Primero lo primero,
Friends no me pertenece.

Siempre he querido que esta serie continuara, así que se me ocurrió seguirla unos cuantos años después, con los hijos de nuestros amigos favoritos…

HIGHSCHOOL

Han pasado 14 años desde que vimos a Ross, Rachel, Chandler, Mónica, Joey y Pheobe juntos por última vez. En todo ese tiempo han pasado muchas cosas. Pheobe y Mike tuvieron un hijo llamado Tyler. Ross y Rachel tuvieron otro hijo, Patrick, y se mudaron fuera de la ciudad, frente a la casa de Chandler y Mónica. Mike y Pheobe también se mudaron cerca de allí. Joey se fue a Los Ángeles, desde entonces, no volvió a ver a sus amigos…

Un rayo de luz iluminó la cara de Emma. Se tapó la cara con su brazo.

-Mamá, cierra la cortina.- se quejó.

-Son las siete. Debes ir a clases.- respondió Rachel.

-Cinco minutos más.

-Tres. Ni un segundo más.

Rachel bajó las escaleras de su casa. Fue a la cocina, donde en la mesa, estaba sentado su esposo desayunando. Se sentó junto a él.

-No puedo creer que ya tenga 16. Me parece que fue ayer cuando dijo su primera palabra, "gleba".- suspiro- ¿Tú qué dices, Ross?

-Tienes que aprender que ya no es una bebé. Pronto traerá a su novio a casa y…

-Te estás adelantando mucho, cariño.

Emma bajó con la mochila colgada del hombro. Atravesó la cocina hasta la puerta.

-Emma, espera.- la detuvo Ross- ¿No comes nada?

-Comeré algo en el camino.

-De acuerdo, no olvides que cuando llegues estaremos enfrente.- dijo señalando la casa vecina. Donde vivían Mónica, Chandler, Jack y Erica.

-Ok.

-Un momento.- la detuvo nuevamente Rachel. La abrasó y la besó en la frente.- Cuídate.

-¿Dónde está Emma?- se quejó Erica apoyando la espalda en los casilleros.

-No lo sé, ya debería estar aquí.- respondió su hermano mirando su reloj.

Jack, Erica, Emma y Tyler tenían una especie de tradición, todos los días se encontraban a charlar antes de clase, pero la impuntualidad de Emma casi siempre estropeaba los planes. Ese no era el caso de los Bing. Erica era tal cual su madre, siempre puntual y ordenada, a veces hasta llegaba una hora antes a los eventos; y ya que Jack vivía con ella, tenía que hacer lo mismo.

-Tal vez ya está en la clase.- comentó Tyler.

-¿Emma? ¿Llegar temprano?- apuntó Erica- No lo creo, no la señorita impuntualidad. Siempre llega dos o tres minutos luego de que suena la campana.

-¿Entonces por qué estás tan preocupada?

-Porque es el primer día de clases.

-¡Chicos!- oyeron una voz gritándoles desde lejos.

-Emma, llegas tarde.- rezongó Erica.

-Lo siento, me atrasé un poco. Se rompió mi bicicleta.

Sonó la campana.

-Nos vemos luego.- se despidió Jack, yéndose a clase junto con Tyler y Erica.

Emma abrió su casillero y buscó su cuaderno de biología. No había palabra que describiera el desorden que tenía allí dentro. De pronto, un chico entro al edificio, aparentemente acababa de llegar. Tenía cabello negro y ojos marrones, estaba vestido con unos jeans y una camiseta gris. El chico abrió su casillero, que estaba cerca del de Emma. Ella lo miró de reojo mientras sacaba algunas cosas. Cuando Emma encontró su cuaderno, de una vez por todas, cerró su casillero y fue a clase, seguida por el chico.

-...y como los zánganos no tienen aguijón…- explicaba la Sra. Glade, la profesora de biología mientras sus alumnos fingían prestar atención.

¿A quién se le ocurre dar una clase sobre abejas? La biología ya es bastante aburrida, pero con esto Glade lograba que sus alumnos se durmieran. Un chico sentado al lado de Erica estaba durmiendo y tenía pintado un par de ojos en los párpados. Erica estaba fascinada oyendo a su profesora hablando sobre como las abejas llevan el polen, cosa que a Emma poco le importaba.

Notó que alguien la estaba observando. Miró sobre encima de su hombro, estaba en lo cierto. El chico que había visto en la entrada no paraba de mirarla, y cada vez que ella se volteaba, aislaba la mirada al techo.

-Sería más creíble si miraras para adelante, ¿sabes?- le dijo Emma al chico que estaba sentado justo detrás de ella.

-Nunca fui muy bueno improvisando.- se río el chico- Soy Alex, Alex Levon. – dijo extendiendo su mano.

-Soy Emma, Emma Geller.- respondió ella apretando su mano, luego miro para adelante – Aburrida la clase, ¿no?

-Si es clase, es aburrida.

Ese último comentario hiso reír a Emma. Cosa que no debió hacer, porque en ese instante la Sra. Glare se percató de que sus estudiantes no estaban prestando atención a su clase.

-¿Sr. Levon, Srta. Geller, tienen algo que compartir con la clase?

-No señora.- respondieron los dos al mismo tiempo.

-Más les vale. En cuanto a usted Srta. Geller, espero que cambie su conducta. El año pasado ya ha tenido muchos problemas, espero que este año no se repita.- dijo la profesora casi gritando.

-Disculpe señora,- protestó Alex levantándose de su asiento- nosotros pagamos para que nos traten bien.

-¡Esta es una escuela pública!

-Bueno, pero le pagan a usted.

-Vaya fuera, Levon, usted también señorita Geller.

Ambos salieron del salón de clases, y se sentaron en un banco junto a una máquina de golosinas.

-Lamento haberte metido en problemas.- se disculpó Alex, en verdad apenado.

-¿Qué dices? Me defendiste, y me salvaste la vida.

-¿Enserio?

-Claro, un rato más allí dentro y me moría de aburrimiento.

Lo sé, no he puesto a Joey aún, quiero dar un tiempo antes de que aparezca y empiece el drama. Espero que les haya gustado.

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