse feas, tengo al hada más poderosa del lugar para ayudarme

- ¡Jum! – Emitió inflando su pecho- Como si alguien pudiera en contra mía

Avanzaron por un buen rato sin un rumbo fijo, hasta que se toparon con un sitio diferente, el cual parecía una especie de lago congelado y en él, la hermosa figura de un chico patinando de forma tan espectacular que dejo a los dos aventureros embobados mirando todos los movimientos que el extraño realizaba con sutileza y suma elegancia.

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Hola~ Les traigo este nuevo fanfinc, ojalá les agrade ;)

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Cambio y fuera.