CAPITULO I
Mi llegada a Balsak, Rumania
Koroko es una chica de 16 años que se había mudado con su nuevo hermanastro Jiro y su adorable padre Gerald a un pueblo escondido de Rumania. Mientras su madrastra se quedó en la ciudad de Japón por su gran trabajo de asesora del presidente de de este país.
"Papa bajó del auto y se a cerco a la puerta de la vieja casa, admirándola como un niño a un juguete nuevo, en donde íbamos a vivir de ahora en adelante hasta que le cambien de lugar de trabajo, y otra vez volveríamos a mudarnos, al menos no estaba sola como antes, hace ya unos 3 meses que papa se casó con Carmen, mi ahora nueva madre que no la veo casi nunca, y adquirí un hermano también de mi edad y muy guapo, su nombre es Jiro, creo que más que un hermano conseguí un amigo, ya que él no puede quedarse con Carmen se viene con nosotros a todos nuestro viajes."
"¿Qué les parece chicos, no es un lugar maravilloso?"-preguntó emocionado mi padre.
"Es un poco antigua papa"-le dije mirando la cerradura para tocar de la puerta que tenía un león labrado.
"No es genial que sea antigua, por eso me gusto la idea de que me mandaran a este lugar para investigar los atractivos turísticos y las condiciones para el mejor hotel de Rumania"-me parece o a mi padre le brillaban los ojos cuando me dijo todo esto.
Luego entró casi dando saltitos a la casa.
"Es verdad, lo admito, tengo un padre que se comporta como niño cuando se tratan de cosas antiguas, de terror o misteriosas."
Me dirigí de nuevo al carro, Jiro bajaba mis maletas.
"Gracias"- le dije volteando y mirando otra vez a mi padre que daba gritos de alegría dentro de la casa, me pregunto que habrá encontrado.
"Siempre es así o solo es la emoción post-viaje?" me pregunto sorprendido Jiro.
"Se pone de esa manera cuando ve cosas antiguas y terroríficas, seguro se le pasará en 2 semanas…"- luego lo pensé un rato, era la primera vez que Jiro viajaba con nosotros - "¿te sientes bien en este lugar?"
"Si" –me dijo secamente
"No me convencía del nada…pero a pesar de eso me alegraba que tuviera compañía, ya que no lograba conservar ningún amigo a causa de los constantes viajes de papa, creo que soy algo egoísta".
Me dirigí a la puerta con mi maleta, era algo pesada y todavía tenía que volver al carro por las otras 3.
"Dámela…yo la llevo, está muy pesada para ti"- me alcanzó en el camino con otras 2 maletas en sus manos.
"Si, gracias"
Y entramos,
"Tenía la idea de comenzar una nueva vida en este pueblo con mi nueva familia, espero que Carmen nos alcance al llegar sus vacaciones, que comenzaban el mes que venía."
